Este documento discute los enfoques metodológicos para proyectos de aprendizaje, argumentando que la tecnología solo es una herramienta y que lo más importante es cómo se diseñan los contenidos. Propone que un proyecto de aprendizaje efectivo se centra en tareas prácticas alrededor de las cuales se integran elementos conceptuales y de apoyo, y que incluye puntos de control y tutoría para garantizar que los participantes aprendan haciendo.
Tema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdf
Proyectos Aprendizaje
1. EL PROYECTO DE APRENDIZAJE COMO HERRAMIENTA PARA LA
GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO
La importancia del planteamiento metodológico frente a la tecnología como
herramienta para la gestión de proyectos de aprendizaje.
En pocos años han aparecido herramientas muy especializadas que se están
utilizando para gestionar proyectos formativos a distancia, a través de la red o con el
apoyo dispositivos móviles.
Sus utilidades son variadas, unas sirven para la creación de contenidos, otras para la
gestión y control de alumnos, profesores y cursos, incluyendo la evaluación de
conocimientos a través de la red.
La tecnología pone pues, a nuestro alcance, la posibilidad de almacenar gran cantidad
de conocimientos, de enseñar un sin fin de materias y especialidades. Pero las
preguntas siguen siendo las mismas:
¿Qué tienen que saber hacer?
¿Es lo que queremos enseñar, lo que les conviene aprender?
Y sobre todo:
¿Cómo lo aprenderán mejor?
¿Seremos capaces de enseñar, garantizando que las personas aprenden?
Estas son las dos cuestiones clave a responder antes de plantearse el diseño de
cualquier proyecto de aprendizaje.
¿Qué esperan las personas?
El método más utilizado es el de la exposición teórica. Pero, ¿a quién interesa leer un
sin fin de pantallas amenizadas con algún elemento de sonido o imagen que explican lo
que ya está en los libros y, en muchas ocasiones, mejor estructurado?.
Los talleres prácticos y el método del caso son métodos más “participativos” y, cada
vez más utilizados. Hacen reflexionar y realizar un conjunto de tareas, de forma más o
menos ordenada. Por eso su eficacia es mayor.
Pero, ¿es ello suficiente? ¿Interesa a las personas realizar una serie de tareas
siguiendo una especie de receta de cocina?, ¿interesa a las personas reflexionar sobre
situaciones hipotéticas que en absoluto reproducen los problemas a los que
diariamente se enfrentan?
1 de 4
2. Cuando se acaba el curso la persona empezará (si quiere y le dejan) a aprender.
Intentará poner en práctica todos aquellos métodos, consejos y trucos que le explicaron
durante el curso. Pero, ¿a quién consulta?, ¿quién le ayuda?, ¿con qué cuenta?.
Seguro que, al menos, con la carpeta de las transparencias que utilizó el profesor y las
notas que tomó durante las sesiones. Revisará el material y... un montón de preguntas
y dudas acudirán a su mente. Todo parecía tan claro ... pero, ¿por dónde empezar?
Todos queremos “ser mejores”. Se trata de una necesidad innata del ser humano. La
mayoría de las personas perciben positivamente la oportunidad de aprender “cosas”.
Existe, sin embargo, un requisito indispensable, esas “cosas” deben ser percibidas
como “cosas útiles”.
Las personas esperan aprender aquello sobre lo que tienen interés y curiosidad.
Sólo aprenderán si tienen interés por ello. Si queremos enseñar, deberemos escoger
aquellos temas por los que las personas tengan interés. Deberemos plantear enfoques
que realcen ese interés.
Las personas esperan, al final de un curso (el que sea) “saber hacer”. Si se trata de
un cursillo de vela, lo que quieren es “saber navegar” cuando éste haya acabado. Si se
trata de un curso de ventas, lo que quieren es “saber vender”.
Las personas esperan “aprender haciendo”. Las personas no esperan aprender
escuchando o viendo esquemas. Las personas saben que para aprender hay que
enfrentarse a los problemas y retos. Eso es lo que esperan cuando participan en un
curso o se matriculan en una escuela. Las personas aprenderán haciendo cosas. Pero
haciendo cosas que tengan que ver con su interés real.
El aprendizaje es individual y requiere un esfuerzo personal importante. Las personas
aprenden “haciendo”: reflexionando, planificando, llevando esas decisiones a la
práctica, equivocándose, averiguando sobre cual fue el motivo de la equivocación y
comenzando de nuevo.
Las personas esperan disponer de ayuda cuando surgen los problemas y las
dudas. Si sabemos que el aprendizaje se produce mediante la reflexión y la acción
¿qué sentido tiene acabar un curso justo cuando empieza la fase en la que las
personas empezarán a aprender?
¿Cómo diseñar los contenidos de un proyecto de aprendizaje?
Un proyecto de aprendizaje está formado por un conjunto de acciones coordinadas
que persiguen que los participantes acaben adquiriendo un conjunto de
competencias.
El tipo de competencia a adquirir determinará el tipo de métodos didácticos a utilizar y
el peso de cada uno de ellos en el proyecto.
2 de 4
3. Un proyecto de aprendizaje puede estar integrado por uno o varios cursos orientados a
la práctica y aprendizaje de determinadas tareas. Es ese conjunto de tareas a
realizar las que forman el eje del proyecto. Las personas participan en el proyecto de
aprendizaje para “aprender a hacer” ese conjunto de tareas cuyo conocimiento y
control asegurarán la posesión de la competencia.
Alrededor del eje de las tareas girarán los denominados “elementos de apoyo”. Se
trata de información, conocimientos que la persona debe de tener en cuenta para
realizar las tareas según los “criterios de corrección” definidos y aceptados por su
organización. Algunos de esos elementos de apoyo pueden ser:
• Elementos conceptuales: La “teoría” que permitirá disponer de un esquema mental
claro. Conceptos que deben utilizarse con un significado común, herramientas,
métodos ...
• Dudas más frecuentes: Debemos tener preparadas las respuestas a las dudas que
frecuentemente se plantean en el proceso de aprendizaje.
• Situaciones y casos: Información real sobre hechos sucedidos que tengan que ver con
el tema tratado y que refuercen la necesidad de actuar de una determinada manera.
• Normativa interna, procedimientos: Que aclaren cómo hay que hacer las cosas.
• Herramientas propias: Aplicativos informativos, métodos y procesos de trabajo propios
de la organización.
• Cultura y valores de la organización: Elementos que nos marcan las pautas para
realizar las cosas de una determinada manera.
Los elementos de apoyo cruzan información que normalmente se ofrece de forma
aislada e independiente. El proyecto de aprendizaje debe integrar todos estos
elementos y contemplarlos como una unidad indivisible, por que, en la realidad, las
personas deberán tomar las decisiones teniendo en cuenta esa información de forma
global. No sirve de nada conocer cuales son las fases del tratamiento genérico de una
reclamación si no integro esa información con la cultura, los valores y procedimientos
de la organización en la que yo tenga que gestionar esa queja.
A lo largo del eje de las tareas definiremos los puntos de control y apoyo. En
procesos complejos, formados por un conjunto elevado de tareas en los que pueden
aplicarse diferentes soluciones, es necesario identificar los puntos clave del proceso
para garantizar que la persona que aprende, llega a ellos habiendo cumplido una serie
de requisitos.
Retomando alguno de los ejemplos anteriores diremos que para saber navegar a vela
es requisito indispensable saber aparejar un velero correctamente. Uno de los puntos
de control y apoyo lo situaremos al final de este proceso. Nos interesarán dos cosas,
asegurarnos de que la persona ha aparejado el velero y facilitarle los medios para
garantizar que lo ha hecho de manera correcta. Para ello supervisaremos el proceso y
resolveremos las dudas que puedan surgir durante el mismo.
3 de 4
4. Otra parte importante del proyecto de aprendizaje es el Plan de Dinamización y
Tutorización. Éste diseña las interacciones del grupo de aprendizaje en el
planteamiento de dudas, intercambio de información y garantiza la presencia del tutor
para sacar el máximo partido del trabajo realizado por el grupo.
Situaciones y escenarios
Tareas a realizar
Curso / cursos
Elementos de apoyo
Puntos de control
+ Plan de dinamización y tutorización
Proyecto de aprendizaje
Vemos que el proyecto de aprendizaje representa un nivel superior, frente al curso,
en la organización de la información y en la relación de las tareas a realizar por parte
de la persona que debe aprender.
Los cursos están creados para enseñar y lo que queremos es que las personas
desarrollen sus competencias.
Los cursos están creados para que los alumnos los escuchen, lean y tomen apuntes. Lo
que queremos es que las personas practiquen en un entorno y en unas
situaciones semejantes a la realidad.
Durante la impartición de los cursos, el que mayor actividad desarrolla es el profesor,
sin embargo son los alumnos los que deberían realizar las tareas que vayan a
aprender.
Los cursos están divididos, en función de su contenido conceptual, en capítulos y
temas, mientras que en los proyectos de aprendizaje las personas analizan,
planifican y toman decisiones y realizan tareas en diferentes situaciones y
escenarios.
En los cursos las equivocaciones están penalizadas; en los proyectos de aprendizaje
los errores se fomentan como base para la reflexión y el aprendizaje.
En los cursos la “teoría” viene primero y después la práctica. En los proyectos de
aprendizaje empezamos practicando y la teoría nos sirve de base para la reflexión
y la corrección.
Las bases de un proyecto de aprendizaje
Cualquier proyecto de aprendizaje se basará en los siguientes puntos:
• Establecimiento de los objetivos de aprendizaje.
• Una identificación de las situaciones y escenarios.
• Identificación y diseño de las tareas a realizar.
• Identificación de los puntos de control y seguimiento.
• Planificación de la dinamización del colectivo de aprendizaje y tutorización.
• Identificación de los criterios de evaluación del proyecto.
Comentarios o consultas
joaquim.carbonell@neos.cat
www.neos.cat
4 de 4