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Tema: La Pascua.
Cómo habíamos visto, el año litúrgico, tiene varios eventos religiosos importantes, de los
cuales hay dos que son los más alegres y de todos, son los tiempos en que celebramos y que
detienen al mundo para pensar y llenarse de alegría y esperanza, estos son la Navidad y La
Pascua.
Pascua, significa: paso, es decir un cambio de una situación a otra, pero como todo paso,
también un avance de una posición a otra estableciendo también algún sentido, aunque existen
pasos hacia atrás, el sentido de la pascua es siempre hacia adelante.
En el Antiguo Testamento, La Pascua era el recuerdo de la gran gesta de Dios a través de
Moisés que obligó al faraón egipcio a dejar salir al pueblo esclavizado de Israel para que
atravesando el Mar Rojo, se metiera durante cuarenta años en el desierto en busca de la tierra
prometida, era el paso de la esclavitud a la libertad con base en una esperanza que a través de
la fe, se sostenía y por las crisis de fe, decaía y hacía que el pueblo en ocasiones se desanimara,
empezara a creer en ídolos hechos por sus propias manos y además que renegaran. Pero fue lo
que quedó de fe en el pueblo, lo que les permitió seguir adelante a la tierra prometida.
En el Nuevo Testamento, cuando se habla de pascua se parte de esta pascua judía para llegar a
la pascua cristiana. Jesús celebra por última vez la pascua con sus apóstoles (en la “última
cena”) y así une la pascua del Antiguo Testamento con su pascua. Al día siguiente Jesús muere
en una cruz y luego al tercer día resucita, pasando de la muerte a la vida. Ahora los cristianos
esperamos el día de nuestra muerte y luego nuestra resurrección, porque sabemos que la
resurrección de Jesús es la esperanza de nuestra propia pascua, es decir nuestra propia
resurrección.
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Nuestra pascua empieza desde otro concepto ligado a este que es el renacimiento a partir del
agua y el espíritu como nos lo enseña San Juan en su evangelio y que se manifiesta en forma
concreta en el sacramento del bautismo. A diferencia de la resurrección el renacer no requiere
la muerte sino la vida, es un paso de la vida física a la vida en el espíritu, del nacimiento en la
carne a la vida en Cristo Jesús con la esperanza en una vida definitiva en Él cuando llegue el
momento de nuestra propia pascua luego de nuestra muerte.
El motivo por el cual los cristianos le damos tanta importancia a la pascua, es porque allí está la
esperanza que nos mueve y que se convierte en el eje de nuestra vida y nuestro impulso hacia
el futuro. Sin la pascua nuestra vida cristiana se convierte en otra cosa, en cuestiones de moral,
en consejos para vivir correctamente, en cultos y tradiciones y en quién sabe qué más, pero sin
un sentido porque sin pascua todo termina en la muerte y de allí no se alza ninguno.
La pascua significa que la muerte, el mayor problema desde siempre de la humanidad contra la
cual nada se puede hacer porque aunque se puede posponer no se puede evitar, ahora con
Jesús ha sido resuelto. Para quienes no creen la vida no tiene mucho sentido porque se acaba y
todo el esfuerzo y lo que se hace queda en el pasado que por cierto, ya no existe y que no se
puede corregir. En cambio con la pascua existe siempre un futuro y hay un sentido en la vida
porque hay un tiempo futuro de cosechar lo sembrado en esta vida, hay una posibilidad de vivir
en una eternidad dichosa que nunca se termina. ¿Se puede pedir algo más?
1- La Pascua en el Antiguo Testamento
El nombre de Pascua deriva de la palabra hebrea
Phase o Phazahah, y significa "paso" o "tránsito",
o más propiamente "salto". El objeto principal de
la Pascua judía fue conmemorar el "pasó" del
Ángel exterminador por las casas de los egipcios,
matando a sus primogénitos; pasando por alto, o
"saltando", y perdonando a los de los hebreos
Refiriéndose a este "paso" del Ángel
exterminador, dice el texto bíblico: Llamó Moisés
a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Vayan y
tomen el animal por sus familias, e inmolen la
Pascua. Los sacerdotes judíos se acogen
fielmente a lo exigido por la Biblia. El pan no
fermentado recuerda la salida apresurada en que
faltó tiempo para hacer fermentar el pan (18
minutos). Esto debe cumplirse durante los 7 días
anteriores a la Pascua.
Al propio tiempo que conmemora el paso del Ángel exterminador por las casas de los egipcios,
la Pascua judía les recordaba a los hebreos la comida del Cordero, y el insigne beneficio de
haber sido ellos librados de la esclavitud, "pasando" a pie el mar Rojo.
Este Cordero es el animal que en el versículo 21 del Éxodo, antes citado, les mandaba Moisés
tomar a los hebreos, por familias, e inmolarlo para celebrar la Pascua, o "paso" del Ángel. De él
habla minuciosamente' el Éxodo en el capítulo 21:5-27
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Todo en esta pascua era figura de la Pascua cristiana. El Cordero pascual, especialmente, era
una imagen tan viva y tan perfecta de Jesucristo, que los mismos Apóstoles la hicieron resaltar
en sus escritos.
El paso del mar Rojo
La pascua se relaciona también con el «paso» del
Mar Rojo, que según la Biblia sucedió
inmediatamente después de la salida de los
esclavos judíos de Egipto:
Seiscientos mil hombres a pie, sin contar los
niños. También salió con ellos una inmensa
muchedumbre de gente de toda clase, y grandes
rebaños de ovejas y vacas. Éxodo 14.5-30
Luego de esto se debe celebrar la fiesta de los
primeros frutos de la cosecha, en este caso de la
cebada y cincuenta días más tarde (7 semanas)
del trigo, dando origen a Shavuot („semanas‟).
2- Pascua en el Nuevo Testamento.
Domingo de Resurrección, es el día que pone fin
a la Semana Santa y que da paso a la Pascua
cristiana.
La Pascua de Resurrección es la celebración
cristiana que conmemora la resurrección de
Jesucristo.
La fecha de celebración varía entre el 22 de
marzo y el 25 de abril,
Esta fiesta determina el calendario móvil de
otras fiestas: así como la Ascensión (el ascenso
de Jesús al cielo) se celebra 40 días después y
Pentecostés 10 días después de la Ascensión. La
semana anterior a la Pascua de Resurrección es
la Semana Santa, que comienza con el Domingo
de Ramos (que conmemora la entrada triunfal de
Jesús en Jerusalén).
La Octava de Pascua (popularmente conocida como "semana de Pascua") es la semana que
sucede a este Domingo de Pascua (o Domingo de Resurrección). El tiempo pascual o tiempo de
Pascua designa, en la liturgia católica, las semanas que van desde el Domingo de Resurrección
hasta el de Pentecostés.
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A veces, el nombre Pascua se ha extendido a otras celebraciones cristianas, como Navidad (el
nacimiento de Jesús) o Pentecostés (la venida del Espíritu Santo). Por ejemplo en Chile, el
término Pascua se aplica coloquialmente a la Navidad, mientras que a la Pascua se le llama
"Pascua de Resurrección".
3- Importancia de la Resurrección de Cristo.
La resurrección de Jesucristo es importante por muchas razones.
1- Primero, testifica del inmenso poder de Dios mismo. Creer en la resurrección es creer en
Dios. Si Dios existe, y si Él creó el universo y tiene poder sobre él, entonces Él tiene el poder de
levantar a los muertos. Si Él no tiene tal poder, Él no es un Dios digno de nuestra fe y adoración.
Sólo Él, quien creó la vida, puede resucitar después de la muerte. Sólo Él puede revertir la
atrocidad que es la muerte misma, y sólo Él puede quitar el aguijón que es la muerte y dar la
victoria sobre la tumba. En la resurrección de Jesús de la tumba, Dios nos recuerda su absoluta
soberanía sobre la vida y la muerte.
2- Segundo, la resurrección de Jesús es un testimonio para la resurrección de los seres
humanos, la cual es un principio básico de la fe cristiana. A diferencia de todas las otras
religiones, sólo el cristianismo tiene un fundador que trascendió la muerte y quien prometió
que Sus seguidores harían lo mismo. Todas las otras religiones fueron fundadas por hombres y
profetas, cuyo fin fue la tumba. Como cristianos, somos confortados en el hecho de que
nuestro Dios se hizo hombre, murió por nuestros pecados, fue muerto y resucitado al tercer
día. La tumba no pudo retenerlo. Él vive y ahora está sentado a la diestra de Dios el Padre en el
Cielo. La iglesia viviente tiene una Cabeza viviente.
La Resurrección es una victoria triunfante y gloriosa para cada creyente en Jesucristo, quien
murió, fue sepultado, y resucitó al tercer día de acuerdo a las Escrituras. Y, ¡Él vendrá
nuevamente! Los muertos en Cristo resucitarán primero, luego nosotros, los que hayamos
quedado y vivamos para Su venida, seremos transformados y recibiremos nuevos cuerpos
glorificados (1 Tesalonicenses 4:13-18). ¿Por qué es importante la resurrección de Jesucristo?
Porque demuestra que Dios aceptó el sacrificio de Jesús a nuestro favor. Comprueba que Dios
tiene el poder de levantarnos de los muertos. Garantiza que aquellos que crean en Cristo no
permanecerán muertos, sino que serán resucitados a una vida eterna. ¡Esa es nuestra bendita
esperanza!