El documento resume la historia bíblica de Lázaro, quien enfermó gravemente y murió a pesar de que Jesús dijo que su enfermedad "no era para muerte". Jesús esperó varios días para ir a consolar a María y Marta, lo que confundió a los discípulos. Finalmente Jesús resucitó a Lázaro, mostrando su poder sobre la muerte.

1. , f las experimentado alguna vez
/rlk
Sábado
Haz la actividad
para esta semana
de la página 45.
i m /
Domingo
Lee "¿Muerto o dor­
mido?"
Piense ¿Qué nuevas
preguntas se harían
los discípulos al
regresar a Betania?
^ ¿Qué es lo que siem­
pre se quiere saber
sobre la muerte?
Comienza a
aprender el versículo
para memorizar.
Pídele a Dios
que te ayude a con­
fiar en él.
^ / I ia muerte de alguien que amas
entrañablemente? Si es así, la pregun­
ta que surge en tu mente es: "¿Por
qué? ¿Por qué muere tan joven? ¿Por
qué Dios permite eso?" Y "¿por qué
no hay una buena respuesta a esta
pregunta?" Es cierto, la Biblia no tie­
ne una respuesta directa o fácil para
estas preguntas. Pero, la historia de
Lázaro nos señala algunas pautas.
(Texto clave: Juan 11:1-16.)
María y Marta estaban preo­
cupadas por su hermano Lázaro.
Una fiebre muy alta le vino de la
noche a la mañana. Un día es­
taba atendiendo sus negocios, y al
día siguiente estaba transpirando,
prácticamente delirando por esa
intensa fiebre. La única cosa que
se podía hacer era avisarle a jesús,
que era como otro hermano para
ellas. ¡Él había sanado a tanta gente
en los últimos tres años! Las hermanas es­
cribieron el mensaje y lo enviaron con un
mensajero al lugar donde se encontraban
jesús y sus discípulos. Y se pusieron a esperar
pacientemente.
Cuando jesús recibió el mensaje: "Señor,
¿WlueAjtaa doAmudo-?

2. *P£W ÍCirni(W lto~ C¿CW -&: Cuando Jesús es nuestro amigo, no necesita­
mos temer ni el sufrimiento ni la muerte.
VeAÁÍCida fiaAa ITlCtnoAltyClA,: "Yo sé que mi Redentor vive, y al fin
se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi car­
ne he de ver a Dios” (Job 19:25, 26).
he aquí, el que amas está enfermo" (Juan
11:3), respondió en voz baja: "Esta enferme­
dad no es para muerte" (vers. 4). El mensajero
esperaba que Jesús dijera o escribiera algo,
pero él prestó atención más bien a otras
cosas. Obviamente, el Maestro no pensaba
regresar a Betania en ese momento, y por eso
el mensajero regresó sin jesús.
-¿Dónde está Jesús? -preguntaron las her­
manas al mensajero cuando regresó. Pero el
mensajero, moviendo la cabeza, apenas les
dijo:
-El Maestro dice que "esta enfermedad no
es para muerte".
María y Marta se contenta­
ron al escuchar esas nuevas.
Cuidadosamente le dieron el
mensaje al paciente, que
se encontraba casi in­
consciente.
Lunes
Lee Juan 11:1 ai 16.
Pregunta a un
adulto cuándo se
preguntó: "¿Por
qué?", y ¿qué res­
puesta recibió?, o
¿cuánto tiempo se
demoró para enten­
derla?
Ort Pídele a Dios
que te ayude a con­
fiar en él aunque no
puedas entender.

3. £ecc¿áa 6
Ansiosamente se pusieron a es­
perar las señales de mejoría. Pero
quedaron amargamente chas­
queadas, y vieron cómo Lázaro
moría. En su dolor se conformaban
solo con la gracia de Jesús. Nunca
dudaron ni lo culparon de nada.
Los discípulos, por otro lado,
estaban confundidos acerca de
la actitud de jesús. Les parecía
un poco fría. Recordaban cuando
no respondió el día que pusieron
preso a su primo Juan. ¿Por qué
no lo hizo? ¿Por qué no se apre­
suró a regresar a Betania? ¿Por
qué siguió predicando como si
nada hubiera sucedido? Sabían
muy bien el gran consuelo que
sería su presencia para la familia,
esa familia que amaba tanto. Tal
comportamiento era un misterio
para ellos.
Durante dos días más, Jesús
siguió atendiendo su tarea. No
volvió a mencionar a Lázaro. Los
enemigos de Jesús, los fariseos,
Martes
Lee Job 19:25 al 27.
Hable con tus abuelos y con personas adultas.
Léeles los versículos. Pídeles que te expliquen
el significado de estos versículos.
Escril en tu diario de estudio de la Biblia
sobre tu conversación. O si no tienes una con­
versación, escribe tus reacciones al versículo
27. ¿Cómo te sientes con todo eso?
Dale gracias a Dios porque ha conquistado
la muerte.

4. también se habían dado cuenta de que jesús
no había rescatado a Juan el Bautista. Para
ellos era una realidad que jesús no era el que
pretendía ser, el Hijo de Dios.
-Si él es el Hijo de Dios, y si tiene tanto
poder -razonaban los fariseos- ¿por qué per­
mitió que su primo muriera? ¿Y por qué no
sana a su amigo? Para los discípulos, esos dos
días fueron de gran inquietud. Jesús había ha­
blado sobre pruebas, pérdidas y persecución.
¿Sería capaz de olvidar esos momentos de
prueba de la misma manera que se había ol­
vidado de Juan y de Lázaro? Dos días después
de haber estado al otro lado del Jordán, jesús
fue a Betania.
Aunque Jesús iba a consolar a sus amigos,
los discípulos estaban alarmados.
-Ese es el lugar donde los judíos trataron
de apedrearte -le recordaron-, ¿Estás
seguro de que quieres regresar a
Betania?
Miércoles
Lee Juan 11:11.
Busca en la Biblia la
mayor cantidad de
referencias posibles
relacionadas con la
muerte como un
sueño.
Pide Si tienes proble­
mas, pídele ayuda a
una persona adulta.
Ora Pídele a Dios
que te ayude a
entender que la
muerte es como
un sueño y que por
eso no debes tener
temor alguno.

5. £exud¿n 6
Pero, jesús no estaba preo­
cupado por su propia persona;
sabía que el Espíritu Santo lo
estaba guiando.
-Lázaro duerme -les explicó.
Ahora los discípulos estaban
más confundidos que nunca.
Si Lázaro dormía, ¿cuál sería la
mejor muestra de su mejoría? No
podían comprender que jesús no
estaba hablando del sueño natu­
ral, sino de la muerte.
-Lázaro está muerto -les ex­
plicó más tarde.
Y antes de que los discípulos
volvieran a preguntar ¿por qué?,
les dijo:
-Me alegro por vosotros, que
yo no haya estado allí, para que
creáis. Vamos a él.
Los discípulos lo acompaña­
ron a Betania, preguntándose
si estarían pronto muertos, o
durmiendo o cualquier otra cosa.
Jueves
Cat el himno que
aprendiste en la
Escuela Sabática esta
semana, o escribe
una nueva tonada.
Observa Si es posi­
ble, observa a un
niño cuando está
durmiendo.
Ore Dale gracias a
Dios por comparar
la muerte con un
sueño. Pídele que
te dé paz ante la
muerte de un ser
querido que has
perdido o que vas a
perder pronto.

6. lección. 6
Viernes
durante el culto familiar, lo que has
aprendido esta semana.
Redi el versículo para memorizar. Procura
aprender también el versículo 27.
Con el coro del himno "En presencia estar de
Cristo", Himnario Adventista, N° 162.
Ha acerca de las palabras de este himno.
O Denle gracias a Dios, que quiere conso­
larte y fortalecerte con su gracia, cara a cara.

7. & . ■
Ace/itijo-
'Quién venció- ía rmueAíe?
INSTRUCCIONES
Usa las teclas del teléfono como clave para descifrar el versí­
culo. Por ejemplo, el 4 puede ser "G" "H" o "I”.
"36866237 53787 53 3456: 96 769 52 737877322466 9 52 8432".
45