La naranja amarga es un árbol ornamental pequeño originario del sur de Asia. Los árabes lo extendieron por el Mediterráneo donde se cultiva por su follaje verde y flores aromáticas. No se puede comer cruda debido a su sabor amargo, pero se usa para mermeladas y licores. Los cítricos como la naranja amarga, limón y mandarina se cultivan en climas secos del Mediterráneo y son emblemáticos de la cocina de esta región.
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NARANJAS AMARGAS
1.-
Árbol que alcanza hasta unos 5 m de altura, con copa redondeada.
Flores extraordinariamente olorosas.
Su sabor es amargo o agrio (lo que ha dado el nombre de agrios a
todos los demás cítricos) debido a la existencia de un compuesto
orgánico denominado neohesperidina.
El zumo es muy ácido.
Destaca el empleo del naranjo amargo desde hace muchos siglos.
Hoy en día sigue empleándose en todos los jardines, parques, calles y
avenidas de muchas ciudades.
Es un árbol pequeño, ideal para situarlo en macetones en patios y
terrazas grandes.
Atractivo y alegre colorido de sus frutos, denso follaje verde oscuro y
flores aromáticas.
Hay distintas variedades de naranjas amargas:
'Sevilla' es una variedad cultivada en el sur de España. Variedad ideal
para fabricar la auténtica mermelada. Muchas semillas. Piel seca
utilizada para elaborar el licor curacao.
'Bouquet de Fleurs' se usa en el sur de Francia para la fabricación de
perfumes.
'Daidai' es una variedad muy productiva. Muy cultivado en Japón.
'Variegata Sour Orange', 'Rubidoux', 'Goleta' son también variedades
de naranjo amargo.
Tienen interés ornamental los naranjos de hoja de mirto (Citrus
aurantium myrtifolia). Son árboles enanos que permiten formar
columnas o conos pequeños, destinados a resaltar, por ejemplo, las
esquinas de un jardín. También valen para setos recortados por su
hoja pequeña y follaje compacto.
La importancia de los naranjos amargos como árboles ornamentales
data de la Antigüedad y se mantiene en pleno vigor.
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Su belleza, como la de los demás cítricos, se fundamenta en el verde
intenso y permanente de su follaje, las flores blancas muy aromáticas
y el colorido llamativo de sus frutos.
Las naranjas amargas son más tolerantes al frío que las dulces y ello
permite plantar en emplazamientos abrigados en climas
relativamente rigurosos.
El azahar se recoge para perfumería.
Con sus flores se fabrican perfumes y de las cortezas de sus frutos se
extraen aceites esenciales y se elaboran licores.
La pulpa se emplea para elaborar mermeladas.
Origen de la naranja amarga
El naranjo amargo es originario del Sur de Asia.
Se afirma que fueron los árabes los que lo extendieron desde la India
a Siria, Palestina y al resto del Mediterráneo.
Los califas de Córdoba (s IX-X) dieron al naranjo amargo el carácter
de planta ornamental por excelencia, plantándolo en las calles,
jardines y patios privados y de las mezquitas. Por ejemplo, el Patio de
los Naranjo de la Mezquita de Córdoba, los Jardines del Alcázar de
Sevilla, etc.
2.-
La naranja amarga -citrus aurantium- no puede consumirse cruda, por lo que se utiliza
en mermeladas y confituras.
La variedad de frutas del género citrus es enorme, aunque podemos quedarnos con
cuatro grandes grupos: naranjas, mandarinas, pomelos y limones.
Su forma silvestre se reconoce originaria del lejano oriente, por lo que se supone que es
allí donde comenzó su cultivo. Los árabes cultivaron la naranja amarga e introdujeron
en España el limón en el siglo X. La naranja dulce la trajo a Europa Vasco de Gama en
el siglo XVI. Las mandarinas, originarias de China, no llegan a Europa hasta el siglo
XIX. Todos estos cultivos se extendieron muy rápidamente. En la actualidad se cultivan
en todo el mundo, siendo preciso un clima seco con abundancia de sol, razón por la que
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se dan tan bien en la zona del Mediterráneo, donde tienen una especial importancia
económica. Forman, desde luego, parte de los productos emblema de esta zona y de su
cocina.
Debido a las distintas variedades que se cultivan, están presentes en el mercado todo el
año, pero son frutas de invierno, momento en el cual se presentan jugosos y cargados de
vitaminas tan necesarias en esta época.
Los cítricos son en realidad grandes bayas formadas por varias frutas unidas recubiertas
por una piel externa (exocarpio). Esta piel tiene pequeñas glándulas oleosas, debido a
las cuales presenta la máxima concentración de sabor y aroma de estas frutas. El
mesocarpio es la parte blanca, muy rica en pectina, sustancia, como sabemos,
fundamental en algunas elaboraciones como mermeladas y jaleas. El endocarpio o zona
interior está formado por un número variable de gajos (8 a 12 en general) y estos a sus
vez por innumerables bolsitas llenas de zumo separadas por una piel muy fina.