2. ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y CULTURAL son las
ramas de la
antropología que estudian la sociedad y la cultura.
también se usa el término socioantropología.
el término antropología social es más usado en
el entorno académico europeo y latinoamericano,
mientras que antropología cultural lo es más en
el estadounidense.
cualquiera de esas denominaciones se definen
como especialidades de la antropología general, y
basan su estudio en el conocimiento del hombre
por medio de sus costumbres, relaciones
parentales, estructuras políticas y económicas,
urbanismo, medios de alimentación, salubridad,
mitos, creencias y relaciones de los grupos
humanos con el ecosistema.
3. uno de los temas principales de la
antropología cultural es la relación entre los
rasgos universales de la naturaleza humana
y la forma en que se plasma en culturas
distintas. el estudio de las razones de las
diferencias culturales —motivadas por
razones ambientales o históricas—, y de la
organización de estas en sistemas globales
ha ocupado también buena parte de los
esfuerzos de la disciplina.
Los hombres, como animales sociales, viven en
grupos más o menos organizados, las sociedades
humanas. Sus miembros comparten siempre formas
de comportamiento que, tomadas en conjunto,
constituyen su cultura. Un debate intelectual muy
antiguo (que data de al menos la Ilustración) discute
si cada sociedad humana posee su cultura propia,
distinta en su integridad de cualquier otra sociedad, y
si los conceptos de civilización y cultura son
asimilables o no.
4. La antropología cultural incluye también el estudio
de la religión (o fenomenología de la religión) como
un elemento común a todas las culturas: el hecho
religioso.
El antropólogo cultural estudia todas las culturas, ya sean de sociedades tribales
o de naciones civilizadas complejas. Examina todos los tipos de conducta,
racional o irracional. Considera todos los aspectos de una cultura, incluidos los
recursos técnicos y económicos utilizados frente al medio natural, los modos de
relación con otros hombres o las especiales experiencias religiosas y artísticas.
No solo se estudian las actividades correspondientes a los diversos aspectos,
sino que revisten especial interés sus relaciones recíprocas, por ejemplo, la
relación entre la estructura de la familia y las fuerzas económicas o entre las
prácticas religiosas y las agrupaciones sociales. Uno de los temas principales de
la antropología cultural, por lo tanto, es la relación entre los rasgos universales de
la naturaleza humana y la forma en que se plasma en culturas distintas. El
estudio de las razones de las diferencias culturales —motivadas por razones
ambientales o históricas—, y de la organización de estas en sistemas globales ha
ocupado también buena parte de los esfuerzos de la disciplina.
5.
6. Etnografía: etimológicamente es “escribir
sobre los pueblos”, estudiando
descriptivamente las sociedades
humanas. La etnografía es el punto de
partida de otras disciplinas y técnicas de
investigación. Los estudios etnográficos
no entran en comparaciones, ni en
teorías, sino que son recopilaciones
descriptivas de datos de los pueblos.
Como primera etapa de la investigación
se forma o consiste en: observación y
descripción; es decir, trabajando sobre el
terreno, (trabajo de campo), hacemos
una descripción sistemática de las ideas
y comportamientos de los individuos de
una cultura que obtenemos a partir de la
observación participante y de las
entrevistas durante el trabajo de campo.
7. La descripción etnográfica es
presentar la organización de la
sociedad desde la perspectiva de los
nativos; la etnografía es como una
gramática: debe permitir entender cómo
funciona una cultura.
Monografía Etnográfica: Debe incluir una
sección introductoria sobre el ámbito
ecológico, histórico, económico,
organización social, organización político-legal
y organización ideológica.
8. Etnología: Estudio comparado de los pueblos. Por
tanto utiliza el método comparativo, buscando las
regularidades de comportamiento que vienen
influidas por razones ecológicas, históricas o por la
propia dinámica interna del grupo. Se diferencia
de la etnografía en que trata de dar explicaciones
que van más allá de la mera descripción.
La etnología se interesa por las ideas y patrones de
comportamiento relativos a las costumbres y estilos
tecnológicos (técnicas artesanas), económicos
(producción, intercambio, redistribución,
comercio), sociales (parentesco, familia,
matrimonio), políticos (poder, autoridad,
coerción), legales (tratados, herencias), e
ideológicos (cosmovisión, magia, religión, arte y
música).
9. El propósito de la etnología es interpretar las
semejanzas y diferencias entre las sociedades y las
culturas y establecer generalizaciones sobre la
humanidad. Tiene un interés marcado en el
trasfondo histórico de las culturas, por eso algunas
veces se le ha llamado a la etnología, historia
cultural.
Antropología Social: Podemos decir
que la antropología social es la
conjunción de las disciplinas
etnográficas y etnológicas. Por tanto,
la antropología social estudia las
relaciones entre las personas y entre
los grupos, las instituciones sociales
como la familia, el parentesco, los
grupos de edad, la organización
política, las leyes, las actividades
económicas.
10. Antropología Cultural: engloba
disciplinas como la arqueología y la
lingüística.
Antropología Arqueológica: Reconstruye
las culturas y sus desarrollos a través del
estudio de materiales. El proceso es
recoger datos arqueológicos y de ellos,
después de estudiarlos, inferimos
tecnologías, economías, organización
social, creencias religiosas, etc.
11. Antropología Lingüística: En la lingüística
estudiamos el lenguaje, sus orígenes, su
desarrollo y su estructura. El antropólogo
lingüista se interesa por el papel del
lenguaje en las diferentes culturas. Este
estudio permite conocer mejor los
pueblos;en definitiva el antropólogo
lingüístico se interesa por la forma en
que se relacionan el lenguaje y la
cultura.
12. En el Perú , lo mejor de la antropología contribuyó a
ampliar la foto de familia, a transformar la comunidad
imaginada llamada Perú. El país concebido en un
principio por sus elites como occidental y criollo, fue
cediendo así paso a otro más contradictorio pero
también más plural. El aporte central de la
antropología en sus primeras décadas (1940-1960) fue
contribuir a la articulación nacional –mediante las
monografías etnográficas– explorando territorios
ignotos tanto en el sentido literal y geográfico de la
palabra, como también metafórico: incursionando en
ámbitos socioculturales y temporales desconocidos.
13. En esos tiempos,
antropólogos peruanos
cuando salían a hacer
trabajo de campo en
comunidades lejanas, se
sentían y tenían mucho de
exploradores en un país
donde la exploración había
estado principalmente a
cargo de extranjeros,
mientras los hijos de las elites
criollas tendían a
comportarse como
extranjeros en un país
extraño.
14. Los precursores más antiguos de la antropología peruana los
encontramos en tiempos de la conquista.
1. Cronistas tratando de hacer inteligible la radical otredad del
Tahuantinsuyo;
2. Frailes doctrineros elaborando los primeros diccionarios de
las lenguas quechua y aymara;
3. Burócratas visitadores que al entrevistar a los señores de la
tierra o censar a sus súbditos para convertirlos en tributarios
Todos ellos acumulaban material etnográfico sobre
flamantes “subalternos”
15. El indigenismo cuestiona la visión
excluyente, que dejaba fuera de la
“comunidad imaginada nacional” a las
mayorías indígenas o las incorporaba
como sustrato servil, cuando no
degenerado.
Desde fines del siglo diecinueve y
durante la primera mitad del veinte, el
indigenismo como reivindicación del
“indio actual” y de su incorporación
como base fundamental de la
“comunidad imaginada” peruana se
abrió campo, con altibajos, en la
conciencia, la cultura y la política
peruanas.
16. la antropología peruana, surgida como disciplina
universitaria en 1946, es hija del indigenismo y, por
tanto, es necesario ubicar los inicios de nuestra
disciplina sobre ese trasfondo.
Lauer (1997) hace una distinción interesante entre
un indigenismo mayormente sociopolítico y otro
cultural.
1. Indigenismo sociopolítico: El primero tuvo su auge
desde fines del siglo diecinueve hasta la década
de 1920. Fue movilizador, modernizador y
reivindicativo, y llegó a ocupar un lugar
importante en el debate nacional
2. indigenismo cultural: literario, plástico,
arquitectónico o musical.
En sus franjas más radicales, ese indigenismo
asumió rasgos utópicos y hasta apocalípticos, o
simplemente radicales
17. El indigenismo es por entonces una idea a la
defensiva, que se repliega hacia el pasado y
hacia los márgenes de la vida nacional.
Mientras el indigenismo como movimiento se
refugia en ámbitos e instituciones que no desafían
explícitamente al poder, como la Escuela de Bellas
Artes o el Museo de la Cultura Peruana. Allí
madura la antropología. Pues aun cuando a la
defensiva, el “grupo antropológico” da sus
batallas, y aprovechando una coyuntura nacional
e internacional favorable logra la
institucionalización de la antropología como
disciplina universitaria en el Perú.
18. La Antropología como carrera universitaria se
institucionalizó en 1946 con la fundación del Instituto
de Etnología y Arqueología de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos.
En las siguientes dos décadas la Antropología se
consolida como disciplina universitaria y vive una
suerte de «Edad de Oro» en su producción
académica y relevancia social.
Paralelamente, la oferta se expande y para 1970 cinco
universidades ofrecen la carrera: San Marcos, Cusco,
Católica, Ayacucho y Trujillo.
En los siguientes tres lustros la Antropología alcanza
su mayor expansión demográfica. El total de
estudiantes se sextuplica, pasando de 365 en 1970 a
2,170 en 1985. Para entonces, son ocho unidades
académicas las que ofrecen la carrera, pues Arequipa,
Huancayo y Puno se fueron sumando en esos años a
la oferta universitaria en Antropología.
19. Una primera, culturalista y exploradora, que
sacralizó el trabajo de campo como rito de
iniciación.
Una segunda, que abarca gruesamente las
décadas de 1960 y 1970 -e incluso inicios de 1980-,
donde al culturalismo se suman otras influencias
como el funcionalismo, estructuralismo,
dependentismo La Antropología en el Perú
Enseñanza de antropología en el Perú y marxismo.
Una tercera desde mediados de la década de
1980, donde el énfasis disciplinario vuelve a
desplazarse del estudio de las estructuras al de los
actores, a veces excesivamente, introduciéndose
y consolidándose nuevas temáticas como
movimientos sociales, Antropología urbana,
etnicidad, género, mentalidades, entre otras
20. La crisis y redefinición de la
Antropología peruana entre fines
de la década de 1980 y 1990 se
enmarca dentro de un proceso
mayor de crisis general de las
ciencias sociales y específicamente
la Antropología, en todo el mundo.
Este proceso abarcaba dos niveles:
el discurso etnográfico; y la
concepción de la Antropología
como ciencia.
21. En la actualidad la
Antropología Social
es de suma
importancia, en un
mundo donde es
más fácil tener
acceso a otras
formas de pensar,
sentir y vivir es claro
que se necesita de
algo que nos enseñe
el valor de respetar
las diferencias en un
mundo ya
globalizado.
22. La Antropología tiene un
valor al estudiar a la
sociedad, nos enseña
que todos como
miembros de una
sociedad(la que sea),
tenemos relaciones
sociales que están
regidas por la función y
estructura que tienen
nuestras comunidades
como un complejo que
nos da certeza y
seguridad pues ya no se
es el individuo en
solitario sino somos
parte de un conjunto
23. La Antropología nos
puede revelar que
pasos a seguido la
humanidad en la
evolución de sus
culturas y su
sociedades, para
entender los
procesos que
siguieron estos, para
llegar a ser lo que
son.
24. La Antropología Social, al
menos con este nombre, es la
más joven de las ciencias
sociales, pero a su vez está
relacionada con materias mas
viejas como la Historia y la
Sociología, determinando de
esta forma, que entre ellas no
existe una distinción clara.
25. Su desarrollo como disciplina
científica en casi todos los países
del subcontinente está ligada con
la actividad estatal. De hecho, en
el período comprendido
aproximadamente entre los años
1930 y 1970, en muchos países de
América Latina se fundaron
instituciones antropológicas
paraestatales que tenían la función
de planificar y desarrollar
programas de desarrollo dirigidos a
la integración de los indígenas en la
sociedad nacional.