El documento describe la historia de Juan Abad, un sacerdote franciscano que vivió en la región de Motupe en el siglo XIX. Juan Abad construyó tres cruces de madera en tres cerros cercanos a Motupe y llevó una vida de oración y austeridad. Murió en Lima en 1866. En 1868, una de las cruces fue descubierta en una cueva del cerro Chalpón, convirtiéndose en un importante símbolo religioso para la región.