El documento presenta la declaración oficial de las Asambleas de Dios del Perú sobre las Redes Apostólicas. Rechaza las doctrinas y prácticas distorsionadas de este movimiento por contradecir las Escrituras. Afirma que los dones ministeriales mencionados en la Biblia, incluyendo el apostolado, son funciones de servicio, no una jerarquía. Advierte a los ministros e iglesias mantenerse fieles a la sana doctrina y no dejarse engañar por quienes se autodenominan apóstoles
1. DECLARACIÓN DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS SOBRE LAS REDES
APOSTÓLICAS
INTRODUCCIÓN
Las Asambleas de Dios del Perú ante la aparición de nuevas corrientes como el de las
Redes Apostólicas denominado movimiento apostólico y profético o ministerio quíntuple y
otros hace un análisis bíblico bajo una comisión encargado por el Presbiterio General
acerca de los dones ministeriales que establece la Palabra de Dios específicamente 1Cor.
12:28 y Efe. 4:11 y los contextos históricos. Después de haber analizado y visto los
contenidos se llega a la siguiente declaración final:
I. EL MINISTERIO APOSTÓLICO SEGÚN LAS SAGRADAS ESCRITURAS
La fuente original (griego), puntualmente señala que el apóstol es un enviado. En
consecuencia cuando hablamos del ministerio apostólico entendemos como: Enviados,
embajadores y comisionados por el mismo Señor de la mies y ellos son reconocidos por la
Iglesia para llevar adelante la gran Comisión fundando iglesias en campos blancos. La
declaración de la Iglesia tiene su origen en Jesucristo y no en los apóstoles (1Cor. 3:10-11).
El ministerio apostólico refleja la marca de Cristo, es decir, la participación de la cruz en su
vida, su debilidad se convierte en fortaleza, 2Co.12:9, la renuncia a la sabiduría o
elocuencia humana, 1Co. 1:17-18, finalmente demuestra una conducta como el de Cristo,
1Tes. 2:3-7; 2Co. 6:6. En conformidad con el N.T. ellos llevan y comparten la obra de
Cristo en la cruz, para que se manifieste en la vida de los nuevos creyentes. Por tanto, ellos
anuncian la reconciliación entre los hombres y Dios, y el perfeccionamiento de los santos
para la obra del ministerio. Ro. 15:8-12.; Efe. 3:2-8; 1:10; 2:11-17; Efe. 4:11-13.
II. DISTORSIÓN DE LA DOCTRINA BÍBLICA REFERENTE A LOS MINISTERIOS
POR EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO Y PROFÉTICO
1. Creen que el apóstol es el ministerio de mayor jerarquía y que los demás ministerios
deben sujetarse a él.
2. Creen que el apóstol y el profeta establecen el fundamento de la iglesia.
3. Creen que el apóstol tiene autoridad absoluta sobre todas las iglesias fundadas.
4. Creen y enfatizan que sólo el apóstol tiene como señal característica el de obrar
sanidades y milagros.
5. Creen en la sucesión apostólica y establecen apóstoles sin ningún fundamento bíblico ni
ministerial.
6. Creen en la ley de la impartición, es decir, para ellos la unción apostólica es transferible a
otros.
2. 7. Creen que la Iglesia debe aceptar como señal distintiva la gracia de los “apóstoles” para
que funcione adecuadamente.
8. Practican la simonía, creen que la iglesia con las ofrendas y las oraciones pueden acceder
el favor de los apóstoles y luego a la gracia apostólica.
9. Realizan rituales o ceremonias contrarias a los principios establecidos en la Palabra de
Dios.
10. Creen que el apóstol, profeta y maestro son los únicos ministerios de gobierno
jerárquico en la iglesia local, y que solo el apóstol es el que los dirige.
11. Presentan mensajes con énfasis del movimiento restauración y no mensajes
cristocéntricos.
12. Enfatizan un cambio ministerial (metamorfosis). Es decir pueden cambiar de don,
pastor a apóstol, etc.
13. El título de apóstol es otorgado por los autodenominados apóstoles.
14. Creen y practican en un gobierno piramidal estableciendo una élite de poder y
economía.
15. Rechazan categóricamente las normas legales (estatutos y reglamentos) que establece
una administración eclesiástica.
16. Reciben a toda confesión religiosa creando un sincretismo o un nuevo ecumenismo
religioso.
17. Su proselitismo está dirigido al pastor de la iglesia local fomentando la división de la
membresía y en algunos casos apropiándose de los bienes y enseres.
III. DECLARACIÓN OFICIAL DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS DEL PERU
1. Las Asambleas de Dios del Perú siempre ha creído y trabajado con los dones
ministeriales que establece las Sagradas Escrituras, a ello se debe su desarrollo y extensión
como tal, gracias a Dios y a los ministros que entendieron este mensaje sin ninguna
exaltación ni gerarquización de ninguno de los dones ministeriales porque consideraron
como un don de servicio para la gloria de Dios. Efe. 6:19; Col. 4:3-4.
2. Las Asambleas de Dios del Perú afirma que todos los dones, ministerios y la operación
de Dios están vigentes y vienen cumpliendo sus funciones tal como señala las Sagradas
Escrituras. 1 Cor. 12:4-6; 12:4-11; 12:22-31; 14:1-40; Hch. 13:1-3; Efe: 4:11-16.
3. Las Asambleas de Dios del Perú afirma que según el Nuevo Testamento no hay una
evidencia clara y precisa de que solo el apóstol haya gobernado una iglesia local.
3. 4. Las Asambleas de Dios del Perú no acepta el estilo o forma de gobierno ni las prácticas
rituales del movimiento apostólico y profético porque contravienen los principios bíblicos.
1Cor. 12:8-11; Rom. 12:6-8; Efe. 4:7-11; 1 Pdr. 4:10-11; 1 Cor. 12:7-10, 28-30.
5. Las Asambleas de Dios del Perú rechaza las prácticas y doctrinas distorsionadas de las
Redes Apostólicas (movimiento apostólico y profético o ministerio quíntuple) por afectar la
existencia de una institución cristiana establecida como una expresión del Cuerpo de Cristo.
6. Las Asambleas de Dios del Perú reconoce que los doce apóstoles nombrados por el
mismo Señor Jesús fueron únicos, ya que cumplieron los requisitos establecidos para lograr
la alta investidura pública. Lc. 6:13; Mt. 10:1-8; Mr. 3:14; Lc. 6:12-16; Apoc. 21:14.
7. Las Asambleas de Dios del Perú afirma que los otros apóstoles que señala la Palabra de
Dios se refiere al ministerio de servicio y no como una jerarquía eclesiástica. 2 Cor. 8:20-3;
Lc. 10:12; 1 Tes. 1:1; 2:26; Rom. 16:7; Efe. 4:2.
8. Las Asambleas de Dios del Perú no acepta la sucesión apostólica por carecer de
fundamento bíblico.
9. Toda declaración doctrinal que establece y promueve una sola persona o sector aislado
de la Iglesia carece de autoridad y veracidad eclesiástica, siendo que esto genera u origina
una secta religiosa.
10. Las Asambleas de Dios del Perú, advierte a todos los ministros de Dios e iglesias de
nuestra fraternidad mantener la sana doctrina con fidelidad según los principios de las
Sagradas Escrituras.
11. Las Asambleas de Dios del Perú, exhorta a no dejarse sorprender por los que practican
y promueven las posturas y doctrinas distorsionadas de las Redes Apostólicas y tener
cuidado con los que se autodenominan apóstoles que se infiltran en la vida del pastor y la
iglesia, 2Co. 10:12-16.
12. Según la historia de la iglesia las doctrinas y posturas teológicas controversiales eran
discutidas, evaluadas y aprobadas por consenso en los concilios. Y las conclusiones eran
aceptadas por la Iglesia como tal.