2. Oración Inicial Primero elegiremos agradecer a nuestra Madre, que nos ha juntado como hijos. Hemos recibido la bendición de sentir nuestros corazones cerca de ti, y queremos que nos guíes a buscar la compasión de tu hijo amado. Agradecemos la presencia de tu hijo, ya que el mundo diario nos lo expulsa y nuestra mente lo olvida. Pidamos encontrar a Cristo en nuestro camino, que contagie nuestra alma de hermosura, y que su presencia llegue a nuestras familias. Roguemos por quienes dejamos en casa, nuestros hijos con quienes nos has entregado tu cariño, que en nuestros hogares crezca la esperanza que es la semilla del destino de nuestra fe.
9. Vamos a despedirnos recordando que de nuestra madre nunca nos despedimos. Que cuando a diario aceptamos nuestro (a) cónyuge, María nos regala la grandeza de su amor. Que cuando escuchamos a nuestros hijos María nos convida la acogida de su corazón. Y que en la noche, cuando el cansancio nos ha agotado, María coge nuestra alma en la paz de su regazo. Por eso este día consagrémonos a nuestra Madre la virgen María. ¡ Oración Final
10. ¡Oh Señora mía, oh Madre mía! yo me ofrezco todo a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día mis ojos , mis oidos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser, ya que soy todo (a) tuyo (a), ¡Oh Madre de bondad, guárdame, defiéndeme y utilízame como instrumento y posesión tuya amén. Oración Final