Este poema rinde homenaje a Octavio Paz y describe los ojos como portadores de relámpagos y lágrimas que hablan en silencio. El poema expresa cómo el poeta se siente suspendido en el aire de unos ojos que le revelan una renovada luz y lo llenan de amor, como el azahar y el viento en los naranjales. Los ojos lo abrazan en un espacio que se acota y lo entregan a la percepción del cielo, haciendo nacer de ellos un poema con palabras que vuelven ost