El texto aborda el proceso democratización en México. Desde la reforma de 1977 hasta la elección presidencial de 2012. Se analiza cómo el sistema fue abriendo la competencia política desde los municipios hasta llegar al poder presidencial en el año 2000.
La ruta de la democracia en méxico. Navarrete. 2012
1.
2.
3.
4.
5.
6. ÍNDICE
Introducción……………………………………………….………….3
1. Las reformas electorales………………………………………… 7
1.1 La liberalización del sistema político en México; 1.2. El
diseño de las reformas electorales; 1.2.1 La reforma de 1986;
1.2.2 Las modificaciones durante 1989-1990; 1.2.3 La
reforma de 1993; 1.2.4 Reforma de 1994; 1.2.5 Reforma
político-electoral de 1996; 1.2.6 Reforma electoral de medios
2007.
2. Evolución en el sistema de representación……………….………19
2.1 Los gobiernos estatales en México; 2.2 La lógica del
Distrito Federal; 2.3 El papel del Senado en el sistema
político mexicano; 2.4 La composición de la Cámara de
diputados; 2.5 Congresos locales: 1990- 2000; 2.5.1 Ciudades
capitales; 2.5.2. Congresos locales durante el periodo 1990-
2000; 2.5.3 Bipartidismo en las elecciones; 2.5.4. Evolución
municipal; 2.5.5 Municipios más poblados.
3. La competencia por el poder en los estados: 1990- 2000……....43
3.1 Las ciudades capitales; 3.2 Congresos locales; 3.3
Bipartidismo en las elecciones locales; 3.4 Evolución
municipal; 3.5 Municipios más poblados; 3.6 Fin del sistema
de partidos hegemónico; 3.7 Tareas pendientes de la
alternancia en el año 2000; 3.8 ¿Transición concluida?; 3.9
Voto útil; 3.10 Ir más allá de la democracia electoral, hacia
una democracia más completa.
4. El papel del liderazgo partidista en México: 2000 al 2006….....81
4.1 Efectos del liderazgo en los partidos; 4.1.1 Los partidos
como instrumento; 4.1.2 La elección del candidato; 4.1.3 El
peso del dirigente nacional; 4.2 La función del liderazgo;
4.2.1 Características de los líderes; 4.2.2 Atributos de los
dirigentes; 4.2.3 Estímulos y recompensas; 4.3 Conflicto
como oportunidad de negociar; 4.3.1 Cómo entender el
conflicto; 4.3.2 Estímulos en el conflicto; 4.3.3 La disputa
por el poder; 4.3.4 La lucha por el poder en el 2012.
Conclusiones……………………………………………………….…103
Bibliografía………………………………………………………...…107
1
8. INTRODUCCIÓN
El propósito de este libro es reflexionar acerca del trayecto de la democracia en el sistema político
mexicano. El punto de partida se remonta al momento coyuntural de 1978-1979, en el cual el
sistema comenzó a realizar cambios sustanciales en la legislación electoral. Ese momento dio origen
a una serie de arreglos constituciones en décadas posteriores, que abrieron paso a la
democratización en los municipios, estados y finalmente en la presidencia de la República en el año
2000. En la parte final se presenta una reflexión sobre el periodo 2000-2012.
La delimitación de espacio y tiempo se ubica desde 1979 hasta el año 2012, con miras a la
elección presidencial de 2012 en México. Las variables de estudio ubican la actuación de diversos
actores políticos en el Congreso, la dificultad para construir mayorías efectivas y a partir del año
2000 los gobiernos divididos. Se revisa el tema del cambio político y la función del liderazgo
político.
Teóricamente la revisión del marco teórico y del estado de la cuestión se refleja en el cuerpo
de los capítulos y no necesariamente en un capítulo que se denomine marco teórico. Se han
consultado una gran cantidad de referencias para sustentar el hecho de que el sistema político
mexicano pasó de ser un sistema de partido hegemónico a un sistema de pluralismo moderado-
excluyente en tres partidos importantes. Algunos capítulos son más descriptivos que otros, pero se
justifican para ofrecer al lector una visión más amplia del proceso político en México.
En la parte final del libro se aportan categorías propias para identificar cómo ha cambiado el
liderazgo político en México y cómo incide en el cambio político. Este libro se suma a la gran
cantidad de investigaciones que surgieron después de la alternancia en México, no obstante aporta
nuevas explicaciones a viejos problemas.
La relevancia de este trabajo es que realiza un análisis que compara diferentes coyunturas
políticas, el peso de los partidos y las prácticas que diferencian el estilo de gobernar.
El trabajo está organizado por niveles de estudio, es decir, las reformas electorales, la
evolución del sistema de representación, la alternancia en el año 2000 y las implicaciones de la
consolidación democrática hasta 2012.
Cada capítulo es una investigación en sí misma, por lo cual en la parte inicial de cada
capítulo se presenta las siguiente líneas metodológicas: a. propósito, b. objetivo del capítulo, c.
pregunta, d. hipótesis, metodología y el tipo de fuentes que se consultaron.
La hipótesis general de todo el libro es que el sistema de partidos en México pasó de ser un
sistema no competitivo, concentrador del poder, a uno con posibilidades reales de competencia, en
el ámbito de gobernadores, senadores, diputados federales, Congresos locales y municipios más
importantes, primordialmente a partir de 1989 a la fecha, no obstante el diseño constitucional
3
9. generó un sistema de pluralismo moderado en tres partidos fuertes que ejercen una hegemonía en
las decisiones públicas.
Un segundo punto de partida refiere que el año 1989 representó para el Partido Acción
Nacional (PAN), la oportunidad de por primera vez ganar una gubernatura o, más bien, se le
reconoció públicamente su triunfo en el estado de Baja California. Durante la década de 1990 el
sistema político 1 fue abriendo cauces democráticos en los diferentes niveles de gobierno. En este
libro se enfatizará en los siguientes temas:
Las reformas político-electorales.
1. Análisis de indicadores en los estados y municipios.
2. Tareas pendientes de la transición.
3. El liderazgo político desde el año 2000 hasta el 2012.
Acerca de estos indicadores tomaré en cuenta los siguientes elementos:
4. Evolución de las gubernaturas, con un análisis sobre la importancia de las ciudades; y lo
que representa política y socialmente gobernar diferentes entidades del país.
5. Evolución del Senado en México, para mostrar la pluralidad.
6. La pluralidad en la Cámara de diputados para señalar la importancia en la aprobación y
negociación de los proyectos del gobierno Federal.
7. Congresos locales, para ver cuál partido obtuvo la mayoría durante los últimos veinte
años .
8. Municipios gobernados por los distintos partidos políticos, para analizar el peso político
de gobernar a los más importantes como:
9.1 Los de mayor poder adquisitivo.
9. 2 Los menos marginados.
9. 3 Los de mayor población.
1
Por sistema político nos referimos al conjunto de instituciones gubernamentales y no gubernamentales que
cumplen funciones de dominación política y administración social, así como personal directivo que (en sus
interacciones con los ciudadanos y los grupos) las sostiene y las utiliza. Es decir, el concepto incluye tanto a
las organizaciones políticas que han permanecido en el tiempo, así como a la clase gobernante. No se limita a
las funciones de la coerción, sino que incluye las de legitimación y administración social. Cfr. Camacho
Solís, Manuel, “Los nudos históricos del sistema político mexicano”, en Foro Internacional, Vol. XVII,
núm. 4, México, 1977, p. 613.
4
10. ¿Cuál es la utilidad metodológica de estos indicadores? La democracia en México es un
tema de investigación muy atractivo, el cual ofrece líneas que pueden ser abordadas con mayor
exhaustividad. La postura de este libro señala que la democracia en México se encuentra en un
punto de interacción política, en la cual el tema de los efectos del presidencialismo origina nuevos
problemas en la ingeniería constitucional.
5
12. La ruta de la democracia en México (1977-2012)
Juan Pablo Navarrete Vela2
CAPÍTULO 1
LAS REFORMAS ELECTORALES
1.1 La liberalización del sistema político en México
E l objetivo de este capítulo es caracterizar la importancia de las reformas electorales. La
pregunta central refiere ¿cómo ha cambiado el régimen político-electoral? La estrategia
metodológica utiliza la comparación como soporte principal de la explicación. La hipótesis
específica se enfoca que los cambios en la legislación favorecieron el proceso de democratización
en el sistema político mexicano.
En 1965 el académico Pablo González Casanova en su obra La democracia en México3
señalaba que la democratización, era la base y requisito indispensable del desarrollo y que era
necesario revisar la ley electoral de ese momento. El autor desde luego no estaba equivocado, la
tarea pendiente era democratizar al país. En el contexto político de 1968 se presenta una primera
gran fisura en el sistema político mexicano, por lo cual a partir de ese momento se desencadenó un
proceso de “liberalización política”6 el cual comenzó con la reforma política de 1977. Ésta aunque
concedida, influyó en la apertura para reconocer a las organizaciones clandestinas como organismos
legales con posibilidad de acceso a la participación política.
La reforma sólo fue el comienzo de modificaciones significativas en años posteriores en los
niveles de competitividad. Durante el mes de diciembre de 1977 se publicó en el Diario Oficial, la
modificación de 17 artículos de la Constitución concernientes a la competencia electoral, sin
embargo, las reformas fueron parte de una estrategia de apertura gradual y controlada, desarrollada
por la élite política gobernante en ese momento. Otra explicación se enfoca en el crecimiento de
2
Doctor en Estudios Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (México). Realizó una
estancia de investigación en el Doctorado en Gobierno y Políticas Públicas en la Universidad de Costa Rica.
Profesor-investigador. Postula para ingresar al Sistema Nacional de Investigadores (SNI del Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología, México) en la promoción de 2012. Ha escrito sobre liderazgo político,
partidos y elecciones. E-mail: jpnvela@hotmail.com
3
González Casanova, Pablo, La democracia en México, Era, México, 1965, p. 226.
6
Liberalización: La extensión de libertades civiles dentro del régimen autoritario, es la fase de apertura y
tolerancia; en ella el régimen no democrático concede ciertos derechos tanto individuales como colectivos.
Se considera esta fase como insuficiente para lograr la democracia. Una liberalización debe ir acompañada
siempre, simultáneamente o posterior de una democratización. Cárdenas Gracia, Jaime, Marco teórico de la
transición, [texto inédito sin publicarse, s/f], p. 19-23.
7
13. tensiones políticas por la pérdida de legitimidad ante la ciudadanía, resultado del periodo entre 1968
y 1976.
Entre las causas de la reforma podemos citar cuatro elementos que señala Enrique Semo:
Surgimiento de organizaciones de izquierda -actuaban en la clandestinidad-
Estallido de una crisis económica desde 1975-76,
Incapacidad del gobierno para captar demandas,
Proliferación de movimientos populares como huelgas, movimientos cívicos, movimientos
estudiantiles, etc. 7
En la reforma política de 1977 los partidos políticos fueron definidos como entidades de
interés público, es decir recibirían financiamiento público del Estado. Se reformuló el sistema de
representación, así los partidos pequeños podrían acceder a más escaños en el Congreso.
Formalmente durante el periodo 1979-1982 se introduce la representación proporcional con 100
Diputados, además de los 300 de mayoría relativa que ya existían.
La nueva ley LFOPPE (Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos
Electorales) inauguraba una etapa para los partidos de oposición. De la clandestinidad a participar
de manera legal mediante las instituciones políticas.
La reforma política propuesta por el presidente José López Portillo fue un éxito; desde el
gobierno federal se plantearon varios aspectos básicos para otorgarla; José Antonio Crespo, cita los
siguientes:
Integrar a la izquierda revolucionaria al juego electoral […] garantizar al candidato oficial no
contender solo en una elección presidencial. Abrir válvulas de escape a la tensión ciudadana.
Otorgar nuevos estímulos a la oposición. Todo ello, sin poner en juego –por lo menos en el
corto plazo- el carácter hegemónico del sistema de partidos, pues pese a los avances del tal
reforma, no se cruzo el umbral de la competitividad.8
Lo expuesto por Crespo señala que la reforma fue conveniente para el gobierno. Fue una
apertura contralada y diseñada para seguir favoreciendo al partido en el gobierno. Este diseño
electoral funcionó hasta 1988, año en el cual ocurrió otra fisura del régimen político mexicano con
los resultados de la elección.
7
Semo, Enrique, “1977 La reforma política de la izquierda”, Diálogo y Debate, núm.1, Síntesis del artículo.
Fuente: www.agoranet.com. [Consultado el día 3 julio del 2001].
8
Crespo, José Antonio, “Los estudios electorales en México”, Política y Gobierno, CIDE, México, Vol. V,
núm. 1, primer semestre, 1998, p. 266.
8
14. El proceso electoral por la presidencia en 1988 fue otro indicador del desgaste del sistema
político autoritario. A partir de las elecciones de julio de ese año, fue más notorio el desgaste del
partido en el gobierno:
1. Perdida de consenso político tanto del PRI, como del aparato de Estado;
2. El rechazo popular a las medidas de política económica implementadas por Miguel de la
Madrid, y por tanto, el rechazo a la previsible continuidad de las mismas en el gobierno de
Salinas;
3. La regionalización del voto ciudadano, con una clara presencia cardenista en el centro del
país -Michoacán, Estado de México y Distrito Federal;
4. La creciente participación ciudadana, demandaba voto y elecciones transparentes.9
El “sistema de partido hegemónico”10 categoría teórica -Giovanni Sartori- nos permite
explicar que en el sistema político mexicano se generó la existencia de un partido que controlaba el
régimen y la mayoría de los cargos públicos en el gobierno. Este sistema ya no respondía y
comenzó a ser cuestionado con mayor fuerza en la elección presidencial de 1988.
En esa elección el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue realmente puesto a prueba
en la competencia electoral. Para no perder la elección, el gobierno quien controlaba el conteo de
los votos, declaró que el sistema había fallado. A esta declaración se le denominó “la caída del
sistema”11. Después de esto se proclamó vencedor al PRI y a su candidato Carlos Salinas de Gortari.
Entre los medios periodísticos y el ámbito académico se mencionaba la manipulación de los
resultados a través de los instrumentos electorales a cargo del gobierno. En ese año el Poder
Ejecutivo era el encargado de organizar, vigilar y validar las elecciones, por lo cual el ambiente de
fraude electoral quedó en el colectivo de los medios de comunicación.
El ambiente de tensión provocó pérdida de legitimidad del candidato ganador, no obstante,
el inicio del gobierno de Carlos Salinas fue cubierto con políticas sociales e instrumentos como
políticas públicas a los sectores marginados.
9
Sotelo Salazar, Francisco, El presidencialismo en México: tendencias y perspectivas, [texto inédito, sin
publicarse, s/f] p. 34.
10
El sistema de partido hegemónico, tiene la característica, que no permite una competencia oficial por el
poder, ni una competencia de facto; permite que existan otros partidos, pero como partidos de segunda, y no
se les permite competir. No solo no se produce de hecho la alternación; no puede ocurrir, dado que ni
siquiera se contempla la posibilidad de rotación en el poder. Esto implica que el partido hegemónico seguirá
en el poder tanto si gusta como si no. Cfr. Sartori, Giovanni, Partidos y sistemas de partidos, Alianza
Universidad, Madrid, 1987, p. 275.
11
Caída del sistema fue una expresión que se mencionó en la elección de 1988, debido a que los encargados
del conteo de los votos, argumentaron que se les había caído el sistema de cómputo.
9
15. El “régimen político”12 mexicano permitió durante décadas un sistema de partidos no
competitivo, ello permitía la victoria del mismo partido, convirtiéndose en hegemónico. Los
Poderes Judicial y Legislativo fueron relegados al Ejecutivo a través de facultades constitucionales
y meta constitucionales, así éste ejercía un poder excesivo. Para una revisión de las prácticas meta
constitucionales revise el texto clásico de Jorge Carpizo, El presidencialismo mexicano.
El principio de división de Poderes quedaba escrito en la Carta Magna, pero con una
aplicación prácticamente nula; el sistema de partidos privilegiaba al PRI, así se garantizaba la
victoria en las elecciones locales, estatales y federales, incluso antes de la contienda.
Las elecciones se realizaban como lo establecía la ley electoral, pero carecían de
transparencia e igualdad. Éstas no reunían los elementos mínimos y necesarios de los sistemas
democráticos, y desde luego no reflejaban la voluntad general de los votantes.
Dentro de este esquema, los comicios formalmente competitivos, aunque en la práctica no lo
fueren, cumplieron una función fundamental para legitimar al régimen, pues sin ese tipo de
elecciones difícilmente se podía presumir su carácter democrático. Las elecciones siempre
fueron celebradas cada vez que un nuevo gobierno accedía al poder. La tradición electoral en
México es bastante antigua.13
En la tradición política la Constitución fue la norma que regulaba el comportamiento
político, pero en la práctica las facultades discrecionales e informales le daban al presidente una
capacidad de influencia por encima de la norma.
El sistema político mexicano comenzó a transformar su funcionamiento a partir de las
victorias de los partidos de oposición en algunos estados de la República. En Baja California
(1989), por primera vez le fue reconocido el triunfo al PAN, no obstante, se debe recordar que fue
producto de la práctica política denominada concertacesión (ofrecer apoyo a cambio de un
incentivo).
El gobierno federal negoció con el PAN su apoyo en la Cámara de diputados; el PRI no
podía aprobar ninguna reforma constitucional solo, entonces, pidió el apoyo, y reconocería su
triunfo en la gubernatura de Baja California y Guanajuato. “La llegada de Carlos Medina Plascencia
12
El régimen político remite la distribución y jerarquización normativa, constitucional, de los Poderes
públicos del Estado, así como a las formas jurídicas institucionales de su renovación y funcionamiento. Cfr.
Salazar, Luis, “Alternancia y cambio de régimen”, en Meyenberg, Yolanda (Coord.), Dos de julio:
reflexiones posteriores, FLACSO, IIS, UAM-I, México, 2001, p. 415.
13
Crespo, op. cit., p. 262.
10
16. como gobernador interino de Guanajuato, después de las fraudulentas elecciones de 1991, formó
parte de un arreglo ya anticipado entre Carlos Salinas y la cúpula del PAN.”14
El periodo de 1989 fue el comienzo de triunfos posteriores de los partidos oposición en otros
ámbitos político-electorales. El PRI comenzó a perder ciudades y estados importantes. La
competencia electoral se presentaba más equitativa -aunque no suficiente-, pero ya existía la
posibilidad real del reconocimiento de los triunfos de la oposición en diversas elecciones.
El proceso anterior se explica por las reformas en la legislación electoral. Desde 1977,
comienza el proceso de “democratización”15, en el cual se realizan reformas constitucionales que
impactarían en décadas posteriores.
El año 1977 fue el punto de partida para modificar gradualmente el régimen político. En
1986 se ofrece otra nueva reforma política, la cual incrementó la representación proporcional (RP) a
200 diputados. La siguiente cita textual expresa el espíritu de los cambios más sobresalientes:
En el sexenio del Presidente Carlos Salinas de Gortari, hubo tres reformas electorales, entre
ellas la de 1989, donde se adicionaron los “artículos 5, 35, fracción III, 36 fracción I, 41, 54, 60 y
73 fracción VI, base 3ª de la Constitución de 1917. La legislación secundaria se modificó a través
de la expedición del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, (Cofipe)
publicado en el Diario Oficial el 15 de agosto de 1990.”16
La competencia electoral después del cuestionado resultado en 1988 sufrió un cambio
significativo en materia de la autoridad electoral. Durante el mes de octubre de 1990 se suprimió la
Comisión Federal Electoral, (CFE) y se creó el Instituto Federal Electoral, (IFE) como organismo
público dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio.
Este nuevo organismo se erigió como autoridad administrativa, profesional en su desempeño
público y autónomo de sus decisiones internas; sin embargo el Poder Ejecutivo (el presidente de la
República) mantenía el control del organismo mediante la Secretaría de Gobernación, pues el
secretario también era la máxima autoridad al frente del IFE.
Durante el periodo 1990 hasta 1996 ocurren diferentes reformas políticas, algunas de mayor
profundidad y otras de menor impacto en el diseño institucional. La etapa de democratización en
14
Delgado, Álvaro, Proceso, 2 octubre 2001.
15
Democratización: El reconocimiento de los triunfos electorales de la oposición, ahí donde hubieran
ocurrido, el establecimiento de una ley electoral imparcial y la búsqueda de mecanismos constitucionales
entre los actores políticos que son parte de la etapa de democratización. Revisar los textos de Cárdenas
Gracia, Jaime, [texto inédito sin publicarse]. Cfr. Schmitter, Philipe; O’Donnell, Guillermo, (Coord)
Transiciones desde un gobierno autoritario. Perspectivas comparadas, Paidós, Argentina, 1988, Vol. 3, p.
84.
16
Reflexiones sobre las reformas nacionales en materia electoral: 1994. [Fuente: www.ife.org.mx,
consultado el día 21 marzo de 2001.]
11
17. México, en términos del politólogo y economista Samuel P., Huntington se reforzó con las diversas
reformas electorales (1977, 1986, 1989-90, 1993, 1994) siendo de gran avance la de 1996, la cual
posibilitó la alternancia política en años posteriores.
En 1996 el IFE logró su autonomía total respecto del gobierno federal. El Poder Ejecutivo
quedó excluido de toda organización, vigilancia y validación de las elecciones. A partir de 1996
estas facultades fueron depositadas al IFE.
El sistema político mexicano comenzó a ser parte de lo que Samuel P., Huntington llamó “la
tercera ola democrática”18, por lo cual, “la segunda mitad de los años noventa fue, sin lugar a dudas,
el escenario de importantes cambios en el sistema político mexicano. Cambios en muy diferentes
esferas de la vida política, de la lucha por el poder y el ejercicio de las responsabilidades
gubernamentales.”19
En la siguiente parte de este primer capítulo se expone brevemente los cambios más
significativos en el sistema político mexicano. Cabe destacar que no representa un análisis
exhaustivo, para ello existen textos especializados que abordan con detalle cada reforma, no
obstante, sí es pertinente contextualizar dichas modificaciones para comprender por qué el régimen
se fue transformando gradualmente.
1.2. El diseño de las reformas electorales
1.2.1 La reforma de 1986
El objetivo fundamental consistió en cerrar la ampliación de sistema de partidos, así como afianzar
el control gubernamental sobre la CFE y establecer mecanismos de acceso del partido mayoritario a
los diputados de representación proporcional.
Desde el año 1964 a 1988 el PRI nunca había contado con diputados de RP20 (Cfr. Datos
más adelante en el apartado del análisis de los diputados). Se estableció la RP en la integración de la
CFE, además se suprimió el procedimiento de registro condicionado y solamente se mantuvo el
registro definitivo. La intención fue clara, impedir la ampliación de sistema de partidos. “Se
incrementó de 100 a 200 diputados de RP en 1986, y se puso a prueba en 1988. Se estableció
además la cláusula de gobernabilidad destinada a permitir que el partido mayoritario tuviera la
18
Una ola de democratización, es un conjunto de transiciones de un régimen no democrático a otro
democrático. Huntington P., Samuel, La tercera ola: la democratización a finales del siglo XX, Paidós,
Barcelona, 1994, p. 26.
19
Larrosa Haro, Manuel, “Los procesos electorales en los estados: aspectos institucionales y la distribución
del poder político”, en Elecciones y partidos políticos en México, 1997, UAM- I, México, 1997, p. 109.
20
Cuando señalemos RP nos estaremos refiriendo a la representación proporcional.
12
18. mayoría absoluta de la Cámara a pesar de que su votación descendiera por debajo del 50% sin
establecer un límite inferior.”21
El objetivo de este cambió fue asegurar al PRI el control de la Cámara de diputados. El
gobierno Federal estaba dispuesto a cambiar la lógica de competencia pero manera controlada. Los
partidos de oposición aceptaron, aunque era insuficiente para considerar en términos teóricos al
sistema político mexicano como democrático.
1.2.2 Las modificaciones durante 1989-1990
Con la creación del IFE los partidos contaron con mayor certidumbre en la realización de los
procesos electorales. Desde su creación se determinaron como principios rectores en el ejercicio de
la función electoral: legalidad, imparcialidad, objetividad y certeza, respetando los preceptos
constitucionales.
Se realizaron reformas en materia de lo contencioso electoral, se facultó al Tribunal Federal
Electoral para nulificar alguna elección, aunque dicha resolución –y esto resultaba cuestionable en
cuanto al carácter jurisdiccional de sus resoluciones así como su independencia- “podía ser revisada
por los colegios electorales mediante el voto de las 2/3 partes de sus miembros presentes. (Artículos
41, 60, 77 fracción I de la Constitución).”23
La cláusula de gobernabilidad era una medida útil y necesaria para el PRI, así aseguraba
mayoría absoluta en ambas Cámaras para realizar las reformas. Al PRI le convenía la cláusula por si
su votación caía por debajo del nivel de alcanzado en la elección de 1988.
1.2.3 La reforma de 1993
En el Congreso durante “el periodo extraordinario de sesiones, en los meses de agosto y septiembre
de 1993, aprobó reformas a seis artículos de la Constitución en materia electoral y a 252 artículos
del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, (Cofipe).”24 El aparente consenso
para aprobar el Cofipe original ya no se repitió, en esta ocasión el Partido de Revolución
Democrática (PRD) no estuvo de acuerdo, y la reforma fue aprobada por el PAN, PRI, Partido
Auténtico de la Revolución Mexicana, (PARM). El PRD mostró una postura negativa para su
aprobación.
21
Reflexiones sobre las reformas nacionales en materia electoral: 1994, op. cit., p. 144.
23
Ibid.
24
Becerra Chávez, Pablo Javier, “Entre el autoritarismo y la democracia: las reformas del sexenio de
Salinas”, POLIS 94, UAM, México, 1994, p, 150.
13
19. En esta reforma se eliminó la autocalificación de las elecciones vía el Poder Legislativo,
ahora correspondería a los consejeros electorales del IFE emitir la declaración de validez. Se
estableció la mecánica y procedimientos para los topes a los gastos de campaña.
Se detalló el aspecto del financiamiento de los partidos con la prohibición expresa a los
Poderes de la Federación, estados y municipios para realizar aportaciones a los partidos. La reforma
de 1993 “derogó a nivel federal, la cláusula de gobernabilidad, entonces se reformó el artículo 54
constitucional, y se estableció un nuevo mecanismo para la asignación de los diputados de RP en
función del porcentaje de la votación efectiva alcanzada por cada partido.”25 La lógica de los
cambios se enfocaba en ganar legitimidad para la elección presidencial de 1994.
1.2.4 Reforma de 1994
En este año se efectuaron reformas a la legislación electoral secundaria. La reforma fue motivada
por la cercanía de las elecciones presidenciales de ese mismo año. El antecedente de la reforma fue
un importante pacto político, en el cual por primera vez en apariencia incluyó al PRD en su
elaboración y firma. En los cambios estuvieron de acuerdo todos los partidos en los siguientes
puntos:
Evitar el uso ilegal de fondos. Revisión de las finanzas en las campañas electorales. Se
introduce la figura de observador electoral. Se creó una fiscalía especial para los delitos
electorales. Disminución en cinco veces los fastos de campaña presidencial. Se aprobaron
lineamientos generales (mínimo código ético) aplicables a las noticias de radio y TV.26
Las reformas ofrecían mayor equidad e imparcialidad en las oportunidades para competir
por el poder. El 27 de enero de 1994 se pactó el “acuerdo para la paz la democracia y la justicia”
que permitió el inicio de una nueva reforma electoral, para mantener la paz y la estabilidad,
principalmente por el levantamiento armado en Chiapas el 1 de enero de ese mismo año; este
conflicto aceleró la reforma para legitimar al sistema.
Se presentaban así condiciones más favorables para los partidos de oposición, no obstante, el
electorado votó por el PRI, “el ciudadano asumía la responsabilidad de emitir su voto, y lo hizo
consciente, por la paz o seguridad.”27 El ciudadano no se arriesgó y votó por Ernesto Zedillo Ponce
de León, candidato del PRI. Ninguno de los partidos al declararse el PRI vencedor, impugnó la
elección, sino reconocieron el triunfo.
25
Reflexiones sobre las reformas nacionales en materia electoral: 1994, op. cit.
26
Ibid.,
27
González Navarro, Manuel y Gutiérrez López, Concepción, “Los partidos políticos en México durante
1994: la construcción simbólica de sus atributos”, POLIS 96, Vol. 1, UAM, México, 1996, p. 45.
14
20. 1.2.5 Reforma político-electoral de 1996
El camino hacia la alternancia política no se puede explicar sin la reforma electoral de 1996. Ésta
fue un paso trascendental para continuar con los puentes democráticos, aunque no fue definitiva y
completa; en efecto apuntaló el camino de la democratización.
La reforma se dio de una manera pactada por todos los partidos, principalmente por las tres
fuerzas importantes (PRD, PAN, PRI). Fue un arreglo institucional consensado y negociado. Éste
garantizaba la imparcialidad, equidad e igualdad de condiciones para la competencia política. Estos
cambios actualizaron y perfeccionaron la normatividad para regular los procesos electorales en
nuestro país. Las innovaciones se orientaron tanto a nivel del ordenamiento constitucional como en
la legislación reglamentaria en materia electoral (Cofipe).
Dentro de los principales cambios e innovaciones, destacan los relativos a la composición de los
órganos de representación nacional, el fortalecimiento de un régimen de partidos cada vez
competitivo; mayor equidad en la contienda electoral; la consolidación de los atributos de
independencia del IFE. Trascendentes innovaciones en el ámbito de la justicia electoral y los
regímenes electorales a nivel local.28
A diferencia de la legislación anterior el límite máximo de representación de la primera
fuerza electoral en la conformación de la Cámara de diputados fue de 300 diputados electos por
ambos principios (MR y RP) es decir un 60% de los 500 escaños. Se estableció, el mínimo de
porcentaje de la votación para que un partido mantuviera su registro, sería del 2% (antes de 1.5%)
para acceder a los 200 escaños de RP. Se incorporó el principio de RP a la Cámara de senadores, se
elegirían 32 por este mecanismo. También se reconoció la figura de agrupaciones político-
nacionales (APN), como formas de desarrollo de la vida democrática.
Con el propósito de afirmar la autonomía e independencia del organismo, se “suprimió de
toda participación y representación del poder Ejecutivo en la conformación del IFE” 31; Ahora la
dirección Consejo General sería ocupada por un consejero presidente, electo por siete años por el
voto de las dos terceras partes de los miembros de la Cámara de diputados, a propuesta de los
propios partidos.
La reforma trajo un cambio sustancial en el sistema político del Distrito Federal.
Históricamente había sido una posición política trascendente para la presidencia de la República.
Antes de 1996, el presidente designaba y removía libremente al regente de la ciudad de México.
28
Reforma político electoral de 1996. Fuente: www.agoranet.com [consultado el día 3 marzo de 2001].
31
Becerra, Ricardo, Salazar, Pedro y Woldenderg, José, La reforma electoral de 1996, FCE, México, 1997,
p. 221.
15
21. La Asamblea de Representantes, se convirtió en Asamblea Legislativa, la cual “asumía
nuevas atribuciones, entre las que destacan las siguientes: examinar, discutir, y aprobar la ley de
ingresos del Distrito Federal; nombrar a un sustituto a jefe de gobierno en caso de falta absoluta, y
expedir las disposiciones para regir las elecciones locales.”33
La reforma estableció que los ciudadanos podrían elegir de manera libre, directa, universal y
secreta -como todas las demás entidades federativas- al jefe de gobierno. Se estableció también la
elección de los representantes de las delegacionales en el año 2000, por el voto directo de los
ciudadanos.
La apertura democrática no fue producto solamente de la reforma político-electoral de 1996,
sino producto de una apertura gradual del sistema a partir de 1977. Se fueron presentando
modificaciones en el sistema de partidos y la lógica de competencia entre los partidos políticos. La
creación del IFE35, sin duda fue una pieza clave para la democratización del sistema político
mexicano.
Juan de Dios Pineda enumera cuatro aspectos de importancia de la reforma electoral de
1996:
1. La composición de órganos de representación nacional,
2. El fortalecimiento de un régimen de partidos cada vez más competitivo,
3. La garantía de condiciones da mayor equidad en contienda electoral, y
4. La consolidación de los atributos de independencia y autonomía del IFE (1996) como
organismo depositario de autoridad electoral.37
Como prueba del proceso democratizador se realizó por primera vez la elección para jefe de
gobierno en el Distrito Federal en 1997. El PRD ganó la elección y consolidó su presencia
nuevamente en el 2000. Este partido ha gobernado la ciudad desde 1997 hasta 2012. La elección de
este año 2012 será crucial para mantener el poder en la ciudad.
1.2.6 Reforma electoral de medios 2007
La competencia política desde 1996 hasta 2006 fue organizada y vigilada mediante reglamentación
de 1996. Sin embargo, desde el año 2000 se habían mencionado ciertas limitaciones como el
33
Reforma política electoral de 1996, op. cit.
35
El órgano se rige por cinco principios rectores: 1. Certeza; 2. Legalidad; 3. Independencia; 4.
Imparcialidad; 5. Objetividad. Cfr. Pineda, Juan de Dios, “Un acercamiento al Instituto Federal Electoral a
partir del nuevo institucionalismo”, en Lugo Carlos, et al, (Coords.), Legalidad, Legitimidad y
Gobernabilidad; UAM, UNAM, IIS, México, 1999, p. 223.
37
Ibid, p. 225
16
22. excesivo gasto en las campañas, la insuficiente reglamentación referente a la propaganda en los
medios de comunicación, entre otros.
Cuatro procesos electorales federales ocurrieron desde 1996: 1997, 2000, 2003 y 2006. En
todos ellos, las críticas de los expertos y académicos se refirieron a la falta de control y fiscalización
de los recursos públicos.
La elección presidencial de 2006, por ejemplo, se caracterizó por la excesiva utilización de
recursos, spots de televisión con descalificaciones y una lucha por el poder, que podría calificarse
como sin límites. El IFE se vio rebasado como autoridad administrativa, por tanto, los partidos
políticos predominantes en el Congreso acordaron modificaciones constitucionales y secundarias
que concluyeron en la reforma electoral de 2007.
Ante este contexto surge la siguiente pregunta ¿esta reforma fue un avance o un retroceso?
Los elementos generales se orientan hacia puntos específicos como la regulación de las campañas y
la definición sobre quién está facultado para contratar tiempo en radio y televisión, afectando la
libertad de expresión, los intereses del cuarto poder, los magnates de las televisoras.
De acuerdo a la actuación del IFE, la reforma es positiva en varios sentidos ya que se
faculta exclusivamente a los partidos políticos la promoción y difusión de las campañas electorales,
así como de sus plataformas e ideología. A los terceros involucrados, empresarios y organizaciones
les corresponde realizar donativos a los partidos, pero mediante mecanismos controlados. De esta
manera, la rendición de cuentas evita discrecionalidad en los spots de televisión y radio en contra de
cualquier candidato.
Las elecciones representan el lugar de competencia entre los partidos políticos y no de éstos
contra empresarios u otros. Las Agrupaciones Político Nacionales (APN) podrían buscar mayores
facultades para realizar alianzas y promoverlas en los medios de comunicación.
Los cambios también repercuten en las alianzas de partidos grandes con los pequeños, pues
ya no se podrá ceder porcentajes de votación, sino que mantendrán su registro a partir de obtener su
propia votación. En materia político electoral, persisten tareas pendientes, por lo menos hasta el
2012, tales como reflexionar acerca de la pertinencia de la reelección de legisladores, reducir el
número de legisladores, ampliar el periodo de gobierno municipal, así como la creación de
mecanismos de rendición de cuentas de los secretarios de Estado ante el Congreso de la Unión. Un
tema que sigue pendiente es la propuesta de gobierno de coalición.
En el siguiente capítulo expondré los cambios más significativos en la competencia
electoral. Abordaré el funcionamiento del sistema político desde el punto de vista de la
representación.
17
24. CAPÍTULO 2
EVOLUCIÓN EN EL SISTEMA DE REPRESENTACIÓN
E l objetivo de este capítulo es clasificar los cambios sustanciales en el sistema de
representación. Se destaca cómo las instituciones políticas fueron democratizándose y
permitieron que existiera pluralidad entre los diversos partidos. La pregunta central refiere ¿los
cambios en el funcionamiento son suficientes para proporcionar gobernabilidad al sistema político?
La estrategia metodológica utilizada en este capítulo es la recopilación y descripción de datos sobre
elecciones en estados, municipios, el Senado y la Cámara de diputados, entre otros indicadores. La
hipótesis específica argumenta que si bien se generó un ambiente de bipartidismo en las elecciones
locales, el partido ganador sólo se alterna el gobierno con un segundo partido fuerte, pero
difícilmente la competencia integra a los tres partidos.
En las páginas anteriores, el objetivo fue señalar cómo las reformas electorales influyeron en
el mapa político en beneficio de la oposición, así logró ganar en ciudades y estados importantes. En
este capítulo trataré de mostrar cómo la evolución de la participación política de los partidos más
importantes, puede notarse en el número de cargos políticos, situación ausente en décadas pasadas
por la excesiva concentración del poder en manos de un solo partido y por las peculiaridades de un
sistema autoritario.
2.1 Los gobiernos estatales en México
La competencia electoral en el ámbito estatal durante décadas fue inexistente, la oposición no tenía
un peso importante en la toma de decisiones políticas. El partido oficial se encargaba que los
resultados le fueran favorables.
A partir de las elecciones de 1988, el PRI vio amenazado su largo dominio político de más de
60 años [...] no obstante se observa en México un proceso de gradual cambio político originado
por una crisis de legitimidad, perdió hegemonía en las elecciones de 1988. Ello dio pauta para
que la reforma política liberalizadora iniciada en la década de los 1970 se encaminara, de forma
más dinámica, hacia una dirección democrática.38
Antes de observar los datos concernientes al rubro de gobernadores, veamos cómo era la
relación de los gobernadores con el presidente de la República. La relación, era de sumisión
38
Sánchez Aurelio, Marco, “Consideraciones sobre la transición en México hacia un sistema de partidos
competitivo”, tomo Partidos políticos y las instituciones, UAM, UNAM, IIS, México, 1999, p. 122.
19
25. conveniente, algunos de ellos estaban en ese cargo, gracias a la intervención presidencial, su
candidatura, apoyo y negociación política, era proporcionado por éste.
Los aspirantes a gobernadores que recibían el apoyo del presidente en turno, recibían para su
campaña, apoyo gubernamental del aparato burocrático al servicio del Estado. El financiamiento
para la campaña, publicidad en medios impresos, electrónicos, entre otros, era proporcionado en
parte por la capacidad meta constitucional del presidente. A cambio los gobernadores ofrecían
lealtad.
La lealtad ofrecía ventajas por ejemplo la capacidad de un gobernador para recomendar a sus
aliados o protegidos en puestos estratégicos.
Los gobernadores colocan a su gente por varias razones: a. para recompensar a sus seguidores;
b. para preparar a uno de sus aliados con el propósito de nominarlo como candidato a
gobernador (o bien un escaño en el Senado es más adecuado para ese propósito); c. apoyar a las
otras fuerzas de su estado, en gran medida con el propósito de protegerse a sí mismos en contra
del Presidente. 39
En el sistema político mexicano las elecciones para gobernadores son escalonadas, es decir
en diferentes años. El diseño electoral permitía a los gobernadores influir en la designación de
candidatos a diputaciones locales, federales, senadurías, y desde luego a su sucesor en el gobierno
del estado.
Si el gobernador había sido leal al presidente, sus candidatos tenían más posibilidades de
contar con el apoyo presidencial o bien contar con un obstáculo en su trayectoria política. No se
puede perder de vista el poder real para designar y construir carrera política a sus protegidos. Joy
Langston, señala el siguiente argumento para el periodo de 1985:
El 42% de los diputados de mayoría relativa electos por el PRI (69 de 164) había participado en
los gobiernos estatales, muchos de ellos en el gabinete de los gobernadores. Los gobernadores
estuvieron en mejores condiciones para colocar a su gente en las lista de 1985. [...] Elba Esther
Gordillo, afirmó: los gobernadores eran realmente el poder tras las elecciones.40
La apertura gradual en el ámbito estatal fue un elemento central de la democratización. La
centralización de las decisiones fue cambiando al ganar la oposición los estados de la República. En
el contexto era evidente la necesidad de contar con mayor legitimidad política. Gabriel Zaid señala
lo siguiente:
39
Langston, Joy, “Los efectos de la competencia electoral en la selección de candidatos del PRI a la
Cámara de diputados”, Política y Gobierno, CIDE, Vol. V, núm. 2, segundo semestre, 1998, México, p. 478.
40
Ibid., p. 496.
20
26. En los comicios estatales –se detectaba una creciente conflictividad- una magnífica oportunidad
para abrir al régimen a la democracia, con ganancia para la oposición a bajos costos para el PRI,
pues perder algunas gubernaturas no significaba perder el poder completo, y en cambio
promovería una democratización con pequeños riesgos de caer en la inestabilidad.41
La propuesta de abrir poco a poco al régimen, tuvo varias oportunidades para su aplicación.
En 1986 se celebrarían elecciones para gobernador en el estado de Chihuahua, en las cuales el
Partido Acción Nacional había registrado un crecimiento electoral, y por lo tanto había condiciones
para que ganara, pero la respuesta del gobierno federal fue no reconocer la victoria del PAN.
Un hecho importante acerca de los candidatos de la oposición fue que la mayoría provenía
de un pasado priísta. Cuauhtémoc Cárdenas fue miembro del PRI hasta 1987 cuando se separó
definitivamente y fundó el PRD en 1989. Éste ganó para el PRD en 1997 la jefatura del Distrito
Federal.
Otro ejemplo fue el ex senador de la República Ricardo Monreal Ávila. Primero aspiró por
la candidatura para la gubernatura de Zacatecas, pero al no obtenerla, renunció al PRI y lo
postularon el (PRD y Partido del Trabajo-PT). Luego de ganar las elecciones se afilió como
miembro del PRD.
Otro caso fue Alfonso Sánchez Anaya en Tlaxcala, quien, renunció al Partido
Revolucionario Institucional, antes de iniciar el proceso de selección del candidato para gobernador
del estado. El político señaló que no existían condiciones de equidad e igualdad. Lo mismo ocurrió
con Leonel Cota Montaño, quien renunció al PRI al no obtener la candidatura a gobernador del
estado de Baja California Sur.
A partir de 1988 el PAN comenzó a jugar un papel importante como fuerza política
opositora-moderada en cooperación con el gobierno, en términos claros una relación de negociación
con el sistema.
El proceso de liberalización comenzó con reconocer las victorias electorales de la oposición.
Nunca en la historia política del país el PRI había perdido una gubernatura –lo digo en el sentido de
que nunca se había reconocido oficialmente una derrota- en el estado de Baja California. No fue
hasta la elección de 1989 cuando por primera vez se le reconoce públicamente la victoria a Ernesto
Rufo.
En la elección de 1988 el PRI ganó la mayoría relativa en la Cámara de diputados, pero no
logró alcanzar la mayoría calificada para reformar la Constitución. Si el PRI quería realizar
41
Crespo, op. cit., p. 270.
21
27. reformas constitucionales, necesitaba forzosamente el apoyo de algún partido político (y sería el
PAN).
El PAN negoció su apoyo al PRI en la Cámara de diputados. Su triunfo en Baja California y
su posterior reconocimiento fue el producto de la “concertacesión”42entre el PRI-PAN. Si bien
comenzó como concertacesión con el paso del tiempo los triunfos electorales se convirtieron parte
del proceso democratizador.
El PAN comenzó a generar interés en el electorado, triunfó en Chihuahua para el periodo de
1992-1998. Comenzó a ganar estados en la frontera, significativos por el tamaño de población. A
estos tres estados se le sumó el estado de Jalisco en 1995, y desde ese año hasta el 2012 el PAN ha
logrado consolidar el electorado a favor. Jalisco es un estado trascendente, por su industria y
tamaño de población (la cuarta más grande).43
A partir de 1997 el PAN empieza a consolidarse como partido alterno en otros estados. En
ese tenor gana Nuevo León, netamente industrial, con capacidad para montar proyectos de alta
envergadura, complementados con las partidas del gobierno federal. Aquí es importante notar que el
PAN se convirtió en un partido relacionado muy estrechamente con los empresarios y dicha
relación es muy evidente en este estado. El PAN mantuvo el gobierno hasta 2003 cuando fue
derrotado por el PRI. Este partido gobierna actualmente.
En 1997 el PAN gana Querétaro, también industrial, no tanto como Nuevo León, pero muy
significativo por la cercanía con el Distrito Federal, no obstante en 2003 el PRI recupera la
gubernatura y se mantiene hasta el 2012.
El Partido Acción Nacional también ganó el estado Morelos en el 2000 y se ha mantenido
dos elecciones seguidas en el poder, hasta el 2012. El PAN también ha mantenido Aguascalientes
desde 1998 a la fecha de 2012. El caso de las elecciones en Nayarit (1999), Chiapas (2000) y
Yucatán (2001) y otras recientes como Oaxaca en 2010, se han establecido alianzas con el PRD y el
PVEM.
El proceso de democratización ha generado que actualmente los 32 estados estén
gobernados por tres partidos diferentes.
La pluralidad comenzó en 1989. Antes el PRI gobernaba casi todos los estados. La primacía
del PRI se ha ido diluyendo y en el 2002 sólo gobernaba en 17 de los 32 estados, pero representaban
más del 50% de las entidades federativas. Es pertinente señalar que mantiene una presencia
electoral importante. Antes del 2000 (el PRI ganaba con cierta facilidad en las entidades federativas,
42
El gobierno federal negoció con el PAN, su apoyo en la Cámara de diputados, ya que el PRI no podía
aprobar ninguna reforma constitucional solo, entonces el gobierno federal, negoció el apoyo.
43
Fuente: INEGI, http://www.inegi.org.mx/default.aspx? [Consultado el día 23 de agosto de 2001].
22
28. por varias razones, una de ellas por el voto conservador de las zonas rurales). El PRI se ha
recuperado como partido, ahora como oposición. Su fuerza electoral en 2012 ubica al PRI como un
partido solido, pues gobierna 23 de los 32 estados44 y se sitúa como el partido con mayores
preferencias electorales para las elecciones presidenciales de 2012.
Por su parte, el PAN hasta 2012 gobernaba por si solo (no en coalición) siete estados (ver
cuadro núm. 1). También observamos la evolución de cada una de las entidades a partir del periodo
de 1989 hasta el 2001. El Partido Acción Nacional ganó la presidencia de la República en el 2000 y
2006, pero no posee la misma preferencia a nivel estatal.
Cuadro núm. 1 Estados gobernados por el PAN (sin coalición) parte 1
Estado Periodo Partido Nombre del Periodo Partido Nombre del Periodo
gobernador gobernador
Aguascalientes 1992-1998 PRI Otto Granados - - - -
B. California 1989-1995 PAN Ernesto Ruffo 1995-1998 PAN Héctor Terán Terán -
Apel
Guanajuato 1991-1995 PAN Carlos Medina 1995-1999 PAN Vicente Fox 1999-2000
Plascencia
Jalisco 1989-1992 PRI Guillermo Cosío 1992-1995 PRI Carlos Rivera 1995-2001
Vidaurri Aceves
Morelos 1988-1994 PRI Antonio Riva 1994-1998 PRI Jorge Carrillo Olea 1998-2000
Palacio
Nuevo León 1991-1996 PRI Sócrates Rizzo 1996-1997 PRI Benjamín Clariond -
García Reyes-Retana
Querétaro 1991-1997 PRI Enrique Burgos - - - -
García
Fuente: Elaboración propia.
44
Fuente: Geografía Política Municipal,
http://www.fenamm.org.mx/site/index.php?option=com_content&view=article&id=187&Itemid=123&lang=
es, [Consultado el día 22 de octubre de 2011].
23
29. Cuadro núm. 2 Estados gobernados por el PAN (sin coalición) parte 2
Estado Periodo Partido Nombre del Periodo Partido Nombre del Periodo Partido Nombre del
Gobernador gobernador gobernador
Aguascalientes - - - 1998- PAN Felipe 2004- PAN Luis Armando
2004 González 2010 Reynoso Femat
González
Carlos Lozano de
2010 PRI la Torre
B. California - - - 1998- PAN (Interino) 2001- PAN Eugenio Elorduy
2001 Alejandro 2007 Walther
González
Alcocer
2007 PAN José Guadalupe
Osuna Millán
Guanajuato 1999- PAN Ramón Martín 2000- PAN Juan Carlos 2006- PAN Juan Manuel Oliva
2000 Huerta 2006 Romero 2012 Ramírez
Hicks
Jalisco 1995- PAN Alberto 2001- PAN Francisco 2007- PAN Emilio González
2001 Jiménez 2007 Ramírez 2013 Márquez
Cárdenas Acuña
Morelos 1998- PRI Jorge Antonio 2000- PAN Sergio 2006- PAN Marco Antonio
2000 García 2006 Estrada 2012 Adame Castillo
Cajigal
Nuevo León - - - 1997- PAN Fernando 2003- PRI José Natividad
2003 Canales 2009 González Parás
Clariond
2009- PRI Rodrigo Medina
2015 de la Cruz
Querétaro - - - 1997- PAN Ignacio 2003- PRI Francisco Garrido
2003 Loyola Vera 2009 Patrón
2009- PRI José Eduardo
2015 Calzada Rovirosa
Fuente: Elaboración propia.
2.2 La lógica del Distrito Federal
El sistema político mexicano fue creando las condiciones necesarias para una mayor equidad
electoral, y repercutió en el aumentó en los índices de “competitividad”46 de la oposición. Esto
confirmó un descenso considerable de la capacidad del régimen para alterar e imponer los
resultados, así como para manipularlos.47
46
La competitividad es un estado concreto del juego. Así la competitividad, es una de las propiedades o de
los atributos de la competencia. Cfr. Sartori, Giovanni, Partidos y sistemas de partidos, Alianza
Universidad, Madrid, 1987, p. 245.
47
Sánchez, op. cit., p. 124
24
30. El PRD gobierna en cinco estados hasta 2012. Los ha ganado con la ayuda del PT y
Convergencia (ahora el nombre de este partido es Movimiento Ciudadano). Pese a no gobernar un
número significativo de estados, controla el Distrito Federal, entidad estratégica por la actividad
económica, política y social del país.
Cuadro núm. 3 Encargados del Distrito Federal
Periodo Partido Regente (hasta 1997 designado) o jefe de gobierno
(electo por votación a partir de 1997)
1976- 1982 PRI Carlos Hank G.
1982-1998 PRI Ramón Aguirre V.
1988-1993 PRI Manuel Camacho Solís
1993-1994 PRI Manuel Aguilera Gómez
1994-1997 PRI Oscar Espinoza Villarreal
1997-1999 PRD Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano51
1999-2000 PRD Rosario Robles52
2000-2006 PRD Andrés Manuel López Obrador
2006-2012 PRD Marcelo Ebrard C.
Fuente: elaboración propia.
Las elecciones de 1997 para jefe de gobierno presentaron un cambio en el sistema de
representación, en el cual anteriormente el regente de la ciudad era designado (ver cuadro número
3) por el presidente de la República (la Constitución lo facultaba para ello). Los ciudadanos por
primera vez en la historia elegirían a su jefe de gobierno. Las elecciones de 1997 mostraron el
desgaste de un sistema de partido hegemónico en el ámbito estatal. José Antonio Crespo señala:
Los comicios federales de 1997 representaron un cambio significativo, por dos razones
fundamentales: el marco normativo donde se celebraron fue reconocido como el más
competitivo en México; la reforma de 1996 incorporó disposiciones que significaron un salto
importante hacia la imparcialidad. La reforma dispuso medidas para hacer más difícil la práctica
tradicional del fraude.53
En la primera elección en el Distrito Federal triunfó Cuauhtémoc Cárdenas, candidato del
PRD aunque después renunciaría para concentrase en su campaña presidencial del año 2000. El
cargo lo asumiría Rosario Robles hasta el 2000. En esa elección el PRD lograría nuevamente ganar
la capital, pero con un umbral mucho menor de votos respecto del segundo lugar. El PAN aunque
perdió aumentó su porcentaje de votación respecto a la elección anterior.
51
Cuauhtémoc Cárdenas renunció a su cargo de jefe de gobierno para ser candidato a la presidencia por parte
del PRD, en las elecciones del 2000.
52
Rosario Robles, sustituyó en el cargo a Cárdenas como jefa de gobierno hasta nuevas elecciones en el
2000.
53
Crespo, op. cit., p. 273.
25
31. En las elecciones de 1997 por primera vez el PRI no logró conquistar la mayoría absoluta en
la Cámara baja, necesaria para preservar su tradicional hegemonía; la conformación en el Congreso
quedó de la siguiente manera para la LVII Legislatura: “PRI (164, M.R; 75, R.P; total 239); PAN
(65, M.R; 57, R.P; total 122); PRD (70, M.R; 55, R.P; total 125); PT (1, M.R; 5, R.P, total 6);
PVEM (0, M.R; 8, R.P, total, 8).”54
Los resultados evidenciaron que el gobierno (PRI) ya no podía revertir el carisma y la
identificación de los ciudadanos hacia la oposición, y tampoco revirtieron el hartazgo de los
votantes hacia su partido; aunado a esto, se incrementó la confianza de los electores en las
instituciones electorales.
En la proceso electoral del 2000 en el Distrito Federal la novedad fue la elección de los jefes
delegacionales mediante el voto secreto, libre y universal. Los resultados arrojaron que el PRD ganó
11 de las 16 Delegaciones, mientras el PAN ganó cinco, y el PRI no ganó ninguna. Los resultados
mostraron claramente el proceso democratizador a nivel estatal. Hasta 2009, el PRI seguía sin
presentar un avance significativo en las delegaciones.
Cuadro núm. 4 Presencia electoral en el Distrito Federal en las elecciones del año
2000, 2009 para jefe de gobierno
PARTIDO Delegaciones gobernadas, Cantidad de población que
periodo 2000-2003 gobiernan
PAN 5 6 millones 826 mil personas
PRD 11 1 millón 764 mil personas
PRI 0 0
PARTIDO Delegaciones gobernadas, Porcentaje de población
periodo 2009-2012 gobernada por partido político
PAN 3 18.75 % del total
PRD 12 75 % del total
PT 1 6.25 % del total
Fuente: elaboración propia.
Los datos muestran mayor competencia electoral en la ciudad de México. Las reglas del
juego son más equitativas y permiten a los partidos competir con mejores condiciones de ganar. El
proceso democratizador fue reforzado por las reformas electorales y permitió cambios en el sistema
de partido hegemónico, dando paso a un sistema de partido predominante, pues el PRD desde 1997
hasta el 2012 ha ganado a los demás partidos. En las siguientes dos tablas véase la composición de
los demás estados de República.
54
(M.R = Mayoría relativa; R.P = Representación proporcional).
26
32. Cuadro núm. 5 Estados gobernados por el PRD (incluye coaliciones) parte 1
Estado Periodo Partido Nombre del Periodo Partido Nombre Del
gobernador Gobernador
B. California Sur 1993-1999 PRI Guillermo - - -
Mercado Romero
Chiapas 1988-1993 PRI Patrocinio G. 1995-2000 PRI Julio César Ruiz
1993-1994 PRI Elmar Horlad
1994-1995 PRI Javier López
Nayarit 1993-1999 PRI Rigoberto Ochoa - - -
Zaragoza
Tlaxcala 1992-1993 PRI Samuel Quiroz 1993-1999 PRI Antonio Álvarez
de la Vega Lima
Michoacán 1992-1992 PRI Eduardo 1992-1995 PRI Ausencio Chávez
Villaseñor Peña Hernández
Distrito Federal 1994-1997 PRI Oscar Espinoza 1997-1999 PRD Cuahtémoc
Villarreal Cárdenas
Solórzano
Yucatán 1991-1993 PRI Dulce María 1993-1995 PRI Federico Granja
Sauri Riancho Ricalde
Zacatecas 1991-1992 PRI Pedro de León 1992-1998 PRI Arturo Romo
Sánchez Gutiérrez
Fuente: elaboración propia.
27
33. Cuadro núm. 6 Estados gobernados por el PRD (incluye coaliciones) parte 2
Estado Periodo Partido Nombre del Periodo Partido Nombre Periodo Partido Nombre del
gobernador del gobernador
gobernador
B. California - - - 1999- PRD-PT Leonel Cota 2005- PRD Narciso Agúndez
Sur 2005 Montaño 2011 Montaño
Marcos Alberto
2011- PAN Covarrubias Villaseñor
Chiapas 1998- 2000 PRI Roberto 2000- PRD-PT- Pablo 2006- PRD Juan José Sabines
Albores 2006 PAN- Salazar M. 2012 Guerrero
Guillén PVEM
Nayarit - - - 1999- PRD-PT- Antonio 2005- PRI Ney González Sánchez
2005 PAN Echavarría 2011
Domínguez Roberto Sandoval
Castañeda
PRI
2011-
Tlaxcala - - - 1999- PRD-PT Alfonso 2005- PAN Héctor Israel Ortiz
2005 Sánchez 2011 Ortiz
Anaya
PRI Mariano González
2011 Zarur
Michoacán 1995-2001 PRI Manuel 2001- PRD-PT- Lázaro 2008- PRD Leonel Godoy Rangel
Tinoco 2007 PVEM Cárdenas 2013
Batel
Distrito 1999-2000 PRD Rosario 2000- PRD Andrés 2006- PRD Marcelo Ebrard C
Federal Robles 2006 Manuel 2011
Berlanga López
Obrador
Yucatán 1995-2001 PRI Víctor 2001- PAN- Patrón 2007- PRI Ivonne Aracelly
Cervera 2007 PRD- Laviada 2012 Ortega Pacheco
Pacheco PVEM-
PT
Zacatecas - - - 1998- PRD-PT Ricardo 2004- PRD Amalia García
2004 Monreal 2010
Ávila
Miguel Alejandro
2010- PRI Alonso Reyes
Fuente: elaboración propia
A continuación se describen los resultados en los procesos electorales en los estados en los
cuales ganó el PRI. El PRI ganó Tabasco (2001) con Manuel Andrade y volvió a ganar en 2007 con
Andrés Granier. Retrocedió al perder Yucatán (2001) ante Patrón Laviada, pero en 2007 volvió a
ganar con Ivonne Ortega. El PRI gobierna estados de gran importancia política, como el Estado de
México, en el cual concentra una gran cantidad de simpatizantes y militantes.
Campeche, Coahuila, Colima, Durango, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo,
San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, tienen una característica en común: el
28
34. PRI nunca ha perdido la elección para gobernador, el PRI posee todavía mucha fuerza en el ámbito
nacional. El PRI hasta el 2000 gobernaba 17 estados, el PAN, siete; el PRD cuatro; y como
coalición el PRD-PAN- PT-PVEM ganaron tres estados; esta pluralidad es un indicador que la
centralización estaba cada vez más debilitada. En 2012, el PRI ha aumentado la cantidad de estados
gobernados a 23.
Cuadro núm. 7 Estados gobernados por el PRI (parte 1)
Estado Periodo Partido Nombre del gobernador Periodo Partido
Campeche 1991-1997 PRI Jorge Salomón Azar - -
Chihuahua 1986-1992 PRI Fernando Baeza 1992-1998 PAN
Meléndez
Coahuila 1987-1993 PRI Eliseo Mendoza 1993-1994 PRI
Colima 1985-1991 PRI Elías Zamora Verduzco 1991-1997 PRI
Durango 1986-1992 PRI José Ramírez 1992-1998 PRI
Guerrero 1987-1993 PRI José Francisco Ruiz 1993-1995 PRI
Massieu
Hidalgo 1993-1999 PRI Jesús Murillo Karam 1999-1999 PRI
México 1989-1993 PRI Ignacio Pichardo Pagaza 1993-1995 PRI
Oaxaca 1986-1992 PRI Heladio Ramírez López 1992-1998 PRI
Puebla 1987-1993 PRI Mariano Riva Palacio 1993-1999 PRI
Quintana Roo 1987-1993 PRI Miguel Borge Marín 1993-1999 PRI
San Luis Potosí 1991-1992 PRI Gonzalo Martínez Cobala 1992-1993 PRI
Sinaloa 1986-1992 PRI Francisco Labastida 1992-1998 PRI
Ochoa
Sonora 1991-1997 PRI Manlio Fabio Beltrones - -
Rivera
Tabasco 1988-1993 PRI Salvador Castillo 1992-1994 PRI
Tamaulipas 1987-1993 PRI Américo Villarreal 1993-1999 PRI
Guerra
Veracruz 1986-1992 PRI Dante Delgado 1992-1998 PRI
Fuente: elaboración propia.
29
35. Cuadro núm. 8 Estados gobernados por el PRI parte 2
Estado Periodo Partido Nombre del Periodo Partido Nombre del gobernador
gobernador
Campeche - - - 1997-2003 PRI Antonio González Curí
2003-2009 PRI Jorge Carlos Hurtado Valdéz
2009- PRI Fernando Eutimio Ortega
Bernés
Chihuahua 1998- 2004 PRI Patricio Martínez García
2010- PRI César Horacio Duarte J.
Coahuila - - - 1999-2005 PRI Enrique Martínez M.
2005-2011 PRI Humberto Moreira Valdés
2011- PRI Jorge Juan Torres López
Colima - - - 1997-2003 PRI Fernando Moreno Peña
2004-2005 PRI Arnoldo Ochoa González
2005-2009 PRI Jesús Silverio Cavazos Ceballos
2009- PRI Mario Anguiano Moreno
Durango - - - 1998-2004 PRI Ángel Sergio Guerrero Mier
2004-2010 PRI Ismael Alfredo Hernández D.
2010-2016 PRI Jorge Herrera Caldera
Guerrero 1995-1999 PRI Ángel Aguirre 1999-2005 PRI René Juárez Cisneros
Rivero 2005-2011 PRD Carlos Zeferino Torreblanca
2011- PRD Ángel Heladio Aguirre Rivero
Hidalgo - - - 1999-2005 PRI Miguel Ángel Núñez Soto
2005- 2011 PRI Miguel Ángel Osorio Chong
2011 PRI José Francisco Olvera Ruiz
México 95-1999 PRI César Camacho 1999-2005 PRI Arturo Montiel Rojas
Quiroz 2005-2011 PRI Enrique Peña Nieto
2011- PRI Eruviel Ávila V.
Oaxaca - - - 1998-2004 PRI José Murat Casab
2004-2010 PRI Ulises Ruiz
2010- Convergencia /PRD Gabino Cué Monteagudo
Puebla - - - 1999-2005 PRI Melquíades Morales Flores
2005-2011 PRI Mario Marín
2011- PAN Rafael Moreno Valle Rosas
Quintana Roo - - - 1999-2005 PRI Joaquín Hendricks Díaz
2005-2011 PRI Félix Arturo González Canto
2011- PRI Roberto Borge Angulo
San Luis Potosí 1993-1997 PRI Horacio Sánchez 1997-2003 PRI Fernando Silva Nito
Unzueta 2003-2009 PAN Jesús Marcelo de los Santos
2009- PRI Fernando Toranzo Fernández
Sinaloa - - - 1998-2004 PRI Juan S. Millán Lizarraga
2005-2010 PRI Jesús Alberto Aguilar Padilla
2011 PAN Mario López Valdez
Sonora - - - 1997-2003 PRI Armando López Nogales
2003-2009 PRI Eduardo Bours
2009- PAN Guillermo Padrés Elías
Tabasco 1994-2000 PRI Roberto Madrazo 2001- PRI Manuel Andrade
Pintado 2007-2012 PRI Andrés Rafael Granier Melo
Tamaulipas - - - 1999-2005 PRI Tomás Yarrigntón Rubalcaba
2005.2010 PRI Eugenio Javier Hernández
2011 PRI Egidio Torre Cantú
Veracruz - - - 1998-2004 PRI Miguel Alemán Velasco
2004-2010 PRI Fidel Herrera
2010- PRI Javier Duarte de Ochoa
Fuente: elaboración propia.
2.3 El papel del Senado en el sistema político mexicano
El Senado de la República se ha transformado menos que la Cámara de diputados. La
representatividad política de un senador equivale a la misma de un diputado, la diferencia radica en
30
36. el principio de elección, es decir, representa a un estado, mientras el diputado representa a un
distrito electoral. La diferencia es instrumental, pero en la práctica los dos tienen el mismo peso en
el Congreso.
El crecimiento de la competencia electoral y “la llegada de senadores de oposición en 1988
propiciaron reformas para reforzar su carácter de órgano de gobierno. Desde 1982 hubo diferencias
en las votaciones logradas por senadores de mayoría, esto llevó a los dos candidatos de mayoría a
presentarse como fórmula de partido.”58
La evolución del sistema de representación muestra que durante el periodo de 1964 a 1982
el PRI mantuvo los 64 senadores en la Cámara alta (ver cuadro núm. 10). La posibilidad de la
oposición para acceder a espacios era casi nula. El sistema autoritario no ofrecía esa posibilidad.
El sistema de partido hegemónico no permitía la participación real de la oposición, por lo tanto,
desde 1964 a 1982 no contaron con ningún curul en la Cámara alta.
Cuadro núm. 9 senadores de 1964- 1982
1982 PAN PRI TOTAL
0 64 64
1976 PAN PRI TOTAL
0 64 64
1970 PAN PRI TOTAL
0 64 64
1964 PAN PRI TOTAL
0 64 64
Fuente: elaboración propia.
De 1988 a 1994 vemos como la situación empieza a tomar matices diferentes (para 1994 se
pasó de 64 a 128 senadores). El Senado de la República para la Legislatura de 1994, se integró por
128 senadores, 96 electos por la formula de mayoría relativa, y 32 serían asignados a la
representación de la primera minoría en cada uno de los estados, es decir al en segundo lugar en
cada estado. Los senadores son electos por seis años y son elegidos por voto libre, secreto y
directo.
58
Marvan Laborde, Ignacio, “Reflexiones sobre Federalismo y sistema político en México”, Política y
Gobierno, CIDE, Vol. IV, núm. 1, primer semestre, 1997, México , p. 161.
31
37. Cuadro núm. 10 Senadores periodo de 1991
TIPO PAN PRI PRD TOTAL
1991 6 AÑOS 1 31 0 32
3 AÑOS 0 30 2 32
TOTAL 1 61 2 64
1988 3 AÑOS 0 30 2 32
6 AÑOS 0 30 2 32
TOTAL 0 60 4 64
Fuente: elaboración propia.
Para la realización de estas elecciones se efectuaron ciertas reformas. “Hasta 1993 el senado
se integraba con dos miembros de cada entidad, electos por mayoría relativa y voto directo; los
senadores se renovarían en su totalidad cada seis años.” 61 En estos comicios el Senado quedó de la
siguiente forma:
Cuadro núm. 11 periodo de senadores de 1994
1994 TIPO PAN PRI PRD TOTAL
MR 0 64 0 64
PM 24 0 8 32
3 AÑOS 1 31 0 32
TOTAL 25 95 8 128
Elaboración propia.
En este proceso electoral también ocurrió un cambio sustancial referente a la calificación de
los resultados; antes los facultados eran validados por la Comisión Permanente del Congreso de la
Unión, después de la reforma electoral la facultad quedó depositada en el IFE.
Las elecciones de 1997 y el 2000, mostraron un descenso en el número de senadores del
PRI, contrario a la oposición que se fue fortaleciendo. En 1997 el PAN ganó 33, el PRD, 15 y el
PRI, 77. Este último todavía mantenía más del 50% de escaños, situación que se alteró en el 2000
cuando el PAN aumentó a 46, el PRD se mantuvo con 15 y el PRI descendió a 60 senadores. La
pluralidad en el Senado es un signo de la apertura democrática.
61
Alvarado, Arturo, “Los resultados para la elección de Senadores” en, Fernández del Castillo, et al
(Coord.), La voz de los votos: un análisis crítico de las elecciones de 1994, FLACSO, México, 1995, p. 270.
32
38. Cuadro núm. 12 senadores de 1997 y 2000
PERIODO TIPO PAN PRI PRD PT PVEM OTROS TOTAL
2000 MR 27 32 4 0 1 0 64
PM 10 15 7 0 0 0 32
RP 9 13 4 1 4 1 32
TOTAL 46 60 15 1 5 1 128
1997 TIPO PAN PRI PRD PT PVEM OTROS TOTAL
MR 10 64 0 0 0 0 64
PM 24 0 7 0 0 1 32
RP 9 13 8 1 1 0 32
TOTAL 33 77 15 1 1 1 128
Fuente: elaboración propia.
A partir de 1997 el Senado juega un papel trascendental, pues el PRI ya contaba con una
oposición más real y competitiva, ahora la aprobación de leyes y proyectos del presidente, debían
ser negociados entre los principales partidos. El PRI no los podría aprobar solo. Acerca del Senado
Ignacio Marvan Laborde opina:
Si bien es cierto, con las reformas recientes el Senado ha adquirido mayor peso en
nombramientos, los ministros de la Suprema corte de Justicia, el presidente de la Comisión
Nacional de Derechos Humanos y el gobernador del Banco de México, aún está lejos de contar
con el diseño constitucional adecuado que permita un cabal desempeño en la división horizontal
y vertical de poderes.64
La situación en el 2000 fue más equitativa, porque las iniciativas y proyectos debían ser
negociados. La pluralidad en el Senado funciona como contrapeso frente al Ejecutivo, situación que
favorece puentes democráticos en nuestro sistema político, aunque también puede ocasionar que no
se logren consensos y conducir a una situación de estancamiento en las relaciones Ejecutivo-
Legislativo.
El presidente debe aprender a cogobernar con el Congreso, sobre todo cuando no cuenta con
la mayoría de su partido en ambas Cámaras. Después del año 2000, el PRI fue una oposición fuerte.
Para la elección de 2006 la composición del Senado fue la siguiente:
64
Marvan, op. cit., p. 161.
33
39. Cuadro núm. 13 senadores 2000-2006
PERIODO TIPO PAN PRI PRD PT PVEM OTROS TOTAL
2000 MR 27 32 4 0 1 0 64
PM 10 15 7 0 0 0 32
RP 9 13 4 1 4 1 32
TOTAL 46 60 15 1 5 1 128
2006 TIPO PAN PRI PRD PT PVEM OTROS TOTAL
MR 32 8 16 2 2 4 64
PM 9 19 4 0 0 0 32
RP 11 6 6 2 4 3 32
TOTAL 52 33 26 4 6 7 128
Fuente: elaboración propia.
2.4 La composición de la Cámara de diputados
Alonso Lujambio señala que en el sexenio de Caros Salinas de Gortari encontramos cambios
significativos en el sistema de partidos en México, los cuales incidieron en una competencia real
entre el PRI y los partidos de oposición.
La naturaleza misma del propio sistema de partidos, el periodo ha sido testigo de una difícil,
compleja, ciertamente ambigua y todavía incompleta transición de un sistema de elecciones no
competitivas, de partido hegemónico, a uno más competitivo [...] la eternamente inacabada
transición a la democracia en México vivió en el periodo 1988-1994 un avance de innegable
importancia. Aún con claroscuros, todo cambió.65
La relación entre Ejecutivo y Congreso en sexenios anteriores a 1994, era casi de
sometimiento del segundo al primero, pues casi todos los miembros de ambas Cámaras eran de
extracción priísta, en ese sentido, el PRI no elaboraba las políticas de gobierno, sino su función era
apoyar las iniciativas elaboradas por el presidente de la República. Los diputados priístas se
encontraban con la obligación de apoyarlo y en caso de negarse, la consecuencia era una carrera
política que se enfrentaría el veto presidencial.
La relación de sumisión de parte de las Cámaras al presidente, ofrece varias explicaciones:
el presidente dominaba el funcionamiento interno del partido, nombrando a sus líderes y
controlando, ya sea mediante el veto o el nombramiento directo, la nominación de todos los
funcionarios de la burocracia, así los cargos de elección popular también eran apoyados por el
presidente. Sobre este aspecto Joy Langston señala:
Los partidos controlan a sus candidatos a través del suministro de fondos para su campaña, el
dinero federal destinado a las campañas no va directamente a los candidatos, sino, antes bien, a
65
Lujambio, Alonso, Federalismo y Congreso en el cambio político en México, UNAM, México, 1996. p.
107.
34
40. los comités ejecutivos nacionales. Muy pocos candidatos pueden estar condiciones de convencer
a los donadores privados de contribuir con grandes sumas a su campaña.66
Esta relación originaba que los representantes del Congreso no alzaran la voz en contra del
presidente, porque habían llegado ahí gracias a la intervención del presidente en su designación
(financiamiento o designación). Otros se beneficiaban de las partidas de dinero a través del
financiamiento de los gobernadores de los estados hacia las campañas electorales. Con base en estas
prácticas constitucionales, la conformación de la Cámara de diputados para el periodo de 1985-1988
fue la siguiente:
Cuadro núm. 14 diputados entre 1985-1988, LIII Legislatura67
PERIODO PRI PAN PPS PARM PST PDM PMT PRT PSM TOTAL
1985-1988 MR 289 9 0 2 0 0 0 0 0 300
RP 0 32 11 9 11 12 6 6 12 100
TOTAL 289 41 11 11 11 12 6 6 12 400
Fuente: elaboración propia.
No debemos perder de vista cómo se repartían las candidaturas a los cargos de elección
popular. Joy Langston realiza un análisis sobre esta relación, y detalla que:
En primer lugar en el Congreso antes de 1988 eran negociadas, en realidad, entre varios grupos
de coalición, (CTM, sector obrero), la Confederación Nacional de Organizaciones Populares
(CNOP) y la Confederación Nacional Campesina (CNC, sector campesino). En segundo lugar,
los candidatos eran seleccionados tanto por su pertenencia a cierto sector (o sus lazos con un
gobernador o secretarios de Estado).68
La oposición comenzó a ganar espacios en la Cámara de diputados; en la LIII Legislatura en
1985, la oposición contó con 111 diputados (PAN, Partido Popular Socialista (PPS) Partido
Autentico de la Revolución Mexicana (PARM), Partido Socialista de los Trabajadores, entre otros.
Algunos de estos partidos jugaban la función de “partidos satélites.”69
El sistema político mexicano abrió la participación hacia la oposición de una manera gradual
y conducida desde el gobierno central, para ganar legitimidad. El sistema electoral permitió el
ensanchamiento de la participación de diversos partidos a través de la representación proporcional
66
Langston, op. cit., p. 462.
67
Elaboración propia con base en datos del CD-ROM México electoral editado por Banamex en el 2001.
(MR= mayoría relativa, RP= representación proporcional).
68
Langston, Joy, op. cit., p. 472.
69
Sartori, 1987, op. cit., p. 275.
35