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MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL
              ACADEMIA NACIONAL DE ESTUDIOS
                 POLÍTICOS Y ESTRATÉGICOS




  PROPUESTA DE DESARROLLO DE LA ASIGNATURA“REGLAS DE
 EMPEÑAMIENTO” EN MODALIDAD VIRTUAL PARA EL CENTRO DE
ENTRENAMIENTO CONJUNTO DE OPERACIONES DE PAZ (CECOPAZ)
                      PERÚ- ONU




                Tesis Para optar al Grado de Magíster en Seguridad
                                     y Defensa




       PROFESOR GUÍA: RICARDO BENAVENTE CRESTÁ

          TESISTA: ENRIQUE RIVERA CONTRERAS




                         MARZO 2011
“Obra dedicada a mi amada esposa Marita,

     con el cariño sincero que guardo por ella,

  por su confianza en mí y su constante motivación

para la realización del presente estudio, acompañando

       mi eterna gratitud a todos mis amigos

           que creyeron en este trabajo y

    como testimonio dieron de su tiempo y saber

                 para concretarla”




                         2
ÍNDICE



CONTENIDO                                                                                                               PÁGINA


Resumen ……………………………………………………………………………………..                                                                                        5
Primera parte. Marco general……………………………………………………………...                                                                            6
Introducción……...……………….…………………………………………………………..                                                                                  7
    1. Capítulo 1. Marco jurídico………………………………………………………….                                                                          12
      1.1. La Carta de las Naciones Unidas……….……………………………………..                                                                    12
     1.2 . La Declaración Universal de los Derechos Humanos……..…………………                                                            14
    2. Capítulo 2. Órganos de las Naciones Unidas vinculados al mantenimiento de
        la paz.................................................................................................................   18
      2.1. Las Naciones Unidas y los objetivos del Milenio………………………………                                                            19
      2.2. Los desafíos de ONU en el siglo XXI………………………….……………….                                                                  21
     3. Capítulo 3. Instrumentos de las Naciones Unidas para mantenerla paz y la
        seguridad internacional…...…………………………………………………………                                                                         25
      3.1. Diplomacia preventiva…………………………………………………………….                                                                          27
      3.2. Establecimiento de la paz………………………………………………………..                                                                       28
      3.3. Mantenimiento de la paz…………………………………………………………                                                                          29
      3.4. Imposición de la paz……………………………………………………………..                                                                          30
      3.5. Consolidación de la paz…………………………………………………………                                                                          31

Segunda parte. La paz en el nuevo escenario internacional……………………………                                                              33

     1. Capítulo 1. El conflicto……….……………………………………………………..                                                                        34
     2. Capítulo 2. Panorama actual de las amenazas globales…….………………….                                                           38
     3. Capítulo 3. Nuevos actores……….………………………………………………..                                                                        43
     3.1 Las misiones de paz……………………………………………………………… .                                                                            47
     4. Capítulo 4. Desafíos de las Naciones Unidas en operaciones de paz………...                                                   48

Tercera parte. Los centros de capacitación en las operaciones de mantenimiento de
       paz……………………………………………………………………………………                                                                                        61

     1. Capítulo 1. Naciones Unidas y los centros de capacitación……………………                                                         62
     2. Capítulo 2. Nuevas competencias y recursos para las operaciones de paz….                                                  68
     3. Capítulo 3. Las reglas de empeñamiento (ROE’s)………………………………                                                                74

Cuarta parte. Curso virtual sobre Reglas de Empeñamiento…………………………..                                                              77

     1. Capítulo 1. Perú y las Naciones Unidas…………………………………………..                                                                  78
     2. Capítulo 2. Política Exterior del Perú en materia de mantenimiento de la paz
        y seguridad internacional…………………………………………………………..                                                                         81
     3. Capítulo 3. Desafíos del Perú como miembro de las Naciones Unidas……….                                                     85
     4. Capítulo 4. Lecciones aprendidas por Perú en las operaciones de paz en
        Haití……………………………………………………………………………………                                                                                     89
     5. Capítulo 5. Descripción del escenario donde se aplica el estudio……………...                                                  94
     5.1. Estatutos generales y reglamento orgánico………………………………… ….                                                               94

                                                                   3
5.2. Reglamento general de estudios…………………………………………………                      97
     5.3. Orientaciones estratégicas de CECOPAZ………………………………………                   97
     5.4. Proyectos formativos de CECOPAZ……………………………………………..                     98
     5.5. Acreditación y autoevaluación…………………………………………………….                     99
     5.6. Fuentes externas…………………………………………………………………..                            99
     5.6.1. Demandas formativas de empleadores……………………………………...                  99
     5.6.2. Asociaciones nacionales e internacionales……………………...………….            101
     5.7. Medioambiente, infraestructura y equipamiento………………………………..            102
     5.8. Técnica ……………………………………………………………………………...                               103
   6. Capítulo 6. Educación a distancia………………………………………………….                      105
     6.1. Antecedentes de la educación a distancia………………………………….. ….             106
     6.2. Estado actual……………………………………………………………………….                              111
     6.3. Educación presencial y educación a distancia………………………………….             117
     6.4. Algunas plataformas de educación a distancia…………………………………              125
     6.5. Consideraciones finales………………………………………………………….                         127
    7. Capítulo 7. Descripción del curso …………………………………………………                     130
     7.1. Aspectos específicos del programa …………………………………………….                   130
     7.2. Perfil de egreso ……………………………………………………………………                            131
     7.3. Metodología ……………………………………………………………………….                               133
     7.4. Procedimientos de evaluación …………………………………………………..                     133
     7.5. Calificación …………………………………………………………………………                              135
     7.6. Módulos …………………………………………………………………………….                                 136
     7.7. Malla curricular …………………………………………………………………….                           136
     7.8. Descripción de los módulos ………………………………………………………                       137
     7.8.1. Módulo 1. Introducción ……………………………………………………….                        137
     7.8.2. Modulo 2. Principios generales para la ejecución de las ROE’s …………   140
     7.8.3. Módulo3. Estudio de casos …………………………………………………..                      145
Conclusiones …………………………………………………………………………………                                     148
Índice bibliográfico ……… …………………………………………………………………..                             151




                                         4
RESUMEN



Dada la naturaleza de la misión y objetivos de Naciones Unidas, orientados o
mantener la paz y la seguridad internacionales, las Operaciones de Paz se han
convertido en una herramienta fundamental. Sin embargo, estas son altamente
perfectibles dada la naturaleza cambiante de las amenazas no tradicionales que
afectan a muchos países. De allí surge la necesidad de capacitar al contingente
que participe en una operación específica en áreas no previstas anteriormente.

Esta necesidad de capacitación específica se aprecia en el ámbito de las reglas
sobre el uso de la fuerza por parte del personal militar, pues siempre debe
contribuir a la defensa o autodefensa para ayudar a que los civiles que pueblan las
zonas afectadas por un conflicto confíen en las fuerzas de paz. Lo que implica que
el contingente comprenda los supuestos jurídicos y éticos que sustentan su
actuación frente a situaciones donde se vea compelido a usar la fuerza.

Por otro lado, la capacitación del contingente no solo presenta un desafío respecto
de sus contenidos sino también de las metodologías empleadas, en vistas de
utilizar el tiempo y los recursos financieros de modo óptimo.

Un ejemplo de ello es el Centro de Entrenamiento Conjunto de Operaciones de
Paz de Perú (CECOPAZ), cuyos objetivos se ven dificultados muchas veces por la
situación geográfica y de infraestructura con que cuenta para realizar los cursos
que correspondan. Lo que no se encuentra siempre a la par con la tradición y
fuerte compromiso de este país con las misiones y objetivos de Naciones Unidas.

Por lo anterior, se presentan los supuestos generales donde descansa el diseño
de un curso a distancia sobre Reglas de Empeñamiento en modalidad on line, en
la plataforma Claroline. Esta última ha sido seleccionada por ser adecuada para
los tipos de actividades que implica el curso y porque representa ventajas
evidentes para optimizar los recursos de CECOPAZ y así ayudar al buen logro de
sus objetivos formativos.



                                         5
Primera parte

Marco general




      6
Introducción

Las naciones no son sociedades aisladas, forman parte de una red global que
exige esfuerzos y cooperación para sostener o elevar el nivel de vida y
supervivencia de la población mundial. En ese contexto, la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) es el ente que constituye esa red. Su objetivo es “velar
por la paz” en cualquier parte del mundo, formando una especie de “familia” en la
que todos participan por el bien común. Si algún miembro tiene problemas, los
demás deben colaborar para restablecer la normalidad, que es garantía de
protección al propio planeta (ONU, 1973).


Las Operaciones de Paz, para estos casos, son el recurso ante la violencia,
buscando controlar las penurias de la población de un país muchas veces
devastado por las pugnas de grupos rivales, bandas criminales o fuerzas armadas
descontroladas y poblaciones desesperadas por el hambre. Gracias a las
Operaciones de Paz, se evita la propagación de los conflictos y problemas a otros
países. Además, se lanzan indirectamente mensajes a aquellos en los que,
potencialmente, podría gestarse un problema.


En Sudamérica, por razones históricas y necesidades de seguridad interna y
externa, todos los países, salvo Costa Rica, tienen Fuerzas Armadas regulares.
Cuando hay conflictos internos como los provocados por los terroristas en Perú o
Colombia, las Fuerzas Armadas intervienen para hacer prevalecer los intereses de
su patria. En el caso de Perú, estas expresiones conflictivas han llamado la
atención de políticos y especialistas, quienes, una vez concluido el proceso de
violencia, han buscado orientaciones a favor de la paz. En ese entorno, los
conflictos armados internos y externos que en décadas pasadas viviera el Perú
han motivado que se diera importancia a las entidades que se precian celadoras
de la paz. El Libro Blanco de la Defensa del Perú (Ministerio de Defensa, 2005)
formula lineamientos de política exterior del Estado que le permiten orientar su
presencia y participación en la región y en el resto del mundo. Estos lineamientos


                                        7
abarcan los ámbitos de las relaciones internacionales, incluyendo el sector
Defensa. Sus niveles de interrelación llegan hasta otras instituciones nacionales.


Perú creó el año 2003 el Centro de Entrenamiento Conjunto de Operaciones de
Paz (CECOPAZ), entidad especializada en la implementación de la orientación
académica, para preparar y actualizar al personal enviado a las Misiones de Paz
en cualquier parte del mundo. Su finalidad es optimizar el desempeño del
personal, ya sea en el ámbito de los Derechos Humanos, cuya violación reiterada
motiva la presencia de la Naciones Unidas, o en la interacción con diversos grupos
sociales para contribuir a la recuperación del orden (CECOPAZ, 2010).


En ese entorno, el aspecto académico requiere de una constante evaluación en
cuanto a su orientación a la luz de los nuevos enfoques, las amenazas globales y
los acontecimientos de la geopolítica. Por esta razón, es necesario un enfoque
moderno de los programas desarrollados para capacitar al personal que será
destinado a las Operaciones de Paz. Hay necesidad de vincular los contenidos
con nuevas experiencias para la participación junto a la sociedad civil en contra de
los enemigos de las sociedades; los cuales se encuentran replegados aunque no
abatidos totalmente.


Al tomar en cuenta dichas apreciaciones, se deduce que la capacitación
académica adicional es necesaria. Dentro de este marco, se incluyen la
actualización en el uso de armamento empleado en conflictos asimétricos, el
tratamiento de minas y trampas, agentes químicos; entrenamiento en psicología,
historia, derechos humanos y cultura de los países donde se participa (Cone,
2006). En cierto modo, el contenido de los planes de capacitación académica y el
desarrollo de las sesiones representan el preludio de lo que será la formación del
“soldado del futuro” ya anunciado, premonitoriamente, por Morris Janowitz en su
trabajo pionero The Professional Soldier (Janowitz, 1960). En tal sentido, la
participación del Perú en Misiones de Paz no solo sirve para demostrar el
compromiso que tiene con la defensa de la democracia y la estabilidad de las


                                         8
organizaciones que esta forma de gobierno implica, sino también porque sirve
como preludio a las decisiones que impliquen un cambio fundamental en los
planes de estudio del personal componente de las fuerzas de paz (CECOPAZ,
2010).


En este contexto, un aspecto importante por considerar es el hecho de que las
fuerzas de la ONU, además de buscar el respeto de los Derechos Humanos,
tendrán la misión de instruir, educar, despertar la conciencia de identidad nacional
de la población, generar las condiciones mínimas de seguridad que permitan
restablecer el orden público y sentar las bases para una rehabilitación política,
social y económica. Para esto, el personal debe estar capacitado respecto de los
mecanismos y procedimientos por desarrollar, así de como sus fundamentos, su
dinámica, los problemas y dificultades; ahí radica la esencia de CECOPAZ. Junto
con lo anterior, es imprescindible que se formen en las herramientas tecnológicas
y científicas requeridas para un buen desempeño en la actualidad.


El estudio tiene relevancia porque identifica y describe las condiciones bajo las
cuales Perú emplea sus recursos académicos, humanos y materiales               para
preparar y actualizar al personal que es enviado a Misiones de Paz, de manera
que su desempeño sea óptimo. Es importante porque nos muestra que, aunque la
participación del Perú en las Misiones de Paz auspiciadas por la ONU
corresponde a un imperativo ético y moral, es también necesaria por las
oportunidades de interoperar con otros países. Esta participación debe realizarse
bajo condiciones especiales, en las que el personal enviado debe tener y emplear
determinadas    competencias    y   habilidades   en   tres   aspectos:   cognitivo,
procedimental y actitudinal; preparación que le permitirá cumplir con eficiencia su
rol como integrante miembro del CECOPAZ (2010).


Para el Perú, esta presencia activa es una oportunidad para el aprendizaje y
participación en el desarrollo de las actividades, junto a otras Fuerzas de Paz de
la región. En cuanto al aprendizaje, es importante porque las situaciones vividas y


                                         9
el proceso de tomar decisiones apropiadas también son situaciones similares en el
país de origen, donde las situaciones de desorden y resistencia civil           a la
autoridad, aunque por ahora tienen baja probabilidad de ocurrencia en forma
generalizada, pero sí han ocurrido en situaciones aisladas y pueden presentarse
con mayor probabilidad en el futuro. En estas situaciones, las Fuerzas de Paz
deben restablecer la normalidad, respetando los Derechos Humanos, tema
siempre sensible en toda circunstancia de conflicto. La actuación del personal en
estas condiciones es diferente que la requerida en circunstancias normales de
conflicto bélico convencional declarado y de enfrentamiento con otros países.


La utilidad del presente estudio radica en que nos recuerda que la cooperación
multilateral entre los países participantes en operaciones de paz permite el
aprendizaje y asimilación de nuevas experiencias para la participación junto a la
sociedad civil en contra de los enemigos de las sociedades; los cuales se
encuentran replegados aunque no abatidos totalmente. Estos enemigos son los
narcotraficantes, los terroristas, traficantes de armas, criminales convencionales,
secuestradores, entre otros integrantes de las amenazas globales que los Estados
deben enfrentar.


La investigación se limita a un país, Perú, comprometido con la ONU a enviar de
manera permanente y rotativa personal para participar en operaciones de paz, a
partir de un proceso de selección en el que los elegidos deben aprobar un plan de
entrenamiento académico orientado, especialmente, a normas y directrices de las
Naciones Unidas.


Dicha misión se ve materializada por CECOPAZ, organismo dependiente del
Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú, encargado del
entrenamiento académico para la participación de los contingentes en las misiones
de Paz. Este centro existe desde el año 2003, por lo que el horizonte temporal
para la revisión de acciones y resultados relacionados con el entrenamiento es



                                        10
desde ese tiempo a la fecha. Si bien se dispone de poco material, las conclusiones
se orientan al desempeño futuro.


El objetivo general de este trabajo es diseñar un curso e- learning sobre reglas de
empeñamiento dirigido al contingente peruano que participe en misiones de
operaciones de paz. Para lograr este propósito, el primer objetivo específico
consistirá en conocer el contexto jurídico internacional donde surgen las
operaciones de paz. También se presentará la información necesaria para
comprender la importancia de la participación de Perú en las operaciones de paz.
Luego, se examinarán los principales enfoques y herramientas de enseñanza a
distancia pertinentes para la formulación de un curso de reglas de empeñamiento
a distancia, se organizarán los conocimientos sobre reglas de empeñamiento en
módulos de aprendizaje a distancia modalidad e-learning. Finalmente, se
sintetizarán los conocimientos para ser presentados en una plataforma
tecnológica.


La metodología utilizada en la presente investigación es documental analítica y se
enmarca dentro de las llamadas metodologías cualitativas, pues se centra en la
percepción de los sujetos basada, principalmente, en sus discursos, sean
institucionales o privados, para acceder al fenómeno estudiado. Tal opción se
debe a que “los estudios analíticos sobre temas educativos ayudan al desarrollo
del conocimiento y a la mejora de las prácticas” (McMillan & Schumacher, 2005).
Además, entrega conocimientos sobre los fundamentos de ideas, instituciones o
prácticas ligadas con algún proceso educativo, por lo que es pertinente para lograr
los objetivos propuestos. Sus procedimientos implican la descripción e
interpretación de hechos recientes usando fuentes documentales. Estas consisten
tanto en documentos escritos como testimonios orales y restos materiales. Por su
carácter analítico, el estudio explica generalizaciones sobre hechos o un
acontecimiento y se establecen interpretaciones que proponen múltiples causas
para explicarlo.



                                        11
1. Capítulo 1. Marco jurídico


A continuación, se presentan los principales documentos que sustentan el marco
jurídico de las operaciones de paz. Estos son referencia obligada para el diseño
de cualquier acción que el Perú desee iniciar en el ámbito de las operaciones de
paz y que también sirven de marco referencial para la asignatura sobre reglas de
empeñamiento que nos interesa presentar en un diseño on line.


      1.1. La Carta de las Naciones Unidas


La Carta de la Organización de las Naciones Unidas con sus Diecinueve Capítulos
y 111 Artículos se firmó el 26 de junio de 1945 en San Francisco, al terminar la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional. Entró en
vigor el 24 de octubre del mismo año.


El documento elaborado tras la reunión y amplias reflexiones de los
representantes de los países miembros indica, en el Artículo 1º, el objetivo
fundamental y prioritario, el esfuerzo para crear las condiciones bajo las cuales
haya paz entre los países miembros. El citado numeral menciona lo siguiente
(ONU, 1973):


Artículo 1ro. Los propósitos de las Naciones Unidas son:


     “Mantener la paz y la seguridad internacional, y con tal fin: tomar medidas
     colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir
     actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios
     pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho
     internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales
     susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz;

     Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al
     principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y
     tomar otros medidas adecuadas para fortalecer la paz universal;

     Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales
     de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo
     del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin
     hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión; y

                                                12
Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos
     propósitos comunes (ONU, 1973).”


A diferencia de la liga de las Naciones, la Carta de las NNUU, descansa sobre la
premisa de que la guerra sólo puede ser prevenida si una coalición de Estados
acuerda detener la agresión de un Estado recurriendo a la fuerza colectiva si es
necesario. Premisa concordante con lo expresado por el Presidente de los
Estados Unidos, Thomas W. Wilson, en su discurso ante el Congreso Pleno de
Estados Unidos del 8 de Enero de 1918:


     “…. no pueden hacer que la paz sea segura; será absolutamente necesario crear
     una fuerza como garante de la permanencia del acuerdo, mucho más grande que
     la fuerza de cualquier nación ahora comprometida o cualquier alianza hasta aquí
     formada o proyectada, que ninguna nación, ninguna probable combinación de
     naciones pueda enfrentar o resistir. (Barbe, 1995)”.


En otras palabras, el nuevo modelo para la paz no debe ser un equilibrio de
poderes, sino una comunidad de poder; no rivalidades organizadas, sino una paz
común organizada.


Como características de la Carta de las Naciones Unidas, en ella se encuentra
establecido que NNUU: es la única organización con clara vocación universal, que
tiene como fin primordial el mantenimiento de la paz y seguridad internacional a
través de una serie de medidas dictadas por el Consejo de Seguridad; asimismo,
en el Art. 2.6 establece que los Estados no miembros de la ONU están obligados
a respetar las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas relativas al
mantenimiento de paz y seguridad internacional (ONU, 1973).


Otra característica importante de la Carta de la Naciones Unidas, de acuerdo a
sus propósitos mencionados, es su visión futurista y su proyección hacia los retos
y necesidades que le demanden los nuevos escenarios estratégicos para enfrentar
las amenazas globales que se ciernen contra el mundo y que requieren medidas
preventivas como lo establece el Capítulo XVIII, Reformas art.108, donde se
menciona que: las reformas a la presente Carta entrarán en vigor para todos los

                                             13
miembros de las Naciones Unidas cuando hayan sido adoptadas por el voto de las
dos terceras partes de los miembros de la Asamblea General y ratificadas, de
conformidad con sus respectivos procedimientos constitucionales, por las dos
terceras partes de los Miembros de las Naciones Unidas, incluyendo a todos los
miembros permanentes del Consejo de Seguridad (ONU, 1973).


Sin duda, estos no son las únicas características y propósitos por lo que se creó
la Organización, pero es a partir de la paz que se pueden crear la condiciones
para alcanzar otras metas que sirvan de apoyo para el desarrollo y bienestar de
los pueblos. La pertenencia a la Organización de las Naciones Unidas y la
aceptación de las condiciones expresadas en la Carta de las Naciones Unidas,
aumenta las posibilidades de lograr resultados positivos. El Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia, órgano judicial principal de las Naciones Unidas, es parte
integrante de la Carta.


      1.2. La Declaración Universal de los Derechos Humanos


El desconocimiento y el no respeto de los derechos humanos expresado por la
negación de la aspiración más elevada del hombre, que es el advenimiento de un
mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la pobreza, disfruten
de la libertad de palabra y libertad de creencias, se materializó en la realización
de actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; esta cruel
realidad   creó la urgente necesidad de establecer un régimen de derecho
protector. El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones
Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos, por
considerar que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables
de todos los miembros de la familia humana (ONU, 1948).




                                         14
En su permanente proceso de actualización, con el fin de responder
satisfactoriamente a las nuevas demandas mundiales en lo que respecta a los
derechos humanos, el 15 de Marzo del 2006 en la 72ª sesión plenaria de la
Asamblea General de la ONU (ONU, 2006), se reconoció que la paz, la seguridad,
el desarrollo y los derechos humanos son los pilares del sistema de las Naciones
Unidas, que están vinculados entre sí y se refuerzan mutuamente. Por lo que se
decidió establecer el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, en
sustitución de la Comisión de Derechos Humanos, como órgano subsidiario de la
Asamblea General. La responsabilidad de dicho Consejo será la de promover el
respeto universal por la protección de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales de todas las personas, sin distinción de ningún tipo, de una manera
justa y equitativa; así como ocuparse de las situaciones en que se violen los
derechos humanos, incluidas las violaciones graves, sistemáticas, y hacer
recomendaciones al respecto, así como promover       la coordinación eficaz y la
incorporación de los derechos humanos en la actividad general del sistema de las
Naciones Unidas.


Asimismo, reconociendo la importancia de la Declaración de los Derechos
Humanos como instrumento jurídico que enmarca su accionar, se decidió que el
Consejo sea integrado por cuarentaisiete (47) Estados Miembros, que serán
elegidos en forma directa e individual en votación secreta por la mayoría de los
miembros de la Asamblea General. La composición estará basada en una
distribución geográfica equitativa; los puestos se distribuirán entre los grupos
regionales de la manera siguiente: Grupo de Estados de África, trece; Grupo de
Estados de Asia, trece; Grupo de Estados de Europa oriental, seis; Grupo de
Estados de América Latina y el Caribe, ocho; y Grupo de Estados de Europa
occidental y otros Estados, siete.


Los miembros del Consejo desempeñarán sus funciones durante un período de
tres años y no podrán optar a la reelección inmediata después de dos períodos
consecutivos.


                                       15
La división de los derechos humanos en tres generaciones, que fue concebida por
primera vez por Karel Vasak en 1979, asociándolas cada una con los grandes
valores proclamados en la Revolución Francesa: libertad, igualdad, fraternidad y
que recién en los años de 1980 fue reconocida como doctrina, resultó ser un
instrumento profético para los conflictos venideros que debía afrontar las Naciones
Unidas.     Nos   referimos,   específicamente,    a   aquellos   derechos   humanos
denominados de la “Tercera Generación”. Al tener como concepto fundamental el
principio de la solidaridad y unificar su incidencia en la vida de todos, a escala
universal; al precisar que para su realización se requiere una serie de esfuerzos y
cooperación a nivel planetario, incluyendo, normalmente, en ella derechos
heterogéneos como el derecho a la paz, a la calidad de vida o de las garantías
frente a la manipulación genética.


Debe traer a la reflexión que el incumplimiento por parte de los Estados de dichos
derechos, como el derecho a la libre determinación de los pueblos, a la
preservación del medio ambiente, al desarrollo económico de los pueblos, a la
preservación de los recursos naturales vitales, al patrimonio cultural, entre otros,
son los elementos de origen de las amenazas globales de esta era (ONU, 2006).


Aunque parece un propósito en sí mismo, aislado de otros objetivos de la
Organización de las Naciones Unidas, en realidad, los Derechos Humanos están
muy ligados a la paz, seguridad y estabilidad de las naciones. La declaración de
Derechos Humanos y los objetivos pronunciados por medio de instrumentos
jurídicos   separados     están   justificados    porque   ONU     tiene   organismos
especializados para obrar en cada ámbito; de esta manera, aumenta la eficiencia
de su actuación.


Como los instrumentos jurídicos están correlacionados, existe una cooperación y
coordinación permanente entre los diferentes órganos ejecutivos de la ONU. El
monitoreo permanente del cumplimiento de los compromisos tanto en derechos



                                          16
humanos como de las obligaciones y responsabilidades implícitas en dichos
instrumentos ayuda a tomar decisiones y generar respuestas en el menor tiempo.




                                      17
2. Capítulo   2.     Órganos   de   las   Naciones   Unidas   vinculados    al
      mantenimiento de la Paz


Las Naciones Unidas tiene seis órganos principales: La Asamblea General, el
Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de
Administración Fiduciaria, la Corte Internacional de Justicia y la Secretaría
General. Estas realizan su labor coordinada dentro de una estructura
organizacional en línea y de acuerdo a sus propias responsabilidades en el ámbito
de su competencia. Sin embargo, de acuerdo a la Carta de las Naciones Unidas,
cada órgano principal puede establecer a su vez varios órganos subsidiarios que
crean convenientes.


La Carta de las Naciones Unidas asigna la responsabilidad primordial de la tarea
de mantener la paz y la seguridad internacional al Consejo de Seguridad, que
puede reunirse en cualquier momento siempre que la paz se vea amenazada. Con
arreglo a lo dispuesto en la Carta, todos los Estados Miembros están obligados a
acatar las decisiones del Consejo de Seguridad.


El Consejo está integrado por 15 miembros. Cinco de estos son permanentes:
China, los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, Francia y el Reino
Unido de Gran Bretaña. Los otros 10 son elegidos por la Asamblea General por
períodos de dos años.


Los Estados Miembros siguen examinando la introducción de cambios en la
composición y los métodos de trabajo del Consejo para que éste refleje las
realidades políticas y económicas actuales. La adopción de una decisión del
Consejo requiere nueve votos a favor. Salvo en los casos de votaciones sobre
cuestiones de procedimiento, no se puede adoptar una decisión si uno de los
miembros permanentes la veta o se abstiene.




                                        18
En el caso de someterse una denuncia de amenaza contra la paz, el Consejo,
generalmente, recomienda a las partes que lleguen a un arreglo pacífico, e incluso
actúa en la mediación o la investigación. Además, puede nombrar representantes
especiales o pedir al Secretario General que intervenga como tal o que interponga
sus buenos oficios. Por otro lado, el Consejo también puede enunciar principios
para un arreglo.


En el caso de que una controversia llegue a una lucha armada, el Consejo busca
que esta termine lo más pronto posible. Para lograr su objetivo, dicta directivas de
cese de fuego e, incluso, envía fuerzas de las Naciones Unidas para el
mantenimiento de la paz a las regiones donde hay disturbios con el fin de crear
las condiciones necesarias para conseguir un arreglo pacífico. El Consejo puede
decidir la adopción de medidas coercitivas, sanciones económicas o acciones
militares colectivas. Tiene también la facultad de recomendar a la Asamblea
General la designación del Secretario General y, junto con la Asamblea, elegir a
los magistrados de la Corte Internacional de Justicia. Es por medio de los
mecanismos de acción del Consejo de Seguridad que se evalúan, se diseñan y
llevan a la práctica los procesos de paz donde participan los países miembros.


      2.1. Las Naciones Unidas y los Objetivos del Milenio


Uno de los mayores esfuerzos de la ONU para crear las condicionantes para la
paz mundial se refleja en la Declaración del Milenio aprobada en la Cumbre del
Milenio, celebrada en las jornadas del 6 al 8 de septiembre de 2000 en la ciudad
de Nueva York, con la participación de 191 países (siendo 189 los Estados
Miembros en ese entonces), incluyendo a 147 jefes de Estado y de gobierno. Esta
reunión sorprendió por la notable convergencia de opiniones de los líderes
mundiales con relación a los retos que el mundo enfrenta, estableciéndose los
Ocho Objetivos del Milenio (ODM) (ONU, 2000a): erradicar la pobreza extrema y
el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre los
géneros y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud


                                        19
materna, combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la
sostenibilidad del medio ambiente y, por último, fomentar una asociación mundial
para el desarrollo.


Como meta para el 2015, los ODM son un conjunto de objetivos acordados que se
pueden cumplir si todos los actores realizan su parte. Los países pobres se han
comprometido a gobernar mejor e invertir en salud y educación para sus
poblaciones. Los países ricos se han comprometido a apoyarlos mediante la
asistencia, alivio de la deuda un sistema comercial más justo.


El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) trabaja con una
amplia gama de asociados en la creación de coaliciones para el cambio, con el fin
de apoyar los Objetivos a nivel global, regional y nacional, medir el progreso hacia
su logro y ayudar a los países a establecer la capacidad institucional, las políticas
y los programas necesarios para alcanzarlos. En esto, uno de los objetivos de
gran trascendencia puede ser el referido al fomento de una asociación mundial
para lograr el desarrollo.


Si los países están en conflicto, la formación de alianzas es un hecho imposible de
realizar. Por otro lado, la hostilidad, las acciones bélicas impiden el logro de los
otros objetivos. Para el sistema político internacional, los objetivos referidos
representan la piedra angular en la que se basa la política de desarrollo. Para
todos los habitantes del mundo, son la piedra angular de la búsqueda de un
mundo más seguro y más pacífico (Annan K. , Objetivos de Desarrollo del Milenio,
2005). Muchos dirigentes mundiales han recalcado en los últimos años que hay
una profunda relación entre la reducción de la pobreza, la paz y seguridad
mundial. Esta situación es más cierta a medida que los recursos naturales como el
agua se agotan y se acentúa la mala distribución o se desperdicia. Por
consiguiente, la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio debería
ocupar un lugar central en los esfuerzos internacionales, que están destinados a
combatir las amenazas globales mundiales.


                                         20
Los países pobres son más propensos a tener gobiernos débiles, con el resultado
de que para los posibles rebeldes será más fácil apoderarse de la tierra y de
recursos vitales. La escasez de recursos puede provocar migraciones de
población que causen conflictos entre grupos sociales como en Darfur (Sudán)
tras la disminución de las lluvias o por la falta de alternativa, a la producción y el
comercio de estupefacientes, como el cultivo de adormidera en Afganistán y el de
coca en los Andes. La consecución de los Objetivos consiste, en gran parte, en
efectuar inversiones fundamentales en infraestructura y en capital humano que
permitan que los pobres puedan sumarse a la economía mundial; al mismo tiempo
que se les reconocen derechos económicos, políticos, sociales que les permitirán
aprovechar plenamente la infraestructura y el capital humano, independientemente
del lugar donde deseen vivir.


Estas inversiones en activos necesarios para las sociedades son, indirectamente,
“inversiones para la paz”. Cuanto más se invierta en escuelas, igualdad entre
géneros, reducir la mortalidad infantil, salud materna, VIH/sida, medio ambiente, y
asociaciones mundiales, menos será necesario invertir en armamento. Todo lo
anterior es necesario para enfrentar los riesgos de las amenazas globales, que
tanto afectan al mundo.


      2.2. Los desafíos de ONU en el siglo XXI


Los desafíos de ONU se centran en la necesidad, hoy más que nunca, para salvar
las diferencias de poder, cultura, tamaño e intereses entre los Estados, de modo
que puedan ser el lugar donde se exponga claramente y se promueva la causa de
la humanidad común. Hace falta un ordenamiento jurídico internacional sólido,
complementado por los principios y las prácticas del multilateralismo, para definir
las reglas fundamentales de una nueva civilización mundial donde pueda
expresarse el mundo en toda su rica diversidad.




                                         21
Las Naciones Unidas tendrán que atender a una comunidad de naciones
totalmente distintas de las que formaron y moldearon la organización después de
la Segunda Guerra Mundial. A menudo, se ha dicho que el proceso de transición
hacia la nueva era es el fin del bipolarismo y el comienzo del multipolarismo.


La agenda internacional está llena de problemas nuevos, viejos y de grandes
desafíos. En consecuencia, debemos ser conscientes de que, más allá de los
cambios espectaculares que hemos vivido en los últimos años, la realidad es que
el sistema mundial había ya empezado a cambiar radicalmente mucho antes.
Estamos, por lo tanto, ante un sistema mundial en profunda mutación que busca,
en medio de tensiones y conflictos, un nuevo sistema de relaciones
internacionales y que exige, en consecuencia, nuevos conceptos, ideas, modelos
y representaciones, normas jurídico-internacionales y, sobre todo, nuevas
políticas, a través de las cuales poder interpretar y hacer frente adecuadamente a
esa nueva realidad que surge.


El Ex-Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en el discurso que
pronunció en la Asamblea General en septiembre de 2003, advirtió a los Estados
Miembros que las Naciones Unidas habían llegado a una encrucijada en el
camino. Podían ponerse a la altura de las circunstancias y conjurar las nuevas
amenazas o correr el riesgo de ir desapareciendo en vista de la discordia cada vez
mayor entre los Estados y de su actuación unilateral (Annan K. , 2003).


El Ex-Secretario en mención estableció un Grupo de Alto Nivel sobre las
amenazas, los desafíos y el cambio climático con el propósito de que formulara
nuevas ideas acerca del tipo de normas e instituciones que necesitaban las
Naciones Unidas para enfrentar los desafíos del siglo XXI.


El Grupo, en su informe, enunció una visión nueva y audaz de la seguridad
colectiva para el presente milenio (Annan K. , 2004). En ella, se remarca que
vivimos en un mundo de amenazas nuevas e incipientes que no podían haberse


                                         22
previsto cuando se fundaron las Naciones Unidas en 1945, como el terrorismo
nuclear y el colapso del Estado por una combinación fatídica de pobreza,
enfermedad y guerra civil. El informe describe que, en el mundo de hoy, la
amenaza contra uno es una amenaza contra todos. La globalización significa que
un gran ataque terrorista en cualquier lugar del mundo industrial tendría
consecuencias devastadoras para el bienestar de millones de personas en el
mundo en desarrollo. En el documento, también se mencionan las siguientes
amenazas (Annan K. , 2004): Guerras entre Estados; violencia dentro del Estado,
guerras civiles, abusos de los derechos humanos y genocidio; pobreza,
enfermedades infecciosas y degradación del medio ambiente; armas nucleares,
radiológicas, químicas y biológicas; terrorismo y delincuencia transnacional
organizada.


Frente a estas amenazas, el desarrollo es la primera línea de defensa para un
sistema de seguridad colectiva. Combatir la pobreza no sólo salvará millones de
vidas sino que afianzará también la capacidad de los Estados para combatir el
terrorismo, la delincuencia organizada y su proliferación. El desarrollo significa
mayor seguridad para todos. Naturalmente, la prevención, a veces, no da frutos y,
en ciertas ocasiones, habrá que hacer frente a las amenazas por medios militares.


Para enfrentar situaciones como esa, la Carta de las Naciones Unidas establece
un claro marco para el uso de la fuerza. Los Estados tienen un derecho inminente
a la legítima defensa, consagrada en el Artículo 51. El Consejo de Seguridad tiene
autoridad para actuar a título preventivo, pero pocas veces lo ha hecho. En tal
sentido, tendrá que estar mucho más dispuesto en el futuro a adoptar una actitud
más proactiva y a tomar medidas con mayor antelación. Los Estados que temen
que se materialice una amenaza distante tienen la obligación de señalarlo al
Consejo de Seguridad. El despliegue de fuerzas militares para el mantenimiento y
para la imposición de la paz ha resultado ser un útil instrumento para poner fin a la
guerra y preservar la seguridad de un Estado una vez terminada la guerra. Sin



                                         23
embargo, la oferta total en el mundo de personal disponible para el mantenimiento
de la paz es peligrosamente baja.


Incumbe pues a los Estados Miembros de la ONU la obligación particular de
esforzarse más por convertir sus ejércitos en unidades aptas para ser
desplegadas en operaciones de paz. Para superar las dificultades en el futuro, un
mayor número de Estados tendrá que tener contingentes de reserva para fines de
las Naciones Unidas y mantener disponible capacidad de transporte aéreo y
capacidad estratégica de desplazamiento para ayudar en operaciones de la paz,
así como en la consolidación de la misma, lo cual requiere de un mandato
adecuado, con suficiente capacidad para disuadir a quienes quieran oponerse.




                                       24
3. Capítulo 3. Instrumentos de las Naciones Unidas para mantener la Paz
      y la Seguridad internacional


La política internacional es la relación sociocultural que se lleva a cabo por los
diferentes actores del panorama internacional, basada, generalmente, en las
políticas exteriores. La política exterior moderna debe obedecer a criterios de
Estado; a una percepción de la síntesis histórica de la ubicación de un país en el
mundo, a una lectura adecuada de los desafíos de la globalización y de su
impacto en la vida de cada uno de los individuos de una nación. El objetivo de la
política exterior es el de generar y preservar un ambiente de paz, distensión,
estabilidad y respeto del derecho internacional, en los ámbitos limítrofe,
subregional, regional y mundial, con la finalidad de obtener el escenario más
idóneo que permita aplicar una diplomacia adecuada a sus intereses. Una
diplomacia para el desarrollo económico y social.


Se aspira, normalmente, a un mundo basado en el equilibrio, respetuoso de los
principios del derecho internacional, en el que el multilateralismo lejos de
debilitarse se fortalezca. Un mundo donde se entienda que la actual globalización
requiere de una gobernabilidad basada en los valores de los derechos humanos.
Una estructura internacional donde haya menos desigualdad entre naciones y al
interior de éstas. Un mundo que haga del desarrollo sustentable no sólo un
programa, sino una realidad en la que el eje de la sostenibilidad sean los seres
humanos. El propósito principal de las Naciones Unidas es el mantenimiento de la
paz. De conformidad con la Carta, los Estados Miembros aceptan la conveniencia
de arreglar las controversias por medios pacíficos y abstenerse de recurrir a la
amenaza o al uso de la fuerza contra otros Estados (ONU, 1973).


A lo largo de los años, las Naciones Unidas han contribuido decisivamente a
aplacar las crisis internacionales y a solucionar los conflictos prolongados. La
Organización ha llevado a cabo complejas operaciones de establecimiento y de
mantenimiento de la paz y de asistencia humanitaria. Ha trabajado para evitar que


                                        25
surgieran conflictos, y después de cada conflicto ha estado tomando cada vez más
medidas para hacer frente a las causas profundas de la guerra y para sentar las
bases de una paz duradera.


Las gestiones de las Naciones Unidas han producido resultados que eliminaron el
riesgo de conflictos mayores y de efectos duraderos, cuyo costo humano y
material habría sido inconmensurable. Entre otros, contribuyeron a desactivar la
crisis de los misiles cubanos en 1962 y la crisis del Oriente Medio en 1973. En
1988, gracias a un arreglo de paz patrocinado por las Naciones Unidas, se puso
fin a la guerra entre Irán e Iraq, y el año siguiente las negociaciones patrocinadas
por la UNU sentaron las bases para la retirada de las tropas soviéticas de
Afganistán (ONU, 2009).


En el decenio de 1990, las Naciones Unidas contribuyeron de manera fundamental
a restablecer la soberanía de Kuwait, desempeñaron un papel importante en la
terminación de las guerras civiles de Camboya, El Salvador, Guatemala,
Mozambique, así como cuando terroristas atacaron a los Estados Unidos el 11 de
septiembre de 2001, el Consejo de Seguridad actuó rápidamente y aprobó una
resolución de amplio alcance, y solucionaron o pusieron coto a conflictos en otros
países. Los casos son numerosos, lo que demuestra la participación activa de la
ONU frente a la escalada de condiciones para la aparición de conflictos.


A lo largo de los años, el mantenimiento de la paz de la ONU ha evolucionado con
el fin de satisfacer las demandas de diferentes conflictos y de los cambiantes
panoramas políticos. Ha demostrado ser un instrumento internacional eficaz y
económico para restablecer la paz en situaciones de conflictos. El mantenimiento
de la paz de la ONU, además de funciones militares, hoy en día asume una amplia
variedad de complejas tareas. En las Misiones de paz patrocinadas por la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), se establecen medidas preventivas
para salvaguardar la paz en un país o territorio. En tal sentido, de acuerdo con la



                                        26
clasificación fijada en 1992 por la Secretaría General de las Naciones Unidas
(Ghali, 1992), son las siguientes:


        3.1. Diplomacia Preventiva


Los Estados Miembros conceden gran importancia a esta medida, considerándola
como uno de los medios más económicos para prevenir posibles controversias e
impedir que las que ya existen se conviertan en conflictos, así como controlar y
resolver conflictos existentes. En este contexto, el Secretario General continúa la
labor encomendada por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de
mantener los esfuerzos actuales y emprender nuevas acciones en este terreno
(ONU, 2008). El Secretario General, a través de sus representantes, enviados
especiales y otros emisarios, en régimen de residentes o visitantes, participa
activamente en la aplicación de estos mandatos políticos en varios países.


La Diplomacia Preventiva es objeto de un particular apoyo por parte de los
Estados Miembros como medio de prevenir el sufrimiento humano y como
alternativa a costosas operaciones político-militares para solucionar conflictos que
ya han estallado. Aunque la diplomacia ha demostrado ser un buen medio para
prevenir conflictos, la experiencia de las Naciones Unidas en los últimos años
indica que diversas medidas pueden ejercer un efecto preventivo beneficioso:
despliegue preventivo; desarme preventivo; acción humanitaria preventiva; y
actividades preventivas para la consolidación de la paz. Con el consentimiento de
Gobierno o Gobiernos afectados, pueden dar lugar a una amplia variedad de
acciones en esferas relacionadas con la buena gobernabilidad, los derechos
humanos y el desarrollo económico y social. Por este motivo, el Secretario
General Kofi Annan, en 2001, decidió que la actividad conocida como "diplomacia
preventiva" pase a denominarse "acción preventiva", la que puede ser llevada a
cabo,    en   algunos   casos,   incluso    por   personas   y   organizaciones   no
gubernamentales (Ramírez, 2010) .



                                           27
Actualmente, la ONU viene ejerciendo la diplomacia preventiva a través del centro
regional para los países de Asia Central con gran éxito, facilitando el dialogo y la
ayuda a dichas naciones. Esto permite colegir que, en el futuro, la eficiencia y la
eficacia de la Diplomacia Preventiva estarán en relación directa con el nivel de
capacitación y entrenamiento que brinden los centros regionales de las Naciones
Unidas, ya que el      mantenimiento de la paz, además de funciones militares,
incluyen ahora administradores, economistas, policías, expertos jurídicos, personal
de remoción de minas y observadores electorales, observadores de derechos
humanos y especialistas en asuntos civiles y gobernanza, trabajadores de
asistencia humanitaria y expertos en comunicaciones e información pública. Tal
diversificación obedece a una nueva y amplia variedad de complejas tareas que
tendrá que afrontar.


         3.2. Establecimiento de la paz


Esta medida hace referencia al uso de medios diplomáticos para persuadir a las
partes en conflicto de que cesen sus hostilidades y negocien un arreglo pacífico de
sus controversias. Como ocurre con la acción preventiva, las Naciones Unidas
solamente pueden actuar si las partes en conflicto así lo deciden” (ONU D. d.,
2009).


Excluye el uso de la fuerza contra una de las partes. El Consejo de Seguridad, en
su empeño por mantener la paz y la seguridad       internacional, puede recomendar
maneras de evitar conflictos o restablecer o lograr la paz; por ejemplo, mediante
la negociación o recurriendo a la Corte Internacional de Justicia.


El Secretario General desempeña un papel importante en el establecimiento de la
paz. Puede señalar la atención del Consejo de Seguridad cualquier asunto que
parezca amenazar la paz y la seguridad internacionales, puede valerse de buenos
oficios para llevar a cabo una labor de mediación o ejercer la diplomacia silenciosa
entre bastidores, ya sea personalmente o por medio de enviados especiales. El


                                          28
Secretario General también lleva a cabo la diplomacia preventiva con miras a
solucionar las controversias.


       3.3. Mantenimiento de la paz


Las actividades de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas constituyen
un instrumento singular y dinámico establecido por la Organización para ayudar a
los países lacerados por conflictos a crear las condiciones necesarias para una
paz duradera. La primera misión de mantenimiento de la paz de las Naciones
Unidas se aprobó en 1948, cuando el Consejo de Seguridad autorizó el despliegue
de observadores militares de las Naciones Unidas en el Oriente Medio para vigilar
la observancia del Acuerdo de Armisticio entre Israel y sus vecinos árabes. Desde
entonces, se han desplegado en distintas partes del mundo 63 operaciones de
mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas (ONU, 2009).


Las primeras misiones estaban integradas por observadores militares y tropas
dotadas de armas ligeras. El mandato consistía en vigilar, informar y fomentar la
confianza en apoyo de la cesación del fuego y de acuerdos de paz limitados. El
carácter de los conflictos también ha cambiado con los años. Las operaciones de
mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas que se establecieron inicialmente
para actuar en conflictos entre Estados han debido ocuparse cada vez más de
conflictos intraestatales y guerras civiles.


Si bien el componente militar sigue siendo el elemento fundamental de las
operaciones de mantenimiento de la paz, éstas incluyen administradores,
economistas, agentes de policía, expertos jurídicos, personal de remoción de
minas,    observadores     electorales,   observadores   de   derechos   humanos,
especialistas en asuntos civiles y gobernanza, trabajadores de asistencia
humanitaria, expertos en comunicaciones e información pública, entre otros. Las
actividades de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas siguen
evolucionando, tanto en el plano conceptual como en el plano operacional, en


                                           29
atención a las nuevas amenazas y nuevas realidades políticas. Durante los últimos
años, la demanda creciente de operaciones de paz cada vez más complejas ha
impuesto a las Naciones Unidas una carga sin precedentes que la ha obligado a
utilizar al máximo sus recursos. En septiembre de 2008, se constató que 119
países aportaban casi 89.000 efectivos uniformados, lo que es un récord para la
organización.


ONU ha procurado enérgicamente fortalecer su capacidad para administrar y
sustentar las operaciones sobre el terreno y, de esa forma, cumplir la función más
importante de las Naciones Unidas, la de mantener la paz y la seguridad
internacional.


      3.4. Imposición de la paz


De acuerdo al capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas (ONU, 1973), el
Consejo de Seguridad puede tomar medidas coercitivas para mantener o
restablecer la paz y la seguridad internacional, se inician con las sanciones que
son obligatorias y se aplican cuando la paz está amenazada y fracasan los
esfuerzos diplomáticos.


Las sanciones se establecen con el fin de que el Estado o entidad que amenace la
paz y la seguridad internacional sea presionado para cumplir con los objetivos
fijados por el Consejo de Seguridad sin que se tenga que recurrir a la fuerza.
Estas pueden abarcar una amplia gama de actividades las cuales incluyen
sanciones económicas y comerciales, embargos a armas, restricción o prohibición
de viajes y restricciones financieras y diplomáticas.


Por su mandato universal, las Naciones Unidas son las más indicadas para poner
sanciones; sin embargo, es importante resaltar la preocupación que existe en
muchos Estados y organizaciones humanitarias por sus consecuencias negativas
en los segmentos más vulnerables de la población, especialmente mujeres y


                                          30
niños, así como sus efectos en las economías de terceros países que se ven
obligados a interrumpir las relaciones comerciales y económicas con el Estado
sancionado. Para atenuar significativamente los efectos negativos de las
sanciones, se incorporan directamente en las resoluciones del Consejo de
Seguridad excepciones de carácter humanitario, así como el establecimiento de
"sanciones inteligentes", que son aquellas que presionan a quienes ostentan el
poder y no a la población en general, reduciendo así el costo humanitario.


      3.5. Consolidación de la Paz


La comunidad internacional ha sido testigo del enorme desarrollo que han tenido
las operaciones de paz de las Naciones Unidas en las dos últimas décadas. En
cada uno de estos casos, una vez logrado un cese de las hostilidades, las
Naciones Unidas han dado inicio a operaciones tanto o más difíciles. La
consolidación de la paz en situaciones de postconflicto es un desafío de enorme
complejidad, porque es producto del trauma que afecta a dichas sociedades como
consecuencia de los prolongados conflictos armados que han vivido.


La consolidación de la paz exige, en primer término, la aproximación a las causas
del conflicto y abordar su solución con un enfoque multidimensional que, junto con
generar las condiciones mínimas de seguridad, permita restablecer el orden
público y sentar las bases para una rehabilitación política, social y económica. Por
eso, es fundamental que las misiones de paz cuenten con un mandato integral y
multidimensional, de largo plazo, que las dote de los instrumentos y recursos
requeridos para asistir a los gobiernos de transición en la tarea de reconstrucción
institucional y económica del Estado que emerge de un conflicto.


Desde una perspectiva global e integradora de una misión de consolidación de la
paz, es fundamental la búsqueda de un proceso político inclusivo, que convoque a
todos los sectores de la sociedad, de manera de lograr un pacto de
gobernabilidad, que permita generar climas de paz y seguridad sostenibles. Para


                                        31
ello, es imprescindible generar diálogos nacionales amplios que comprendan
todas las fuerzas políticas relevantes. Es aquí donde, nuevamente, le corresponde
a los centros regionales o locales de las Naciones Unidas como coprotagonistas
asumir el rol principal en atender las necesidades más urgentes de la población y
asistir a los gobiernos en la preparación de proyectos de impacto rápido,
estrategias y programas de desarrollo de mediano y largo plazo.




                                       32
Segunda parte
La paz en el nuevo escenario internacional




                    33
1. Capítulo 1. El Conflicto


A través de la historia de la humanidad se han desarrollado muchas definiciones
sobre lo que es un conflicto; sin embargo, optando por una definición que más se
acerque al interés de este trabajo, definiremos el conflicto como una lucha por los
valores, por el estatus, el poder y los recursos escasos, en el curso de la cual los
oponentes desean neutralizar, dañar o eliminar a sus rivales. Añadiendo además
que    un conflicto social será cuando transciende lo individual y proceda de la
propia estructura de la sociedad (Coser, 1956).


De    acuerdo con la percepción de Lewis Coser (1956),        []el conflicto es algo
consustancial y evolutivo a la existencia del ser humano. Se origina por la
incompatibilidad de valores y, obviamente, intereses de los diferentes actores,
quienes los perciben como antagonistas. Esto conlleva a que se pueda pensar que
el conflicto no desaparece nunca y es propio de la naturaleza del ser humano. La
especie humana ha demostrado ser la más evolucionada para vencer estas
contrariedades. Es por ello que algunos conflictos desaparecen, otros cambian y
otros nuevos aparecen, pero, difícilmente, la dinámica social vive exenta de
conflictos en un momento dado.


No se trata pues de aprender a vivir con el Conflicto ni asumir una perpetua
interacción con él. Estos dos elementos quedan descontados porque no
representan nada nuevo. Se trata de que el hombre sepa actuar con ventaja sobre
el conflicto, que pueda anticiparse a su desarrollo y a sus consecuencias
negativas, que pueda manejar el conflicto mejor que otros, para que de esta forma
alcance, a su vez, una segunda ventaja, una de carácter estrictamente
competitiva.


Este es precisamente el propósito de las Naciones Unidas al considerar que el
conflicto no es ajeno a nadie. Todos los seres humanos y todas las organizaciones
que ha formado viven perpetuamente entre conflictos de las más diversas


                                        34
naturalezas. Se podría decir, de una manera general,          que la historia de la
evolución de los conflictos sociales se inicia con la posición de Marx, al plantear
que estos se reducen a los conflictos de clase, definidos por la propiedad o no
propiedad de los medios de producción, que terminan en una revolución que
transforma la organización política, económica y/o social, hasta llegar a la posición
de Durkheim, quien sostiene que el conflicto social es el efecto patológico de un
debilitamiento de la solidaridad social, que tiene como consecuencia la sustitución
de la cooperación por la competencia, como consecuencia de la globalización y el
desarrollo de nuevas tecnologías.


Los conflictos siempre presentan síntomas que anticipan su llegada. Este es un
factor de la mecánica del conflicto que no puede desconocerse porque
probablemente es el que representa mayor beneficio para los esfuerzos dirigidos a
trabajar sobre él. Asimismo, cabe mencionar que Samuel Huntington sustentó la
interesante tesis de que los choques entre las civilizaciones serán la próxima
fase de la evolución de los conflictos, fundado en seis razones (Huntington,
Summer 1993): Las diferencias entre las civilizaciones no sólo son reales y
fundamentales, sino que su interacción provoca choques y conflictos; la reducción
de espacio del mundo hace que las interacciones entre las civilizaciones
aumenten y se intensifica la conciencia de lo propio en cada civilización; la
modernización económica y el cambio social debilitan al Estado Nación como
fuente de identidad.


En buena parte del mundo la religión ha avanzado para llenar este hueco, muchas
veces bajo la forma de “fundamentalismos”; el crecimiento de la conciencia de
pertenencia a una civilización se ve acrecentado por la situación de Occidente, el
cual, dueño del poder, debe enfrentarse a los “no occidentales” con el objetivo de
dar forma a este mundo no Occidental; las características culturales son más
difícilmente mudables que las políticas- económicas; el aumento de la importancia
del regionalismo económico, que reforzará la conciencia de pertenencia a una
civilización.


                                         35
En el caso de América Latina, Malamud (2008), en un acercamiento del tema a
nuestra realidad, señala que América del Sur ha sido una región de paz
comparada con los conflictos de los siglos XIX y XX librados en Europa, Asia y
África; pero hace la advertencia de que la situación se torna distinta. Al respecto,
refiere que los desplazamientos de tropas de Ecuador y Venezuela a la frontera
con Colombia ocurrido últimamente podría ser el presagio de enfrentamientos
armados en la región.


Benavente (2004) refiere que el actual escenario internacional está caracterizado,
además, por un constante reordenamiento de diversas estructuras políticas,
económicas, estratégicas, sociales e, inclusive, culturales y tribales. Lo cual, de
forma directa o indirecta, va influyendo sobre las Fuerzas de Paz, ampliando sus
responsabilidades, misiones, y roles. Agrega que se pueden percibir nuevas
tendencias en los conflictos que estarán presentes en la agenda internacional y
que, por su complejidad, representarán un desafío tanto para la comunidad
internacional como para Naciones Unidas. El autor agrupa estas nuevas
tendencias en cinco tipos: conflictos limítrofes (clásicos) entre Estados; conflictos
entre Estados por el acceso y control de la tecnología; conflictos por el acceso a
recursos naturales; guerra civil al interior de un Estado, y; conflictos originados en
o por Estados Fallidos.


Desde el punto de vista del autor, los conflictos, hoy en día, tienen una naturaleza
compleja y ambigua. Como producto de la globalización, se caracterizan por ser
transnacionales y como producto de la nueva tecnología que se caracteriza por
disipar el poder de los gobernantes y permitir a los individuos y a los grupos
organizados desempeñar una función en la política mundial, hacen que el poder
se vuelva más complejo, permitiendo que existan aspectos que escapan al control
del Estado por muy poderoso que estos sean.           Lo que sumado al constante
reordenamiento de diversas estructuras políticas, económicas, estratégicas,
sociales e inclusive culturales y tribales, están influyendo significativamente sobre
las sociedades y sus Fuerzas Armadas, quienes vienen ampliando sus


                                         36
responsabilidades, misiones y roles para con la comunidad mundial en la
búsqueda de una solución de paz.


Todo lo anterior implica la necesidad de una redefinición de metas y métodos de
las Naciones Unidas en todos los aspectos que le permitan intervenir en los países
donde hay conflictos. En particular, en las Operaciones de Paz, donde los países
cooperantes deben preocuparse por aportar personal que esté acorde con las
nuevas formas de conflicto, a la vez que preparados de manera tal que incorporen
a sus capacidades y competencias personales nuevas habilidades que les
permitan insertase en escenarios más complejos.


Cabe hacer mención que, en sociedades primitivas, las armas podían ser solo
objetos contundentes; hoy se dispone de bombas nucleares o de neutrones, de
amplia capacidad destructiva por el desarrollo científico y tecnología; asimismo, en
las sociedades primitivas, la solución de los conflictos podía consistir en la
destrucción pura del enemigo o bien en la huida, eventualmente en la segunda
forma. Hoy puede apelarse a la diplomacia, el compromiso o la participación de
organismos como las Naciones Unidas.


En este sentido, el rol de los Centros de Entrenamiento para las fuerzas de paz es
fundamental por ser las canteras de miembros de las Misiones de Paz; el Plan de
Estudios debe incluir nuevas disciplinas que tengan en cuenta estos hechos en
vista del panorama de las amenazas que se ciernen sobre el mundo actual.




                                        37
2. Capítulo 2. Panorama actual de las amenazas globales


Las   amenazas    globales   se   consolidan   y   evolucionan    como    factores
desencadenantes de conflictos, en la medida que evolucionan la tecnología, la
sociedad, las formas de pensamiento e interpretación de la realidad. Algunas
amenazas como el terrorismo son antiguas, pero han evolucionado a tal punto que
ahora tienen un impacto y alcances muchos más intensos y destructivos; otras
amenazas como el uso indebido de armas químicas o biológicas son recientes.


Todas y cada una merecen especial atención. En todos los casos, el descuido,
omisión o la falta de percepción de los motivos por los que se producen conflictos
pueden ser fatales cuando estas amenazas son parte del problema. El terrorismo
como hecho político tiene una larga historia en el desarrollo de la humanidad,
siendo difícil circunscribirlo a una época determinada…. Acompañado de una
amplia propaganda, el terrorismo forma parte de una estrategia tendiente a forzar
desde cambios en la conducta política nacional e internacional hasta la caída del
régimen establecido, y hoy se habla de terrorismo nuclear, bioterrorismo,
terrorismos informático, narcoterrorismo, terrorismos económico… (Arellano,
2006).


Por otra parte, agrega Arellano (2006) que el terrorismo,        aprovechando la
movilidad que ofrece la tecnología, se ha globalizado y en extensas áreas del
globo ha quedado de manifiesto su estructura trasnacional. Existen más países
anfitriones desde los cuales se planifican operaciones casi sin molestias e
interferencias; se reclutan y entrenan nuevos combatientes gracias a las ventajas
que les otorga la misma globalización. Entre estas, el acceso a considerables
flujos monetarios y a una mejor y más barata tecnología en las comunicaciones, el
transporte y la informática. Un ejemplo de este sería el ataque a las torres
gemelas de Nueva York, el 11 de Septiembre de 2001.




                                       38
El narcotráfico es otra amenaza global al facilitar el nuevo poder económico de las
más grandes organizaciones criminales con capacidad de movilizar miles de
millones de dólares. Afecta el concepto de soberanía estatal por el tráfico libre de
drogas y el surgimiento de actividades ilícitas como el narcoterrorismo y la narco
guerrilla o narco subversión.


El crimen organizado es también una amenaza severa que debe ser considerada
con mucha precaución porque, al igual que el narcotráfico, corrompe y debilita la
estructura   del Estado y las instituciones públicas. La capacidad del crimen
organizado de extender sus actividades, afectar la seguridad y economía de los
países es una de las mayores amenazas para la estabilidad y el desarrollo.


Los factores que desencadenan conflictos no necesariamente son los humanos
mediante actos deliberados y dirigidos a la destrucción o a causar daños a los
grupos opositores. Por ejemplo, la mayor población demanda agua y no hay
suficiente cantidad, la sobrepoblación demanda alimentos y estos son más
escasos, la sobrepoblación demanda energía, que es escasa y cara. Así, puede
afirmarse, sin duda alguna, que actualmente un factor dominante es el Cambio
Climático que se convierte en la nueva fuente de Amenaza global. Si no se frenan
los efectos del cambio climático y la sequía avanza en amplias zonas del mundo,
factores como el hambre, los desplazamientos de población, el desequilibrio, los
conflictos, se agudizarán. Los países más pobres deberán enfrentar las peores
consecuencias     mientras      los   países    desarrollados   deben   afrontar   las
responsabilidades que le conciernen en este tema. De modo concluyente, en el
Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), en el año 2007, se
logró, por fin, situarlo en la agenda política global como uno de los grandes
problemas que afronta la humanidad (IPCC, 2007).


Los efectos del cambio climático amenazan la paz y estabilidad en amplias
regiones del mundo, especialmente, en aquellas donde vienen a sumarse a una
situación de fragilidad estatal, gobiernos débiles, problemas económicos e


                                           39
inestabilidad. Su combinación con los problemas socioeconómicos y políticos
pueden agravar tensiones ya existentes y dar lugar a la escalada de las mismas e,
incluso, a conflictos armados.


Existe una fuerte competencia por recursos cada vez más escasos. Según la
Organización Internacional Alerta, 46 países donde viven 2.700 millones de
personas están en claro riesgo de sufrir conflictos violentos, mientras en otros 56
tendrán serios problemas para gestionar los efectos de este fenómeno, ya que
éste se sumará a los retos ya presentes. Cabe señalar que la principal fuente de
este cambio climático es la quema de combustible. Las regiones más afectadas
serían África, el centro y sur de Asia y zonas de América Latina como la región
andina. Se trata de algunas de las regiones más pobres del mundo.


Con la desertización, se dificulta la coexistencia entre poblaciones agrícolas
sedentarias y pastores nómadas que solían compartir los recursos. El avance de
la desertificación y el cambio en los patrones pluviométricos pueden provocar el
agotamiento de las cosechas y, en último término, aumentar la inseguridad
alimentaria. 430 millones de personas ya viven actualmente con escasez de agua.
Todas las predicciones del IPCC indican que este número aumentará. Un ejemplo
de esto es la guerra en Darfur (Sudán), que se ha calificado como el primer
conflicto del cambio climático. Aunque las interpretaciones más frecuentes lo
explican como un enfrentamiento de raíces étnicas entre árabes y africanos, la
realidad es más compleja.


Otro factor de inestabilidad puede ser los grandes movimientos de población. Las
formas de vida de cientos de millones de personas van a resultar afectadas por las
consecuencias del cambio climático. Son previsibles grandes movimientos de
población, dentro de los países (hacia otras zonas rurales o hacia las ciudades) y
cruzando fronteras. Tanto desde la ONU como desde numerosas ONG se afirma
que, para el año 2050, habrá más desplazados y refugiados por el cambio
climático que por los conflictos. Indudablemente, los estados frágiles son los más


                                        40
amenazados. Como una especie de reedición de las plagas bíblicas, en ellos las
condiciones climáticas serán favorables para la proliferación de enfermedades
como el cólera o la malaria que aumentarán; esto es más grave si se sabe que en
muchos países no se dispone de los recursos sanitarios suficientes como para
hacer frente a estas epidemias.


La falta de acción de los Estados frente a estos problemas es uno de los grandes
factores que minan su legitimidad. Los países que resultarán más afectados serán
aquellos donde las nuevas condiciones vengan a sumarse a un contexto de
guerras recientes o inestabilidad política, pobreza, desigualdad y mal gobierno. En
la siguiente tabla muestra, como el control de los recursos naturales y el cambio
climático son factores que origina los conflictos.

                            CONFLICTOS ARMADOS EN AFRICA




(Escola de Cultura de Pau, 2007)




                                          41
Como mencionamos en el capítulo anterior, el Ex-Secretario General de las
Naciones Unidas, Kofi Annan, en el discurso que pronunció en la Asamblea
General en septiembre de 2003, advirtió a los Estados Miembros que las Naciones
Unidas habían llegado a una encrucijada en el camino. Podían ponerse a la altura
de las circunstancias y conjurar las nuevas amenazas. El Ex-Secretario General
estableció un Grupo de Alto Nivel sobre las amenazas, los desafíos y el cambio
climático con el fin de que formulara nuevas ideas acerca del tipo de normas e
instituciones que necesitaban las Naciones Unidas para enfrentar los desafíos y
amenazas del siglo XXI.


También remarcó que vivimos en un mundo de amenazas nuevas e incipientes
que no podían haberse previsto cuando se fundaron las Naciones Unidas en 1945,
como el terrorismo nuclear y el colapso del Estado por una combinación fatídica
de pobreza, enfermedad y guerra civil. Señala asimismo el grupo de amenazas
que debe enfrentar el mundo en estos días y en los próximos decenios del
presente milenio, como son: guerras entre Estados; violencia dentro del Estado,
guerras civiles, abusos de los derechos humanos y genocidio; pobreza,
enfermedades y degradación del medio ambiente; armas nucleares, radiológicas,
químicas y biológicas; terrorismo y delincuencia transnacional organizada.


Estos grupos de amenazas fueron definidos por la ONU en dicha conferencia. Lo
que conlleva, necesariamente, la reflexión de que todo lo dicho supone un desafío
para hacer prevalecer la paz y la seguridad internacional, mostrando así que el
panorama actual de amenazas involucrará nuevos actores en el escenario
mundial.




                                        42
3. Capítulo 3. Nuevos Actores


La aparición de un nuevo escenario mundial como consecuencia de la caída del
muro de Berlín, en noviembre de 1989, y la desintegración de la URSS, enero de
1992, hizo que algunos intelectuales como Francis Fukuyama pensaran en un
mundo donde la ideología triunfante y aceptada por todos sea la Democracia
Capitalista.


La paulatina concreción de los distintos procesos de integración económica, en
algunos casos, también política como el NAFTA (North American Free Trade
Agreement), TLC por Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y Méjico el 17 de
diciembre de 1992; MERCOSUR (Mercado Común del Sur), unión aduanera
integrada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay creado el 26 de marzo de
1991; y la Unión Europea (UE), comunidad de 27 Estados Europeos establecida
el 1 de noviembre de 1993, significaba a los ojos de muchos que se avanzaba sin
ninguna interrupción hacia un nuevo mundo dominado por dos procesos
complementarios: globalización integración o regionalización.


Como es lógico, muchas fueron las voces que se alzaron en contra, generando un
debate intelectual. Autores de la talla de Alvin Toffler, Graham Fuller y Samuel
Huntington comenzaron a entrever en los hechos producidos después de la caída
del Imperio Soviético que el futuro que se avecinaba no era del todo positivo.


En efecto, el fin de la Guerra Fría ha permitido que afloren conflictos étnicos y
sociales ya existentes, al levantarse las barreras de contención que en el pasado
impusieron el orden colonial y, después, las grandes potencias. Este periodo de fin
de siglo puede denominarse de desorden generalizado, donde junto a una mayor
cooperación de las grandes potencias y una reactivación de Naciones Unidas
como rectora en la escena internacional, se evidencia el debilitamiento de los
Estados.



                                        43
En la actualidad, podemos afirmar con un alto grado de certeza que vivimos en un
mundo donde los conflictos no son ya entre los Estados-Nación, sino entre grupos
pertenecientes a distintas civilizaciones con caracteres étnicos, religiosos,
lingüísticos diferentes y, sobre todo, de aquellos con una significativa carga social,
política y económica, los cuales tendrán como elementos generadores motrices y
solucionadores a nuevos actores. Pueden ser individuos, instituciones, situaciones
concretas o fenómenos particulares, cuyas características y peculiaridades
complejas van a dificultar la solución de los mismos. Las Misiones de Paz y la
solución de los conflictos son consideradas responsabilidades de las Naciones
Unidas, sin embargo, la escalada de conflictos, violencia, intensidad, así como el
alcance de los actos asociados, determina obligatoriamente la participación de
estos actores, cuya tarea es complementaria.


El Siglo XXI se caracteriza por la complejidad, conectividad y cambios rápidos; por
lo que en opinión de Williams, se está presentando el declive total de los estados
nación westfalianos para dar lugar a una situación que podría llamarse la Nueva
Edad Media, caracterizada por el desorden más no por el caos. Esta tendencia
seguirá aumentando a tal punto que las fuerzas del caos serán predominantes; por
ello, los estados “fallidos” ya no serán una aberración o constituirán hechos
aislados sino una señal de la intensificación del desorden en el cual problemas
como el crimen organizado transnacional, el terrorismo y las pandemias pueden
actuar en conjunto y crear las condiciones para pasar del desorden al caos real.
Los analistas y políticos se niegan a aceptar que la paz y seguridad del estado
están declinando y que la ceguera solo permite ver como real el papel y la
vitalidad del estado. El “estado-centrismo” impide ver la fuerza de las amenazas
emergentes.


Para Williams, “en el futuro, cualquier intervención militar sustancial de EEUU,
solos o con aliados, para que tenga éxito debe ser planeada bajo una estructura
organizacional que vaya más allá de las agencias gubernamentales aisladas. Las
fuerzas de paz, diplomáticas, especialistas en reconstrucción y expertos legales


                                         44
deben ser integradas en una organización diseñada para asistir a un estado
objetivo para el restablecimiento de la autoridad, legitimidad y efectividad.


Algunas condiciones que generan una “nueva edad media” se presentan con
regularidad y con mayor intensidad en países en conflicto, así como en países en
los que hora el conflicto tienen niveles controlables pero, que eventualmente
pueden llegar a niveles de caos, son: instituciones competidoras cuyas
jurisdicciones se traslapan, con límites territoriales mas fluidos y menos
impermeables; inequidad y marginalidad de grupos humanos; lealtades e
identidades múltiples o fragmentadas; derechos de propiedad, convenios y otros
acuerdos sociales refutados o cuestionados; la aparición y ampliación de áreas
donde no existe el imperio de la ley /zonas liberadas. Estas condiciones ya son
realidad en la mayoría de los estados donde existe en desarrollo en forma
potencial los conflictos, los cuales demandan la atención de las Naciones Unidas
para la solución.


Todo lo anterior implica la necesidad de redefinición de las metas y métodos de
las Naciones Unidas en todos los aspectos que le permiten intervenir en los países
donde hay conflictos. En particular, en las Operaciones de Paz, los países
cooperantes deben preocuparse por aportar personal que sintonice con estas
nuevas amenazas o necesidades y que estén preparados de manera tal, que
incorporen a sus capacidades y competencias personales, nuevas habilidades que
les permitan insertase en escenarios más complejos.


Tal como menciona Williams, cada conflicto en el mundo traerá consigo nuevos
actores. Por ejemplo, en conflictos por la pérdida del Estado de Derecho,
aparecerán nuevos grupos y Estados que apoyan el terrorismo internacional,
nuevos     cárteles de la droga, mafias y delincuencia organizada, pandillas
juveniles, grupos xenofóbicos, racistas y discriminadores, grupos étnicos
hegemónicos. En conflictos relacionados con el Medio Ambiente, podrían surgir
grupos y Estados en contra de la contaminación ambiental, grupos y Estados


                                          45
protectores de la Amazonía, grupos étnicos en contra de la urbanización e
Industrialización, grupos y Estados protectores de los océanos y recursos
pesqueros, Organizaciones no Gubernamentales (ONG´s).


En cambio, en conflictos por el acceso a recursos naturales, podría haber grupos y
Estados carentes de recursos hídricos, grupos y Estados carentes de recursos
energéticos u otros carentes de recursos alimenticios. Otros ejemplos pueden
darse relacionados con conflictos debidos a acceso y control de tecnología o
demográficos, donde sus actores diferirán completamente de los ya mencionados.


Para atender esta gran demanda, las acciones diplomáticas están a cargo de las
Naciones Unidas con la responsabilidad de promover e incrementar la
participación de los actores políticos de los países o regiones en conflicto para la
búsqueda de soluciones. En la mayoría de los conflictos actuales, la solución
militar no es suficiente, ya que siempre hay oportunidades para que los grupos
rivales y beligerantes obtengan para sí o reclamen derechos. La participación
política en esto facilita el diálogo y, eventualmente, el entendimiento;
naturalmente, existen intermediarios neutrales, con credibilidad, poder y respaldo
internacional que garantiza la firmeza de estos acuerdos.


Las misiones diplomáticas de las Naciones Unidas, las Misiones de Paz y las
organizaciones humanitarias trabajan en conjunto, no con actores locales, sino
buscando la representatividad general que incluya a todas las partes en conflicto.
Estas partes en conflicto deben tener legitimidad; así pueden ser los
representantes de las etnias, pero no las bandas criminales organizadas que
tratan de beneficiarse del descontrol.


Para John Williams, en el futuro, cualquier intervención sustancial de las Naciones
Unidas, para que tenga éxito debe ser planeada bajo una estructura
organizacional que vaya más allá de las fuerzas militares, es decir, integradas por
expertos diplomáticos, especialistas en reconstrucción, expertos legales, mayor


                                         46
participación de efectivos femenino y otros; diseñada para asistir a un Estado
objetivo en el restablecimiento de la autoridad, legitimidad y efectividad.


Las características de los conflictos así como de los factores desencadenantes
indican que la solución no tiene que apoyarse exclusivamente en el aspecto
militar, sino que deben buscarse otros modos de acercamiento a las poblaciones
en conflicto. La participación de las mujeres, civiles con preparación en una
actividad específica como la medicina o el derecho y policial es importante para
facilitar el retorno a la normalidad y el acercamiento de la población a las misiones
de paz.


En conclusión, tanto los conflictos como los mecanismos empleados para
encontrar una solución como las Operaciones de Paz u otras actividades
similares, tienen ahora nuevos actores, con nuevos estilos de conducta. Del lado
de los que la originan, nuevos argumentos de fuerza e intenciones para forzar la
situación problemática; del lado de los que buscan la paz, nuevos profesionales
participantes con nuevas competencias, habilidades y conocimientos.


      3.1. Las Misiones de Paz


La historia de las Naciones Unidas demuestra que la Organización en sí ha tenido
numerosos inconvenientes para poder implementar un Sistema de Seguridad
Colectiva creíble, con fuerza y respetado. La rivalidad global entre los Estados
Unidos de Norteamérica y la Ex-Unión Soviética, vale decir, la Guerra Fría,
produjo una suerte de enfriamiento en los principales objetivos de la Carta de
Naciones Unidas, siendo el mayor obstáculo, pero no el único factor, en lo que
podríamos denominar la impotencia de Naciones Unidas de ser el garante de la
seguridad y estabilidad internacional.


A pesar de ello, la Organización de las Naciones Unidas es el intento más amplio
llevado a cabo en la historia de la Humanidad de crear una organización


                                          47
Internacional capaz de intentar con éxito la tarea de mantener la paz y la
seguridad internacional. En este contexto, con el propósito de asegurar la misión
encomendada, nacieron las operaciones de paz. Aunque no estaban previstas
inicialmente entre las acciones para tal fin, fueron paulatinamente imponiéndose
según lo demandaba la realidad.


El panorama internacional sumido en constantes transformaciones exige un
empleo cada vez mayor de fuerzas al servicio de la paz colectiva y de la paz
mundial. En ese contexto, estas operaciones se han constituido en un reconocido
instrumento para reducir tensiones y conducir los conflictos hacia una salida
pacífica.


A lo largo de más de 50 años, se han acumulado varias experiencias de
operaciones de paz, a veces exitosas, otras fallidas, cuyo análisis de la mismas, a
cargo de la Unidad de Lecciones Aprendidas creada en 1995 del Departamento
de Operaciones de Mantenimiento de Paz, DPKO, permite extraer las mejores
conclusiones de los casos prácticos en esta materia sobre el terreno, conducentes
a una mejor planificación y ejecución de las actuales y futuras operaciones de paz
de las Naciones Unidas (Benavente, 2004).


   4. Capítulo 4. Desafíos de Naciones Unidas en el ámbito de las
       operaciones de paz


Las actuales operaciones de paz están, nuevamente, bajo revisión. Desde las
guerras endémicas en África, donde los Estados aún buscan la construcción de su
propia identidad, pasando por los conflictos nacionalistas de los Balcanes y de
Indonesia, a la inestabilidad propia de Haití. La efectividad de la ONU para evitar
mayores catástrofes está siendo cuestionada, debido, principalmente, al fracaso
de algunas operaciones de paz que han marcado un hito en el cuestionado papel
de las Naciones Unidas: Somalia y el Congo marcan los momentos más críticos
de las operaciones de paz post 90. Pero, al mismo tiempo, Timor, Kosovo y Haití


                                        48
demuestran que las operaciones de paz pueden ser más eficaces si existe un
mayor compromiso y participación de los Estados.


La realidad cambiante en los conflictos ya mencionados, Somalia, Sierra Leona,
Bosnia, Timor, y Kosovo, inevitablemente, centra la atención en el hecho de que
los nuevos conflictos imponen a las Naciones Unidas un accionar más decidido y
respaldado no sólo por el uso de la fuerza, esto, debido a que actualmente los
conflictos mayormente son internos, vale decir que se dan al interior de los
Estados.


El desafío, tanto de la comunidad internacional como de las Naciones Unidas,
consiste en construir un orden político doméstico sostenible y creíble. Esto es
concentrar mayor esfuerzo en el cómo pueden ser reforzadas las estructuras
internas de los Estados frágiles y destruidos, con el objetivo de lograr una
estabilidad política sostenible, creíble dentro de la sociedad y apoyada por la
comunidad internacional. Este, precisamente, fue el reto de las ONU en Kosovo,
Timor, Afganistán, ahora en Irak y Haití. Las misiones de las Naciones Unidas
enfrentan los desafíos de asistir y apoyar de forma integral a la reconstrucción de
las sociedades destruidas por conflictos, los cuales adolecen de características
propias o locales que escapan en buena medida a lo que Occidente entiende por
conflicto (Benavente, 2004).


A decir del autor, en la última década, las Operaciones de Mantenimiento de la
Paz, casi han desarrollado procedimientos operativos comunes para estos retos,
como llevar a cabo ciertas clases de elecciones en el transcurso del primer año o
a 18 meses de iniciada la misión. Normalmente, se intenta que todo sea en menos
de un año y, luego, exista un rápido traspaso a las nuevas autoridades locales. Se
persigue, además, una salida rápida de las tropas y del personal de las Naciones
Unidas, dándoles mayor rol a las autoridades locales.




                                        49
Algunos autores, como Álvarez (2008), indican que existe un nuevo orden
internacional a partir del 11 de septiembre de 2001, ya que a partir de esta fecha
la hegemonía norteamericana pasa a una nueva manera en el mundo, reduciendo
los márgenes donde las soberanías nacionales puedan generar alternativas.
Ahora, los reclamos por un nuevo orden internacional, el fortalecimiento del
derecho internacional y de las instituciones multilaterales para garantizar justicia y
equilibrio han quedado rebasados por una nueva situación que replantea todo.


Así, continúa diciendo que este enfoque es fundamental para entender,
actualmente, los movimientos sociales, los nuevos conflictos armados y el tipo de
paz a construir. La paz es otra vez, con más urgencia y claridad, una prioritaria
tarea mundial. La paz es hoy un concepto polarizado que se disputa. Mientras
para unos es la imposición y control de una fuerza y su proyecto sobre otros, en la
lógica de los pueblos y de la solución a los problemas estructurales de injusticia, la
paz es la construcción de condiciones de equidad que resuelvan las causas y no
sólo ofrezcan salidas a los efectos y actores de los conflictos armados. La paz es
un asunto de justicia, no sólo de fuerzas.


Esta afirmación no solo revela una nueva realidad sino que plantea también un
desafió a la ONU, organismo que debe revisar y redefinir los principios bajo los
cuales opera. Es decir, deben exigir cambios en la visión del mundo, cambios en
sus objetivos y en la naturaleza de sus decisiones, específicamente en lo que se
refiere a la búsqueda de la paz, las misiones de paz y otros medios empleados
para este fin.


Para Álvarez (2008), la globalización enmarca, replantea, renueva o redimensiona
los viejos conflictos armados. Genera un nuevo tipo de conflicto: “La paz no es
más un problema local del país donde explota militarmente algún conflicto. No es
más la búsqueda de salidas políticas particulares para los actores militares o
armados, sino la construcción de vías políticas ampliamente participativas para



                                         50
resolver las causas estructurales y políticas que explican que los excluidos sean la
base social de una rebelión armada”.


Recalca además que, en todos los casos, se requieren nuevos conceptos y
criterios para comprenderlos y para resolver sus causas. Observando el tipo de
movimientos y luchas sociales…los diversos conflictos armados internos, puede
afirmarse que, si bien guardan entre sí enormes diferencias y peculiaridades, no
dejan de tener constantes elementos comunes para explicarlos y resolverlos. Los
retos de la guerra y de la paz también se han globalizado.


De todas maneras, viejos, renovados y nuevos conflictos en América Latina y el
Caribe demuestran que, a pesar de la extrema pobreza y la exclusión, la
polarización y la violencia, el principal tipo de luchas y el factor principal que
desencadena las rebeliones armadas, sigue siendo de carácter político. Por ello,
también la política sigue siendo la clave constructora de una solución negociada,
sistemática, que sigue procesos bien definidos.


En este enfoque, el conflicto mexicano es representativo de los nuevos conflictos
mundiales y latinoamericanos, no solo porque el Ejército Zapatista de Liberación
Nacional   (EZLN)    es   un   movimiento     indígena   armado   distinto   en   sus
planteamientos a las vanguardias armadas de Cuba o Centroamérica, pues el
(EZLN) no se presenta a sí mismo como quien ha de gobernar al país, ni siquiera
plantea el programa alternativo en torno al cual luchar, sino que llama a un
espacio común de generación de consensos y alternativas de donde surjan
potentes propuestas civiles nacionales; esto implica un cambio de tipo de
conflictos así como en las características y orientación de los nuevos actores.


Martín Chahab (Chahab, 2004), en un enfoque opuesto al de Álvarez, se
concentra en las naciones. A partir de estas, analiza los conflictos interestatales.
Muestra un balance sobrecogedor de los costos; aunque revela otra faceta. La
tendencia de bajas en conflictos armados ha ido disminuyendo. Al mismo tiempo,


                                         51
la cantidad de conflictos armados ha tomado la dirección inversa, pues desde el fin
de la Segunda Guerra Mundial, han existido más conflictos armados en todo el
planeta en relación a los siglos anteriores, y esta tendencia parece ser cada vez
más marcada; el siglo XXI se perfila como un mundo en constante conflicto pero
con menos víctimas fatales que los siglos anteriores.


Verdaderamente, los tipos de conflictos han variado. Desde la finalización de la
Guerra Fría, se han incrementado los conflictos dentro de los Estados, mientras
que los conflictos entre Estados o interestatales han mantenido la misma
frecuencia que tenían antes de 1990. Si entre 1946 y 1989 existieron 718
conflictos dentro de los estados; entre 1990 hasta 2004 han ocurrido 429
situaciones con víctimas que lamentar. Si la frecuencia actual fuera la misma que
en la Guerra Fría, deberían haber existido 207 conflictos armados dentro de los
Estados. Pero la cifra es más del doble. Eso quiere decir que la lógica que guía
esos conflictos se ha modificado. Hay más conflictos dentro de los Estados en la
post Guerra Fría. Mientras hay más paz entre los Estados del sistema
internacional, hay más guerra dentro de las sociedades de los Estados (Chahab,
2004).


En la siguiente gráfica, se muestra esta tendencia al predominio de conflictos
intraestatales en relación a los interestatales:




(Center for Systemic Peace, 2010)



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  • 1. MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL ACADEMIA NACIONAL DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y ESTRATÉGICOS PROPUESTA DE DESARROLLO DE LA ASIGNATURA“REGLAS DE EMPEÑAMIENTO” EN MODALIDAD VIRTUAL PARA EL CENTRO DE ENTRENAMIENTO CONJUNTO DE OPERACIONES DE PAZ (CECOPAZ) PERÚ- ONU Tesis Para optar al Grado de Magíster en Seguridad y Defensa PROFESOR GUÍA: RICARDO BENAVENTE CRESTÁ TESISTA: ENRIQUE RIVERA CONTRERAS MARZO 2011
  • 2. “Obra dedicada a mi amada esposa Marita, con el cariño sincero que guardo por ella, por su confianza en mí y su constante motivación para la realización del presente estudio, acompañando mi eterna gratitud a todos mis amigos que creyeron en este trabajo y como testimonio dieron de su tiempo y saber para concretarla” 2
  • 3. ÍNDICE CONTENIDO PÁGINA Resumen …………………………………………………………………………………….. 5 Primera parte. Marco general……………………………………………………………... 6 Introducción……...……………….………………………………………………………….. 7 1. Capítulo 1. Marco jurídico…………………………………………………………. 12 1.1. La Carta de las Naciones Unidas……….…………………………………….. 12 1.2 . La Declaración Universal de los Derechos Humanos……..………………… 14 2. Capítulo 2. Órganos de las Naciones Unidas vinculados al mantenimiento de la paz................................................................................................................. 18 2.1. Las Naciones Unidas y los objetivos del Milenio……………………………… 19 2.2. Los desafíos de ONU en el siglo XXI………………………….………………. 21 3. Capítulo 3. Instrumentos de las Naciones Unidas para mantenerla paz y la seguridad internacional…...………………………………………………………… 25 3.1. Diplomacia preventiva……………………………………………………………. 27 3.2. Establecimiento de la paz……………………………………………………….. 28 3.3. Mantenimiento de la paz………………………………………………………… 29 3.4. Imposición de la paz…………………………………………………………….. 30 3.5. Consolidación de la paz………………………………………………………… 31 Segunda parte. La paz en el nuevo escenario internacional…………………………… 33 1. Capítulo 1. El conflicto……….…………………………………………………….. 34 2. Capítulo 2. Panorama actual de las amenazas globales…….…………………. 38 3. Capítulo 3. Nuevos actores……….……………………………………………….. 43 3.1 Las misiones de paz……………………………………………………………… . 47 4. Capítulo 4. Desafíos de las Naciones Unidas en operaciones de paz………... 48 Tercera parte. Los centros de capacitación en las operaciones de mantenimiento de paz…………………………………………………………………………………… 61 1. Capítulo 1. Naciones Unidas y los centros de capacitación…………………… 62 2. Capítulo 2. Nuevas competencias y recursos para las operaciones de paz…. 68 3. Capítulo 3. Las reglas de empeñamiento (ROE’s)……………………………… 74 Cuarta parte. Curso virtual sobre Reglas de Empeñamiento………………………….. 77 1. Capítulo 1. Perú y las Naciones Unidas………………………………………….. 78 2. Capítulo 2. Política Exterior del Perú en materia de mantenimiento de la paz y seguridad internacional………………………………………………………….. 81 3. Capítulo 3. Desafíos del Perú como miembro de las Naciones Unidas………. 85 4. Capítulo 4. Lecciones aprendidas por Perú en las operaciones de paz en Haití…………………………………………………………………………………… 89 5. Capítulo 5. Descripción del escenario donde se aplica el estudio……………... 94 5.1. Estatutos generales y reglamento orgánico………………………………… …. 94 3
  • 4. 5.2. Reglamento general de estudios………………………………………………… 97 5.3. Orientaciones estratégicas de CECOPAZ……………………………………… 97 5.4. Proyectos formativos de CECOPAZ…………………………………………….. 98 5.5. Acreditación y autoevaluación……………………………………………………. 99 5.6. Fuentes externas………………………………………………………………….. 99 5.6.1. Demandas formativas de empleadores……………………………………... 99 5.6.2. Asociaciones nacionales e internacionales……………………...…………. 101 5.7. Medioambiente, infraestructura y equipamiento……………………………….. 102 5.8. Técnica ……………………………………………………………………………... 103 6. Capítulo 6. Educación a distancia…………………………………………………. 105 6.1. Antecedentes de la educación a distancia………………………………….. …. 106 6.2. Estado actual………………………………………………………………………. 111 6.3. Educación presencial y educación a distancia…………………………………. 117 6.4. Algunas plataformas de educación a distancia………………………………… 125 6.5. Consideraciones finales…………………………………………………………. 127 7. Capítulo 7. Descripción del curso ………………………………………………… 130 7.1. Aspectos específicos del programa ……………………………………………. 130 7.2. Perfil de egreso …………………………………………………………………… 131 7.3. Metodología ………………………………………………………………………. 133 7.4. Procedimientos de evaluación ………………………………………………….. 133 7.5. Calificación ………………………………………………………………………… 135 7.6. Módulos ……………………………………………………………………………. 136 7.7. Malla curricular ……………………………………………………………………. 136 7.8. Descripción de los módulos ……………………………………………………… 137 7.8.1. Módulo 1. Introducción ………………………………………………………. 137 7.8.2. Modulo 2. Principios generales para la ejecución de las ROE’s ………… 140 7.8.3. Módulo3. Estudio de casos ………………………………………………….. 145 Conclusiones ………………………………………………………………………………… 148 Índice bibliográfico ……… ………………………………………………………………….. 151 4
  • 5. RESUMEN Dada la naturaleza de la misión y objetivos de Naciones Unidas, orientados o mantener la paz y la seguridad internacionales, las Operaciones de Paz se han convertido en una herramienta fundamental. Sin embargo, estas son altamente perfectibles dada la naturaleza cambiante de las amenazas no tradicionales que afectan a muchos países. De allí surge la necesidad de capacitar al contingente que participe en una operación específica en áreas no previstas anteriormente. Esta necesidad de capacitación específica se aprecia en el ámbito de las reglas sobre el uso de la fuerza por parte del personal militar, pues siempre debe contribuir a la defensa o autodefensa para ayudar a que los civiles que pueblan las zonas afectadas por un conflicto confíen en las fuerzas de paz. Lo que implica que el contingente comprenda los supuestos jurídicos y éticos que sustentan su actuación frente a situaciones donde se vea compelido a usar la fuerza. Por otro lado, la capacitación del contingente no solo presenta un desafío respecto de sus contenidos sino también de las metodologías empleadas, en vistas de utilizar el tiempo y los recursos financieros de modo óptimo. Un ejemplo de ello es el Centro de Entrenamiento Conjunto de Operaciones de Paz de Perú (CECOPAZ), cuyos objetivos se ven dificultados muchas veces por la situación geográfica y de infraestructura con que cuenta para realizar los cursos que correspondan. Lo que no se encuentra siempre a la par con la tradición y fuerte compromiso de este país con las misiones y objetivos de Naciones Unidas. Por lo anterior, se presentan los supuestos generales donde descansa el diseño de un curso a distancia sobre Reglas de Empeñamiento en modalidad on line, en la plataforma Claroline. Esta última ha sido seleccionada por ser adecuada para los tipos de actividades que implica el curso y porque representa ventajas evidentes para optimizar los recursos de CECOPAZ y así ayudar al buen logro de sus objetivos formativos. 5
  • 7. Introducción Las naciones no son sociedades aisladas, forman parte de una red global que exige esfuerzos y cooperación para sostener o elevar el nivel de vida y supervivencia de la población mundial. En ese contexto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es el ente que constituye esa red. Su objetivo es “velar por la paz” en cualquier parte del mundo, formando una especie de “familia” en la que todos participan por el bien común. Si algún miembro tiene problemas, los demás deben colaborar para restablecer la normalidad, que es garantía de protección al propio planeta (ONU, 1973). Las Operaciones de Paz, para estos casos, son el recurso ante la violencia, buscando controlar las penurias de la población de un país muchas veces devastado por las pugnas de grupos rivales, bandas criminales o fuerzas armadas descontroladas y poblaciones desesperadas por el hambre. Gracias a las Operaciones de Paz, se evita la propagación de los conflictos y problemas a otros países. Además, se lanzan indirectamente mensajes a aquellos en los que, potencialmente, podría gestarse un problema. En Sudamérica, por razones históricas y necesidades de seguridad interna y externa, todos los países, salvo Costa Rica, tienen Fuerzas Armadas regulares. Cuando hay conflictos internos como los provocados por los terroristas en Perú o Colombia, las Fuerzas Armadas intervienen para hacer prevalecer los intereses de su patria. En el caso de Perú, estas expresiones conflictivas han llamado la atención de políticos y especialistas, quienes, una vez concluido el proceso de violencia, han buscado orientaciones a favor de la paz. En ese entorno, los conflictos armados internos y externos que en décadas pasadas viviera el Perú han motivado que se diera importancia a las entidades que se precian celadoras de la paz. El Libro Blanco de la Defensa del Perú (Ministerio de Defensa, 2005) formula lineamientos de política exterior del Estado que le permiten orientar su presencia y participación en la región y en el resto del mundo. Estos lineamientos 7
  • 8. abarcan los ámbitos de las relaciones internacionales, incluyendo el sector Defensa. Sus niveles de interrelación llegan hasta otras instituciones nacionales. Perú creó el año 2003 el Centro de Entrenamiento Conjunto de Operaciones de Paz (CECOPAZ), entidad especializada en la implementación de la orientación académica, para preparar y actualizar al personal enviado a las Misiones de Paz en cualquier parte del mundo. Su finalidad es optimizar el desempeño del personal, ya sea en el ámbito de los Derechos Humanos, cuya violación reiterada motiva la presencia de la Naciones Unidas, o en la interacción con diversos grupos sociales para contribuir a la recuperación del orden (CECOPAZ, 2010). En ese entorno, el aspecto académico requiere de una constante evaluación en cuanto a su orientación a la luz de los nuevos enfoques, las amenazas globales y los acontecimientos de la geopolítica. Por esta razón, es necesario un enfoque moderno de los programas desarrollados para capacitar al personal que será destinado a las Operaciones de Paz. Hay necesidad de vincular los contenidos con nuevas experiencias para la participación junto a la sociedad civil en contra de los enemigos de las sociedades; los cuales se encuentran replegados aunque no abatidos totalmente. Al tomar en cuenta dichas apreciaciones, se deduce que la capacitación académica adicional es necesaria. Dentro de este marco, se incluyen la actualización en el uso de armamento empleado en conflictos asimétricos, el tratamiento de minas y trampas, agentes químicos; entrenamiento en psicología, historia, derechos humanos y cultura de los países donde se participa (Cone, 2006). En cierto modo, el contenido de los planes de capacitación académica y el desarrollo de las sesiones representan el preludio de lo que será la formación del “soldado del futuro” ya anunciado, premonitoriamente, por Morris Janowitz en su trabajo pionero The Professional Soldier (Janowitz, 1960). En tal sentido, la participación del Perú en Misiones de Paz no solo sirve para demostrar el compromiso que tiene con la defensa de la democracia y la estabilidad de las 8
  • 9. organizaciones que esta forma de gobierno implica, sino también porque sirve como preludio a las decisiones que impliquen un cambio fundamental en los planes de estudio del personal componente de las fuerzas de paz (CECOPAZ, 2010). En este contexto, un aspecto importante por considerar es el hecho de que las fuerzas de la ONU, además de buscar el respeto de los Derechos Humanos, tendrán la misión de instruir, educar, despertar la conciencia de identidad nacional de la población, generar las condiciones mínimas de seguridad que permitan restablecer el orden público y sentar las bases para una rehabilitación política, social y económica. Para esto, el personal debe estar capacitado respecto de los mecanismos y procedimientos por desarrollar, así de como sus fundamentos, su dinámica, los problemas y dificultades; ahí radica la esencia de CECOPAZ. Junto con lo anterior, es imprescindible que se formen en las herramientas tecnológicas y científicas requeridas para un buen desempeño en la actualidad. El estudio tiene relevancia porque identifica y describe las condiciones bajo las cuales Perú emplea sus recursos académicos, humanos y materiales para preparar y actualizar al personal que es enviado a Misiones de Paz, de manera que su desempeño sea óptimo. Es importante porque nos muestra que, aunque la participación del Perú en las Misiones de Paz auspiciadas por la ONU corresponde a un imperativo ético y moral, es también necesaria por las oportunidades de interoperar con otros países. Esta participación debe realizarse bajo condiciones especiales, en las que el personal enviado debe tener y emplear determinadas competencias y habilidades en tres aspectos: cognitivo, procedimental y actitudinal; preparación que le permitirá cumplir con eficiencia su rol como integrante miembro del CECOPAZ (2010). Para el Perú, esta presencia activa es una oportunidad para el aprendizaje y participación en el desarrollo de las actividades, junto a otras Fuerzas de Paz de la región. En cuanto al aprendizaje, es importante porque las situaciones vividas y 9
  • 10. el proceso de tomar decisiones apropiadas también son situaciones similares en el país de origen, donde las situaciones de desorden y resistencia civil a la autoridad, aunque por ahora tienen baja probabilidad de ocurrencia en forma generalizada, pero sí han ocurrido en situaciones aisladas y pueden presentarse con mayor probabilidad en el futuro. En estas situaciones, las Fuerzas de Paz deben restablecer la normalidad, respetando los Derechos Humanos, tema siempre sensible en toda circunstancia de conflicto. La actuación del personal en estas condiciones es diferente que la requerida en circunstancias normales de conflicto bélico convencional declarado y de enfrentamiento con otros países. La utilidad del presente estudio radica en que nos recuerda que la cooperación multilateral entre los países participantes en operaciones de paz permite el aprendizaje y asimilación de nuevas experiencias para la participación junto a la sociedad civil en contra de los enemigos de las sociedades; los cuales se encuentran replegados aunque no abatidos totalmente. Estos enemigos son los narcotraficantes, los terroristas, traficantes de armas, criminales convencionales, secuestradores, entre otros integrantes de las amenazas globales que los Estados deben enfrentar. La investigación se limita a un país, Perú, comprometido con la ONU a enviar de manera permanente y rotativa personal para participar en operaciones de paz, a partir de un proceso de selección en el que los elegidos deben aprobar un plan de entrenamiento académico orientado, especialmente, a normas y directrices de las Naciones Unidas. Dicha misión se ve materializada por CECOPAZ, organismo dependiente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú, encargado del entrenamiento académico para la participación de los contingentes en las misiones de Paz. Este centro existe desde el año 2003, por lo que el horizonte temporal para la revisión de acciones y resultados relacionados con el entrenamiento es 10
  • 11. desde ese tiempo a la fecha. Si bien se dispone de poco material, las conclusiones se orientan al desempeño futuro. El objetivo general de este trabajo es diseñar un curso e- learning sobre reglas de empeñamiento dirigido al contingente peruano que participe en misiones de operaciones de paz. Para lograr este propósito, el primer objetivo específico consistirá en conocer el contexto jurídico internacional donde surgen las operaciones de paz. También se presentará la información necesaria para comprender la importancia de la participación de Perú en las operaciones de paz. Luego, se examinarán los principales enfoques y herramientas de enseñanza a distancia pertinentes para la formulación de un curso de reglas de empeñamiento a distancia, se organizarán los conocimientos sobre reglas de empeñamiento en módulos de aprendizaje a distancia modalidad e-learning. Finalmente, se sintetizarán los conocimientos para ser presentados en una plataforma tecnológica. La metodología utilizada en la presente investigación es documental analítica y se enmarca dentro de las llamadas metodologías cualitativas, pues se centra en la percepción de los sujetos basada, principalmente, en sus discursos, sean institucionales o privados, para acceder al fenómeno estudiado. Tal opción se debe a que “los estudios analíticos sobre temas educativos ayudan al desarrollo del conocimiento y a la mejora de las prácticas” (McMillan & Schumacher, 2005). Además, entrega conocimientos sobre los fundamentos de ideas, instituciones o prácticas ligadas con algún proceso educativo, por lo que es pertinente para lograr los objetivos propuestos. Sus procedimientos implican la descripción e interpretación de hechos recientes usando fuentes documentales. Estas consisten tanto en documentos escritos como testimonios orales y restos materiales. Por su carácter analítico, el estudio explica generalizaciones sobre hechos o un acontecimiento y se establecen interpretaciones que proponen múltiples causas para explicarlo. 11
  • 12. 1. Capítulo 1. Marco jurídico A continuación, se presentan los principales documentos que sustentan el marco jurídico de las operaciones de paz. Estos son referencia obligada para el diseño de cualquier acción que el Perú desee iniciar en el ámbito de las operaciones de paz y que también sirven de marco referencial para la asignatura sobre reglas de empeñamiento que nos interesa presentar en un diseño on line. 1.1. La Carta de las Naciones Unidas La Carta de la Organización de las Naciones Unidas con sus Diecinueve Capítulos y 111 Artículos se firmó el 26 de junio de 1945 en San Francisco, al terminar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional. Entró en vigor el 24 de octubre del mismo año. El documento elaborado tras la reunión y amplias reflexiones de los representantes de los países miembros indica, en el Artículo 1º, el objetivo fundamental y prioritario, el esfuerzo para crear las condiciones bajo las cuales haya paz entre los países miembros. El citado numeral menciona lo siguiente (ONU, 1973): Artículo 1ro. Los propósitos de las Naciones Unidas son: “Mantener la paz y la seguridad internacional, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz; Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otros medidas adecuadas para fortalecer la paz universal; Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión; y 12
  • 13. Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes (ONU, 1973).” A diferencia de la liga de las Naciones, la Carta de las NNUU, descansa sobre la premisa de que la guerra sólo puede ser prevenida si una coalición de Estados acuerda detener la agresión de un Estado recurriendo a la fuerza colectiva si es necesario. Premisa concordante con lo expresado por el Presidente de los Estados Unidos, Thomas W. Wilson, en su discurso ante el Congreso Pleno de Estados Unidos del 8 de Enero de 1918: “…. no pueden hacer que la paz sea segura; será absolutamente necesario crear una fuerza como garante de la permanencia del acuerdo, mucho más grande que la fuerza de cualquier nación ahora comprometida o cualquier alianza hasta aquí formada o proyectada, que ninguna nación, ninguna probable combinación de naciones pueda enfrentar o resistir. (Barbe, 1995)”. En otras palabras, el nuevo modelo para la paz no debe ser un equilibrio de poderes, sino una comunidad de poder; no rivalidades organizadas, sino una paz común organizada. Como características de la Carta de las Naciones Unidas, en ella se encuentra establecido que NNUU: es la única organización con clara vocación universal, que tiene como fin primordial el mantenimiento de la paz y seguridad internacional a través de una serie de medidas dictadas por el Consejo de Seguridad; asimismo, en el Art. 2.6 establece que los Estados no miembros de la ONU están obligados a respetar las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas relativas al mantenimiento de paz y seguridad internacional (ONU, 1973). Otra característica importante de la Carta de la Naciones Unidas, de acuerdo a sus propósitos mencionados, es su visión futurista y su proyección hacia los retos y necesidades que le demanden los nuevos escenarios estratégicos para enfrentar las amenazas globales que se ciernen contra el mundo y que requieren medidas preventivas como lo establece el Capítulo XVIII, Reformas art.108, donde se menciona que: las reformas a la presente Carta entrarán en vigor para todos los 13
  • 14. miembros de las Naciones Unidas cuando hayan sido adoptadas por el voto de las dos terceras partes de los miembros de la Asamblea General y ratificadas, de conformidad con sus respectivos procedimientos constitucionales, por las dos terceras partes de los Miembros de las Naciones Unidas, incluyendo a todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad (ONU, 1973). Sin duda, estos no son las únicas características y propósitos por lo que se creó la Organización, pero es a partir de la paz que se pueden crear la condiciones para alcanzar otras metas que sirvan de apoyo para el desarrollo y bienestar de los pueblos. La pertenencia a la Organización de las Naciones Unidas y la aceptación de las condiciones expresadas en la Carta de las Naciones Unidas, aumenta las posibilidades de lograr resultados positivos. El Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, órgano judicial principal de las Naciones Unidas, es parte integrante de la Carta. 1.2. La Declaración Universal de los Derechos Humanos El desconocimiento y el no respeto de los derechos humanos expresado por la negación de la aspiración más elevada del hombre, que es el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la pobreza, disfruten de la libertad de palabra y libertad de creencias, se materializó en la realización de actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; esta cruel realidad creó la urgente necesidad de establecer un régimen de derecho protector. El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos, por considerar que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana (ONU, 1948). 14
  • 15. En su permanente proceso de actualización, con el fin de responder satisfactoriamente a las nuevas demandas mundiales en lo que respecta a los derechos humanos, el 15 de Marzo del 2006 en la 72ª sesión plenaria de la Asamblea General de la ONU (ONU, 2006), se reconoció que la paz, la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos son los pilares del sistema de las Naciones Unidas, que están vinculados entre sí y se refuerzan mutuamente. Por lo que se decidió establecer el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, en sustitución de la Comisión de Derechos Humanos, como órgano subsidiario de la Asamblea General. La responsabilidad de dicho Consejo será la de promover el respeto universal por la protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas, sin distinción de ningún tipo, de una manera justa y equitativa; así como ocuparse de las situaciones en que se violen los derechos humanos, incluidas las violaciones graves, sistemáticas, y hacer recomendaciones al respecto, así como promover la coordinación eficaz y la incorporación de los derechos humanos en la actividad general del sistema de las Naciones Unidas. Asimismo, reconociendo la importancia de la Declaración de los Derechos Humanos como instrumento jurídico que enmarca su accionar, se decidió que el Consejo sea integrado por cuarentaisiete (47) Estados Miembros, que serán elegidos en forma directa e individual en votación secreta por la mayoría de los miembros de la Asamblea General. La composición estará basada en una distribución geográfica equitativa; los puestos se distribuirán entre los grupos regionales de la manera siguiente: Grupo de Estados de África, trece; Grupo de Estados de Asia, trece; Grupo de Estados de Europa oriental, seis; Grupo de Estados de América Latina y el Caribe, ocho; y Grupo de Estados de Europa occidental y otros Estados, siete. Los miembros del Consejo desempeñarán sus funciones durante un período de tres años y no podrán optar a la reelección inmediata después de dos períodos consecutivos. 15
  • 16. La división de los derechos humanos en tres generaciones, que fue concebida por primera vez por Karel Vasak en 1979, asociándolas cada una con los grandes valores proclamados en la Revolución Francesa: libertad, igualdad, fraternidad y que recién en los años de 1980 fue reconocida como doctrina, resultó ser un instrumento profético para los conflictos venideros que debía afrontar las Naciones Unidas. Nos referimos, específicamente, a aquellos derechos humanos denominados de la “Tercera Generación”. Al tener como concepto fundamental el principio de la solidaridad y unificar su incidencia en la vida de todos, a escala universal; al precisar que para su realización se requiere una serie de esfuerzos y cooperación a nivel planetario, incluyendo, normalmente, en ella derechos heterogéneos como el derecho a la paz, a la calidad de vida o de las garantías frente a la manipulación genética. Debe traer a la reflexión que el incumplimiento por parte de los Estados de dichos derechos, como el derecho a la libre determinación de los pueblos, a la preservación del medio ambiente, al desarrollo económico de los pueblos, a la preservación de los recursos naturales vitales, al patrimonio cultural, entre otros, son los elementos de origen de las amenazas globales de esta era (ONU, 2006). Aunque parece un propósito en sí mismo, aislado de otros objetivos de la Organización de las Naciones Unidas, en realidad, los Derechos Humanos están muy ligados a la paz, seguridad y estabilidad de las naciones. La declaración de Derechos Humanos y los objetivos pronunciados por medio de instrumentos jurídicos separados están justificados porque ONU tiene organismos especializados para obrar en cada ámbito; de esta manera, aumenta la eficiencia de su actuación. Como los instrumentos jurídicos están correlacionados, existe una cooperación y coordinación permanente entre los diferentes órganos ejecutivos de la ONU. El monitoreo permanente del cumplimiento de los compromisos tanto en derechos 16
  • 17. humanos como de las obligaciones y responsabilidades implícitas en dichos instrumentos ayuda a tomar decisiones y generar respuestas en el menor tiempo. 17
  • 18. 2. Capítulo 2. Órganos de las Naciones Unidas vinculados al mantenimiento de la Paz Las Naciones Unidas tiene seis órganos principales: La Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiduciaria, la Corte Internacional de Justicia y la Secretaría General. Estas realizan su labor coordinada dentro de una estructura organizacional en línea y de acuerdo a sus propias responsabilidades en el ámbito de su competencia. Sin embargo, de acuerdo a la Carta de las Naciones Unidas, cada órgano principal puede establecer a su vez varios órganos subsidiarios que crean convenientes. La Carta de las Naciones Unidas asigna la responsabilidad primordial de la tarea de mantener la paz y la seguridad internacional al Consejo de Seguridad, que puede reunirse en cualquier momento siempre que la paz se vea amenazada. Con arreglo a lo dispuesto en la Carta, todos los Estados Miembros están obligados a acatar las decisiones del Consejo de Seguridad. El Consejo está integrado por 15 miembros. Cinco de estos son permanentes: China, los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, Francia y el Reino Unido de Gran Bretaña. Los otros 10 son elegidos por la Asamblea General por períodos de dos años. Los Estados Miembros siguen examinando la introducción de cambios en la composición y los métodos de trabajo del Consejo para que éste refleje las realidades políticas y económicas actuales. La adopción de una decisión del Consejo requiere nueve votos a favor. Salvo en los casos de votaciones sobre cuestiones de procedimiento, no se puede adoptar una decisión si uno de los miembros permanentes la veta o se abstiene. 18
  • 19. En el caso de someterse una denuncia de amenaza contra la paz, el Consejo, generalmente, recomienda a las partes que lleguen a un arreglo pacífico, e incluso actúa en la mediación o la investigación. Además, puede nombrar representantes especiales o pedir al Secretario General que intervenga como tal o que interponga sus buenos oficios. Por otro lado, el Consejo también puede enunciar principios para un arreglo. En el caso de que una controversia llegue a una lucha armada, el Consejo busca que esta termine lo más pronto posible. Para lograr su objetivo, dicta directivas de cese de fuego e, incluso, envía fuerzas de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz a las regiones donde hay disturbios con el fin de crear las condiciones necesarias para conseguir un arreglo pacífico. El Consejo puede decidir la adopción de medidas coercitivas, sanciones económicas o acciones militares colectivas. Tiene también la facultad de recomendar a la Asamblea General la designación del Secretario General y, junto con la Asamblea, elegir a los magistrados de la Corte Internacional de Justicia. Es por medio de los mecanismos de acción del Consejo de Seguridad que se evalúan, se diseñan y llevan a la práctica los procesos de paz donde participan los países miembros. 2.1. Las Naciones Unidas y los Objetivos del Milenio Uno de los mayores esfuerzos de la ONU para crear las condicionantes para la paz mundial se refleja en la Declaración del Milenio aprobada en la Cumbre del Milenio, celebrada en las jornadas del 6 al 8 de septiembre de 2000 en la ciudad de Nueva York, con la participación de 191 países (siendo 189 los Estados Miembros en ese entonces), incluyendo a 147 jefes de Estado y de gobierno. Esta reunión sorprendió por la notable convergencia de opiniones de los líderes mundiales con relación a los retos que el mundo enfrenta, estableciéndose los Ocho Objetivos del Milenio (ODM) (ONU, 2000a): erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud 19
  • 20. materna, combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y, por último, fomentar una asociación mundial para el desarrollo. Como meta para el 2015, los ODM son un conjunto de objetivos acordados que se pueden cumplir si todos los actores realizan su parte. Los países pobres se han comprometido a gobernar mejor e invertir en salud y educación para sus poblaciones. Los países ricos se han comprometido a apoyarlos mediante la asistencia, alivio de la deuda un sistema comercial más justo. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) trabaja con una amplia gama de asociados en la creación de coaliciones para el cambio, con el fin de apoyar los Objetivos a nivel global, regional y nacional, medir el progreso hacia su logro y ayudar a los países a establecer la capacidad institucional, las políticas y los programas necesarios para alcanzarlos. En esto, uno de los objetivos de gran trascendencia puede ser el referido al fomento de una asociación mundial para lograr el desarrollo. Si los países están en conflicto, la formación de alianzas es un hecho imposible de realizar. Por otro lado, la hostilidad, las acciones bélicas impiden el logro de los otros objetivos. Para el sistema político internacional, los objetivos referidos representan la piedra angular en la que se basa la política de desarrollo. Para todos los habitantes del mundo, son la piedra angular de la búsqueda de un mundo más seguro y más pacífico (Annan K. , Objetivos de Desarrollo del Milenio, 2005). Muchos dirigentes mundiales han recalcado en los últimos años que hay una profunda relación entre la reducción de la pobreza, la paz y seguridad mundial. Esta situación es más cierta a medida que los recursos naturales como el agua se agotan y se acentúa la mala distribución o se desperdicia. Por consiguiente, la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio debería ocupar un lugar central en los esfuerzos internacionales, que están destinados a combatir las amenazas globales mundiales. 20
  • 21. Los países pobres son más propensos a tener gobiernos débiles, con el resultado de que para los posibles rebeldes será más fácil apoderarse de la tierra y de recursos vitales. La escasez de recursos puede provocar migraciones de población que causen conflictos entre grupos sociales como en Darfur (Sudán) tras la disminución de las lluvias o por la falta de alternativa, a la producción y el comercio de estupefacientes, como el cultivo de adormidera en Afganistán y el de coca en los Andes. La consecución de los Objetivos consiste, en gran parte, en efectuar inversiones fundamentales en infraestructura y en capital humano que permitan que los pobres puedan sumarse a la economía mundial; al mismo tiempo que se les reconocen derechos económicos, políticos, sociales que les permitirán aprovechar plenamente la infraestructura y el capital humano, independientemente del lugar donde deseen vivir. Estas inversiones en activos necesarios para las sociedades son, indirectamente, “inversiones para la paz”. Cuanto más se invierta en escuelas, igualdad entre géneros, reducir la mortalidad infantil, salud materna, VIH/sida, medio ambiente, y asociaciones mundiales, menos será necesario invertir en armamento. Todo lo anterior es necesario para enfrentar los riesgos de las amenazas globales, que tanto afectan al mundo. 2.2. Los desafíos de ONU en el siglo XXI Los desafíos de ONU se centran en la necesidad, hoy más que nunca, para salvar las diferencias de poder, cultura, tamaño e intereses entre los Estados, de modo que puedan ser el lugar donde se exponga claramente y se promueva la causa de la humanidad común. Hace falta un ordenamiento jurídico internacional sólido, complementado por los principios y las prácticas del multilateralismo, para definir las reglas fundamentales de una nueva civilización mundial donde pueda expresarse el mundo en toda su rica diversidad. 21
  • 22. Las Naciones Unidas tendrán que atender a una comunidad de naciones totalmente distintas de las que formaron y moldearon la organización después de la Segunda Guerra Mundial. A menudo, se ha dicho que el proceso de transición hacia la nueva era es el fin del bipolarismo y el comienzo del multipolarismo. La agenda internacional está llena de problemas nuevos, viejos y de grandes desafíos. En consecuencia, debemos ser conscientes de que, más allá de los cambios espectaculares que hemos vivido en los últimos años, la realidad es que el sistema mundial había ya empezado a cambiar radicalmente mucho antes. Estamos, por lo tanto, ante un sistema mundial en profunda mutación que busca, en medio de tensiones y conflictos, un nuevo sistema de relaciones internacionales y que exige, en consecuencia, nuevos conceptos, ideas, modelos y representaciones, normas jurídico-internacionales y, sobre todo, nuevas políticas, a través de las cuales poder interpretar y hacer frente adecuadamente a esa nueva realidad que surge. El Ex-Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en el discurso que pronunció en la Asamblea General en septiembre de 2003, advirtió a los Estados Miembros que las Naciones Unidas habían llegado a una encrucijada en el camino. Podían ponerse a la altura de las circunstancias y conjurar las nuevas amenazas o correr el riesgo de ir desapareciendo en vista de la discordia cada vez mayor entre los Estados y de su actuación unilateral (Annan K. , 2003). El Ex-Secretario en mención estableció un Grupo de Alto Nivel sobre las amenazas, los desafíos y el cambio climático con el propósito de que formulara nuevas ideas acerca del tipo de normas e instituciones que necesitaban las Naciones Unidas para enfrentar los desafíos del siglo XXI. El Grupo, en su informe, enunció una visión nueva y audaz de la seguridad colectiva para el presente milenio (Annan K. , 2004). En ella, se remarca que vivimos en un mundo de amenazas nuevas e incipientes que no podían haberse 22
  • 23. previsto cuando se fundaron las Naciones Unidas en 1945, como el terrorismo nuclear y el colapso del Estado por una combinación fatídica de pobreza, enfermedad y guerra civil. El informe describe que, en el mundo de hoy, la amenaza contra uno es una amenaza contra todos. La globalización significa que un gran ataque terrorista en cualquier lugar del mundo industrial tendría consecuencias devastadoras para el bienestar de millones de personas en el mundo en desarrollo. En el documento, también se mencionan las siguientes amenazas (Annan K. , 2004): Guerras entre Estados; violencia dentro del Estado, guerras civiles, abusos de los derechos humanos y genocidio; pobreza, enfermedades infecciosas y degradación del medio ambiente; armas nucleares, radiológicas, químicas y biológicas; terrorismo y delincuencia transnacional organizada. Frente a estas amenazas, el desarrollo es la primera línea de defensa para un sistema de seguridad colectiva. Combatir la pobreza no sólo salvará millones de vidas sino que afianzará también la capacidad de los Estados para combatir el terrorismo, la delincuencia organizada y su proliferación. El desarrollo significa mayor seguridad para todos. Naturalmente, la prevención, a veces, no da frutos y, en ciertas ocasiones, habrá que hacer frente a las amenazas por medios militares. Para enfrentar situaciones como esa, la Carta de las Naciones Unidas establece un claro marco para el uso de la fuerza. Los Estados tienen un derecho inminente a la legítima defensa, consagrada en el Artículo 51. El Consejo de Seguridad tiene autoridad para actuar a título preventivo, pero pocas veces lo ha hecho. En tal sentido, tendrá que estar mucho más dispuesto en el futuro a adoptar una actitud más proactiva y a tomar medidas con mayor antelación. Los Estados que temen que se materialice una amenaza distante tienen la obligación de señalarlo al Consejo de Seguridad. El despliegue de fuerzas militares para el mantenimiento y para la imposición de la paz ha resultado ser un útil instrumento para poner fin a la guerra y preservar la seguridad de un Estado una vez terminada la guerra. Sin 23
  • 24. embargo, la oferta total en el mundo de personal disponible para el mantenimiento de la paz es peligrosamente baja. Incumbe pues a los Estados Miembros de la ONU la obligación particular de esforzarse más por convertir sus ejércitos en unidades aptas para ser desplegadas en operaciones de paz. Para superar las dificultades en el futuro, un mayor número de Estados tendrá que tener contingentes de reserva para fines de las Naciones Unidas y mantener disponible capacidad de transporte aéreo y capacidad estratégica de desplazamiento para ayudar en operaciones de la paz, así como en la consolidación de la misma, lo cual requiere de un mandato adecuado, con suficiente capacidad para disuadir a quienes quieran oponerse. 24
  • 25. 3. Capítulo 3. Instrumentos de las Naciones Unidas para mantener la Paz y la Seguridad internacional La política internacional es la relación sociocultural que se lleva a cabo por los diferentes actores del panorama internacional, basada, generalmente, en las políticas exteriores. La política exterior moderna debe obedecer a criterios de Estado; a una percepción de la síntesis histórica de la ubicación de un país en el mundo, a una lectura adecuada de los desafíos de la globalización y de su impacto en la vida de cada uno de los individuos de una nación. El objetivo de la política exterior es el de generar y preservar un ambiente de paz, distensión, estabilidad y respeto del derecho internacional, en los ámbitos limítrofe, subregional, regional y mundial, con la finalidad de obtener el escenario más idóneo que permita aplicar una diplomacia adecuada a sus intereses. Una diplomacia para el desarrollo económico y social. Se aspira, normalmente, a un mundo basado en el equilibrio, respetuoso de los principios del derecho internacional, en el que el multilateralismo lejos de debilitarse se fortalezca. Un mundo donde se entienda que la actual globalización requiere de una gobernabilidad basada en los valores de los derechos humanos. Una estructura internacional donde haya menos desigualdad entre naciones y al interior de éstas. Un mundo que haga del desarrollo sustentable no sólo un programa, sino una realidad en la que el eje de la sostenibilidad sean los seres humanos. El propósito principal de las Naciones Unidas es el mantenimiento de la paz. De conformidad con la Carta, los Estados Miembros aceptan la conveniencia de arreglar las controversias por medios pacíficos y abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra otros Estados (ONU, 1973). A lo largo de los años, las Naciones Unidas han contribuido decisivamente a aplacar las crisis internacionales y a solucionar los conflictos prolongados. La Organización ha llevado a cabo complejas operaciones de establecimiento y de mantenimiento de la paz y de asistencia humanitaria. Ha trabajado para evitar que 25
  • 26. surgieran conflictos, y después de cada conflicto ha estado tomando cada vez más medidas para hacer frente a las causas profundas de la guerra y para sentar las bases de una paz duradera. Las gestiones de las Naciones Unidas han producido resultados que eliminaron el riesgo de conflictos mayores y de efectos duraderos, cuyo costo humano y material habría sido inconmensurable. Entre otros, contribuyeron a desactivar la crisis de los misiles cubanos en 1962 y la crisis del Oriente Medio en 1973. En 1988, gracias a un arreglo de paz patrocinado por las Naciones Unidas, se puso fin a la guerra entre Irán e Iraq, y el año siguiente las negociaciones patrocinadas por la UNU sentaron las bases para la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán (ONU, 2009). En el decenio de 1990, las Naciones Unidas contribuyeron de manera fundamental a restablecer la soberanía de Kuwait, desempeñaron un papel importante en la terminación de las guerras civiles de Camboya, El Salvador, Guatemala, Mozambique, así como cuando terroristas atacaron a los Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001, el Consejo de Seguridad actuó rápidamente y aprobó una resolución de amplio alcance, y solucionaron o pusieron coto a conflictos en otros países. Los casos son numerosos, lo que demuestra la participación activa de la ONU frente a la escalada de condiciones para la aparición de conflictos. A lo largo de los años, el mantenimiento de la paz de la ONU ha evolucionado con el fin de satisfacer las demandas de diferentes conflictos y de los cambiantes panoramas políticos. Ha demostrado ser un instrumento internacional eficaz y económico para restablecer la paz en situaciones de conflictos. El mantenimiento de la paz de la ONU, además de funciones militares, hoy en día asume una amplia variedad de complejas tareas. En las Misiones de paz patrocinadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se establecen medidas preventivas para salvaguardar la paz en un país o territorio. En tal sentido, de acuerdo con la 26
  • 27. clasificación fijada en 1992 por la Secretaría General de las Naciones Unidas (Ghali, 1992), son las siguientes: 3.1. Diplomacia Preventiva Los Estados Miembros conceden gran importancia a esta medida, considerándola como uno de los medios más económicos para prevenir posibles controversias e impedir que las que ya existen se conviertan en conflictos, así como controlar y resolver conflictos existentes. En este contexto, el Secretario General continúa la labor encomendada por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de mantener los esfuerzos actuales y emprender nuevas acciones en este terreno (ONU, 2008). El Secretario General, a través de sus representantes, enviados especiales y otros emisarios, en régimen de residentes o visitantes, participa activamente en la aplicación de estos mandatos políticos en varios países. La Diplomacia Preventiva es objeto de un particular apoyo por parte de los Estados Miembros como medio de prevenir el sufrimiento humano y como alternativa a costosas operaciones político-militares para solucionar conflictos que ya han estallado. Aunque la diplomacia ha demostrado ser un buen medio para prevenir conflictos, la experiencia de las Naciones Unidas en los últimos años indica que diversas medidas pueden ejercer un efecto preventivo beneficioso: despliegue preventivo; desarme preventivo; acción humanitaria preventiva; y actividades preventivas para la consolidación de la paz. Con el consentimiento de Gobierno o Gobiernos afectados, pueden dar lugar a una amplia variedad de acciones en esferas relacionadas con la buena gobernabilidad, los derechos humanos y el desarrollo económico y social. Por este motivo, el Secretario General Kofi Annan, en 2001, decidió que la actividad conocida como "diplomacia preventiva" pase a denominarse "acción preventiva", la que puede ser llevada a cabo, en algunos casos, incluso por personas y organizaciones no gubernamentales (Ramírez, 2010) . 27
  • 28. Actualmente, la ONU viene ejerciendo la diplomacia preventiva a través del centro regional para los países de Asia Central con gran éxito, facilitando el dialogo y la ayuda a dichas naciones. Esto permite colegir que, en el futuro, la eficiencia y la eficacia de la Diplomacia Preventiva estarán en relación directa con el nivel de capacitación y entrenamiento que brinden los centros regionales de las Naciones Unidas, ya que el mantenimiento de la paz, además de funciones militares, incluyen ahora administradores, economistas, policías, expertos jurídicos, personal de remoción de minas y observadores electorales, observadores de derechos humanos y especialistas en asuntos civiles y gobernanza, trabajadores de asistencia humanitaria y expertos en comunicaciones e información pública. Tal diversificación obedece a una nueva y amplia variedad de complejas tareas que tendrá que afrontar. 3.2. Establecimiento de la paz Esta medida hace referencia al uso de medios diplomáticos para persuadir a las partes en conflicto de que cesen sus hostilidades y negocien un arreglo pacífico de sus controversias. Como ocurre con la acción preventiva, las Naciones Unidas solamente pueden actuar si las partes en conflicto así lo deciden” (ONU D. d., 2009). Excluye el uso de la fuerza contra una de las partes. El Consejo de Seguridad, en su empeño por mantener la paz y la seguridad internacional, puede recomendar maneras de evitar conflictos o restablecer o lograr la paz; por ejemplo, mediante la negociación o recurriendo a la Corte Internacional de Justicia. El Secretario General desempeña un papel importante en el establecimiento de la paz. Puede señalar la atención del Consejo de Seguridad cualquier asunto que parezca amenazar la paz y la seguridad internacionales, puede valerse de buenos oficios para llevar a cabo una labor de mediación o ejercer la diplomacia silenciosa entre bastidores, ya sea personalmente o por medio de enviados especiales. El 28
  • 29. Secretario General también lleva a cabo la diplomacia preventiva con miras a solucionar las controversias. 3.3. Mantenimiento de la paz Las actividades de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas constituyen un instrumento singular y dinámico establecido por la Organización para ayudar a los países lacerados por conflictos a crear las condiciones necesarias para una paz duradera. La primera misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas se aprobó en 1948, cuando el Consejo de Seguridad autorizó el despliegue de observadores militares de las Naciones Unidas en el Oriente Medio para vigilar la observancia del Acuerdo de Armisticio entre Israel y sus vecinos árabes. Desde entonces, se han desplegado en distintas partes del mundo 63 operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas (ONU, 2009). Las primeras misiones estaban integradas por observadores militares y tropas dotadas de armas ligeras. El mandato consistía en vigilar, informar y fomentar la confianza en apoyo de la cesación del fuego y de acuerdos de paz limitados. El carácter de los conflictos también ha cambiado con los años. Las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas que se establecieron inicialmente para actuar en conflictos entre Estados han debido ocuparse cada vez más de conflictos intraestatales y guerras civiles. Si bien el componente militar sigue siendo el elemento fundamental de las operaciones de mantenimiento de la paz, éstas incluyen administradores, economistas, agentes de policía, expertos jurídicos, personal de remoción de minas, observadores electorales, observadores de derechos humanos, especialistas en asuntos civiles y gobernanza, trabajadores de asistencia humanitaria, expertos en comunicaciones e información pública, entre otros. Las actividades de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas siguen evolucionando, tanto en el plano conceptual como en el plano operacional, en 29
  • 30. atención a las nuevas amenazas y nuevas realidades políticas. Durante los últimos años, la demanda creciente de operaciones de paz cada vez más complejas ha impuesto a las Naciones Unidas una carga sin precedentes que la ha obligado a utilizar al máximo sus recursos. En septiembre de 2008, se constató que 119 países aportaban casi 89.000 efectivos uniformados, lo que es un récord para la organización. ONU ha procurado enérgicamente fortalecer su capacidad para administrar y sustentar las operaciones sobre el terreno y, de esa forma, cumplir la función más importante de las Naciones Unidas, la de mantener la paz y la seguridad internacional. 3.4. Imposición de la paz De acuerdo al capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas (ONU, 1973), el Consejo de Seguridad puede tomar medidas coercitivas para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacional, se inician con las sanciones que son obligatorias y se aplican cuando la paz está amenazada y fracasan los esfuerzos diplomáticos. Las sanciones se establecen con el fin de que el Estado o entidad que amenace la paz y la seguridad internacional sea presionado para cumplir con los objetivos fijados por el Consejo de Seguridad sin que se tenga que recurrir a la fuerza. Estas pueden abarcar una amplia gama de actividades las cuales incluyen sanciones económicas y comerciales, embargos a armas, restricción o prohibición de viajes y restricciones financieras y diplomáticas. Por su mandato universal, las Naciones Unidas son las más indicadas para poner sanciones; sin embargo, es importante resaltar la preocupación que existe en muchos Estados y organizaciones humanitarias por sus consecuencias negativas en los segmentos más vulnerables de la población, especialmente mujeres y 30
  • 31. niños, así como sus efectos en las economías de terceros países que se ven obligados a interrumpir las relaciones comerciales y económicas con el Estado sancionado. Para atenuar significativamente los efectos negativos de las sanciones, se incorporan directamente en las resoluciones del Consejo de Seguridad excepciones de carácter humanitario, así como el establecimiento de "sanciones inteligentes", que son aquellas que presionan a quienes ostentan el poder y no a la población en general, reduciendo así el costo humanitario. 3.5. Consolidación de la Paz La comunidad internacional ha sido testigo del enorme desarrollo que han tenido las operaciones de paz de las Naciones Unidas en las dos últimas décadas. En cada uno de estos casos, una vez logrado un cese de las hostilidades, las Naciones Unidas han dado inicio a operaciones tanto o más difíciles. La consolidación de la paz en situaciones de postconflicto es un desafío de enorme complejidad, porque es producto del trauma que afecta a dichas sociedades como consecuencia de los prolongados conflictos armados que han vivido. La consolidación de la paz exige, en primer término, la aproximación a las causas del conflicto y abordar su solución con un enfoque multidimensional que, junto con generar las condiciones mínimas de seguridad, permita restablecer el orden público y sentar las bases para una rehabilitación política, social y económica. Por eso, es fundamental que las misiones de paz cuenten con un mandato integral y multidimensional, de largo plazo, que las dote de los instrumentos y recursos requeridos para asistir a los gobiernos de transición en la tarea de reconstrucción institucional y económica del Estado que emerge de un conflicto. Desde una perspectiva global e integradora de una misión de consolidación de la paz, es fundamental la búsqueda de un proceso político inclusivo, que convoque a todos los sectores de la sociedad, de manera de lograr un pacto de gobernabilidad, que permita generar climas de paz y seguridad sostenibles. Para 31
  • 32. ello, es imprescindible generar diálogos nacionales amplios que comprendan todas las fuerzas políticas relevantes. Es aquí donde, nuevamente, le corresponde a los centros regionales o locales de las Naciones Unidas como coprotagonistas asumir el rol principal en atender las necesidades más urgentes de la población y asistir a los gobiernos en la preparación de proyectos de impacto rápido, estrategias y programas de desarrollo de mediano y largo plazo. 32
  • 33. Segunda parte La paz en el nuevo escenario internacional 33
  • 34. 1. Capítulo 1. El Conflicto A través de la historia de la humanidad se han desarrollado muchas definiciones sobre lo que es un conflicto; sin embargo, optando por una definición que más se acerque al interés de este trabajo, definiremos el conflicto como una lucha por los valores, por el estatus, el poder y los recursos escasos, en el curso de la cual los oponentes desean neutralizar, dañar o eliminar a sus rivales. Añadiendo además que un conflicto social será cuando transciende lo individual y proceda de la propia estructura de la sociedad (Coser, 1956). De acuerdo con la percepción de Lewis Coser (1956), []el conflicto es algo consustancial y evolutivo a la existencia del ser humano. Se origina por la incompatibilidad de valores y, obviamente, intereses de los diferentes actores, quienes los perciben como antagonistas. Esto conlleva a que se pueda pensar que el conflicto no desaparece nunca y es propio de la naturaleza del ser humano. La especie humana ha demostrado ser la más evolucionada para vencer estas contrariedades. Es por ello que algunos conflictos desaparecen, otros cambian y otros nuevos aparecen, pero, difícilmente, la dinámica social vive exenta de conflictos en un momento dado. No se trata pues de aprender a vivir con el Conflicto ni asumir una perpetua interacción con él. Estos dos elementos quedan descontados porque no representan nada nuevo. Se trata de que el hombre sepa actuar con ventaja sobre el conflicto, que pueda anticiparse a su desarrollo y a sus consecuencias negativas, que pueda manejar el conflicto mejor que otros, para que de esta forma alcance, a su vez, una segunda ventaja, una de carácter estrictamente competitiva. Este es precisamente el propósito de las Naciones Unidas al considerar que el conflicto no es ajeno a nadie. Todos los seres humanos y todas las organizaciones que ha formado viven perpetuamente entre conflictos de las más diversas 34
  • 35. naturalezas. Se podría decir, de una manera general, que la historia de la evolución de los conflictos sociales se inicia con la posición de Marx, al plantear que estos se reducen a los conflictos de clase, definidos por la propiedad o no propiedad de los medios de producción, que terminan en una revolución que transforma la organización política, económica y/o social, hasta llegar a la posición de Durkheim, quien sostiene que el conflicto social es el efecto patológico de un debilitamiento de la solidaridad social, que tiene como consecuencia la sustitución de la cooperación por la competencia, como consecuencia de la globalización y el desarrollo de nuevas tecnologías. Los conflictos siempre presentan síntomas que anticipan su llegada. Este es un factor de la mecánica del conflicto que no puede desconocerse porque probablemente es el que representa mayor beneficio para los esfuerzos dirigidos a trabajar sobre él. Asimismo, cabe mencionar que Samuel Huntington sustentó la interesante tesis de que los choques entre las civilizaciones serán la próxima fase de la evolución de los conflictos, fundado en seis razones (Huntington, Summer 1993): Las diferencias entre las civilizaciones no sólo son reales y fundamentales, sino que su interacción provoca choques y conflictos; la reducción de espacio del mundo hace que las interacciones entre las civilizaciones aumenten y se intensifica la conciencia de lo propio en cada civilización; la modernización económica y el cambio social debilitan al Estado Nación como fuente de identidad. En buena parte del mundo la religión ha avanzado para llenar este hueco, muchas veces bajo la forma de “fundamentalismos”; el crecimiento de la conciencia de pertenencia a una civilización se ve acrecentado por la situación de Occidente, el cual, dueño del poder, debe enfrentarse a los “no occidentales” con el objetivo de dar forma a este mundo no Occidental; las características culturales son más difícilmente mudables que las políticas- económicas; el aumento de la importancia del regionalismo económico, que reforzará la conciencia de pertenencia a una civilización. 35
  • 36. En el caso de América Latina, Malamud (2008), en un acercamiento del tema a nuestra realidad, señala que América del Sur ha sido una región de paz comparada con los conflictos de los siglos XIX y XX librados en Europa, Asia y África; pero hace la advertencia de que la situación se torna distinta. Al respecto, refiere que los desplazamientos de tropas de Ecuador y Venezuela a la frontera con Colombia ocurrido últimamente podría ser el presagio de enfrentamientos armados en la región. Benavente (2004) refiere que el actual escenario internacional está caracterizado, además, por un constante reordenamiento de diversas estructuras políticas, económicas, estratégicas, sociales e, inclusive, culturales y tribales. Lo cual, de forma directa o indirecta, va influyendo sobre las Fuerzas de Paz, ampliando sus responsabilidades, misiones, y roles. Agrega que se pueden percibir nuevas tendencias en los conflictos que estarán presentes en la agenda internacional y que, por su complejidad, representarán un desafío tanto para la comunidad internacional como para Naciones Unidas. El autor agrupa estas nuevas tendencias en cinco tipos: conflictos limítrofes (clásicos) entre Estados; conflictos entre Estados por el acceso y control de la tecnología; conflictos por el acceso a recursos naturales; guerra civil al interior de un Estado, y; conflictos originados en o por Estados Fallidos. Desde el punto de vista del autor, los conflictos, hoy en día, tienen una naturaleza compleja y ambigua. Como producto de la globalización, se caracterizan por ser transnacionales y como producto de la nueva tecnología que se caracteriza por disipar el poder de los gobernantes y permitir a los individuos y a los grupos organizados desempeñar una función en la política mundial, hacen que el poder se vuelva más complejo, permitiendo que existan aspectos que escapan al control del Estado por muy poderoso que estos sean. Lo que sumado al constante reordenamiento de diversas estructuras políticas, económicas, estratégicas, sociales e inclusive culturales y tribales, están influyendo significativamente sobre las sociedades y sus Fuerzas Armadas, quienes vienen ampliando sus 36
  • 37. responsabilidades, misiones y roles para con la comunidad mundial en la búsqueda de una solución de paz. Todo lo anterior implica la necesidad de una redefinición de metas y métodos de las Naciones Unidas en todos los aspectos que le permitan intervenir en los países donde hay conflictos. En particular, en las Operaciones de Paz, donde los países cooperantes deben preocuparse por aportar personal que esté acorde con las nuevas formas de conflicto, a la vez que preparados de manera tal que incorporen a sus capacidades y competencias personales nuevas habilidades que les permitan insertase en escenarios más complejos. Cabe hacer mención que, en sociedades primitivas, las armas podían ser solo objetos contundentes; hoy se dispone de bombas nucleares o de neutrones, de amplia capacidad destructiva por el desarrollo científico y tecnología; asimismo, en las sociedades primitivas, la solución de los conflictos podía consistir en la destrucción pura del enemigo o bien en la huida, eventualmente en la segunda forma. Hoy puede apelarse a la diplomacia, el compromiso o la participación de organismos como las Naciones Unidas. En este sentido, el rol de los Centros de Entrenamiento para las fuerzas de paz es fundamental por ser las canteras de miembros de las Misiones de Paz; el Plan de Estudios debe incluir nuevas disciplinas que tengan en cuenta estos hechos en vista del panorama de las amenazas que se ciernen sobre el mundo actual. 37
  • 38. 2. Capítulo 2. Panorama actual de las amenazas globales Las amenazas globales se consolidan y evolucionan como factores desencadenantes de conflictos, en la medida que evolucionan la tecnología, la sociedad, las formas de pensamiento e interpretación de la realidad. Algunas amenazas como el terrorismo son antiguas, pero han evolucionado a tal punto que ahora tienen un impacto y alcances muchos más intensos y destructivos; otras amenazas como el uso indebido de armas químicas o biológicas son recientes. Todas y cada una merecen especial atención. En todos los casos, el descuido, omisión o la falta de percepción de los motivos por los que se producen conflictos pueden ser fatales cuando estas amenazas son parte del problema. El terrorismo como hecho político tiene una larga historia en el desarrollo de la humanidad, siendo difícil circunscribirlo a una época determinada…. Acompañado de una amplia propaganda, el terrorismo forma parte de una estrategia tendiente a forzar desde cambios en la conducta política nacional e internacional hasta la caída del régimen establecido, y hoy se habla de terrorismo nuclear, bioterrorismo, terrorismos informático, narcoterrorismo, terrorismos económico… (Arellano, 2006). Por otra parte, agrega Arellano (2006) que el terrorismo, aprovechando la movilidad que ofrece la tecnología, se ha globalizado y en extensas áreas del globo ha quedado de manifiesto su estructura trasnacional. Existen más países anfitriones desde los cuales se planifican operaciones casi sin molestias e interferencias; se reclutan y entrenan nuevos combatientes gracias a las ventajas que les otorga la misma globalización. Entre estas, el acceso a considerables flujos monetarios y a una mejor y más barata tecnología en las comunicaciones, el transporte y la informática. Un ejemplo de este sería el ataque a las torres gemelas de Nueva York, el 11 de Septiembre de 2001. 38
  • 39. El narcotráfico es otra amenaza global al facilitar el nuevo poder económico de las más grandes organizaciones criminales con capacidad de movilizar miles de millones de dólares. Afecta el concepto de soberanía estatal por el tráfico libre de drogas y el surgimiento de actividades ilícitas como el narcoterrorismo y la narco guerrilla o narco subversión. El crimen organizado es también una amenaza severa que debe ser considerada con mucha precaución porque, al igual que el narcotráfico, corrompe y debilita la estructura del Estado y las instituciones públicas. La capacidad del crimen organizado de extender sus actividades, afectar la seguridad y economía de los países es una de las mayores amenazas para la estabilidad y el desarrollo. Los factores que desencadenan conflictos no necesariamente son los humanos mediante actos deliberados y dirigidos a la destrucción o a causar daños a los grupos opositores. Por ejemplo, la mayor población demanda agua y no hay suficiente cantidad, la sobrepoblación demanda alimentos y estos son más escasos, la sobrepoblación demanda energía, que es escasa y cara. Así, puede afirmarse, sin duda alguna, que actualmente un factor dominante es el Cambio Climático que se convierte en la nueva fuente de Amenaza global. Si no se frenan los efectos del cambio climático y la sequía avanza en amplias zonas del mundo, factores como el hambre, los desplazamientos de población, el desequilibrio, los conflictos, se agudizarán. Los países más pobres deberán enfrentar las peores consecuencias mientras los países desarrollados deben afrontar las responsabilidades que le conciernen en este tema. De modo concluyente, en el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), en el año 2007, se logró, por fin, situarlo en la agenda política global como uno de los grandes problemas que afronta la humanidad (IPCC, 2007). Los efectos del cambio climático amenazan la paz y estabilidad en amplias regiones del mundo, especialmente, en aquellas donde vienen a sumarse a una situación de fragilidad estatal, gobiernos débiles, problemas económicos e 39
  • 40. inestabilidad. Su combinación con los problemas socioeconómicos y políticos pueden agravar tensiones ya existentes y dar lugar a la escalada de las mismas e, incluso, a conflictos armados. Existe una fuerte competencia por recursos cada vez más escasos. Según la Organización Internacional Alerta, 46 países donde viven 2.700 millones de personas están en claro riesgo de sufrir conflictos violentos, mientras en otros 56 tendrán serios problemas para gestionar los efectos de este fenómeno, ya que éste se sumará a los retos ya presentes. Cabe señalar que la principal fuente de este cambio climático es la quema de combustible. Las regiones más afectadas serían África, el centro y sur de Asia y zonas de América Latina como la región andina. Se trata de algunas de las regiones más pobres del mundo. Con la desertización, se dificulta la coexistencia entre poblaciones agrícolas sedentarias y pastores nómadas que solían compartir los recursos. El avance de la desertificación y el cambio en los patrones pluviométricos pueden provocar el agotamiento de las cosechas y, en último término, aumentar la inseguridad alimentaria. 430 millones de personas ya viven actualmente con escasez de agua. Todas las predicciones del IPCC indican que este número aumentará. Un ejemplo de esto es la guerra en Darfur (Sudán), que se ha calificado como el primer conflicto del cambio climático. Aunque las interpretaciones más frecuentes lo explican como un enfrentamiento de raíces étnicas entre árabes y africanos, la realidad es más compleja. Otro factor de inestabilidad puede ser los grandes movimientos de población. Las formas de vida de cientos de millones de personas van a resultar afectadas por las consecuencias del cambio climático. Son previsibles grandes movimientos de población, dentro de los países (hacia otras zonas rurales o hacia las ciudades) y cruzando fronteras. Tanto desde la ONU como desde numerosas ONG se afirma que, para el año 2050, habrá más desplazados y refugiados por el cambio climático que por los conflictos. Indudablemente, los estados frágiles son los más 40
  • 41. amenazados. Como una especie de reedición de las plagas bíblicas, en ellos las condiciones climáticas serán favorables para la proliferación de enfermedades como el cólera o la malaria que aumentarán; esto es más grave si se sabe que en muchos países no se dispone de los recursos sanitarios suficientes como para hacer frente a estas epidemias. La falta de acción de los Estados frente a estos problemas es uno de los grandes factores que minan su legitimidad. Los países que resultarán más afectados serán aquellos donde las nuevas condiciones vengan a sumarse a un contexto de guerras recientes o inestabilidad política, pobreza, desigualdad y mal gobierno. En la siguiente tabla muestra, como el control de los recursos naturales y el cambio climático son factores que origina los conflictos. CONFLICTOS ARMADOS EN AFRICA (Escola de Cultura de Pau, 2007) 41
  • 42. Como mencionamos en el capítulo anterior, el Ex-Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en el discurso que pronunció en la Asamblea General en septiembre de 2003, advirtió a los Estados Miembros que las Naciones Unidas habían llegado a una encrucijada en el camino. Podían ponerse a la altura de las circunstancias y conjurar las nuevas amenazas. El Ex-Secretario General estableció un Grupo de Alto Nivel sobre las amenazas, los desafíos y el cambio climático con el fin de que formulara nuevas ideas acerca del tipo de normas e instituciones que necesitaban las Naciones Unidas para enfrentar los desafíos y amenazas del siglo XXI. También remarcó que vivimos en un mundo de amenazas nuevas e incipientes que no podían haberse previsto cuando se fundaron las Naciones Unidas en 1945, como el terrorismo nuclear y el colapso del Estado por una combinación fatídica de pobreza, enfermedad y guerra civil. Señala asimismo el grupo de amenazas que debe enfrentar el mundo en estos días y en los próximos decenios del presente milenio, como son: guerras entre Estados; violencia dentro del Estado, guerras civiles, abusos de los derechos humanos y genocidio; pobreza, enfermedades y degradación del medio ambiente; armas nucleares, radiológicas, químicas y biológicas; terrorismo y delincuencia transnacional organizada. Estos grupos de amenazas fueron definidos por la ONU en dicha conferencia. Lo que conlleva, necesariamente, la reflexión de que todo lo dicho supone un desafío para hacer prevalecer la paz y la seguridad internacional, mostrando así que el panorama actual de amenazas involucrará nuevos actores en el escenario mundial. 42
  • 43. 3. Capítulo 3. Nuevos Actores La aparición de un nuevo escenario mundial como consecuencia de la caída del muro de Berlín, en noviembre de 1989, y la desintegración de la URSS, enero de 1992, hizo que algunos intelectuales como Francis Fukuyama pensaran en un mundo donde la ideología triunfante y aceptada por todos sea la Democracia Capitalista. La paulatina concreción de los distintos procesos de integración económica, en algunos casos, también política como el NAFTA (North American Free Trade Agreement), TLC por Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y Méjico el 17 de diciembre de 1992; MERCOSUR (Mercado Común del Sur), unión aduanera integrada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay creado el 26 de marzo de 1991; y la Unión Europea (UE), comunidad de 27 Estados Europeos establecida el 1 de noviembre de 1993, significaba a los ojos de muchos que se avanzaba sin ninguna interrupción hacia un nuevo mundo dominado por dos procesos complementarios: globalización integración o regionalización. Como es lógico, muchas fueron las voces que se alzaron en contra, generando un debate intelectual. Autores de la talla de Alvin Toffler, Graham Fuller y Samuel Huntington comenzaron a entrever en los hechos producidos después de la caída del Imperio Soviético que el futuro que se avecinaba no era del todo positivo. En efecto, el fin de la Guerra Fría ha permitido que afloren conflictos étnicos y sociales ya existentes, al levantarse las barreras de contención que en el pasado impusieron el orden colonial y, después, las grandes potencias. Este periodo de fin de siglo puede denominarse de desorden generalizado, donde junto a una mayor cooperación de las grandes potencias y una reactivación de Naciones Unidas como rectora en la escena internacional, se evidencia el debilitamiento de los Estados. 43
  • 44. En la actualidad, podemos afirmar con un alto grado de certeza que vivimos en un mundo donde los conflictos no son ya entre los Estados-Nación, sino entre grupos pertenecientes a distintas civilizaciones con caracteres étnicos, religiosos, lingüísticos diferentes y, sobre todo, de aquellos con una significativa carga social, política y económica, los cuales tendrán como elementos generadores motrices y solucionadores a nuevos actores. Pueden ser individuos, instituciones, situaciones concretas o fenómenos particulares, cuyas características y peculiaridades complejas van a dificultar la solución de los mismos. Las Misiones de Paz y la solución de los conflictos son consideradas responsabilidades de las Naciones Unidas, sin embargo, la escalada de conflictos, violencia, intensidad, así como el alcance de los actos asociados, determina obligatoriamente la participación de estos actores, cuya tarea es complementaria. El Siglo XXI se caracteriza por la complejidad, conectividad y cambios rápidos; por lo que en opinión de Williams, se está presentando el declive total de los estados nación westfalianos para dar lugar a una situación que podría llamarse la Nueva Edad Media, caracterizada por el desorden más no por el caos. Esta tendencia seguirá aumentando a tal punto que las fuerzas del caos serán predominantes; por ello, los estados “fallidos” ya no serán una aberración o constituirán hechos aislados sino una señal de la intensificación del desorden en el cual problemas como el crimen organizado transnacional, el terrorismo y las pandemias pueden actuar en conjunto y crear las condiciones para pasar del desorden al caos real. Los analistas y políticos se niegan a aceptar que la paz y seguridad del estado están declinando y que la ceguera solo permite ver como real el papel y la vitalidad del estado. El “estado-centrismo” impide ver la fuerza de las amenazas emergentes. Para Williams, “en el futuro, cualquier intervención militar sustancial de EEUU, solos o con aliados, para que tenga éxito debe ser planeada bajo una estructura organizacional que vaya más allá de las agencias gubernamentales aisladas. Las fuerzas de paz, diplomáticas, especialistas en reconstrucción y expertos legales 44
  • 45. deben ser integradas en una organización diseñada para asistir a un estado objetivo para el restablecimiento de la autoridad, legitimidad y efectividad. Algunas condiciones que generan una “nueva edad media” se presentan con regularidad y con mayor intensidad en países en conflicto, así como en países en los que hora el conflicto tienen niveles controlables pero, que eventualmente pueden llegar a niveles de caos, son: instituciones competidoras cuyas jurisdicciones se traslapan, con límites territoriales mas fluidos y menos impermeables; inequidad y marginalidad de grupos humanos; lealtades e identidades múltiples o fragmentadas; derechos de propiedad, convenios y otros acuerdos sociales refutados o cuestionados; la aparición y ampliación de áreas donde no existe el imperio de la ley /zonas liberadas. Estas condiciones ya son realidad en la mayoría de los estados donde existe en desarrollo en forma potencial los conflictos, los cuales demandan la atención de las Naciones Unidas para la solución. Todo lo anterior implica la necesidad de redefinición de las metas y métodos de las Naciones Unidas en todos los aspectos que le permiten intervenir en los países donde hay conflictos. En particular, en las Operaciones de Paz, los países cooperantes deben preocuparse por aportar personal que sintonice con estas nuevas amenazas o necesidades y que estén preparados de manera tal, que incorporen a sus capacidades y competencias personales, nuevas habilidades que les permitan insertase en escenarios más complejos. Tal como menciona Williams, cada conflicto en el mundo traerá consigo nuevos actores. Por ejemplo, en conflictos por la pérdida del Estado de Derecho, aparecerán nuevos grupos y Estados que apoyan el terrorismo internacional, nuevos cárteles de la droga, mafias y delincuencia organizada, pandillas juveniles, grupos xenofóbicos, racistas y discriminadores, grupos étnicos hegemónicos. En conflictos relacionados con el Medio Ambiente, podrían surgir grupos y Estados en contra de la contaminación ambiental, grupos y Estados 45
  • 46. protectores de la Amazonía, grupos étnicos en contra de la urbanización e Industrialización, grupos y Estados protectores de los océanos y recursos pesqueros, Organizaciones no Gubernamentales (ONG´s). En cambio, en conflictos por el acceso a recursos naturales, podría haber grupos y Estados carentes de recursos hídricos, grupos y Estados carentes de recursos energéticos u otros carentes de recursos alimenticios. Otros ejemplos pueden darse relacionados con conflictos debidos a acceso y control de tecnología o demográficos, donde sus actores diferirán completamente de los ya mencionados. Para atender esta gran demanda, las acciones diplomáticas están a cargo de las Naciones Unidas con la responsabilidad de promover e incrementar la participación de los actores políticos de los países o regiones en conflicto para la búsqueda de soluciones. En la mayoría de los conflictos actuales, la solución militar no es suficiente, ya que siempre hay oportunidades para que los grupos rivales y beligerantes obtengan para sí o reclamen derechos. La participación política en esto facilita el diálogo y, eventualmente, el entendimiento; naturalmente, existen intermediarios neutrales, con credibilidad, poder y respaldo internacional que garantiza la firmeza de estos acuerdos. Las misiones diplomáticas de las Naciones Unidas, las Misiones de Paz y las organizaciones humanitarias trabajan en conjunto, no con actores locales, sino buscando la representatividad general que incluya a todas las partes en conflicto. Estas partes en conflicto deben tener legitimidad; así pueden ser los representantes de las etnias, pero no las bandas criminales organizadas que tratan de beneficiarse del descontrol. Para John Williams, en el futuro, cualquier intervención sustancial de las Naciones Unidas, para que tenga éxito debe ser planeada bajo una estructura organizacional que vaya más allá de las fuerzas militares, es decir, integradas por expertos diplomáticos, especialistas en reconstrucción, expertos legales, mayor 46
  • 47. participación de efectivos femenino y otros; diseñada para asistir a un Estado objetivo en el restablecimiento de la autoridad, legitimidad y efectividad. Las características de los conflictos así como de los factores desencadenantes indican que la solución no tiene que apoyarse exclusivamente en el aspecto militar, sino que deben buscarse otros modos de acercamiento a las poblaciones en conflicto. La participación de las mujeres, civiles con preparación en una actividad específica como la medicina o el derecho y policial es importante para facilitar el retorno a la normalidad y el acercamiento de la población a las misiones de paz. En conclusión, tanto los conflictos como los mecanismos empleados para encontrar una solución como las Operaciones de Paz u otras actividades similares, tienen ahora nuevos actores, con nuevos estilos de conducta. Del lado de los que la originan, nuevos argumentos de fuerza e intenciones para forzar la situación problemática; del lado de los que buscan la paz, nuevos profesionales participantes con nuevas competencias, habilidades y conocimientos. 3.1. Las Misiones de Paz La historia de las Naciones Unidas demuestra que la Organización en sí ha tenido numerosos inconvenientes para poder implementar un Sistema de Seguridad Colectiva creíble, con fuerza y respetado. La rivalidad global entre los Estados Unidos de Norteamérica y la Ex-Unión Soviética, vale decir, la Guerra Fría, produjo una suerte de enfriamiento en los principales objetivos de la Carta de Naciones Unidas, siendo el mayor obstáculo, pero no el único factor, en lo que podríamos denominar la impotencia de Naciones Unidas de ser el garante de la seguridad y estabilidad internacional. A pesar de ello, la Organización de las Naciones Unidas es el intento más amplio llevado a cabo en la historia de la Humanidad de crear una organización 47
  • 48. Internacional capaz de intentar con éxito la tarea de mantener la paz y la seguridad internacional. En este contexto, con el propósito de asegurar la misión encomendada, nacieron las operaciones de paz. Aunque no estaban previstas inicialmente entre las acciones para tal fin, fueron paulatinamente imponiéndose según lo demandaba la realidad. El panorama internacional sumido en constantes transformaciones exige un empleo cada vez mayor de fuerzas al servicio de la paz colectiva y de la paz mundial. En ese contexto, estas operaciones se han constituido en un reconocido instrumento para reducir tensiones y conducir los conflictos hacia una salida pacífica. A lo largo de más de 50 años, se han acumulado varias experiencias de operaciones de paz, a veces exitosas, otras fallidas, cuyo análisis de la mismas, a cargo de la Unidad de Lecciones Aprendidas creada en 1995 del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de Paz, DPKO, permite extraer las mejores conclusiones de los casos prácticos en esta materia sobre el terreno, conducentes a una mejor planificación y ejecución de las actuales y futuras operaciones de paz de las Naciones Unidas (Benavente, 2004). 4. Capítulo 4. Desafíos de Naciones Unidas en el ámbito de las operaciones de paz Las actuales operaciones de paz están, nuevamente, bajo revisión. Desde las guerras endémicas en África, donde los Estados aún buscan la construcción de su propia identidad, pasando por los conflictos nacionalistas de los Balcanes y de Indonesia, a la inestabilidad propia de Haití. La efectividad de la ONU para evitar mayores catástrofes está siendo cuestionada, debido, principalmente, al fracaso de algunas operaciones de paz que han marcado un hito en el cuestionado papel de las Naciones Unidas: Somalia y el Congo marcan los momentos más críticos de las operaciones de paz post 90. Pero, al mismo tiempo, Timor, Kosovo y Haití 48
  • 49. demuestran que las operaciones de paz pueden ser más eficaces si existe un mayor compromiso y participación de los Estados. La realidad cambiante en los conflictos ya mencionados, Somalia, Sierra Leona, Bosnia, Timor, y Kosovo, inevitablemente, centra la atención en el hecho de que los nuevos conflictos imponen a las Naciones Unidas un accionar más decidido y respaldado no sólo por el uso de la fuerza, esto, debido a que actualmente los conflictos mayormente son internos, vale decir que se dan al interior de los Estados. El desafío, tanto de la comunidad internacional como de las Naciones Unidas, consiste en construir un orden político doméstico sostenible y creíble. Esto es concentrar mayor esfuerzo en el cómo pueden ser reforzadas las estructuras internas de los Estados frágiles y destruidos, con el objetivo de lograr una estabilidad política sostenible, creíble dentro de la sociedad y apoyada por la comunidad internacional. Este, precisamente, fue el reto de las ONU en Kosovo, Timor, Afganistán, ahora en Irak y Haití. Las misiones de las Naciones Unidas enfrentan los desafíos de asistir y apoyar de forma integral a la reconstrucción de las sociedades destruidas por conflictos, los cuales adolecen de características propias o locales que escapan en buena medida a lo que Occidente entiende por conflicto (Benavente, 2004). A decir del autor, en la última década, las Operaciones de Mantenimiento de la Paz, casi han desarrollado procedimientos operativos comunes para estos retos, como llevar a cabo ciertas clases de elecciones en el transcurso del primer año o a 18 meses de iniciada la misión. Normalmente, se intenta que todo sea en menos de un año y, luego, exista un rápido traspaso a las nuevas autoridades locales. Se persigue, además, una salida rápida de las tropas y del personal de las Naciones Unidas, dándoles mayor rol a las autoridades locales. 49
  • 50. Algunos autores, como Álvarez (2008), indican que existe un nuevo orden internacional a partir del 11 de septiembre de 2001, ya que a partir de esta fecha la hegemonía norteamericana pasa a una nueva manera en el mundo, reduciendo los márgenes donde las soberanías nacionales puedan generar alternativas. Ahora, los reclamos por un nuevo orden internacional, el fortalecimiento del derecho internacional y de las instituciones multilaterales para garantizar justicia y equilibrio han quedado rebasados por una nueva situación que replantea todo. Así, continúa diciendo que este enfoque es fundamental para entender, actualmente, los movimientos sociales, los nuevos conflictos armados y el tipo de paz a construir. La paz es otra vez, con más urgencia y claridad, una prioritaria tarea mundial. La paz es hoy un concepto polarizado que se disputa. Mientras para unos es la imposición y control de una fuerza y su proyecto sobre otros, en la lógica de los pueblos y de la solución a los problemas estructurales de injusticia, la paz es la construcción de condiciones de equidad que resuelvan las causas y no sólo ofrezcan salidas a los efectos y actores de los conflictos armados. La paz es un asunto de justicia, no sólo de fuerzas. Esta afirmación no solo revela una nueva realidad sino que plantea también un desafió a la ONU, organismo que debe revisar y redefinir los principios bajo los cuales opera. Es decir, deben exigir cambios en la visión del mundo, cambios en sus objetivos y en la naturaleza de sus decisiones, específicamente en lo que se refiere a la búsqueda de la paz, las misiones de paz y otros medios empleados para este fin. Para Álvarez (2008), la globalización enmarca, replantea, renueva o redimensiona los viejos conflictos armados. Genera un nuevo tipo de conflicto: “La paz no es más un problema local del país donde explota militarmente algún conflicto. No es más la búsqueda de salidas políticas particulares para los actores militares o armados, sino la construcción de vías políticas ampliamente participativas para 50
  • 51. resolver las causas estructurales y políticas que explican que los excluidos sean la base social de una rebelión armada”. Recalca además que, en todos los casos, se requieren nuevos conceptos y criterios para comprenderlos y para resolver sus causas. Observando el tipo de movimientos y luchas sociales…los diversos conflictos armados internos, puede afirmarse que, si bien guardan entre sí enormes diferencias y peculiaridades, no dejan de tener constantes elementos comunes para explicarlos y resolverlos. Los retos de la guerra y de la paz también se han globalizado. De todas maneras, viejos, renovados y nuevos conflictos en América Latina y el Caribe demuestran que, a pesar de la extrema pobreza y la exclusión, la polarización y la violencia, el principal tipo de luchas y el factor principal que desencadena las rebeliones armadas, sigue siendo de carácter político. Por ello, también la política sigue siendo la clave constructora de una solución negociada, sistemática, que sigue procesos bien definidos. En este enfoque, el conflicto mexicano es representativo de los nuevos conflictos mundiales y latinoamericanos, no solo porque el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es un movimiento indígena armado distinto en sus planteamientos a las vanguardias armadas de Cuba o Centroamérica, pues el (EZLN) no se presenta a sí mismo como quien ha de gobernar al país, ni siquiera plantea el programa alternativo en torno al cual luchar, sino que llama a un espacio común de generación de consensos y alternativas de donde surjan potentes propuestas civiles nacionales; esto implica un cambio de tipo de conflictos así como en las características y orientación de los nuevos actores. Martín Chahab (Chahab, 2004), en un enfoque opuesto al de Álvarez, se concentra en las naciones. A partir de estas, analiza los conflictos interestatales. Muestra un balance sobrecogedor de los costos; aunque revela otra faceta. La tendencia de bajas en conflictos armados ha ido disminuyendo. Al mismo tiempo, 51
  • 52. la cantidad de conflictos armados ha tomado la dirección inversa, pues desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, han existido más conflictos armados en todo el planeta en relación a los siglos anteriores, y esta tendencia parece ser cada vez más marcada; el siglo XXI se perfila como un mundo en constante conflicto pero con menos víctimas fatales que los siglos anteriores. Verdaderamente, los tipos de conflictos han variado. Desde la finalización de la Guerra Fría, se han incrementado los conflictos dentro de los Estados, mientras que los conflictos entre Estados o interestatales han mantenido la misma frecuencia que tenían antes de 1990. Si entre 1946 y 1989 existieron 718 conflictos dentro de los estados; entre 1990 hasta 2004 han ocurrido 429 situaciones con víctimas que lamentar. Si la frecuencia actual fuera la misma que en la Guerra Fría, deberían haber existido 207 conflictos armados dentro de los Estados. Pero la cifra es más del doble. Eso quiere decir que la lógica que guía esos conflictos se ha modificado. Hay más conflictos dentro de los Estados en la post Guerra Fría. Mientras hay más paz entre los Estados del sistema internacional, hay más guerra dentro de las sociedades de los Estados (Chahab, 2004). En la siguiente gráfica, se muestra esta tendencia al predominio de conflictos intraestatales en relación a los interestatales: (Center for Systemic Peace, 2010) 52