22. Tux no es el único dios, ni nosotros somos sus profetas
23. Eso es todo ¿Alguna pregunta? http://identi.ca/oslugr http://twitter.com/oslugr http://facebook.com/oslugr http://osl.ugr.es [email_address]
Notas do Editor
El catecismo del software libre: ¿Qué es el software libre? El software libre es... También tenemos nuestros santos (Tux) y nuestras hostias (el DVD de guadalinex). Y, por supuesto, nuestra ropa litúrgica
A la gente, por mucho que nos pongamos, le da igual el software libre, lo que le interesa es resolver sus problemas de la vida cotidiana: conseguir promoción el PAS o saber cómo usar una herramienta de ofimática, sacar créditos o poder hacer las prácticas más rápidamente, y publicar más y mejor para poder sacar la acreditación. Por lo tanto, lo esencial es saber cuáles son las necesidades terrenales de los feligreses... y resolverlas usando software libre
Cuando llegas a la oficina, lo primero es enseñar a la gente qué es eso del software libre. Que es como predicar en el desierto: en general, a la gente le trae sin cuidado. Pon 200 carteles de una charla de “Qué es el software libre y por qué debería de importarme” en la facultad de Filosofía y Letras y verás, cuando vayas a darla, las aulagas pasar, los grillos cantar, y a ti mismo mirando la hora a ver si es que has llegado una hora antes y por eso no hay nadie. Sin embargo, enséñales a usar un procesador de textos o un sistema de gestión documental y el panorama cambia totalmente. No solamente tendrás que ir tú allí, sino que vendrán a buscarte.
Por supuesto, la enseñanza es fundamental; tienen que darse todo tipo de talleres: a los informáticos para que usen herramientas libres para programar (y para que liberen el resultado), y a los no informáticos para que aprendan a usar aplicaciones libres y se familiaricen con el cocepto del software libre. Y es mejor hacerlo de la forma más oficial posible: a través de los centros de enseñanzas virtuales, de formación continua, talleres que se puedan convalidar por créditos, formación del PAS, formación del profesorado, en fin, todo lo que lleve “formación” por delante y por detrás
Dado que la universidad tiene también una “obra social” dirigida a los familiares del personal, hay que aprovecharla para poder acercar también a los niños al software libre: que aprendan a usar programas libres, sean los que están en los portátiles de la Junta (que muchas veces no tienen ni idea de cómo usar) o simplemente los que se pueden descargar o copiar. Hay que hacer cantera, y la mejor forma de introducir el SL a los padres es hacer que los hijos les pregunten o les cuenten, o simplemente le borren Windows y les metan el Guadalinex. O te hagan una presentación con Impress convenciéndote de que les dejes acostarse una hora más tarde... una vez que tienen las herramientas, ya no hay remedio...
Bueno, tanto como al desnudo, tampoco. Ahora, al que tiene camisetas negras, le damos más camisetas... Las camisetas siempre vienen bien en los eventos, porque permiten identificar quién es “de la parroquia” y quién no, así se pueden dirigir a él o ellos con cualquier problema. Pero eso hace que al final, la sede de la OSL parezca un mercaíllo.
Una oficina de software libre es habitualmente una persona más un becario, y si tienes un poco de suerte, un becario o una persona contratada como autónoma. Es imposible cubrir las necesidades de todo el mundo, pero para eso son imprescindibles los voluntarios: que den talleres, que echen una mano en los eventos, o simplemente que promuevan las actividades por las redes sociales.
Hay que ser diligentes no sólo en llevar a cabo los eventos, sino en hacerle llegar a la gente qué estás haciendo y por qué lo estás haciendo. Las redes sociales son esenciales: identi.ca , twitter, Facebook, pero también los foros de cada una de las facultades, la delegación de estudiantes, e incluso tener “corresponsales” en las facultades y escuelas para que vayan llevando el mensaje de la única verdad verdadera a los cuatro confines de la universidad. Con eso también se vence la pereza de la gente. Al principio, tendrás que andar detrás de la gente, pero llegará un momento en que te dirán “cómo podemos enterarnos de las actividades que lleváis a cabo”
El decálogo de las razones por las que debes liberar tu software usado en investigación, las 10 excusas frecuentemente puestas para no liberar una aplicación, se tiene que transmitir el mensaje de forma pedagógica, directa y fácil de entender y de transmitir. Los decálogos tienen un no sé qué, que no lo tiene el mismo mensaje expuesto de forma “plana”. Además, también le sirve a
El software privativo es el epítome de uno de los pecados capitales: la avaricia. No lo copies, no se lo des a nadie, págame por esto, por lo otro y por lo de más allá. Hay que tratar de darle a todo el mundo cosas: distros de Linux, ayudarles a instalarlo, instalarlo uno si es necesario; en la OSL hemos instalado Guadalinex en la biblioteca de Informática, en los ordenadores de la Facultad de Políticas, lo que ha costado mucho trabajo, pero ha merecido la pena, porque nos han invitado a comer, no, no es por eso, sino porque se muestra una facultad no-friqui con todos los ordenadores de clase funcionando exclusivamente con software libre.Lo que mola mucho. También dar siempre cosas: igual que son generosos con nosotros los de Sadesi, nosotros se lo damos a la gente. Salvo las peanas , que no hay quien se las lleve
Te lo pida o no, que es otro tema. Hay que darle consejo a quien lee la tesis, a quien introduce una asignatura nueva y le mete sofftware privativo, a quien necesita instalar un programa y no sabe cuál... la OSL es un centro de atención al usuario, que al principio nadie conoce y a nadie le hace caso, pero a la que, poco a poco, acabarán dirigiéndose cuando necesitan un programa para esto o necesitan que se le instale aquello. Lo que está bien, pero hay que llegar a cierto nivel; más allá, no se puede, porque tampoco hay que llegar a convertirse en el protagonista del pringao howto.
Vamos a ver, caridad, la justa. El software libre no es software gratis. Una vez que se crea la oficina de software libre, la gente tiene la idea de que van a llegar y decir “Hola, es ahí la oficina de software libre? Necesito un software libre para...” Con lo que quieren software gratis... Volvemos a las obras de caridad: hay que enseñar al que no sabe y contarle que eso del software gratis se lo baje del emule; el software libre es libre, pero es software y es trabajo así que si quieres que alguien te haga algo, lo pagas y punto.
Y en cualquier oficina se empiezan a acumular chismes, y en el caso de la OSL, chismes y camisetas. Así que hace falta una sede donde se meta todo. En nuestro caso nos han dado la habitación que menos se usa en una escuela de Informática: el cuarto de baño de señoras. En nuestro caso directamente no se usa nada, ni el de caballeros, porque hay filtraciones de olores de una fosa séptica y está cerrado todo el tiempo. Lo que no sé es qué pasará este verano, de que diga la fosa séptica de hacer de las suyas... tendremos que hacer algo con las camisetas. Aparte de eso, siempre está bien que haya un sitio físico donde ir a que te atienda alguien; pero la mayoría de las veces, con un teléfono es suficiente.
Lo que se debe de tratar siempre es de evitar predicar al converso; haciendo talleres de cosas superfriquis es probable que tengas seguimiento seguro, pero en uno y otro taller vas a ver las mismas caras, con lo que al final no cumples tu labor metafísica de llevar la verdad a los cuatro confines de la tierra. Hay que tratar de atraer al software libre, sobre todo, a los que no usan el software libre. Sin soberbia, y sin tratar de convencer a nadie.
Uno de los problemas de los creyentes en el software libre es que creemos que tenemos superioridad no sólo tecnológica, sino moral. Lo que entre otras cosas es cierto, pero también es cierto que tenemos otra inferioridad: la numérica. Por lo que se tiende a vencer antes que convencer, y ahí tenemos la batalla perdida. Hay que intentar convencer antes que vencer, pero desde un punto de vista humilde, sin insultar ni ridiculizar, y sobre todo, siendo muy pragmático, admitiendo software privativo en algunos casos (por ejemplo, como drivers de Linux o si tienen componentes libres).
Quizás sea obvio, pero aunque esté claro que todo el material, software y demás de la OSL deba ser libre, otra cosa es que se pongan las excusas frecuentemente puestas para no hacerlo: hay que liberar material usado en los talleres, programas usados internamente, incluso los fuentes de los carteles que vayamos a usar para hacer publicidad. Absolutamente todo, con una licencia clara, GFDL o CC, para que la gente lo pueda usar por ahí... las fotos de los eventos también, por ejemplo. Hasta los diseños de las camisetas.
En dos días, no se va lanzar toda la universidad a liberar ni se va a migrar todo el personal de administración a Linux ni se van a llenar todos los talleres de Perl o de Python. Poco a poco, la gente que entre se irá enterando de que existe la oficina, la irá dando por hecho, irá participando, liberando programas, migrando asignaturas... las posturas maximalistas (la ira) no lleva a ningún lado. La fe es el convencimiento firme de que el software libre es superior desde e punto de vista técnico, ético, e incluso económico. Ese mensaje irá calando poco a poco, superando barreras, entrando en diferentes ámbitos, hasta que logre imponerse... o no.
La oficina de SL es de la Uni, pero también es del SL: hay que tratar de integrarse dentro de los diferentes agentes relacionados con el SL: colegios que usen Guadalinex, centros Guadalinfo, grupos de usuarios (cada cual de su padre y de su madre), empresas... una OSL es uno más, y necesita de todos ellos; hay que participar, y por supuesto, también organizar saraos: el NotBarraLibreCamp que se organizó el año pasado, diferentes jornadas, el Hackathón que se celebró hace poco... pero tampoco hay que abarcarlo todo. Software Freedom Day: que vaya rotando; Gnome 3.0 liberation day, que rule, y el Document Freedom Day, lo mismo. En fin, que hay que coordinarse, no olvidarse del resto.
Y una dirección de la OSL no deja de ser un puesto de libre designación que puede desaparecer en cualquier momento, o simplemente ser heredado por otra persona. Por eso, lo que hay que crear son estructuras permanentes, no simplemente apagar fuegos o establecer relaciones personales. Y sobre todo, tener en cuenta que la labor no va a acabar nunca, dentro o fuera del puesto. En la OSL hemos creado cursos del CEVUG, estamos creando un máster, a ver si finalmente sale, talleres que ya tienen cierta tradición, ciertos espacios, instalaciones... la propia OSL puede desaparecer, no es un vicerrectorado de investigación, por eso hay que asegurarse de crear algo que, si no imprescindible, al menos difícilmente absorbible por otros servicios.
Es decir, que el camino recto del SL pasa por muchos sitios diferentes, y SL en la universidad puede hacer quien le dé la gana, como y cuando le dé la gana. Aunque una coordinación es deseable, sobre todo por no duplicar esfuerzos, no tenemos ni que abarcar todo el SL que se haga en la universidad, ni apuntarnos la medalla por todo lo que se haga, ni por supuesto evitar que se haga SL fuera de la OSL. Faltaría más... ahí estamos para apoyar, animar y difundir lo que haga falta.