El documento describe el síndrome de Peter Pan o inmadurez emocional, en el que los adultos se comportan como niños irresponsables que no afrontan las consecuencias de sus actos. Aunque aparentan seguridad y alegría, en realidad esconden inseguridad y miedo a no ser aceptados. Este trastorno es difícil de solucionar porque la persona no lo reconoce, pero puede superarse con terapia psicológica y apoyo familiar.