2. TRAERÁN • Santiago 5:1
MISERIAS
• Santiago 5:2-3 DEVORARÁN A
SU POSEEDOR
EL CLAMOR DE • Santiago 5:4
LOS OBREROS
• Santiago 5:5
ENGORDADOS
PARA LA
MATANZA
• Santiago 5:6 MATANDO AL
JUSTO
3. «¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por
las miserias que os vendrán» (Santiago 5:1)
En muchas ocasiones, las riquezas son
amasadas por impíos y esto nos puede hacer
dudar: «He aquí estos impíos, sin ser
turbados del mundo, alcanzaron riquezas.
Verdaderamente en vano he limpiado mi
corazón, y lavado mis manos en inocencia»
(Salmos 73:12-13).
Ante una queja similar, Dios le respondió a
Habacuc que esperase (Hab. 2:3); pues llegará
el momento en que se hará justicia, y
entonces el rico injusto llorará y aullará.
Hay posesiones más duraderas y de más valor
que las riquezas materiales. Éstas pueden
desaparecer en cualquier momento, pero los
«tesoros en el cielo» (Mt. 6:20)
permanecerán por la eternidad.
4. «Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de
polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará
contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego.
Habéis acumulado tesoros para los días postreros» (Santiago 5:2-3)
Santiago ve las posesiones de los ricos inconversos con ojos espirituales.
LAS RIQUEZAS
Los productos
del campo
están
podridos
LAS ROPAS
Los vestidos
costosos
están
apolillados
EL DINERO
El oro y la
plata están
oxidados
Las riquezas corrompen a aquél que «hace para sí tesoro,
y no es rico para con Dios» (Lucas 12:21)
La forma en que usamos nuestro dinero tiene importancia.
LO QUE VEMOS
LO QUE DIOS VE
5. «He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras
tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los
clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor
de los ejércitos» (Santiago 5:4)
Retener el salario del obrero es PECADO:
«No oprimirás a tu prójimo, ni le
robarás. No retendrás el salario del
jornalero en tu casa hasta la mañana»
(Levítico 19:13)
El jornal debe ser pagado según se
haya concertado: al día, a la semana, al
mes… El clamor de los que no reciben
a su tiempo el pago de su trabajo
asciende a Dios.
Y el «Señor de los ejércitos» no
dejará sin castigo a aquellos
que han retenido los salarios
para su propio beneficio.
6. «Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis
engordado vuestros corazones como en día de matanza» (Santiago 5:5)
¿Qué nos enseña la parábola del rico y Lázaro sobre este tema (Lucas 16:19-31)?
«Dios había hecho del rico un mayordomo de sus
medios, y su deber era atender casos tales como el
del mendigo… Todo lo que lo rodeaba, su círculo de
diversiones, la alabanza y la lisonja de sus amigos,
ministraba a su gozo egoísta. Tan absorto estaba en
la sociedad de sus amigos que perdió todo sentido
de su responsabilidad de cooperar con Dios en su
ministración de misericordia. Tuvo oportunidad de
entender la Palabra de Dios y practicar sus
enseñanzas; pero la sociedad amadora del placer
que él escogió ocupaba de tal manera su tiempo que
se olvidó del Dios de la eternidad»
E.G.W. (Palabras de vida del gran Maestro, pg. 205)
¿Vale la pena vivir «en deleites sobre la tierra»
durante unos pocos años, y perder la
verdadera delicia de disfrutar de las riquezas
celestiales durante toda la eternidad?
7. «Habéis condenado y dado muerte al justo,
y él no os hace resistencia» (Santiago 5:6)
Con frecuencia la riqueza de los poderosos
distorsiona los procedimientos de la justicia.
Desde el asesinato de Abel (Gén. 4: 8) hasta el fin del tiempo, la
mano de los opresores egoístas ha infligido desgracias a los
inocentes, y a veces hasta la muerte.
«El testimonio de esos justos maltratados
se presentará en el día del Juicio como
una terrible condenación contra todos los
opresores. Los justos oprimidos no
pueden resistir la tiranía de los ricos, y
sólo se les hará justicia cuando Dios
intervenga para defender su causa.
Entonces se les hará justicia, serán
compensados y sus injustos opresores
serán destruidos» (CBA, sobre Santiago 5:6)
8. «Los talentos que el Señor da a sus
siervos son diversos, pero deben
combinarse para lograr una obra
completa. Dios desea que el dinero sea
considerado como un don que proviene
de él; abusar de cualquier don que él nos
ha dado es una traición a sus sagrados
propósitos. Cuando el mayordomo
utiliza mal lo que le ha sido confiado,
pone en peligro su propia alma y no
permite que la verdad cumpla su
cometido» E.G.W. (Manuscript Releases, t. 21, pg. 352)