SlideShare uma empresa Scribd logo
1 de 22
Baixar para ler offline
Página 1 de 22



                            RESUCITACION NEONATAL



Circulation. 2010;122(suppl 3):S909 –S919


Articulo traducido por Jaime Alberto Mesa Franco, Pediatra-Neonatólogo, Profesor
asistente Universidad Tecnológica de Pereira.
Lo considero un artículo de actualización y de mucha importancia para docentes y
estudiantes, se publicará en el Blog de Materno Infantil. Espero que lo aprovechen.


GUIAS DE LA ACADEMIA AMERICANA DEL CORAZON PARA RESUCITACION
CARDIOPULMONAR Y MANEJO DE EMERGENCIA CARDIOVASCULAR

John Kattwinkel, Co-Chair*; Jeffrey M. Perlman, Co-Chair*; Khalid Aziz; Christopher
Colby;
Karen Fairchild; John Gallagher; Mary Fran Hazinski; Louis P. Halamek; Praveen
Kumar;
George Little; Jane E. McGowan; Barbara Nightengale; Mildred M. Ramirez; Steven
Ringer;
Wendy M. Simon; Gary M. Weiner; Myra Wyckoff; Jeanette Zaichkin


INTRODUCCION

Las siguientes pautas son una interpretación de las evidencias presentadas en el
Consenso científico Internacional de 2010 sobre Resucitación Cardiopulmonar y
Atención Cardiovascular de Emergencia con las recomendaciones de manejo1. Estos
se aplican principalmente a los bebés recién nacidos en fase de transición de vida
intrauterina a la extrauterina, pero las recomendaciones son también aplicables a
bebés que han completado la transición perinatal y requieren reanimación durante las
primeras semanas o meses de vida. Los profesionales que reaniman a los bebés al
nacer o en cualquier momento deben considerar seguir estas directrices.
Aproximadamente el 10% de los recién nacidos requieren algún tipo de ayuda para
empezar a respirar al nacer. 2,3 Menos del 1% requieren reanimación avanzada,
Aunque la gran mayoría de los bebés recién nacidos no requieren de intervención para
hacer la transición, debido al gran número total de nacimientos, un número
considerable requerirá un cierto grado de reanimación. Los recién nacidos que no
requieren reanimación se pueden identificar generalmente por una evaluación rápida
de               las               siguientes         tres             características:
¿Edad gestacional?, ¿Llora o respira? , ¿Tiene buen tono muscular? Si la respuesta a
las 3 de estas preguntas es, positiva, el bebé no necesita reanimación y no debe ser
separado de la madre. Debe ser secado, colocado piel a piel con la madre, cubrir con
ropa seca para mantener la temperatura y se debe continuar observando la
respiración, la actividad, y el color.
Si la respuesta a alguna de estas preguntas (a término, llora o respira, buen tono
muscular) es negativa se deben realizar uno o más de los siguientes pasos en
secuencia:
A. Pasos iniciales en la estabilización (ambiente cálido, despejar la vía aérea si es
necesario, secar y estimular)
Página 2 de 22




B. Ventilación
C. Compresiones en el pecho
D. La administración de epinefrina y / o expansión de volumen
Aproximadamente 60 segundos (“MINUTO DE ORO”) se asignan para completar los
pasos iniciales (ambiente cálido, despejar la vía aérea si es necesario, secar y
estimular ), reevaluando, y comenzando la ventilación en caso necesario. La decisión
de avanzar más allá de los pasos iniciales se determina mediante la evaluación
simultánea de dos características vitales: respiración (apnea, jadeo o dificultad para
respirar o sin dificultad respiratoria) y la frecuencia cardíaca (si es mayor o menor de
100 latidos por minuto). La evaluación de la frecuencia cardiaca se debe hacer en
forma intermitente auscultando el precordio. Cuando un pulso es detectable, la
palpación del pulso umbilical también puede proporcionar una estimación rápida del
pulso y es más preciso que la palpación en otros sitios4,5. Un oxímetro de pulso puede
proporcionar una evaluación continua del pulso sin interrupción de las medidas de
reanimación, pero el dispositivo tarda de 1 a 2 minutos mientras se coloca y nos da la
lectura, además no puede funcionar durante los estados de muy bajo gasto cardiaco o
hipoperfusion. Una vez que la ventilación con presión positiva o la administración de
oxígeno suplementario se inicia, la evaluación debe consistir en la valoración
simultánea de tres signos vitales: frecuencia cardiaca, la respiración, y el estado de
oxigenación, esta última de manera óptima determinada por un oxímetro de pulso. El
indicador más sensible de una respuesta correcta a cada paso es un aumento de la
frecuencia cardíaca.



ANTICIPARSE A LA NECESIDAD DE REANIMACION

La anticipación, la preparación adecuada, la evaluación precisa y el inicio inmediato de
apoyo son fundamentales para la reanimación neonatal exitosa. En cada parto debe
haber por lo menos 1 persona cuya principal responsabilidad sea el recién nacido.
Esta persona debe estar capacitada para iniciar la reanimación incluyendo la
administración de la ventilación con presión positiva y compresiones torácicas.
Además esa persona o alguien que se ponga rápidamente a disposición deben tener
las habilidades necesarias para realizar una reanimación completa, incluyendo la
intubación endotraqueal y la administración de medicamentos. 6 Varios estudios han
demostrado que la cesárea que se realiza bajo anestesia regional entre las 37 a 39
semanas, sin factores de riesgo, en comparación con un parto vaginal de la misma
edad gestacional y en las mismas condiciones, no aumenta el riesgo de que el bebé
requiera intubación endotraqueal. 7–10



Con una cuidadosa valoración de los factores de riesgo, la mayoría de los recién
nacidos que necesitan reanimación pueden ser identificados antes de nacer. Si la
posible necesidad de reanimación se prevé, más personal calificado debe ser
seleccionado y alistar el equipo necesario. Factores de riesgo identificables y el equipo
necesario para resucitación están el Texto de Resucitacion neonatal ,( sexta edición
de la Academia Americana de Pediatria , próximo a imprimirse ) .11Tener en cuenta
que en un parto prematuro (< 37 semanas de gestación) se requiere preparación
Página 3 de 22



especial. Los bebés prematuros tienen pulmones inmaduros que pueden ser más
difíciles de ventilar, además vasos sanguíneos inmaduros que los hace más
propensos a hemorragia intraventricular, piel fina y una gran superficie, que contribuye
a la pérdida rápida del calor, aumento de la susceptibilidad a la infección, y un mayor
riesgo de shock hipovolémico por el bajo volumen sanguíneo que manejan.



Pasos iniciales


Los pasos iniciales de la reanimación son para proporcionar calor al colocar al bebé
bajo una fuente de calor radiante, colocando la cabeza en “posición de olfateo” o
condiciones de abrir la vía aérea, la limpieza de la vía aérea si es necesario con una
pera de goma o un catéter de succión, secar el bebé, y estimular la respiración.
Estudios recientes han evaluado varios aspectos de estos pasos iniciales. Estos
estudios se resumen a continuación.
Página 4 de 22
Página 5 de 22




Control de Temperatura


Los prematuros de muy bajo peso al nacer (<1500 g) pueden llegar a presentar
hipotermia a pesar del uso de las técnicas tradicionales para disminuir la pérdida de
calor. Por esta razón, se recomiendan técnicas de calentamiento adicional (por
ejemplo,en la sala de partos precalentamiento a 26 ° cubrir el bebé en un envoltorio
                                                       C,
de plástico resistente al calor, y colocar al bebé bajo el calor radiante(Clase 1, nivel de
evidencia –NDE- A14,15).) La temperatura del niño debe ser monitoreada muy de cerca
debido al bajo, pero descrito riesgo de hipertermia cuando se usan estas técnicas
combinadas). Aunque no se han estudiado específicamente, se ha utilizado y se
recomienda otras técnicas para mantener la temperatura durante la estabilización del
bebé en la sala de partos (por ejemplo precalentamiento de la ropa y pañales, colocar
el bebé piel a piel con la madre cubriéndolo con una manta) Todos los procedimientos
de reanimación, incluyendo la intubación endotraqueal, la compresión torácica y la
inserción de un catéter intravenoso, se puede realizar con estos controles de
temperatura en el lugar de intervenciones (Clase IIb, NDE C) 17. Se ha informado que
los niños nacidos de madres febriles tienen una mayor incidencia de la depresión
perinatal respiratoria, convulsiones neonatales, parálisis cerebral y un mayor riesgo de
mortalidad. 8,19 Estudios en animales indican que la hipertermia durante o después de
la isquemia se asocia con la progresión de la lesión cerebral. Bajar la temperatura
reduce el daño neuronal. 20 Se debe evitar la hipertermia, el objetivo es lograr
normotermia y evitar la hipertermia iatrogénica.



Despeje de la vía aérea


Cuando el líquido amniótico es claro


Hay pruebas de que la aspiración de la nasofaringe puede crear bradicardia durante la
reanimación 21,22 y que la aspiración de la tráquea en los bebés intubados que reciben
ventilación mecánica en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) puede
estar asociada con el deterioro de la distensibilidad pulmonar, la oxigenación y la
reducción de la velocidad del flujo sanguíneo cerebral cuando se realiza habitualmente
(es decir, en ausencia obvia de secreciones orales o nasales) 23,24. Sin embargo,
también hay evidencia de que la aspiración en presencia de secreciones puede
disminuir la resistencia en la vía aérea.25. Por lo tanto se recomienda que la aspiración
inmediata después del nacimiento (incluyendo la aspiración con una pera de goma) se
reserve para los bebés que presentan obstrucción evidente durante la respiración
espontánea o que requieren ventilación con presión positiva (VPP).
Página 6 de 22



Cuando el líquido amniótico es meconiado


La aspiración de meconio antes del parto, durante el nacimiento o durante la
reanimación puede causar el síndrome de aspiración severa de meconio (MAS).
Históricamente, se han recomendado una variedad de técnicas para reducir la
incidencia del MAS. La aspiración de la orofaringe antes de la salida de los hombros
se consideró rutinaria hasta que un ensayo controlado aleatorio demostró que no tiene
valor o importancia26. La intubación endotraqueal electiva y rutinaria con la aspiración
directa de la tráquea se recomendó inicialmente para todos los recién nacidos con L.A
teñido de meconio hasta un ensayo controlado aleatorio que demostró que no hay
valor en la realización de este procedimiento en los bebés que nacían vigorosos27.
Aunque los bebés que nacen deprimidos con líquido amniótico meconiado (LAM)
tienen un mayor riesgo de desarrollar MAS28,29, La aspiración endotraqueal no se ha
asociado con una reducción en la incidencia del MAS30,31 o de la mortalidad en estos
niños. La única evidencia de que la aspiración endotraqueal directa de meconio puede
ser de valor se basó en un estudio comparativo de los bebés aspirados con controles
históricos, y hubo sesgo de selección en el grupo de recién nacidos intubados32–34.

 En ausencia de ensayos aleatorizados y controlados, no hay pruebas suficientes para
recomendar un cambio en la práctica actual de realizar la aspiración endotraqueal de
niños no vigorosos con líquido amniótico teñido de meconio (Clase IIb, NDE C). Sin
embargo, si se intenta la intubación y esta es prolongada o sin éxito, se debe
considerar la ventilación con bolsa y mascarilla, especialmente si hay bradicardia
persistente.


Evaluación de la necesidad de oxígeno y de la Administración de oxígeno

Hay una gran cantidad de evidencias que demuestran que los niveles de oxígeno en
sangre en los bebés sin compromiso por lo general no alcanzan valores extrauterinos
hasta aproximadamente 10 minutos después del nacimiento. La saturación de
oxihemoglobina normalmente puede permanecer en el rango de 70% a 80% durante
varios minutos después del nacimiento, lo que resulta en la aparición de cianosis
durante ese tiempo. Otros estudios han demostrado que la evaluación clínica del color
de la piel es un indicador muy pobre de la saturación de oxihemoglobina durante el
período neonatal inmediato y que la falta de cianosis parece ser un indicador muy
pobre del estado de oxigenación de un bebé sin compromiso después del nacimiento.
El manejo óptimo de oxígeno durante la reanimación neonatal es particularmente
importante debido a las pruebas de que la oxigenación insuficiente o excesiva puede
ser perjudicial para el recién nacido. La hipoxia y la isquemia son conocidas por causar
lesiones a múltiples órganos. Por el contrario cada vez hay más evidencia
experimental, así como la evidencia de los estudios de los bebés que reciben
reanimación, que los resultados adversos pueden resultar de incluso una breve
exposición a exceso de oxígeno durante y después de la reanimación.
Página 7 de 22



Oximetría de pulso


Numerosos estudios han definido los porcentajes de saturación de oxígeno en función
del tiempo desde el nacimiento en los bebés nacidos a término sin compromiso (ver
tabla de saturaciones deO2). Esto incluye saturaciones medidas desde ambos sitios
preductal y postductal, después de partos quirúrgicos y vaginales a nivel del mar y en
altitud. 35–40 Los pulsoximetros más recientes, que emplean sondas diseñadas
específicamente para los recién nacidos, se ha demostrado que proporcionan lecturas
fiables dentro de 1 a 2 minutos después del nacimiento41– 43. Estos oxímetros son
confiables en la gran mayoría de los recién nacidos a término y prematuros requieran
o no reanimación, siempre y cuando exista suficiente gasto cardiaco y flujo sanguíneo
en piel para el oxímetro detectar el pulso. Se recomienda que la oximetría sea utilizada
cuando la reanimación se puede anticipar2, cuando se administre presión positiva,
cuando la cianosis es persistente, o cuando se administra oxígeno suplementario
(Clase I, NDE B). Para comparar adecuadamente las saturaciones de oxígeno a los
datos similares publicados, la sonda debe ser conectada a un lugar preductal (es decir,
la extremidad superior derecha, por lo general la muñeca o en la superficie medial de
la palma) 43 . Hay cierta evidencia de que fijar la sonda al bebé antes de conectar la
sonda al instrumento facilita la adquisición más rápida de la señal (Clase IIb, NDE C)
42



La           administración            de            oxígeno            suplementario

Dos meta-análisis de varios estudios clínicos controlados aleatorizados que
compararon la reanimación neonatal inicialmente con aire ambiental versus oxígeno al
100% mostraron un aumento de la supervivencia cuando se inició la reanimación con
aire(21% )44,45. No hay estudios en recién nacidos a término que comparen los
resultados de reanimaciones al iniciar con diferentes concentraciones de oxígeno
diferentes al aire ambiente o con O2 al 100%. Un estudio en recién nacidos
prematuros mostró que el inicio de la reanimación con una mezcla de oxígeno y aire
dio como resultado menor hipoxemia y menor hiperoxemia, según lo definido por los
investigadores, que cuando se inició la reanimación con aire ambiente o con oxígeno
al 100% seguido por valoración de una mezcla ajustable (blender) de aire y oxígeno.46.
En ausencia de otros estudios comparativos de reanimación neonatal que inicien con
diferentes concentraciones de oxígeno o de otros estudios diferentes dirigidos a
saturaciones de oxihemoglobina, se recomienda que el objetivo en recién nacidos que
se reanimen al nacer, nacidos a término o prematuros, debe ser un valor de saturación
de oxígeno en el rango intercuartílico de las saturaciones preductal (ver tabla de la
figura) que se midió en recién nacidos sanos a término después del parto vaginal a
nivel del mar (Clase IIb, NDE B). Estos objetivos pueden lograrse mediante el inicio de
la reanimación con aire o una mezcla de oxígeno y titulación de la concentración de
oxígeno para lograr una SpO2 en los rangos descritos con oximetría de pulso (Clase
IIb, NDE C). Si no se dispone de O2 mezclado, se debe iniciar la reanimación con aire
(Clase IIb, NDE B). Si el bebé cursa con bradicardia (FC< 60 por minuto) después de
90 segundos de reanimación con una menor concentración de oxígeno, esta se
deberá aumentar al 100% hasta que se obtenga una frecuencia cardiaca normal
(Clase IIb, NDE B).
Página 8 de 22



Ventilación con presión positiva (VPP)


Si el bebé sigue presentando apnea o jadeo, o si la frecuencia cardíaca sigue siendo <
de 100 por minuto después de la administración de los pasos iniciales, se debe iniciar
PPV.

Respiraciones iniciales y ventilación asistida


Las inspiraciones iniciales después del nacimiento, ya sean espontáneas o asistidas,
crean una capacidad residual funcional (FRC) .47–50. La presión óptima, el tiempo
inspiratorio, y el flujo necesario para establecer una efectiva FRC cuando se
administra VPP durante la reanimación no se han determinado. La evidencia de
estudios en animales indica que los pulmones prematuros son lesionados fácilmente
por los grandes volúmenes inmediatamente después del nacimiento51,52. Las
frecuencias de ventilación asistida de 40 a 60 por minuto son de uso común, pero la
eficacia relativa de las diferentes tasas no ha sido investigada.
 La medida principal de la ventilación inicial adecuada es la mejoría de la frecuencia
cardíaca. 53 Si la frecuencia cardíaca no mejora debe evaluarse el movimiento de la
pared torácica. El pico inicial de presión inspiratoria necesaria es variable e
impredecible y debe ser individualizada para lograr un incremento en la frecuencia
cardíaca o el movimiento del tórax con cada respiración. Debe controlarse la presión
inspiratoria pico, una presión inspiratoria inicial de 20 cm H2O puede ser eficaz, pero
puede ser necesaria 30 a 40 cm H2O en algunos recién nacidos a término sin
respiración espontanea (Clase IIb, NDEC ) 48,50,54. Si las circunstancias no permiten
los monitores de la presión inspiratoria, se debe utilizar la presión mínima necesaria
para lograr un aumento en la frecuencia cardiaca. No hay pruebas suficientes para
recomendar un tiempo inspiratorio óptimo. En resumen, la ventilación asistida debe ser
entregado a un ritmo de 40 a 60 respiraciones por minuto para lograr con prontitud
mantener una frecuencia cardíaca >100 por minuto (Clase IIb, NDEC)
. Se ha informado del uso de detectores colorimétricos de CO2 durante la ventilación
con máscara en un pequeño número de niños prematuros en la unidad de cuidados
intensivos y en la sala de partos, y estos detectores pueden ayudar a identificar
obstrucción de vía aérea. 55,56 Sin embargo, no está claro si el uso de detectores de
CO2 durante la ventilación con mascarilla confiere un beneficio adicional por encima
de la sola evaluación clínica (Clase IIb, NDEC).


Presión final de la espiración


Muchos expertos recomiendan la administración de presión positiva continua (CPAP) a
los niños que inician con dificultad respiratoria después del nacimiento, aunque su uso
se ha estudiado sólo en recién nacidos prematuros. Un ensayo clínico multicéntrico
aleatorizado en recién nacidos de 25 a 28 semanas de gestación con signos de
dificultad respiratoria no mostró diferencias significativas en los resultados de
mortalidad o necesidad de oxígeno a las 36 semanas de edad gestacional entre los
recién nacidos que se inició el CPAP frente a los intubados y sometidos a ventilación
mecánica en sala de partos. Empezar con CPAP reduce las tasas de intubación y
ventilación mecánica, uso de surfactante, y la duración de la ventilación, pero se
aumentan las tasas de neumotórax57. Los recién nacidos prematuros con respiración
Página 9 de 22



espontánea que tienen dificultad respiratoria puede ser recibir soporte con CPAP o con
intubación y ventilación mecánica (Clase IIb, NDE B). La opción más apropiada puede
ser guiada por la experiencia y las preferencias de cada unidad. No hay pruebas para
apoyar o refutar el uso de CPAP en la sala de partos en el bebé a término con
dificultad respiratoria.
Aunque la presión positiva al final de la espiración (PEEP) ha demostrado ser
beneficiosa y su uso es habitual durante la ventilación mecánica de recién nacidos en
unidades de cuidados intensivos, no se han hecho estudios evaluando
específicamente PEEP versus no PEEP cuando PPV se utiliza durante el
establecimiento de un FRC después del nacimiento. Sin embargo, la PEEP es
probable que sea beneficiosa y se debe utilizar si se dispone del equipo adecuado
(Clase IIb, NDE C). La PEEP puede darse con una bolsa inflada por flujo o una pieza
en T(neopuff), pero no se puede dar con una bolsa autoinflable a menos que tengan
una válvula de PEEP opcional. Hay, sin embargo, algunas pruebas de que dichas
válvulas a menudo liberan presiones inconsistentes al final de la espiración. 58,59

Dispositivos de ventilación asistida


La ventilación eficaz se puede lograr ya sea con un flujo a presión, con bolsa
autoinflable o con una pieza en T diseñado para regular la presión. 60–63 El tope de las
válvulas de las bolsas autoinflables depende de la velocidad de flujo de entrada del
gas. Las presiones generadas podrían ser superiores al valor especificado por el
fabricante. La presiones inspiratorias pico deseadas y los tiempos prolongados de
inspiración son más consistentes si se realizan con los dispositivos en T que cuando
se utilizan bolsas60,61, aunque las implicaciones clínicas de estos hallazgos no son
claros (Clase IIb, NDE C). Es probable que las presiones pico se deban cambiar a
medida que mejora la compliance pulmonar después del nacimiento, pero la relación
presión volumen y el volumen óptimo con cada respiración mientras se establece la
capacidad residual funcional no se han estudiado. Los reanimadores son insensibles a
los cambios en la distensibilidad pulmonar, independientemente del dispositivo
utilizado (Clase IIb, NDE C). 64

Máscara laríngea


Las mascaras laríngeas que se ponen encima de la entrada de la laringe han
demostrado ser eficaces para ventilar los recién nacidos que pesen más de 2.000
gramos ó ≥ 34 semanas de gestación (Clase IIb, NDE B 65–67). Existen datos limitados
sobre el uso de estos dispositivos en los prematuros < 2.000 g ó <34 semanas (Clase
IIb,NDEC 65–67). Se debe considerar una máscara laríngea si la ventilación durante la
reanimación mascarilla y la intubación traqueal no tienen éxito o no son factibles
(Clase IIa, NDE B). La máscara laríngea no ha sido evaluada en los casos de líquido
amniótico meconiado, durante las compresiones torácicas, o para la administración de
medicamentos endotraqueales
Página 10 de 22



Intubacion endotraqueal


La intubación endotraqueal puede estar indicada en varios momentos durante la
reanimación neonatal como en:
 :
● Aspiración endotraqueal inicial de los recién nacidos meconiados no vigorosos
● Si la ventilación con bolsa y mascara es ineficaz o se requiere VPP por tiempo
prolongado
●         Cuando          se        realizan        compresiones        torácicas
● En circunstancias especiales de reanimación, como la hernia diafragmática
congénita o peso extremadamente bajo al nacer

El momento de la intubación endotraqueal también puede depender de la habilidad y
la experiencia del personal disponible. Después de la intubación endotraqueal y la
administración de presión positiva intermitente, un rápido aumento de la frecuencia
cardíaca es el mejor indicador de que el tubo está en el árbol traqueobronquial
suministrando una ventilación efectiva. La detección de CO2 exhalado es efectiva para
la confirmar la colocación del tubo endotraqueal en recién nacidos, incluidos los de
muy bajo peso al nacer (Clase IIa,NDEB68 –71).). Un resultado positivo (detección de
CO2 exhalado) en pacientes con gasto cardíaco adecuado confirma la colocación del
tubo en la tráquea, mientras que un resultado negativo (es decir, no detección del
CO2) sugiere intubación esofágica. 68 –72 La detección de CO2 exhalado(capnografo
)es el método recomendado para la confirmación de la colocación del tubo
endotraqueal (Clase IIa, NDE B). Sin embargo, cabe señalar que el flujo sanguíneo
pulmonar pobre o ausente puede dar resultados falsos negativos (es decir, que el
CO2 no sea detectado a pesar de la colocación del tubo en la tráquea). Un resultado
falso negativo puede por lo tanto llevar a la extubación y a reintubación innecesaria de
un recién nacido críticamente enfermo con bajo gasto cardíaco. Otros indicadores
clínicos de la colocación correcta del tubo endotraqueal son la condensación en el
tubo endotraqueal, el movimiento del tórax, y la auscultación torácica bilateral del
murmullo vesicular, pero estos indicadores no se han evaluado de forma sistemática
en los recién nacidos (Clase 11 ter, NDEC).

Compresiones                                                                 torácicas

Están indicadas si a pesar de una ventilación adecuada con oxígeno suplementario
durante 30 segundos, la fc < 60 por minuto. Debido a que la ventilación es la acción
más efectiva en la reanimación neonatal y a que las compresiones torácicas
probablemente compitan con una ventilación eficaz, los reanimadores deben
garantizar que la ventilación asistida se esté realizando de manera óptima antes de
comenzar las compresiones en el pecho. Las compresiones deben ser realizadas en el
tercio inferior del esternón a una profundidad de aproximadamente un tercio del
diámetro anteroposterior del tórax (Clase IIb,NDEC73–75)). Se han descrito dos
técnicas: compresión con los dos pulgares y los demás dedos rodeando el tórax y
apoyando la parte posterior (la técnica de 2 pulgares rodeando el tórax con las manos)
o de compresión con dos dedos y con la otra mano se sostiene la espalda. Debido a
que la técnica de los 2 pulgares puede generar un mayor pico sistólico y mayor presión
de perfusión coronaria que la técnica de 2 dedos76–80, se recomienda la técnica de 2
pulgares para la realización de las compresiones torácicas en los recién nacidos
(Clase IIb, NDE C ). La técnica de 2 dedos puede ser preferible cuando se requiere el
acceso al ombligo durante la inserción de un catéter umbilical, aunque es posible
cateterizar el ombligo en los recién nacidos intubados mientras las persona que realice
Página 11 de 22



el masaje con la técnica de los 2 pulgares se encuentre a la cabecera del bebé. (Clase
IIb, NDE C).

 Las compresiones y ventilaciones deben ser coordinadas para evitar la entrega
simultánea81. El tórax se debe permitir que re expanda plenamente, pero los pulgares
del socorrista no se deben despegar del tórax (Clase IIb, NDE C). Debe haber una
relación 3:1 de compresiones/ventilaciones con 90 compresiones y 30 respiraciones
para alcanzar aproximadamente 120 eventos por minuto para maximizar la ventilación
a un ritmo alcanzable. Así, cada caso será asignado aproximadamente 1 / 2 de lo
normal. La primera de las 3 compresiones debe ocurrir siempre durante la exhalación
(Clase IIb, NDE C ).

Existen evidencias en animales y estudios no neonatales que las compresiones
sostenidas o una relación de compresión ventilación de 15:2 o incluso 30:2, puede ser
más eficaz cuando el paro es de etiología primariamente cardiaca. Un estudio en niños
sugiere que la RCP con VPP es preferible a las compresiones torácicas solas cuando
el paro es de etiología no cardiaca. 82 Se recomienda una relación compresión
ventilación de 3:1 para la reanimación neonatal donde el compromiso de la ventilación
es casi siempre la causa principal, pero los reanimadores deben considerar el uso de
cocientes más altos (por ejemplo, 15:2) si el paro se cree que es de origen cardíaco
(Clase IIb, NDE C).

Periódicamente se debe revaluar la presencia de respiraciones espontaneas, la
frecuencia cardíaca y la oxigenación, las compresiones torácicas y la ventilación
deben continuar hasta que la frecuencia cardíaca espontánea sea ≥60 por minuto
(Clase IIb, NDE C). Se deben evitar las interrupciones frecuentes de las compresiones,
ya que pondría en peligro el mantenimiento artificial de la perfusión sistémica y el
mantenimiento del flujo sanguíneo coronario (Clase IIb, NDE C).



Medicamentos
Raramente está indicado el uso de medicamentos en la reanimación del recién nacido.
La bradicardia en el recién nacido es generalmente el resultado de la inadecuada
expansión pulmonar o hipoxemia profunda, el establecimiento de una ventilación
adecuada es el paso más importante hacia la corrección de la misma. Sin embargo, si
la frecuencia cardíaca sigue siendo < de 60 por minuto a pesar de las compresiones
torácicas y de una ventilación adecuada (por lo general con intubación endotraqueal)
con O2 al 100%, puede estar indicada la administración de adrenalina o la expansión
de volumen o ambos. En raras ocasiones, pueden ser útiles después de la
reanimación el bicarbonato, un antagonista de los narcóticos(naloxona), o
vasopresores, pero no se recomiendan en la sala de partos.




Frecuencia y dosis de epinefrina


La epinefrina se recomienda administrar por vía intravenosa (Clase IIb, NDE C).
Directrices anteriores recomiendan que las dosis iniciales de epinefrina se administren
a través del tubo endotraqueal, ya que estas se puede administrar más rápidamente
Página 12 de 22



mientras se establece un acceso venoso. Sin embargo, estudios en animales
mostraron un efecto positivo de la adrenalina endotraqueal utilizado dosis mucho más
altas que las actualmente recomendadas 83,84, otro estudio en animales utilizó dosis
actualmente recomendadas a través del tubo endotraqueal y no mostraron ningún
efecto terapéutico 85. Dada la falta de datos de apoyo para la adrenalina endotraqueal,
la vía IV se debe utilizar tan pronto como el acceso venoso se establece (Clase IIb,
NDE C).

La dosis recomendada IV es de 0,01 a 0,03 mg / kg por dosis. Las dosis más altas IV
no se recomiendan porque los estudios en niños 88,89 y en animales 86,87 muestran
aumento exagerado en la presión arterial, disminución de la función miocárdica, y
deterioro neurológico después de la administración de dosis IV de 0,1 mg / kg. Si se
utiliza la ruta endotraqueal, las dosis de 0,01 ó 0,03 mg / kg, probablemente no sean
eficaces. Por lo tanto, la administración intravenosa de 0,01 a 0,03 mg / kg por dosis
es la ruta preferida. Mientras se dispone de un acceso venoso, se puede considerar la
administración de una dosis más alta (0,05 a 0,1 mg / kg) a través del tubo
endotraqueal, pero la seguridad y eficacia de esta práctica no han sido evaluadas
(Clase IIb, NDE C). La concentración de adrenalina, por cualquier ruta debe ser
1:10.000 (0,1 mg / ml).

Expansión                                  de                                volumen

Se debe considerar la expansión de volumen cuando se conozca o se sospeche la
pérdida de sangre (palidez, mala perfusión, pulso débil) y la frecuencia cardiaca del
bebé no responda adecuadamente a las otras medidas de resucitación (Clase IIb,
NDE C) .90. Se recomienda una solución isotónica de cristaloides o sangre para la
expansión de volumen en la sala de partos (Clase IIb, NDE C). La dosis recomendada
es de 10 ml / kg, que puede ser necesario repetir. Al resucitar a los bebés prematuros,
se debe tener cuidado en no dar expansores de volumen con rapidez, porque
infusiones rápidas de grandes volúmenes se han asociado con hemorragia
intraventricular (Clase IIb, NDE C).


Cuidados post-resucitación


Los bebés que requieren reanimación están en riesgo de deterioro después de que
sus signos vitales se han normalizado. Una vez se han establecido una adecuada
ventilación y circulación, el niño debe mantenerse o trasladarse para monitoreo
estrecho y manejo adecuado

Naloxona

La administración de naloxona no se recomienda en la reanimación inicial de recién
nacidos con depresión respiratoria en sala de partos. La frecuencia cardíaca y la
oxigenación deben ser restauradas mediante el apoyo a la ventilación.

La glucosa


Los recién nacidos con hipoglicemia están en mayor riesgo de lesión cerebral y
resultados adversos después de una agresión hipóxico isquémica, aunque no se ha
determinado que cifras de hipoglicemia se asocian a peor pronóstico 91,92. La
Página 13 de 22



hiperglicemia después de la hipoxia o la isquemia no se asoció con efectos adversos
en un reciente estudio pediátrico 93 o en estudios con animales, 94 y puede ser
protectora 95Sin embargo, no hay estudios controlados aleatorios que evalúen este
hecho. Debido a la escasez de datos, actualmente no se ha identificado un rango de
concentración específica de glucosa para los pacientes. Se debe considerar tan pronto
como sea posible la infusión de glucosa por vía intravenosa después de la
reanimación, con el objetivo de evitar la hipoglucemia (Clase IIb, NDE C).

Hipotermia terapéutica inducida


Varios estudios aleatorios controlados multicéntricos de hipotermia inducida (33,5 ° C
a 34.5 ° C) de los recién nacidos ≥36 semanas de edad gestacional, con moderada a
severa encefalopatía hipóxico-isquémica según la definición de criterios estrictos,
mostraron que los bebés que se enfriaron tuvieron una mortalidad significativamente
menor y menos discapacidad del desarrollo neurológico a los 18 meses de
seguimiento que los bebés que no se enfriaron 96–98. Los ensayos aleatorios
produjeron resultados similares utilizando diferentes métodos de enfriamiento
(selectivo de la cabeza vs sistémica) 96–100. Se recomienda que los bebés nacidos a ≥
36 semanas de gestación con compromiso moderado a severo de encefalopatía
hipóxico-isquémica se les debe ofrecer la hipotermia terapéutica. El tratamiento debe
ser aplicado de acuerdo a los protocolos de estudio, dentro de las 6 horas siguientes al
nacimiento, durante 72 horas, y el lento recalentamiento durante al menos 4 horas. La
hipotermia terapéutica debe ser administrada bajo protocolos claramente definidos
similares a los utilizados en los ensayos clínicos publicados y con las capacidades
para la atención multidisciplinaria y seguimiento longitudinal (Clase IIa, Nivel de
evidencia A). Los estudios sugieren que puede haber algunos efectos adversos
asociados, como la trombocitopenia y la mayor necesidad de soporte inotrópico.

Directrices para no hacer o Interrumpir la Reanimación


Para los recién nacidos en los márgenes de viabilidad o aquellos en condiciones que
predicen un alto riesgo de mortalidad o de morbilidad, las posiciones y prácticas varían
según la región y la disponibilidad de recursos. Los estudios indican que los padres
desean un papel más importante en las decisiones de iniciar la reanimación y seguir
apoyando la vida de los recién nacidos gravemente comprometida. Las opiniones
entre los centros de atención neonatal varían ampliamente con respecto a las ventajas
y desventajas de las terapias agresivas en estos recién nacidos.

Detención de la Reanimación


Es posible identificar condiciones asociadas con alta mortalidad y mal pronóstico en el
que los esfuerzos de detener la reanimación puede considerarse razonable, sobre
todo cuando ha habido la posibilidad de acuerdo entre los padres (Clase IIb, NDEE)
101,102. Un enfoque coherente y coordinado de los casos individuales por los equipos
obstétrico, neonatal y los padres es un objetivo importante. El no inicio de la
reanimación y la interrupción del soporte vital durante o después de la reanimación
son éticamente equivalentes, y los médicos no deben dudar en retirar el apoyo cuando
la supervivencia funcional es altamente improbable 103. Las siguientes pautas deben
ser interpretadas de acuerdo a los actuales resultados regionales:
● No está indicada la reanimación cuando la edad gestacional, peso al nacer o
Página 14 de 22



anomalías congénitas se asocian con la muerte temprana casi segura y cuando la alta
morbilidad es probable entre los escasos supervivientes, Los ejemplos incluyen la
prematuridad extrema (edad gestacional < de la Semana 23 o el peso al nacer < 400
g), la anencefalia, y algunas anormalidades cromosómicas importantes, como la
trisomía            13              (Clase            IIb,           NDE              C).
● La reanimación está casi siempre indicada en condiciones asociadas a una alta tasa
de supervivencia y morbilidad aceptable. Esto por lo general incluye a los bebés con
edad gestacional ≥ 25 semanas y los que tienen la mayoría de las malformaciones
congénitas                (Clase               IIb,                NDE                C).
● En condiciones asociadas con un pronóstico incierto en el que el bebé está al borde
de la supervivencia (borderline), la tasa de morbilidad es relativamente alta, y la carga
prevista para el niño es alta, se debe apoyar el deseo de los padres sobre el inicio de
la reanimación (Clase IIb, NDE C). La evaluación de riesgos de morbilidad y
mortalidad debe tener en cuenta los datos disponibles, y esa base de datos puede ser
enriquecida con el uso de métodos de publicaciones en poblaciones específicas. Las
decisiones también deben tener en cuenta los cambios en la práctica médica que
pueden ocurrir con el tiempo.

Los datos de morbimortalidad por edad gestacional compilado a partir de datos
recogidos por los centros perinatales en los EE.UU. y otros países se pueden
encontrar en el Programa de Reanimación Neonatal (NRP) sitio web (www.aap.org /
NRP). Donde se puede encontrar un enlace a una herramienta informática para
estimar la morbimortalidad de una población de bebés de muy bajo peso al nacer
nacidos en una red de centros regionales perinatal. Sin embargo, a menos que la
concepción se haya producido a través de la fertilización in vitro, las técnicas utilizadas
en obstetricia para cálculo de gestación tienen una precisión de sólo 3 a 4 días de
diferencia si se aplica en el primer trimestre y de 1 a 2 semanas después del primer
trimestre. Las estimaciones del peso fetal tienen una precisión del 15% al 20%. Incluso
pequeñas discrepancias de 1 o 2 semanas entre la edad gestacional estimada y real o
de 100 a 200 grs. de diferencia en el peso al nacer pueden tener implicaciones para la
supervivencia y morbilidad a largo plazo. Además, el peso fetal puede ser engañoso si
se ha producido la restricción del crecimiento intrauterino, y los resultados pueden ser
menos predecibles. Estas incertidumbres destacan la importancia de no hacer
compromisos firmes sobre hacer o no hacer la reanimación hasta que tenga la
oportunidad      de      examinar       al    bebé      después        del     nacimiento.

Interrupción de los esfuerzos de reanimación


En un bebé que nace sin frecuencia cardíaca detectable, es conveniente considerar
suspender la reanimación si esta permanece indetectable por más de 10 minutos
(Clase IIb, NDEC104 –106).. La decisión de continuar con los esfuerzos de
reanimación más allá de los 10 minutos sin que la frecuencia cardíaca se detecte debe
ser apoyada en factores tales como la supuesta etiología del paro, la edad gestacional
del bebé, la presencia o no de complicaciones, el papel potencial de la hipotermia
terapéutica, y el consentimiento de los padres como se mencionó anteriormente sobre
el              riesgo              de              morbilidad              aceptable.

Estructura de los Programas de Educación para la Enseñanza Resucitación
Neonatal

Los estudios han demostrado que el uso de metodologías de aprendizaje basadas en
Página 15 de 22



simulaciones mejora el rendimiento en reanimación, tanto en situaciones clínicas
reales como simuladas s,107–
110
   , aunque algunos estudios no han encontrado diferencias en comparación con el
estándar o entrenamientos no simulados .111,112. Existen estudios que han mostrado
que las sesiones ó reuniones informativas o académicas mejoran en el rendimiento en
cuanto a conocimientos o habilidades en los grupos de reanimación 113–118. La
interpretación de los datos se complica dado que los estudios son limitados,
heterogéneos y con escasos datos de pronóstico clínico. Basado en la evidencia
disponible, se recomienda que la AAP / AHA Programa de Resucitación Neonatal
adopten el diseño de técnicas de simulación e información en el diseño de un
programa de educación para la adquisición y el mantenimiento de las habilidades
necesarias para la reanimación neonatal efectiva (Clase IIb, NDE C).

Bibliografía:

1. 2010 International Consensus on Cardiopulmonary Resuscitation and
Emergency Cardiovascular Care Science with Treatment Recommendations.
Circulation. In Press.
2. Perlman JM, Risser R. Cardiopulmonary resuscitation in the delivery room:
associated clinical events. Arch Pediatr Adolesc Med. 1995;149:20–25.
3. Barber CA, Wyckoff MH. Use and efficacy of endotracheal versus
intravenous epinephrine during neonatal cardiopulmonary resuscitation
in the delivery room. Pediatrics. 2006;118:1028 –1034.
4. Owen CJ, Wyllie JP. Determination of heart rate in the baby at birth.
Resuscitation. 2004;60:213–217.
5. Kamlin CO, Dawson JA, O’Donnell CP, Morley CJ, Donath SM, Sekhon
J, Davis PG. Accuracy of pulse oximetry measurement of heart rate of
newborn infants in the delivery room. J Pediatr. 2008;152:756–760.
6. Am Academy of Pediatrics, Am College of Obstetricians and Gynecologists.
In: Lockwood C, Lemons J, eds. Guidelines for Perinatal Care.
6th ed. Elk Grove Village, IL: Am Academy of Pediatrics;2007:205.
7. Annibale DJ, Hulsey TC, Wagner CL, Southgate WM. Comparative
neonatal morbidity of abdominal and vaginal deliveries after uncomplicated
pregnancies. Arch Pediatr Adolesc Med. 1995;149:862– 867.
8. Atherton N, Parsons SJ, Mansfield P. Attendance of paediatricians at
elective Caesarean sections performed under regional anaesthesia: is it
warranted? J Paediatr Child Health. 2006;42:332–336.
9. Gordon A, McKechnie EJ, Jeffery H. Pediatric presence at cesarean section:
justified or not? Am J Obstet Gynecol. 2005;193(3 Pt 1):599–605.
10. Parsons SJ, Sonneveld S, Nolan T. Is a paediatrician needed at all
Caesarean sections? J Paediatr Child Health. 1998;34:241–244.
11. Kattwinkel J, ed. Textbook of Neonatal Resuscitation. 6th ed. Elk Grove
Village: Am Academy of Pediatrics; In Press.
12. Cramer K, Wiebe N, Hartling L, Crumley E, Vohra S. Heat loss prevention:
a systematic review of occlusive skin wrap for premature
neonates. J Perinatol. 2005;25:763–769.
13. Kent AL, Williams J. Increasing ambient operating theatre temperature
and wrapping in polyethylene improves admission temperature in premature
infants. J Paediatr Child Health. 2008;44:325–331.
14. Vohra S, Frent G, Campbell V, Abbott M, Whyte R. Effect of polyethylene
occlusive skin wrapping on heat loss in very low birth weight
infants at delivery: a randomized trial. J Pediatr. 1999;134:547–551.
15. Vohra S, Roberts RS, Zhang B, Janes M, Schmidt B. Heat Loss Prevention
Página 16 de 22



(HeLP) in the delivery room: A randomized controlled trial of
polyethylene occlusive skin wrapping in very preterm infants. J Pediatr.
2004;145:750 –753.
16. Singh A, Duckett J, Newton T, Watkinson M. Improving neonatal unit
admission temperatures in preterm babies: exothermic mattresses,
polythene bags or a traditional approach? J Perinatol. 2010;30:45– 49.
17. Meyer MP, Bold GT. Admission temperatures following radiant warmer
or incubator transport for preterm infants _28 weeks: a randomised
study. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed. 2007;92:F295–F297.
18. Petrova A, Demissie K, Rhoads GG, Smulian JC, Marcella S, Ananth
CV. Association of maternal fever during labor with neonatal and infant
morbidity and mortality. Obstet Gynecol. 2001;98:20 –27.
19. Lieberman E, Lang J, Richardson DK, Frigoletto FD, Heffner LJ, Cohen
A. Intrapartum maternal fever and neonatal outcome. Pediatrics.
2000;105(1 Pt 1):8 –13.
20. Coimbra C, Boris-Moller F, Drake M, Wieloch T. Diminished neuronal
damage in the rat brain by late treatment with the antipyretic drug
dipyrone or cooling following cerebral ischemia. Acta Neuropathol.
1996;92:447– 453.
21. Gungor S, Kurt E, Teksoz E, Goktolga U, Ceyhan T, Baser I. Oronasopharyngeal
suction versus no suction in normal and term infants
delivered by elective cesarean section: a prospective randomized controlled
trial. Gynecol Obstet Invest. 2006;61:9 –14.
22. Waltman PA, Brewer JM, Rogers BP, May WL. Building evidence for
practice: a pilot study of newborn bulb suctioning at birth. J Midwifery
Womens Health. 2004;49:32–38.
23. Perlman JM, Volpe JJ. Suctioning in the preterm infant: effects on
cerebral blood flow velocity, intracranial pressure, and arterial blood
pressure. Pediatrics. 1983;72:329 –334.
24. Simbruner G, Coradello H, Fodor M, Havelec L, Lubec G, Pollak A.
Effect of tracheal suction on oxygenation, circulation, and lung
mechanics in newborn infants. Arch Dis Child. 1981;56:326 –330.
25. Prendiville A, Thomson A, Silverman M. Effect of tracheobronchial
suction on respiratory resistance in intubated preterm babies. Arch Dis
Child. 1986;61:1178 –1183.
26. Vain NE, Szyld EG, Prudent LM, Wiswell TE, Aguilar AM, Vivas NI.
Oropharyngeal and nasopharyngeal suctioning of meconium-stained
neonates before delivery of their shoulders: multicentre, randomised
controlled trial. Lancet. 2004;364:597– 602.
27. Wiswell TE, Gannon CM, Jacob J, Goldsmith L, Szyld E, Weiss K,
Schutzman D, Cleary GM, Filipov P, Kurlat I, Caballero CL, Abassi S,
Sprague D, Oltorf C, Padula M. Delivery room management of the
apparently vigorous meconium-stained neonate: results of the multicenter,
international collaborative trial. Pediatrics. 2000;105(1 Pt 1):1–7.
28. Rossi EM, Philipson EH, Williams TG, Kalhan SC. Meconium aspiration
syndrome: intrapartum and neonatal attributes. Am J Obstet
Gynecol. 1989;161:1106 –1110.
29. Usta IM, Mercer BM, Sibai BM. Risk factors for meconium aspiration
syndrome. Obstet Gynecol. 1995;86:230 –234.
30. Gupta V, Bhatia BD, Mishra OP. Meconium stained amniotic fluid:
antenatal, intrapartum and neonatal attributes. Indian Pediatr. 1996;33:
293–297.
31. Al Takroni AM, Parvathi CK, Mendis KB, Hassan S, Reddy I, Kudair
Página 17 de 22



HA. Selective tracheal suctioning to prevent meconium aspiration
syndrome. Int J Gynaecol Obstet. 1998;63:259 –263.
32. Carson BS, Losey RW, Bowes WA, Jr, Simmons MA. Combined
obstetric and pediatric approach to prevent meconium aspiration
syndrome. Am J Obstet Gynecol. 1976;126:712–715.
33. Ting P, Brady JP. Tracheal suction in meconium aspiration. Am J Obstet
Gynecol. 1975;122:767–771.
34. Gregory GA, Gooding CA, Phibbs RH, Tooley WH. Meconium aspiration
in infants–a prospective study. J Pediatr. 1974;85:848–852.
35. Toth B, Becker A, Seelbach-Gobel B. Oxygen saturation in healthy
newborn infants immediately after birth measured by pulse oximetry.
Arch Gynecol Obstet. 2002;266:105–107.
36. Gonzales GF, Salirrosas A. Arterial oxygen saturation in healthy
newborns delivered at term in Cerro de Pasco (4340 m) and Lima (150
m). Reprod Biol Endocrinol. 2005;3:46.
37. Altuncu E, Ozek E, Bilgen H, Topuzoglu A, Kavuncuoglu S. Percentiles
of oxygen saturations in healthy term newborns in the first minutes of
life. Eur J Pediatr. 2008;167:687– 688.
38. Kamlin CO, O’Donnell CP, Davis PG, Morley CJ. Oxygen saturation in
healthy infants immediately after birth. J Pediatr. 2006;148:585–589.
39. Mariani G, Dik PB, Ezquer A, Aguirre A, Esteban ML, Perez C, Fernandez
Jonusas S, Fustinana C. Pre-ductal and post-ductal O2 saturation in healthy
term neonates after birth. J Pediatr. 2007;150:418–421.
40. Rabi Y, Yee W, Chen SY, Singhal N. Oxygen saturation trends immediately
after birth. J Pediatr. 2006;148:590 –594.
41. Hay WW, Jr, Rodden DJ, Collins SM, Melara DL, Hale KA, Fashaw
LM. Reliability of conventional and new pulse oximetry in neonatal
patients. J Perinatol. 2002;22:360 –366.
42. O’Donnell CP, Kamlin CO, Davis PG, Morley CJ. Feasibility of and
delay in obtaining pulse oximetry during neonatal resuscitation.
J Pediatr. 2005;147:698–699.
43. Dawson JA, Kamlin CO, Wong C, te Pas AB, O’Donnell CP, Donath
SM, Davis PG, Morley CJ. Oxygen saturation and heart rate during
delivery room resuscitation of infants _30 weeks’ gestation with air or
100% oxygen. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed. 2009;94:F87–F91.
44. Davis PG, Tan A, O’Donnell CP, Schulze A. Resuscitation of newborn
infants with 100% oxygen or air: a systematic review and meta-analysis.
Lancet. 2004;364:1329 –1333.
45. Rabi Y, Rabi D, Yee W. Room air resuscitation of the depressed
newborn: a systematic review and meta-analysis. Resuscitation. 2007;
72:353–363.
46. Escrig R, Arruza L, Izquierdo I, Villar G, Saenz P, Gimeno A, Moro M,
Vento M. Achievement of targeted saturation values in extremely low
gestational age neonates resuscitated with low or high oxygen concentrations:
a prospective, randomized trial. Pediatrics. 2008;121:875– 881.
47. Karlberg P, Koch G. Respiratory studies in newborn infants. III. Development
of mechanics of breathing during the first week of life. A
longitudinal study. Acta Paediatr. 1962;(Suppl 135):121–129.
48. Vyas H, Milner AD, Hopkin IE, Boon AW. Physiologic responses to
prolonged and slow-rise inflation in the resuscitation of the asphyxiated
newborn infant. J Pediatr. 1981;99:635– 639.
49. Vyas H, Field D, Milner AD, Hopkin IE. Determinants of the first
inspiratory volume and functional residual capacity at birth. Pediatr
Página 18 de 22



Pulmonol. 1986;2:189 –193.
50. Boon AW, Milner AD, Hopkin IE. Lung expansion, tidal exchange, and
formation of the functional residual capacity during resuscitation of
asphyxiated neonates. J Pediatr. 1979;95:1031–1036.
51. Hillman NH, Moss TJ, Kallapur SG, Bachurski C, Pillow JJ, Polglase
GR, Nitsos I, Kramer BW, Jobe AH. Brief, large tidal volume ventilation
initiates lung injury and a systemic response in fetal sheep. Am J
Respir Crit Care Med. 2007;176:575–581.
52. Polglase GR, Hooper SB, Gill AW, Allison BJ, McLean CJ, Nitsos I, Pillow
JJ, Kluckow M. Cardiovascular and pulmonary consequences of airway
recruitment in preterm lambs. J Appl Physiol. 2009;106:1347–1355.
53. Dawes GS. Foetal and Neonatal Physiology. A Comparative Study of the
Changes at Birth. Chicago: Year Book Medical Publishers, Inc; 1968.
54. Lindner W, Vossbeck S, Hummler H, Pohlandt F. Delivery room management
of extremely low birth weight infants: spontaneous breathing or
intubation? Pediatrics. 1999;103(5 Pt 1):961–967.
55. Leone TA, Lange A, Rich W, Finer NN. Disposable colorimetric carbon
dioxide detector use as an indicator of a patent airway during noninvasive
mask ventilation. Pediatrics. 2006;118:e202–204.
56. Finer NN, Rich W, Wang C, Leone T. Airway obstruction during mask
ventilation of very low birth weight infants during neonatal resuscitation.
Pediatrics. 2009;123:865– 869.
57. Morley CJ, Davis PG, Doyle LW, Brion LP, Hascoet JM, Carlin JB.
Nasal CPAP or intubation at birth for very preterm infants. N Engl
J Med. 2008;358:700 –708.
58. Kelm M, Proquitte H, Schmalisch G, Roehr CC. Reliability of two
common PEEP-generating devices used in neonatal resuscitation. Klin
Padiatr. 2009;221:415– 418.
59. Morley CJ, Dawson JA, Stewart MJ, Hussain F, Davis PG. The effect of
a PEEP valve on a Laerdal neonatal self-inflating resuscitation bag.
J Paediatr Child Health. 46(1–2):51–56, 2010.
60. Oddie S, Wyllie J, Scally A. Use of self-inflating bags for neonatal
resuscitation. Resuscitation. 2005;67:109 –112.
61. Hussey SG, Ryan CA, Murphy BP. Comparison of three manual ventilation
devices using an intubated mannequin. Arch Dis Child Fetal
Neonatal Ed. 2004;89:F490–493.
62. Finer NN, Rich W, Craft A, Henderson C. Comparison of methods of
bag and mask ventilation for neonatal resuscitation. Resuscitation. 2001;
49:299 –305.
63. Bennett S, Finer NN, Rich W, Vaucher Y. A comparison of three
neonatal resuscitation devices. Resuscitation. 2005;67:113–118.
64. Kattwinkel J, Stewart C, Walsh B, Gurka M, Paget-Brown A.
Responding to compliance changes in a lung model during manual
ventilation: perhaps volume, rather than pressure, should be displayed.
Pediatrics. 2009;123:e465– 470.
65. Trevisanuto D, Micaglio M, Pitton M, Magarotto M, Piva D, Zanardo V.
Laryngeal mask airway: is the management of neonates requiring positive
pressure ventilation at birth changing? Resuscitation. 2004;62:151–157.
66. Gandini D, Brimacombe JR. Neonatal resuscitation with the laryngeal
mask airway in normal and low birth weight infants. Anesth Analg.
1999;89:642– 643.
67. Esmail N, Saleh M, et al. Laryngeal mask airway versus endotracheal
intubation for Apgar score improvement in neonatal resuscitation.
Página 19 de 22



Egyptian Journal of Anesthesiology. 2002;18:115–121.
68. Hosono S, Inami I, Fujita H, Minato M, Takahashi S, Mugishima H. A
role of end-tidal CO monitoring for assessment of tracheal intubations in
very low birth weight infants during neonatal resuscitation at birth.
J Perinat Med. 2009;37:79–84.
69. Repetto JE, Donohue P-CP, Baker SF, Kelly L, Nogee LM. Use of
capnography in the delivery room for assessment of endotracheal tube
placement. J Perinatol. 2001;21:284 –287.
70. Roberts WA, Maniscalco WM, Cohen AR, Litman RS, Chhibber A. The
use of capnography for recognition of esophageal intubation in the
neonatal intensive care unit. Pediatr Pulmonol. 1995;19:262–268.
71. Aziz HF, Martin JB, Moore JJ. The pediatric disposable end-tidal carbon
dioxide detector role in endotracheal intubation in newborns.
J Perinatol. 1999;19:110 –113.
72. Garey DM, Ward R, Rich W, Heldt G, Leone T, Finer NN. Tidal volume
threshold for colorimetric carbon dioxide detectors available for use in
neonates. Pediatrics. 2008;121:e1524 –1527.
73. Orlowski JP. Optimum position for external cardiac compression in
infants and young children. Ann Emerg Med. 1986;15:667– 673.
74. Phillips GW, Zideman DA. Relation of infant heart to sternum: its significance
in cardiopulmonary resuscitation. Lancet. 1986;1:1024–1025.
75. Braga MS, Dominguez TE, Pollock AN, Niles D, Meyer A, Myklebust
H, Nysaether J, Nadkarni V. Estimation of optimal CPR chest compression
depth in children by using computer tomography. Pediatrics.
2009;124:e69–e74.
76. Menegazzi JJ, Auble TE, Nicklas KA, Hosack GM, Rack L, Goode JS.
Two-thumb versus two-finger chest compression during CRP in a swine
infant model of cardiac arrest. Ann Emerg Med. 1993;22:240 –243.
77. Houri PK, Frank LR, Menegazzi JJ, Taylor R. A randomized, controlled
trial of two-thumb vs two-finger chest compression in a swine infant
model of cardiac arrest. Prehosp Emerg Care. 1997;1:65– 67.
78. Udassi JP, Udassi S, Theriaque DW, Shuster JJ, Zaritsky AL, Haque IU.
Effect of alternative chest compression techniques in infant and child on
rescuer performance. Pediatr Crit Care Med. 2009;10:328 –333.
79. David R. Closed chest cardiac massage in the newborn infant.
Pediatrics. 1988;81:552–554.
80. Thaler MM, Stobie GH. An improved technique of external caridac
compression in infants and young children. N Engl J Med. 1963;269:
606–610.
81. Berkowitz ID, Chantarojanasiri T, Koehler RC, Schleien CL, Dean JM,
Michael JR, Rogers MC, Traystman RJ. Blood flow during cardiopulmonary
resuscitation with simultaneous compression and ventilation in
infant pigs. Pediatr Res. 1989;26:558 –564.
82. Kitamura T, Iwami T, Kawamura T, Nagao K, Tanaka H, Nadkarni VM,
Berg RA, Hiraide A. Conventional and chest-compression-only cardiopulmonary
resuscitation by bystanders for children who have out-of-
S918 Circulation November 2, 2010
Downloaded from circ.ahajournals.org by on June 2, 2011
hospital cardiac arrests: a prospective, nationwide, population-based
cohort study. Lancet. 2010;375:1347–1354.
83. Mielke LL, Frank C, Lanzinger MJ, Wilhelm MG, Entholzner EK,
Hargasser SR, Hipp RF. Plasma catecholamine levels following tracheal
and intravenous epinephrine administration in swine. Resuscitation.
Página 20 de 22



1998;36:187–192.
84. Roberts JR, Greenberg MI, Knaub MA, Kendrick ZV, Baskin SI. Blood
levels following intravenous and endotracheal epinephrine administration.
JACEP. 1979;8:53–56.
85. Hornchen U, Schuttler J, Stoeckel H, Eichelkraut W, Hahn N. Endobronchial
instillation of epinephrine during cardiopulmonary resuscitation.
Crit Care Med. 1987;15:1037–1039.
86. Berg RA, Otto CW, Kern KB, Hilwig RW, Sanders AB, Henry CP, Ewy
GA. A randomized, blinded trial of high-dose epinephrine versus
standard-dose epinephrine in a swine model of pediatric asphyxial
cardiac arrest. Crit Care Med. 1996;24:1695–1700.
87. Burchfield DJ, Preziosi MP, Lucas VW, Fan J. Effects of graded doses
of epinephrine during asphxia-induced bradycardia in newborn lambs.
Resuscitation. 1993;25:235–244.
88. Perondi MB, Reis AG, Paiva EF, Nadkarni VM, Berg RA. A comparison
of high-dose and standard-dose epinephrine in children with
cardiac arrest. N Engl J Med. 2004;350:1722–1730.
89. Patterson MD, Boenning DA, Klein BL, Fuchs S, Smith KM, Hegenbarth
MA, Carlson DW, Krug SE, Harris EM. The use of high-dose epinephrine
for patients with out-of-hospital cardiopulmonary arrest refractory to prehospital
interventions. Pediatr Emerg Care. 2005;21:227–237.
90. Wyckoff MH, Perlman JM, Laptook AR. Use of volume expansion
during delivery room resuscitation in near-term and term infants.
Pediatrics. 2005;115:950 –955.
91. Salhab WA, Wyckoff MH, Laptook AR, Perlman JM. Initial hypoglycemia
and neonatal brain injury in term infants with severe fetal
acidemia. Pediatrics. 2004;114:361–366.
92. Ondoa-Onama C, Tumwine JK. Immediate outcome of babies with low
Apgar score in Mulago Hospital, Uganda. East Afr Med J. 2003;80:22–29.
93. Klein GW, Hojsak JM, Schmeidler J, Rapaport R. Hyperglycemia and
outcome in the pediatric intensive care unit. J Pediatr. 2008;153:
379–384.
94. LeBlanc MH, Huang M, Patel D, Smith EE, Devidas M. Glucose given
after hypoxic ischemia does not affect brain injury in piglets. Stroke.
25:1443–1447, 1994; discussion 1448.
95. Hattori H, Wasterlain CG. Posthypoxic glucose supplement reduces
hypoxic-ischemic brain damage in the neonatal rat. Ann Neurol. 1990;
28:122–128.
96. Gluckman PD, Wyatt JS, Azzopardi D, Ballard R, Edwards AD, Ferriero
DM, Polin RA, Robertson CM, Thoresen M, Whitelaw A, Gunn AJ.
Selective head cooling with mild systemic hypothermia after neonatal
encephalopathy: multicentre randomised trial. Lancet. 2005;365:663–670.
97. Shankaran S, Laptook AR, Ehrenkranz RA, Tyson JE, McDonald SA,
Donovan EF, Fanaroff AA, Poole WK, Wright LL, Higgins RD, Finer NN,
Carlo WA, Duara S, Oh W, Cotten CM, Stevenson DK, Stoll BJ, Lemons
JA, Guillet R, Jobe AH. Whole-body hypothermia for neonates with
hypoxic-ischemic encephalopathy. N Engl J Med. 2005;353:1574–1584.
98. Azzopardi DV, Strohm B, Edwards AD, Dyet L, Halliday HL, Juszczak
E, Kapellou O, Levene M, Marlow N, Porter E, Thoresen M, Whitelaw
A, Brocklehurst P. Moderate hypothermia to treat perinatal asphyxial
encephalopathy. N Engl J Med. 2009;361:1349 –1358.
99. Eicher DJ, Wagner CL, Katikaneni LP, Hulsey TC, Bass WT, Kaufman
DA, Horgan MJ, Languani S, Bhatia JJ, Givelichian LM, Sankaran K,
Página 21 de 22



Yager JY. Moderate hypothermia in neonatal encephalopathy: safety
outcomes. Pediatr Neurol. 2005;32:18 –24.
100. Lin ZL, Yu HM, Lin J, Chen SQ, Liang ZQ, Zhang ZY. Mild hypothermia
via selective head cooling as neuroprotective therapy in term neonates with
perinatal asphyxia: an experience from a single neonatal intensive care unit.
J Perinatol. 2006;26:180–184.
101. Field DJ, Dorling JS, Manktelow BN, Draper ES. Survival of extremely
premature babies in a geographically defined population: prospective
cohort study of 1994 –9 compared with 2000 –5. BMJ. 2008;336:
1221–1223.
102. Tyson JE, Parikh NA, Langer J, Green C, Higgins RD. Intensive care for
extreme prematurity–moving beyond gestational age. N Engl J Med.
2008;358:1672–1681.
103. Paris JJ. What standards apply to resuscitation at the borderline of
gestational age? J Perinatol. 2005;25:683– 684.
104. Jain L, Ferre C, Vidyasagar D, Nath S, Sheftel D. Cardiopulmonary
resuscitation of apparently stillborn infants: survival and long-term
outcome. J Pediatr. 1991;118:778 –782.
105. Casalaz DM, Marlow N, Speidel BD. Outcome of resuscitation following
unexpected apparent stillbirth. Arch Dis Child Fetal Neonatal
Ed. 1998;78:F112–F115.
106. Laptook AR, Shankaran S, Ambalavanan N, Carlo WA, McDonald SA,
Higgins RD, Das A. Outcome of term infants using apgar scores at 10
minutes following hypoxic-ischemic encephalopathy. Pediatrics. 2009;
124:1619 –1626.
107. Knudson MM, Khaw L, Bullard MK, Dicker R, Cohen MJ, Staudenmayer
K, Sadjadi J, Howard S, Gaba D, Krummel T. Trauma
training in simulation: translating skills from SIM time to real time.
J Trauma. 64:255–263, 2008; discussion 263–254.
108. Wayne DB, Didwania A, Feinglass J, Fudala MJ, Barsuk JH, McGaghie
WC. Simulation-based education improves quality of care during
cardiac arrest team responses at an academic teaching hospital: a casecontrol
study. Chest. 2008;133:56–61.
109. Kory PD, Eisen LA, Adachi M, Ribaudo VA, Rosenthal ME, Mayo PH.
Initial airway management skills of senior residents: simulation training
compared with traditional training. Chest. 2007;132:1927–1931.
110. Schwid HA, Rooke GA, Michalowski P, Ross BK. Screen-based anesthesia
simulation with debriefing improves performance in a mannequin-based
anesthesia simulator. Teach Learn Med. 2001;13:92–96.
111. Shapiro MJ, Morey JC, Small SD, Langford V, Kaylor CJ, Jagminas L,
Suner S, Salisbury ML, Simon R, Jay GD. Simulation based teamwork
training for emergency department staff: does it improve clinical team
performance when added to an existing didactic teamwork curriculum?
Qual Saf Health Care. 2004;13:417– 421.
112. Cherry RA, Williams J, George J, Ali J. The effectiveness of a human
patient simulator in the ATLS shock skills station. J Surg Res. 2007;
139:229 –235.
113. Savoldelli GL, Naik VN, Park J, Joo HS, Chow R, Hamstra SJ. Value of
debriefing during simulated crisis management: oral versus videoassisted
oral feedback. Anesthesiology. 2006;105:279 –285.
114. Edelson DP, Litzinger B, Arora V, Walsh D, Kim S, Lauderdale DS,
Vanden Hoek TL, Becker LB, Abella BS. Improving in-hospital cardiac
arrest process and outcomes with performance debriefing. Arch Intern
Página 22 de 22



Med. 2008;168:1063–1069.
115. DeVita MA, Schaefer J, Lutz J, Wang H, Dongilli T. Improving medical
emergency team (MET) performance using a novel curriculum and a computerized
human patient simulator. Qual Saf Health Care. 2005;14:
326–331.
116. Wayne DB, Butter J, Siddall VJ, Fudala MJ, Linquist LA, Feinglass J,
Wade LD, McGaghie WC. Simulation-based training of internal
medicine residents in advanced cardiac life support protocols: a randomized
trial. Teach Learn Med. 2005;17:210 –216.
117. Clay AS, Que L, Petrusa ER, Sebastian M, Govert J. Debriefing in the
intensive care unit: a feedback tool to facilitate bedside teaching. Crit
Care Med. 2007;35:738 –754.
118. Blum RH, Raemer DB, Carroll JS, Dufresne RL, Cooper JB. A method
for measuring the effectiveness of simulation-based team training for
improving communication skills. Anesth Analg. 2005;100:1375–1380,.
KEY WORDS: cardiopulmonary resuscitation
Kattwinkel et al Part 15: Neonatal Resuscitation S919
Downloaded from circ.ahajournals.org by on June 2, 2011




.

Mais conteúdo relacionado

Mais procurados

Prn resumen 07.2016
Prn resumen 07.2016Prn resumen 07.2016
Prn resumen 07.2016MAHINOJOSA45
 
reanimacion neonatal
reanimacion neonatalreanimacion neonatal
reanimacion neonatalMargie Rodas
 
Displasia broncopulmonar
Displasia broncopulmonarDisplasia broncopulmonar
Displasia broncopulmonarMarco Rivera
 
Basica curso rcp pediátrica
Basica curso rcp pediátricaBasica curso rcp pediátrica
Basica curso rcp pediátricaNico Casares
 
Semiologia pediatrica de Torax
Semiologia pediatrica de ToraxSemiologia pediatrica de Torax
Semiologia pediatrica de ToraxAfter Years
 
ACTUALIZACION PRN 2022.pdf
ACTUALIZACION PRN 2022.pdfACTUALIZACION PRN 2022.pdf
ACTUALIZACION PRN 2022.pdfMAHINOJOSA45
 
Reanimacion del recien nacido 2021 v1.0
Reanimacion del recien nacido 2021 v1.0Reanimacion del recien nacido 2021 v1.0
Reanimacion del recien nacido 2021 v1.0MAHINOJOSA45
 
REANIMACION CARDIOPULMONAR EN NEONATOLOGIA 2014
REANIMACION CARDIOPULMONAR EN NEONATOLOGIA 2014REANIMACION CARDIOPULMONAR EN NEONATOLOGIA 2014
REANIMACION CARDIOPULMONAR EN NEONATOLOGIA 2014PET26722125
 
Soporte vital en pediatría diciembre 2015. HOSPITAL ESCORIAL-DANO
Soporte vital en pediatría diciembre  2015. HOSPITAL ESCORIAL-DANOSoporte vital en pediatría diciembre  2015. HOSPITAL ESCORIAL-DANO
Soporte vital en pediatría diciembre 2015. HOSPITAL ESCORIAL-DANOPediatria_DANO
 
Trastornos respiratorios del recien nacido (EMH , TTRN)
Trastornos respiratorios del recien nacido (EMH , TTRN)Trastornos respiratorios del recien nacido (EMH , TTRN)
Trastornos respiratorios del recien nacido (EMH , TTRN)Milagros Vásquez Durán
 
Via aerea inferior Pediatria
Via aerea inferior PediatriaVia aerea inferior Pediatria
Via aerea inferior PediatriaLaus Zaky
 
Sindrome de aspiración meconial( sam)
Sindrome de aspiración  meconial( sam)Sindrome de aspiración  meconial( sam)
Sindrome de aspiración meconial( sam)Arturo Zapata Lopez
 
Rcp Neonatal 7| Edición
Rcp Neonatal 7| EdiciónRcp Neonatal 7| Edición
Rcp Neonatal 7| EdiciónDamián Vargas
 
Derrame pleural en pediatría 2015.
Derrame pleural en pediatría 2015.Derrame pleural en pediatría 2015.
Derrame pleural en pediatría 2015.David Estrada
 

Mais procurados (20)

Prn resumen 07.2016
Prn resumen 07.2016Prn resumen 07.2016
Prn resumen 07.2016
 
reanimacion neonatal
reanimacion neonatalreanimacion neonatal
reanimacion neonatal
 
Displasia broncopulmonar
Displasia broncopulmonarDisplasia broncopulmonar
Displasia broncopulmonar
 
Basica curso rcp pediátrica
Basica curso rcp pediátricaBasica curso rcp pediátrica
Basica curso rcp pediátrica
 
Semiologia pediatrica de Torax
Semiologia pediatrica de ToraxSemiologia pediatrica de Torax
Semiologia pediatrica de Torax
 
Reanimación neonatal
Reanimación neonatalReanimación neonatal
Reanimación neonatal
 
Reanimacion neonatal
Reanimacion neonatalReanimacion neonatal
Reanimacion neonatal
 
ACTUALIZACION PRN 2022.pdf
ACTUALIZACION PRN 2022.pdfACTUALIZACION PRN 2022.pdf
ACTUALIZACION PRN 2022.pdf
 
Reanimacion del recien nacido 2021 v1.0
Reanimacion del recien nacido 2021 v1.0Reanimacion del recien nacido 2021 v1.0
Reanimacion del recien nacido 2021 v1.0
 
REANIMACION CARDIOPULMONAR EN NEONATOLOGIA 2014
REANIMACION CARDIOPULMONAR EN NEONATOLOGIA 2014REANIMACION CARDIOPULMONAR EN NEONATOLOGIA 2014
REANIMACION CARDIOPULMONAR EN NEONATOLOGIA 2014
 
Tep pediatria 2019
Tep pediatria 2019Tep pediatria 2019
Tep pediatria 2019
 
Soporte vital en pediatría diciembre 2015. HOSPITAL ESCORIAL-DANO
Soporte vital en pediatría diciembre  2015. HOSPITAL ESCORIAL-DANOSoporte vital en pediatría diciembre  2015. HOSPITAL ESCORIAL-DANO
Soporte vital en pediatría diciembre 2015. HOSPITAL ESCORIAL-DANO
 
Trastornos respiratorios del recien nacido (EMH , TTRN)
Trastornos respiratorios del recien nacido (EMH , TTRN)Trastornos respiratorios del recien nacido (EMH , TTRN)
Trastornos respiratorios del recien nacido (EMH , TTRN)
 
Rcp pediatrico
Rcp pediatricoRcp pediatrico
Rcp pediatrico
 
Via aerea inferior Pediatria
Via aerea inferior PediatriaVia aerea inferior Pediatria
Via aerea inferior Pediatria
 
Sindrome de aspiración meconial( sam)
Sindrome de aspiración  meconial( sam)Sindrome de aspiración  meconial( sam)
Sindrome de aspiración meconial( sam)
 
Rcp Neonatal 7| Edición
Rcp Neonatal 7| EdiciónRcp Neonatal 7| Edición
Rcp Neonatal 7| Edición
 
Asma
AsmaAsma
Asma
 
Derrame pleural en pediatría 2015.
Derrame pleural en pediatría 2015.Derrame pleural en pediatría 2015.
Derrame pleural en pediatría 2015.
 
asma.pdf
asma.pdfasma.pdf
asma.pdf
 

Destaque

Algoritmo RCP Neonatal 2010
Algoritmo RCP Neonatal 2010Algoritmo RCP Neonatal 2010
Algoritmo RCP Neonatal 2010César Amanzo
 
Reanimación Neonatal Guías AHA 2015
Reanimación Neonatal Guías AHA 2015Reanimación Neonatal Guías AHA 2015
Reanimación Neonatal Guías AHA 2015Frank Cajina Gómez
 
Algoritmos de reanimacion cardiopulmonar basica y avanzada.
Algoritmos de reanimacion cardiopulmonar basica y avanzada. Algoritmos de reanimacion cardiopulmonar basica y avanzada.
Algoritmos de reanimacion cardiopulmonar basica y avanzada. Victoriano Mendez
 
GUIAS DE RCP NEONATAL. Lo nuevo 2012
GUIAS DE RCP NEONATAL. Lo nuevo 2012GUIAS DE RCP NEONATAL. Lo nuevo 2012
GUIAS DE RCP NEONATAL. Lo nuevo 2012Edwin Villacorta
 
2015. Aspectos destacados de la actualización de las guías de la AHA para RCP...
2015. Aspectos destacados de la actualización de las guías de la AHA para RCP...2015. Aspectos destacados de la actualización de las guías de la AHA para RCP...
2015. Aspectos destacados de la actualización de las guías de la AHA para RCP...Elena Plaza Moreno
 
Reanimacion neonatal
Reanimacion neonatalReanimacion neonatal
Reanimacion neonatalJamil Ramón
 
Manual de reanimación neonatal aha 6 ed
Manual de reanimación neonatal aha 6 edManual de reanimación neonatal aha 6 ed
Manual de reanimación neonatal aha 6 edFer Cueto
 
Reanimación neonatal completa
Reanimación neonatal completaReanimación neonatal completa
Reanimación neonatal completaElsa Duarte
 
Reanimación Neonatal: Lección 2 PASOS INICIALES EN REANIMACIÓN
Reanimación Neonatal: Lección 2 PASOS INICIALES EN REANIMACIÓNReanimación Neonatal: Lección 2 PASOS INICIALES EN REANIMACIÓN
Reanimación Neonatal: Lección 2 PASOS INICIALES EN REANIMACIÓNroogaona
 
Reanimación neonatal: Lección 4 MASAJE CARDIACO
Reanimación neonatal: Lección 4 MASAJE CARDIACOReanimación neonatal: Lección 4 MASAJE CARDIACO
Reanimación neonatal: Lección 4 MASAJE CARDIACOroogaona
 
Reanimación Neonatal: Lección 3 USO DE INSTRUMENTOS DE REANIMACIÓN PARA SUMIN...
Reanimación Neonatal: Lección 3 USO DE INSTRUMENTOS DE REANIMACIÓN PARA SUMIN...Reanimación Neonatal: Lección 3 USO DE INSTRUMENTOS DE REANIMACIÓN PARA SUMIN...
Reanimación Neonatal: Lección 3 USO DE INSTRUMENTOS DE REANIMACIÓN PARA SUMIN...roogaona
 
Semiologia radiologica
Semiologia radiologicaSemiologia radiologica
Semiologia radiologicanewton mano
 
reanimacion neonatal en situaciones especiales
reanimacion neonatal en situaciones especialesreanimacion neonatal en situaciones especiales
reanimacion neonatal en situaciones especialesanabell pereira
 

Destaque (20)

Algoritmo RCP Neonatal 2010
Algoritmo RCP Neonatal 2010Algoritmo RCP Neonatal 2010
Algoritmo RCP Neonatal 2010
 
Reanimación Neonatal Guías AHA 2015
Reanimación Neonatal Guías AHA 2015Reanimación Neonatal Guías AHA 2015
Reanimación Neonatal Guías AHA 2015
 
Reanimación neonatal 2014
Reanimación neonatal 2014Reanimación neonatal 2014
Reanimación neonatal 2014
 
Algoritmos de reanimacion cardiopulmonar basica y avanzada.
Algoritmos de reanimacion cardiopulmonar basica y avanzada. Algoritmos de reanimacion cardiopulmonar basica y avanzada.
Algoritmos de reanimacion cardiopulmonar basica y avanzada.
 
GUIAS DE RCP NEONATAL. Lo nuevo 2012
GUIAS DE RCP NEONATAL. Lo nuevo 2012GUIAS DE RCP NEONATAL. Lo nuevo 2012
GUIAS DE RCP NEONATAL. Lo nuevo 2012
 
2015. Aspectos destacados de la actualización de las guías de la AHA para RCP...
2015. Aspectos destacados de la actualización de las guías de la AHA para RCP...2015. Aspectos destacados de la actualización de las guías de la AHA para RCP...
2015. Aspectos destacados de la actualización de las guías de la AHA para RCP...
 
Reanimacion neonatal
Reanimacion neonatalReanimacion neonatal
Reanimacion neonatal
 
Reanimacion neonatal 4,5,6 y 7
Reanimacion neonatal 4,5,6 y 7Reanimacion neonatal 4,5,6 y 7
Reanimacion neonatal 4,5,6 y 7
 
Reanimacion neonatal 2012
Reanimacion neonatal 2012Reanimacion neonatal 2012
Reanimacion neonatal 2012
 
Manual de reanimación neonatal aha 6 ed
Manual de reanimación neonatal aha 6 edManual de reanimación neonatal aha 6 ed
Manual de reanimación neonatal aha 6 ed
 
Reanimación neonatal completa
Reanimación neonatal completaReanimación neonatal completa
Reanimación neonatal completa
 
RCP Neonatal
RCP NeonatalRCP Neonatal
RCP Neonatal
 
Reanimación Neonatal: Lección 2 PASOS INICIALES EN REANIMACIÓN
Reanimación Neonatal: Lección 2 PASOS INICIALES EN REANIMACIÓNReanimación Neonatal: Lección 2 PASOS INICIALES EN REANIMACIÓN
Reanimación Neonatal: Lección 2 PASOS INICIALES EN REANIMACIÓN
 
Algoritmos AHA 2015 ESPAÑOL
Algoritmos AHA 2015 ESPAÑOLAlgoritmos AHA 2015 ESPAÑOL
Algoritmos AHA 2015 ESPAÑOL
 
Reanimación neonatal: Lección 4 MASAJE CARDIACO
Reanimación neonatal: Lección 4 MASAJE CARDIACOReanimación neonatal: Lección 4 MASAJE CARDIACO
Reanimación neonatal: Lección 4 MASAJE CARDIACO
 
Reanimación Neonatal: Lección 3 USO DE INSTRUMENTOS DE REANIMACIÓN PARA SUMIN...
Reanimación Neonatal: Lección 3 USO DE INSTRUMENTOS DE REANIMACIÓN PARA SUMIN...Reanimación Neonatal: Lección 3 USO DE INSTRUMENTOS DE REANIMACIÓN PARA SUMIN...
Reanimación Neonatal: Lección 3 USO DE INSTRUMENTOS DE REANIMACIÓN PARA SUMIN...
 
Semiologia radiologica
Semiologia radiologicaSemiologia radiologica
Semiologia radiologica
 
Rcp
RcpRcp
Rcp
 
reanimacion neonatal en situaciones especiales
reanimacion neonatal en situaciones especialesreanimacion neonatal en situaciones especiales
reanimacion neonatal en situaciones especiales
 
RCP NEO AHA 6
RCP NEO AHA 6RCP NEO AHA 6
RCP NEO AHA 6
 

Semelhante a Reanimación Neonatal - AHA 2010 en Español

Semelhante a Reanimación Neonatal - AHA 2010 en Español (20)

Reanimacion neonatal resumen AHA 2010
Reanimacion neonatal resumen AHA 2010Reanimacion neonatal resumen AHA 2010
Reanimacion neonatal resumen AHA 2010
 
Rean neonatal.
Rean neonatal.Rean neonatal.
Rean neonatal.
 
13 1
13 113 1
13 1
 
Reanimacion neonatal
Reanimacion neonatalReanimacion neonatal
Reanimacion neonatal
 
Rcp neonatal
Rcp neonatalRcp neonatal
Rcp neonatal
 
Renanimacion neonatal final
Renanimacion neonatal final Renanimacion neonatal final
Renanimacion neonatal final
 
Reanimación neonatal
Reanimación neonatal Reanimación neonatal
Reanimación neonatal
 
Reanimacion neonatal
Reanimacion neonatalReanimacion neonatal
Reanimacion neonatal
 
Reanimacion rn
Reanimacion rnReanimacion rn
Reanimacion rn
 
Protocolo reanimacion neonatal
Protocolo  reanimacion neonatalProtocolo  reanimacion neonatal
Protocolo reanimacion neonatal
 
Reanimación neonatal
Reanimación neonatalReanimación neonatal
Reanimación neonatal
 
Reanimacion neonatal
Reanimacion neonatalReanimacion neonatal
Reanimacion neonatal
 
REANIMACION NEONATAL.pdf
REANIMACION NEONATAL.pdfREANIMACION NEONATAL.pdf
REANIMACION NEONATAL.pdf
 
RCP neonatal básica y avanzada
RCP neonatal básica y avanzadaRCP neonatal básica y avanzada
RCP neonatal básica y avanzada
 
De la mujer ppt expo 2
De la mujer ppt expo 2De la mujer ppt expo 2
De la mujer ppt expo 2
 
Universidad tecnica de machala menbraba hialina
Universidad tecnica de machala menbraba hialinaUniversidad tecnica de machala menbraba hialina
Universidad tecnica de machala menbraba hialina
 
Reanimacion neonatal
Reanimacion neonatalReanimacion neonatal
Reanimacion neonatal
 
ATENCION AL RECIÉN NACIDO NORMAL . Prof AGQ. 2023.pdf
ATENCION AL RECIÉN NACIDO NORMAL . Prof AGQ. 2023.pdfATENCION AL RECIÉN NACIDO NORMAL . Prof AGQ. 2023.pdf
ATENCION AL RECIÉN NACIDO NORMAL . Prof AGQ. 2023.pdf
 
Lectura del-algoritmo-de-reanimaci¢n-cardiopulmonar-neonatal
Lectura del-algoritmo-de-reanimaci¢n-cardiopulmonar-neonatalLectura del-algoritmo-de-reanimaci¢n-cardiopulmonar-neonatal
Lectura del-algoritmo-de-reanimaci¢n-cardiopulmonar-neonatal
 
4 reanimación neonatal
4 reanimación neonatal4 reanimación neonatal
4 reanimación neonatal
 

Mais de Alonso Custodio

Sindrome de Vena Cava Superior
Sindrome de Vena Cava SuperiorSindrome de Vena Cava Superior
Sindrome de Vena Cava SuperiorAlonso Custodio
 
Derrame pleural y Neumotórax
Derrame pleural y NeumotóraxDerrame pleural y Neumotórax
Derrame pleural y NeumotóraxAlonso Custodio
 
Insuficiencia arterial periférica
Insuficiencia arterial periféricaInsuficiencia arterial periférica
Insuficiencia arterial periféricaAlonso Custodio
 
Evaluación ecográfica del acceso vascular para hemodiálisis.
Evaluación ecográfica del acceso vascular para hemodiálisis. Evaluación ecográfica del acceso vascular para hemodiálisis.
Evaluación ecográfica del acceso vascular para hemodiálisis. Alonso Custodio
 
Evaluación preanestésica - Clasificación ASA
Evaluación preanestésica - Clasificación ASAEvaluación preanestésica - Clasificación ASA
Evaluación preanestésica - Clasificación ASAAlonso Custodio
 
Monitoreo Invasivo: CVC, Linea arterial & Swan-Ganz
Monitoreo Invasivo: CVC, Linea arterial & Swan-GanzMonitoreo Invasivo: CVC, Linea arterial & Swan-Ganz
Monitoreo Invasivo: CVC, Linea arterial & Swan-GanzAlonso Custodio
 
Reanimación Cardiopulmonar
Reanimación Cardiopulmonar Reanimación Cardiopulmonar
Reanimación Cardiopulmonar Alonso Custodio
 
Infecciones en Obstetricia
Infecciones en Obstetricia Infecciones en Obstetricia
Infecciones en Obstetricia Alonso Custodio
 
Enfermedades de Transmisión Sexual en Gestantes y No Gestantes
Enfermedades de Transmisión Sexual en Gestantes y No GestantesEnfermedades de Transmisión Sexual en Gestantes y No Gestantes
Enfermedades de Transmisión Sexual en Gestantes y No GestantesAlonso Custodio
 
Hiperemersis Gravídica y Embarazo Gemelar.
Hiperemersis Gravídica y Embarazo Gemelar. Hiperemersis Gravídica y Embarazo Gemelar.
Hiperemersis Gravídica y Embarazo Gemelar. Alonso Custodio
 
Trabajo de Parto y Mecanismo - Episiotomía
Trabajo de Parto y Mecanismo - EpisiotomíaTrabajo de Parto y Mecanismo - Episiotomía
Trabajo de Parto y Mecanismo - EpisiotomíaAlonso Custodio
 
Cardiopatias congenitas pediatria
Cardiopatias congenitas pediatriaCardiopatias congenitas pediatria
Cardiopatias congenitas pediatriaAlonso Custodio
 
Semiología Obstétrica
Semiología Obstétrica Semiología Obstétrica
Semiología Obstétrica Alonso Custodio
 
Sindrome Nefrótico - Pediatrics in Review
Sindrome Nefrótico - Pediatrics in Review Sindrome Nefrótico - Pediatrics in Review
Sindrome Nefrótico - Pediatrics in Review Alonso Custodio
 
Sindrome Nefrótico y Nefrítico en Pediatría
Sindrome Nefrótico y Nefrítico en PediatríaSindrome Nefrótico y Nefrítico en Pediatría
Sindrome Nefrótico y Nefrítico en PediatríaAlonso Custodio
 

Mais de Alonso Custodio (20)

Sindrome de Vena Cava Superior
Sindrome de Vena Cava SuperiorSindrome de Vena Cava Superior
Sindrome de Vena Cava Superior
 
Tumores de mediastino
Tumores de mediastinoTumores de mediastino
Tumores de mediastino
 
Cáncer de pulmón
Cáncer de pulmónCáncer de pulmón
Cáncer de pulmón
 
Derrame pleural y Neumotórax
Derrame pleural y NeumotóraxDerrame pleural y Neumotórax
Derrame pleural y Neumotórax
 
Aneurisma de aorta
Aneurisma de aortaAneurisma de aorta
Aneurisma de aorta
 
Insuficiencia coronaria
Insuficiencia coronariaInsuficiencia coronaria
Insuficiencia coronaria
 
Pie diabético
Pie diabéticoPie diabético
Pie diabético
 
Insuficiencia arterial periférica
Insuficiencia arterial periféricaInsuficiencia arterial periférica
Insuficiencia arterial periférica
 
Evaluación ecográfica del acceso vascular para hemodiálisis.
Evaluación ecográfica del acceso vascular para hemodiálisis. Evaluación ecográfica del acceso vascular para hemodiálisis.
Evaluación ecográfica del acceso vascular para hemodiálisis.
 
Evaluación preanestésica - Clasificación ASA
Evaluación preanestésica - Clasificación ASAEvaluación preanestésica - Clasificación ASA
Evaluación preanestésica - Clasificación ASA
 
Monitoreo Invasivo: CVC, Linea arterial & Swan-Ganz
Monitoreo Invasivo: CVC, Linea arterial & Swan-GanzMonitoreo Invasivo: CVC, Linea arterial & Swan-Ganz
Monitoreo Invasivo: CVC, Linea arterial & Swan-Ganz
 
Reanimación Cardiopulmonar
Reanimación Cardiopulmonar Reanimación Cardiopulmonar
Reanimación Cardiopulmonar
 
Infecciones en Obstetricia
Infecciones en Obstetricia Infecciones en Obstetricia
Infecciones en Obstetricia
 
Enfermedades de Transmisión Sexual en Gestantes y No Gestantes
Enfermedades de Transmisión Sexual en Gestantes y No GestantesEnfermedades de Transmisión Sexual en Gestantes y No Gestantes
Enfermedades de Transmisión Sexual en Gestantes y No Gestantes
 
Hiperemersis Gravídica y Embarazo Gemelar.
Hiperemersis Gravídica y Embarazo Gemelar. Hiperemersis Gravídica y Embarazo Gemelar.
Hiperemersis Gravídica y Embarazo Gemelar.
 
Trabajo de Parto y Mecanismo - Episiotomía
Trabajo de Parto y Mecanismo - EpisiotomíaTrabajo de Parto y Mecanismo - Episiotomía
Trabajo de Parto y Mecanismo - Episiotomía
 
Cardiopatias congenitas pediatria
Cardiopatias congenitas pediatriaCardiopatias congenitas pediatria
Cardiopatias congenitas pediatria
 
Semiología Obstétrica
Semiología Obstétrica Semiología Obstétrica
Semiología Obstétrica
 
Sindrome Nefrótico - Pediatrics in Review
Sindrome Nefrótico - Pediatrics in Review Sindrome Nefrótico - Pediatrics in Review
Sindrome Nefrótico - Pediatrics in Review
 
Sindrome Nefrótico y Nefrítico en Pediatría
Sindrome Nefrótico y Nefrítico en PediatríaSindrome Nefrótico y Nefrítico en Pediatría
Sindrome Nefrótico y Nefrítico en Pediatría
 

Último

EL BUEN CONTROL PRENATAL Y LA PREVENCION
EL BUEN CONTROL PRENATAL  Y LA PREVENCIONEL BUEN CONTROL PRENATAL  Y LA PREVENCION
EL BUEN CONTROL PRENATAL Y LA PREVENCIONIrlandaGarcia10
 
TEMA 1. cavidad bucal. vias aereas pulmo
TEMA 1. cavidad bucal. vias aereas pulmoTEMA 1. cavidad bucal. vias aereas pulmo
TEMA 1. cavidad bucal. vias aereas pulmoGENESISMUOZ34
 
INPSASEL concepto , funciones y caracteristicas
INPSASEL concepto , funciones y caracteristicasINPSASEL concepto , funciones y caracteristicas
INPSASEL concepto , funciones y caracteristicaseduarhernandez12382
 
circulacion-fetal-y-neonatal (1).pptjsjjsjjsjsjjsjjsjsjjsjjsjsjsjsjsjjx
circulacion-fetal-y-neonatal (1).pptjsjjsjjsjsjjsjjsjsjjsjjsjsjsjsjsjjxcirculacion-fetal-y-neonatal (1).pptjsjjsjjsjsjjsjjsjsjjsjjsjsjsjsjsjjx
circulacion-fetal-y-neonatal (1).pptjsjjsjjsjsjjsjjsjsjjsjjsjsjsjsjsjjxEsgarAdrianVilchezMu
 
casos clínicos Mecanismos de defensa.pdf
casos clínicos Mecanismos de defensa.pdfcasos clínicos Mecanismos de defensa.pdf
casos clínicos Mecanismos de defensa.pdfNicolsSantanaCamacho
 
Clase 11 Articulaciones de la Cabeza 2024.pdf
Clase 11 Articulaciones de la Cabeza 2024.pdfClase 11 Articulaciones de la Cabeza 2024.pdf
Clase 11 Articulaciones de la Cabeza 2024.pdfgarrotamara01
 
CAPÍTULO 13 SISTEMA CARDIOVASCULAR.pptx histología de ross
CAPÍTULO 13 SISTEMA CARDIOVASCULAR.pptx histología de rossCAPÍTULO 13 SISTEMA CARDIOVASCULAR.pptx histología de ross
CAPÍTULO 13 SISTEMA CARDIOVASCULAR.pptx histología de rossAlexandraSucno
 
Terapia cinematográfica (5) Películas para entender las enfermedades oncológicas
Terapia cinematográfica (5) Películas para entender las enfermedades oncológicasTerapia cinematográfica (5) Películas para entender las enfermedades oncológicas
Terapia cinematográfica (5) Películas para entender las enfermedades oncológicasJavierGonzalezdeDios
 
Triptico sobre que son y como PrevencionITS.pptx
Triptico sobre que son y como PrevencionITS.pptxTriptico sobre que son y como PrevencionITS.pptx
Triptico sobre que son y como PrevencionITS.pptxLysMedina
 
Presentación de neuroanatomia-de-oscar-gonzales.pdf
Presentación de neuroanatomia-de-oscar-gonzales.pdfPresentación de neuroanatomia-de-oscar-gonzales.pdf
Presentación de neuroanatomia-de-oscar-gonzales.pdfjgfriases
 
Farmacología y farmacocinética a nivel ocular
Farmacología y farmacocinética a nivel ocularFarmacología y farmacocinética a nivel ocular
Farmacología y farmacocinética a nivel ocularOmarRodrigoGuadarram
 
CLASE VI - SISTEMA ARTICULAR-GENERALI.pdf
CLASE VI - SISTEMA ARTICULAR-GENERALI.pdfCLASE VI - SISTEMA ARTICULAR-GENERALI.pdf
CLASE VI - SISTEMA ARTICULAR-GENERALI.pdfkalumiclame
 
ABDOMEN AGUDO Quirúrgico, etiologia.pptx
ABDOMEN AGUDO Quirúrgico, etiologia.pptxABDOMEN AGUDO Quirúrgico, etiologia.pptx
ABDOMEN AGUDO Quirúrgico, etiologia.pptxNikolaiChoqueAlarcn
 
(2024-04-16)DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)
(2024-04-16)DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)(2024-04-16)DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)
(2024-04-16)DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
Fisiología gastrointestinal presentación
Fisiología gastrointestinal presentaciónFisiología gastrointestinal presentación
Fisiología gastrointestinal presentaciónVeritoMoya
 
Semiologia de la Exploracion fisica cardiovascular
Semiologia de la Exploracion fisica cardiovascularSemiologia de la Exploracion fisica cardiovascular
Semiologia de la Exploracion fisica cardiovascularMAURICIOCLEVERFLORES
 
planos anatomicos y ejes del cuerpo humano
planos anatomicos y ejes del cuerpo humanoplanos anatomicos y ejes del cuerpo humano
planos anatomicos y ejes del cuerpo humanosalvadorrangel8
 
Betty Neuman-YessiAlvarez. TEORISTA EN ENFERMERIA
Betty Neuman-YessiAlvarez. TEORISTA EN ENFERMERIABetty Neuman-YessiAlvarez. TEORISTA EN ENFERMERIA
Betty Neuman-YessiAlvarez. TEORISTA EN ENFERMERIAMONICATRINIDAD7
 
APENDICITIS AGUDA ANATOMÍA, TÉCNICA QUIRÚRGICA.pptx
APENDICITIS AGUDA ANATOMÍA, TÉCNICA QUIRÚRGICA.pptxAPENDICITIS AGUDA ANATOMÍA, TÉCNICA QUIRÚRGICA.pptx
APENDICITIS AGUDA ANATOMÍA, TÉCNICA QUIRÚRGICA.pptxMassielPrez3
 
CASO CLINICO MIOMATOSIS UTERINA.pptx enfermeria
CASO CLINICO MIOMATOSIS UTERINA.pptx enfermeriaCASO CLINICO MIOMATOSIS UTERINA.pptx enfermeria
CASO CLINICO MIOMATOSIS UTERINA.pptx enfermeriaLuzIreneBancesGuevar
 

Último (20)

EL BUEN CONTROL PRENATAL Y LA PREVENCION
EL BUEN CONTROL PRENATAL  Y LA PREVENCIONEL BUEN CONTROL PRENATAL  Y LA PREVENCION
EL BUEN CONTROL PRENATAL Y LA PREVENCION
 
TEMA 1. cavidad bucal. vias aereas pulmo
TEMA 1. cavidad bucal. vias aereas pulmoTEMA 1. cavidad bucal. vias aereas pulmo
TEMA 1. cavidad bucal. vias aereas pulmo
 
INPSASEL concepto , funciones y caracteristicas
INPSASEL concepto , funciones y caracteristicasINPSASEL concepto , funciones y caracteristicas
INPSASEL concepto , funciones y caracteristicas
 
circulacion-fetal-y-neonatal (1).pptjsjjsjjsjsjjsjjsjsjjsjjsjsjsjsjsjjx
circulacion-fetal-y-neonatal (1).pptjsjjsjjsjsjjsjjsjsjjsjjsjsjsjsjsjjxcirculacion-fetal-y-neonatal (1).pptjsjjsjjsjsjjsjjsjsjjsjjsjsjsjsjsjjx
circulacion-fetal-y-neonatal (1).pptjsjjsjjsjsjjsjjsjsjjsjjsjsjsjsjsjjx
 
casos clínicos Mecanismos de defensa.pdf
casos clínicos Mecanismos de defensa.pdfcasos clínicos Mecanismos de defensa.pdf
casos clínicos Mecanismos de defensa.pdf
 
Clase 11 Articulaciones de la Cabeza 2024.pdf
Clase 11 Articulaciones de la Cabeza 2024.pdfClase 11 Articulaciones de la Cabeza 2024.pdf
Clase 11 Articulaciones de la Cabeza 2024.pdf
 
CAPÍTULO 13 SISTEMA CARDIOVASCULAR.pptx histología de ross
CAPÍTULO 13 SISTEMA CARDIOVASCULAR.pptx histología de rossCAPÍTULO 13 SISTEMA CARDIOVASCULAR.pptx histología de ross
CAPÍTULO 13 SISTEMA CARDIOVASCULAR.pptx histología de ross
 
Terapia cinematográfica (5) Películas para entender las enfermedades oncológicas
Terapia cinematográfica (5) Películas para entender las enfermedades oncológicasTerapia cinematográfica (5) Películas para entender las enfermedades oncológicas
Terapia cinematográfica (5) Películas para entender las enfermedades oncológicas
 
Triptico sobre que son y como PrevencionITS.pptx
Triptico sobre que son y como PrevencionITS.pptxTriptico sobre que son y como PrevencionITS.pptx
Triptico sobre que son y como PrevencionITS.pptx
 
Presentación de neuroanatomia-de-oscar-gonzales.pdf
Presentación de neuroanatomia-de-oscar-gonzales.pdfPresentación de neuroanatomia-de-oscar-gonzales.pdf
Presentación de neuroanatomia-de-oscar-gonzales.pdf
 
Farmacología y farmacocinética a nivel ocular
Farmacología y farmacocinética a nivel ocularFarmacología y farmacocinética a nivel ocular
Farmacología y farmacocinética a nivel ocular
 
CLASE VI - SISTEMA ARTICULAR-GENERALI.pdf
CLASE VI - SISTEMA ARTICULAR-GENERALI.pdfCLASE VI - SISTEMA ARTICULAR-GENERALI.pdf
CLASE VI - SISTEMA ARTICULAR-GENERALI.pdf
 
ABDOMEN AGUDO Quirúrgico, etiologia.pptx
ABDOMEN AGUDO Quirúrgico, etiologia.pptxABDOMEN AGUDO Quirúrgico, etiologia.pptx
ABDOMEN AGUDO Quirúrgico, etiologia.pptx
 
(2024-04-16)DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)
(2024-04-16)DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)(2024-04-16)DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)
(2024-04-16)DERMATOSCOPIA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)
 
Fisiología gastrointestinal presentación
Fisiología gastrointestinal presentaciónFisiología gastrointestinal presentación
Fisiología gastrointestinal presentación
 
Semiologia de la Exploracion fisica cardiovascular
Semiologia de la Exploracion fisica cardiovascularSemiologia de la Exploracion fisica cardiovascular
Semiologia de la Exploracion fisica cardiovascular
 
planos anatomicos y ejes del cuerpo humano
planos anatomicos y ejes del cuerpo humanoplanos anatomicos y ejes del cuerpo humano
planos anatomicos y ejes del cuerpo humano
 
Betty Neuman-YessiAlvarez. TEORISTA EN ENFERMERIA
Betty Neuman-YessiAlvarez. TEORISTA EN ENFERMERIABetty Neuman-YessiAlvarez. TEORISTA EN ENFERMERIA
Betty Neuman-YessiAlvarez. TEORISTA EN ENFERMERIA
 
APENDICITIS AGUDA ANATOMÍA, TÉCNICA QUIRÚRGICA.pptx
APENDICITIS AGUDA ANATOMÍA, TÉCNICA QUIRÚRGICA.pptxAPENDICITIS AGUDA ANATOMÍA, TÉCNICA QUIRÚRGICA.pptx
APENDICITIS AGUDA ANATOMÍA, TÉCNICA QUIRÚRGICA.pptx
 
CASO CLINICO MIOMATOSIS UTERINA.pptx enfermeria
CASO CLINICO MIOMATOSIS UTERINA.pptx enfermeriaCASO CLINICO MIOMATOSIS UTERINA.pptx enfermeria
CASO CLINICO MIOMATOSIS UTERINA.pptx enfermeria
 

Reanimación Neonatal - AHA 2010 en Español

  • 1. Página 1 de 22 RESUCITACION NEONATAL Circulation. 2010;122(suppl 3):S909 –S919 Articulo traducido por Jaime Alberto Mesa Franco, Pediatra-Neonatólogo, Profesor asistente Universidad Tecnológica de Pereira. Lo considero un artículo de actualización y de mucha importancia para docentes y estudiantes, se publicará en el Blog de Materno Infantil. Espero que lo aprovechen. GUIAS DE LA ACADEMIA AMERICANA DEL CORAZON PARA RESUCITACION CARDIOPULMONAR Y MANEJO DE EMERGENCIA CARDIOVASCULAR John Kattwinkel, Co-Chair*; Jeffrey M. Perlman, Co-Chair*; Khalid Aziz; Christopher Colby; Karen Fairchild; John Gallagher; Mary Fran Hazinski; Louis P. Halamek; Praveen Kumar; George Little; Jane E. McGowan; Barbara Nightengale; Mildred M. Ramirez; Steven Ringer; Wendy M. Simon; Gary M. Weiner; Myra Wyckoff; Jeanette Zaichkin INTRODUCCION Las siguientes pautas son una interpretación de las evidencias presentadas en el Consenso científico Internacional de 2010 sobre Resucitación Cardiopulmonar y Atención Cardiovascular de Emergencia con las recomendaciones de manejo1. Estos se aplican principalmente a los bebés recién nacidos en fase de transición de vida intrauterina a la extrauterina, pero las recomendaciones son también aplicables a bebés que han completado la transición perinatal y requieren reanimación durante las primeras semanas o meses de vida. Los profesionales que reaniman a los bebés al nacer o en cualquier momento deben considerar seguir estas directrices. Aproximadamente el 10% de los recién nacidos requieren algún tipo de ayuda para empezar a respirar al nacer. 2,3 Menos del 1% requieren reanimación avanzada, Aunque la gran mayoría de los bebés recién nacidos no requieren de intervención para hacer la transición, debido al gran número total de nacimientos, un número considerable requerirá un cierto grado de reanimación. Los recién nacidos que no requieren reanimación se pueden identificar generalmente por una evaluación rápida de las siguientes tres características: ¿Edad gestacional?, ¿Llora o respira? , ¿Tiene buen tono muscular? Si la respuesta a las 3 de estas preguntas es, positiva, el bebé no necesita reanimación y no debe ser separado de la madre. Debe ser secado, colocado piel a piel con la madre, cubrir con ropa seca para mantener la temperatura y se debe continuar observando la respiración, la actividad, y el color. Si la respuesta a alguna de estas preguntas (a término, llora o respira, buen tono muscular) es negativa se deben realizar uno o más de los siguientes pasos en secuencia: A. Pasos iniciales en la estabilización (ambiente cálido, despejar la vía aérea si es necesario, secar y estimular)
  • 2. Página 2 de 22 B. Ventilación C. Compresiones en el pecho D. La administración de epinefrina y / o expansión de volumen Aproximadamente 60 segundos (“MINUTO DE ORO”) se asignan para completar los pasos iniciales (ambiente cálido, despejar la vía aérea si es necesario, secar y estimular ), reevaluando, y comenzando la ventilación en caso necesario. La decisión de avanzar más allá de los pasos iniciales se determina mediante la evaluación simultánea de dos características vitales: respiración (apnea, jadeo o dificultad para respirar o sin dificultad respiratoria) y la frecuencia cardíaca (si es mayor o menor de 100 latidos por minuto). La evaluación de la frecuencia cardiaca se debe hacer en forma intermitente auscultando el precordio. Cuando un pulso es detectable, la palpación del pulso umbilical también puede proporcionar una estimación rápida del pulso y es más preciso que la palpación en otros sitios4,5. Un oxímetro de pulso puede proporcionar una evaluación continua del pulso sin interrupción de las medidas de reanimación, pero el dispositivo tarda de 1 a 2 minutos mientras se coloca y nos da la lectura, además no puede funcionar durante los estados de muy bajo gasto cardiaco o hipoperfusion. Una vez que la ventilación con presión positiva o la administración de oxígeno suplementario se inicia, la evaluación debe consistir en la valoración simultánea de tres signos vitales: frecuencia cardiaca, la respiración, y el estado de oxigenación, esta última de manera óptima determinada por un oxímetro de pulso. El indicador más sensible de una respuesta correcta a cada paso es un aumento de la frecuencia cardíaca. ANTICIPARSE A LA NECESIDAD DE REANIMACION La anticipación, la preparación adecuada, la evaluación precisa y el inicio inmediato de apoyo son fundamentales para la reanimación neonatal exitosa. En cada parto debe haber por lo menos 1 persona cuya principal responsabilidad sea el recién nacido. Esta persona debe estar capacitada para iniciar la reanimación incluyendo la administración de la ventilación con presión positiva y compresiones torácicas. Además esa persona o alguien que se ponga rápidamente a disposición deben tener las habilidades necesarias para realizar una reanimación completa, incluyendo la intubación endotraqueal y la administración de medicamentos. 6 Varios estudios han demostrado que la cesárea que se realiza bajo anestesia regional entre las 37 a 39 semanas, sin factores de riesgo, en comparación con un parto vaginal de la misma edad gestacional y en las mismas condiciones, no aumenta el riesgo de que el bebé requiera intubación endotraqueal. 7–10 Con una cuidadosa valoración de los factores de riesgo, la mayoría de los recién nacidos que necesitan reanimación pueden ser identificados antes de nacer. Si la posible necesidad de reanimación se prevé, más personal calificado debe ser seleccionado y alistar el equipo necesario. Factores de riesgo identificables y el equipo necesario para resucitación están el Texto de Resucitacion neonatal ,( sexta edición de la Academia Americana de Pediatria , próximo a imprimirse ) .11Tener en cuenta que en un parto prematuro (< 37 semanas de gestación) se requiere preparación
  • 3. Página 3 de 22 especial. Los bebés prematuros tienen pulmones inmaduros que pueden ser más difíciles de ventilar, además vasos sanguíneos inmaduros que los hace más propensos a hemorragia intraventricular, piel fina y una gran superficie, que contribuye a la pérdida rápida del calor, aumento de la susceptibilidad a la infección, y un mayor riesgo de shock hipovolémico por el bajo volumen sanguíneo que manejan. Pasos iniciales Los pasos iniciales de la reanimación son para proporcionar calor al colocar al bebé bajo una fuente de calor radiante, colocando la cabeza en “posición de olfateo” o condiciones de abrir la vía aérea, la limpieza de la vía aérea si es necesario con una pera de goma o un catéter de succión, secar el bebé, y estimular la respiración. Estudios recientes han evaluado varios aspectos de estos pasos iniciales. Estos estudios se resumen a continuación.
  • 5. Página 5 de 22 Control de Temperatura Los prematuros de muy bajo peso al nacer (<1500 g) pueden llegar a presentar hipotermia a pesar del uso de las técnicas tradicionales para disminuir la pérdida de calor. Por esta razón, se recomiendan técnicas de calentamiento adicional (por ejemplo,en la sala de partos precalentamiento a 26 ° cubrir el bebé en un envoltorio C, de plástico resistente al calor, y colocar al bebé bajo el calor radiante(Clase 1, nivel de evidencia –NDE- A14,15).) La temperatura del niño debe ser monitoreada muy de cerca debido al bajo, pero descrito riesgo de hipertermia cuando se usan estas técnicas combinadas). Aunque no se han estudiado específicamente, se ha utilizado y se recomienda otras técnicas para mantener la temperatura durante la estabilización del bebé en la sala de partos (por ejemplo precalentamiento de la ropa y pañales, colocar el bebé piel a piel con la madre cubriéndolo con una manta) Todos los procedimientos de reanimación, incluyendo la intubación endotraqueal, la compresión torácica y la inserción de un catéter intravenoso, se puede realizar con estos controles de temperatura en el lugar de intervenciones (Clase IIb, NDE C) 17. Se ha informado que los niños nacidos de madres febriles tienen una mayor incidencia de la depresión perinatal respiratoria, convulsiones neonatales, parálisis cerebral y un mayor riesgo de mortalidad. 8,19 Estudios en animales indican que la hipertermia durante o después de la isquemia se asocia con la progresión de la lesión cerebral. Bajar la temperatura reduce el daño neuronal. 20 Se debe evitar la hipertermia, el objetivo es lograr normotermia y evitar la hipertermia iatrogénica. Despeje de la vía aérea Cuando el líquido amniótico es claro Hay pruebas de que la aspiración de la nasofaringe puede crear bradicardia durante la reanimación 21,22 y que la aspiración de la tráquea en los bebés intubados que reciben ventilación mecánica en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) puede estar asociada con el deterioro de la distensibilidad pulmonar, la oxigenación y la reducción de la velocidad del flujo sanguíneo cerebral cuando se realiza habitualmente (es decir, en ausencia obvia de secreciones orales o nasales) 23,24. Sin embargo, también hay evidencia de que la aspiración en presencia de secreciones puede disminuir la resistencia en la vía aérea.25. Por lo tanto se recomienda que la aspiración inmediata después del nacimiento (incluyendo la aspiración con una pera de goma) se reserve para los bebés que presentan obstrucción evidente durante la respiración espontánea o que requieren ventilación con presión positiva (VPP).
  • 6. Página 6 de 22 Cuando el líquido amniótico es meconiado La aspiración de meconio antes del parto, durante el nacimiento o durante la reanimación puede causar el síndrome de aspiración severa de meconio (MAS). Históricamente, se han recomendado una variedad de técnicas para reducir la incidencia del MAS. La aspiración de la orofaringe antes de la salida de los hombros se consideró rutinaria hasta que un ensayo controlado aleatorio demostró que no tiene valor o importancia26. La intubación endotraqueal electiva y rutinaria con la aspiración directa de la tráquea se recomendó inicialmente para todos los recién nacidos con L.A teñido de meconio hasta un ensayo controlado aleatorio que demostró que no hay valor en la realización de este procedimiento en los bebés que nacían vigorosos27. Aunque los bebés que nacen deprimidos con líquido amniótico meconiado (LAM) tienen un mayor riesgo de desarrollar MAS28,29, La aspiración endotraqueal no se ha asociado con una reducción en la incidencia del MAS30,31 o de la mortalidad en estos niños. La única evidencia de que la aspiración endotraqueal directa de meconio puede ser de valor se basó en un estudio comparativo de los bebés aspirados con controles históricos, y hubo sesgo de selección en el grupo de recién nacidos intubados32–34. En ausencia de ensayos aleatorizados y controlados, no hay pruebas suficientes para recomendar un cambio en la práctica actual de realizar la aspiración endotraqueal de niños no vigorosos con líquido amniótico teñido de meconio (Clase IIb, NDE C). Sin embargo, si se intenta la intubación y esta es prolongada o sin éxito, se debe considerar la ventilación con bolsa y mascarilla, especialmente si hay bradicardia persistente. Evaluación de la necesidad de oxígeno y de la Administración de oxígeno Hay una gran cantidad de evidencias que demuestran que los niveles de oxígeno en sangre en los bebés sin compromiso por lo general no alcanzan valores extrauterinos hasta aproximadamente 10 minutos después del nacimiento. La saturación de oxihemoglobina normalmente puede permanecer en el rango de 70% a 80% durante varios minutos después del nacimiento, lo que resulta en la aparición de cianosis durante ese tiempo. Otros estudios han demostrado que la evaluación clínica del color de la piel es un indicador muy pobre de la saturación de oxihemoglobina durante el período neonatal inmediato y que la falta de cianosis parece ser un indicador muy pobre del estado de oxigenación de un bebé sin compromiso después del nacimiento. El manejo óptimo de oxígeno durante la reanimación neonatal es particularmente importante debido a las pruebas de que la oxigenación insuficiente o excesiva puede ser perjudicial para el recién nacido. La hipoxia y la isquemia son conocidas por causar lesiones a múltiples órganos. Por el contrario cada vez hay más evidencia experimental, así como la evidencia de los estudios de los bebés que reciben reanimación, que los resultados adversos pueden resultar de incluso una breve exposición a exceso de oxígeno durante y después de la reanimación.
  • 7. Página 7 de 22 Oximetría de pulso Numerosos estudios han definido los porcentajes de saturación de oxígeno en función del tiempo desde el nacimiento en los bebés nacidos a término sin compromiso (ver tabla de saturaciones deO2). Esto incluye saturaciones medidas desde ambos sitios preductal y postductal, después de partos quirúrgicos y vaginales a nivel del mar y en altitud. 35–40 Los pulsoximetros más recientes, que emplean sondas diseñadas específicamente para los recién nacidos, se ha demostrado que proporcionan lecturas fiables dentro de 1 a 2 minutos después del nacimiento41– 43. Estos oxímetros son confiables en la gran mayoría de los recién nacidos a término y prematuros requieran o no reanimación, siempre y cuando exista suficiente gasto cardiaco y flujo sanguíneo en piel para el oxímetro detectar el pulso. Se recomienda que la oximetría sea utilizada cuando la reanimación se puede anticipar2, cuando se administre presión positiva, cuando la cianosis es persistente, o cuando se administra oxígeno suplementario (Clase I, NDE B). Para comparar adecuadamente las saturaciones de oxígeno a los datos similares publicados, la sonda debe ser conectada a un lugar preductal (es decir, la extremidad superior derecha, por lo general la muñeca o en la superficie medial de la palma) 43 . Hay cierta evidencia de que fijar la sonda al bebé antes de conectar la sonda al instrumento facilita la adquisición más rápida de la señal (Clase IIb, NDE C) 42 La administración de oxígeno suplementario Dos meta-análisis de varios estudios clínicos controlados aleatorizados que compararon la reanimación neonatal inicialmente con aire ambiental versus oxígeno al 100% mostraron un aumento de la supervivencia cuando se inició la reanimación con aire(21% )44,45. No hay estudios en recién nacidos a término que comparen los resultados de reanimaciones al iniciar con diferentes concentraciones de oxígeno diferentes al aire ambiente o con O2 al 100%. Un estudio en recién nacidos prematuros mostró que el inicio de la reanimación con una mezcla de oxígeno y aire dio como resultado menor hipoxemia y menor hiperoxemia, según lo definido por los investigadores, que cuando se inició la reanimación con aire ambiente o con oxígeno al 100% seguido por valoración de una mezcla ajustable (blender) de aire y oxígeno.46. En ausencia de otros estudios comparativos de reanimación neonatal que inicien con diferentes concentraciones de oxígeno o de otros estudios diferentes dirigidos a saturaciones de oxihemoglobina, se recomienda que el objetivo en recién nacidos que se reanimen al nacer, nacidos a término o prematuros, debe ser un valor de saturación de oxígeno en el rango intercuartílico de las saturaciones preductal (ver tabla de la figura) que se midió en recién nacidos sanos a término después del parto vaginal a nivel del mar (Clase IIb, NDE B). Estos objetivos pueden lograrse mediante el inicio de la reanimación con aire o una mezcla de oxígeno y titulación de la concentración de oxígeno para lograr una SpO2 en los rangos descritos con oximetría de pulso (Clase IIb, NDE C). Si no se dispone de O2 mezclado, se debe iniciar la reanimación con aire (Clase IIb, NDE B). Si el bebé cursa con bradicardia (FC< 60 por minuto) después de 90 segundos de reanimación con una menor concentración de oxígeno, esta se deberá aumentar al 100% hasta que se obtenga una frecuencia cardiaca normal (Clase IIb, NDE B).
  • 8. Página 8 de 22 Ventilación con presión positiva (VPP) Si el bebé sigue presentando apnea o jadeo, o si la frecuencia cardíaca sigue siendo < de 100 por minuto después de la administración de los pasos iniciales, se debe iniciar PPV. Respiraciones iniciales y ventilación asistida Las inspiraciones iniciales después del nacimiento, ya sean espontáneas o asistidas, crean una capacidad residual funcional (FRC) .47–50. La presión óptima, el tiempo inspiratorio, y el flujo necesario para establecer una efectiva FRC cuando se administra VPP durante la reanimación no se han determinado. La evidencia de estudios en animales indica que los pulmones prematuros son lesionados fácilmente por los grandes volúmenes inmediatamente después del nacimiento51,52. Las frecuencias de ventilación asistida de 40 a 60 por minuto son de uso común, pero la eficacia relativa de las diferentes tasas no ha sido investigada. La medida principal de la ventilación inicial adecuada es la mejoría de la frecuencia cardíaca. 53 Si la frecuencia cardíaca no mejora debe evaluarse el movimiento de la pared torácica. El pico inicial de presión inspiratoria necesaria es variable e impredecible y debe ser individualizada para lograr un incremento en la frecuencia cardíaca o el movimiento del tórax con cada respiración. Debe controlarse la presión inspiratoria pico, una presión inspiratoria inicial de 20 cm H2O puede ser eficaz, pero puede ser necesaria 30 a 40 cm H2O en algunos recién nacidos a término sin respiración espontanea (Clase IIb, NDEC ) 48,50,54. Si las circunstancias no permiten los monitores de la presión inspiratoria, se debe utilizar la presión mínima necesaria para lograr un aumento en la frecuencia cardiaca. No hay pruebas suficientes para recomendar un tiempo inspiratorio óptimo. En resumen, la ventilación asistida debe ser entregado a un ritmo de 40 a 60 respiraciones por minuto para lograr con prontitud mantener una frecuencia cardíaca >100 por minuto (Clase IIb, NDEC) . Se ha informado del uso de detectores colorimétricos de CO2 durante la ventilación con máscara en un pequeño número de niños prematuros en la unidad de cuidados intensivos y en la sala de partos, y estos detectores pueden ayudar a identificar obstrucción de vía aérea. 55,56 Sin embargo, no está claro si el uso de detectores de CO2 durante la ventilación con mascarilla confiere un beneficio adicional por encima de la sola evaluación clínica (Clase IIb, NDEC). Presión final de la espiración Muchos expertos recomiendan la administración de presión positiva continua (CPAP) a los niños que inician con dificultad respiratoria después del nacimiento, aunque su uso se ha estudiado sólo en recién nacidos prematuros. Un ensayo clínico multicéntrico aleatorizado en recién nacidos de 25 a 28 semanas de gestación con signos de dificultad respiratoria no mostró diferencias significativas en los resultados de mortalidad o necesidad de oxígeno a las 36 semanas de edad gestacional entre los recién nacidos que se inició el CPAP frente a los intubados y sometidos a ventilación mecánica en sala de partos. Empezar con CPAP reduce las tasas de intubación y ventilación mecánica, uso de surfactante, y la duración de la ventilación, pero se aumentan las tasas de neumotórax57. Los recién nacidos prematuros con respiración
  • 9. Página 9 de 22 espontánea que tienen dificultad respiratoria puede ser recibir soporte con CPAP o con intubación y ventilación mecánica (Clase IIb, NDE B). La opción más apropiada puede ser guiada por la experiencia y las preferencias de cada unidad. No hay pruebas para apoyar o refutar el uso de CPAP en la sala de partos en el bebé a término con dificultad respiratoria. Aunque la presión positiva al final de la espiración (PEEP) ha demostrado ser beneficiosa y su uso es habitual durante la ventilación mecánica de recién nacidos en unidades de cuidados intensivos, no se han hecho estudios evaluando específicamente PEEP versus no PEEP cuando PPV se utiliza durante el establecimiento de un FRC después del nacimiento. Sin embargo, la PEEP es probable que sea beneficiosa y se debe utilizar si se dispone del equipo adecuado (Clase IIb, NDE C). La PEEP puede darse con una bolsa inflada por flujo o una pieza en T(neopuff), pero no se puede dar con una bolsa autoinflable a menos que tengan una válvula de PEEP opcional. Hay, sin embargo, algunas pruebas de que dichas válvulas a menudo liberan presiones inconsistentes al final de la espiración. 58,59 Dispositivos de ventilación asistida La ventilación eficaz se puede lograr ya sea con un flujo a presión, con bolsa autoinflable o con una pieza en T diseñado para regular la presión. 60–63 El tope de las válvulas de las bolsas autoinflables depende de la velocidad de flujo de entrada del gas. Las presiones generadas podrían ser superiores al valor especificado por el fabricante. La presiones inspiratorias pico deseadas y los tiempos prolongados de inspiración son más consistentes si se realizan con los dispositivos en T que cuando se utilizan bolsas60,61, aunque las implicaciones clínicas de estos hallazgos no son claros (Clase IIb, NDE C). Es probable que las presiones pico se deban cambiar a medida que mejora la compliance pulmonar después del nacimiento, pero la relación presión volumen y el volumen óptimo con cada respiración mientras se establece la capacidad residual funcional no se han estudiado. Los reanimadores son insensibles a los cambios en la distensibilidad pulmonar, independientemente del dispositivo utilizado (Clase IIb, NDE C). 64 Máscara laríngea Las mascaras laríngeas que se ponen encima de la entrada de la laringe han demostrado ser eficaces para ventilar los recién nacidos que pesen más de 2.000 gramos ó ≥ 34 semanas de gestación (Clase IIb, NDE B 65–67). Existen datos limitados sobre el uso de estos dispositivos en los prematuros < 2.000 g ó <34 semanas (Clase IIb,NDEC 65–67). Se debe considerar una máscara laríngea si la ventilación durante la reanimación mascarilla y la intubación traqueal no tienen éxito o no son factibles (Clase IIa, NDE B). La máscara laríngea no ha sido evaluada en los casos de líquido amniótico meconiado, durante las compresiones torácicas, o para la administración de medicamentos endotraqueales
  • 10. Página 10 de 22 Intubacion endotraqueal La intubación endotraqueal puede estar indicada en varios momentos durante la reanimación neonatal como en: : ● Aspiración endotraqueal inicial de los recién nacidos meconiados no vigorosos ● Si la ventilación con bolsa y mascara es ineficaz o se requiere VPP por tiempo prolongado ● Cuando se realizan compresiones torácicas ● En circunstancias especiales de reanimación, como la hernia diafragmática congénita o peso extremadamente bajo al nacer El momento de la intubación endotraqueal también puede depender de la habilidad y la experiencia del personal disponible. Después de la intubación endotraqueal y la administración de presión positiva intermitente, un rápido aumento de la frecuencia cardíaca es el mejor indicador de que el tubo está en el árbol traqueobronquial suministrando una ventilación efectiva. La detección de CO2 exhalado es efectiva para la confirmar la colocación del tubo endotraqueal en recién nacidos, incluidos los de muy bajo peso al nacer (Clase IIa,NDEB68 –71).). Un resultado positivo (detección de CO2 exhalado) en pacientes con gasto cardíaco adecuado confirma la colocación del tubo en la tráquea, mientras que un resultado negativo (es decir, no detección del CO2) sugiere intubación esofágica. 68 –72 La detección de CO2 exhalado(capnografo )es el método recomendado para la confirmación de la colocación del tubo endotraqueal (Clase IIa, NDE B). Sin embargo, cabe señalar que el flujo sanguíneo pulmonar pobre o ausente puede dar resultados falsos negativos (es decir, que el CO2 no sea detectado a pesar de la colocación del tubo en la tráquea). Un resultado falso negativo puede por lo tanto llevar a la extubación y a reintubación innecesaria de un recién nacido críticamente enfermo con bajo gasto cardíaco. Otros indicadores clínicos de la colocación correcta del tubo endotraqueal son la condensación en el tubo endotraqueal, el movimiento del tórax, y la auscultación torácica bilateral del murmullo vesicular, pero estos indicadores no se han evaluado de forma sistemática en los recién nacidos (Clase 11 ter, NDEC). Compresiones torácicas Están indicadas si a pesar de una ventilación adecuada con oxígeno suplementario durante 30 segundos, la fc < 60 por minuto. Debido a que la ventilación es la acción más efectiva en la reanimación neonatal y a que las compresiones torácicas probablemente compitan con una ventilación eficaz, los reanimadores deben garantizar que la ventilación asistida se esté realizando de manera óptima antes de comenzar las compresiones en el pecho. Las compresiones deben ser realizadas en el tercio inferior del esternón a una profundidad de aproximadamente un tercio del diámetro anteroposterior del tórax (Clase IIb,NDEC73–75)). Se han descrito dos técnicas: compresión con los dos pulgares y los demás dedos rodeando el tórax y apoyando la parte posterior (la técnica de 2 pulgares rodeando el tórax con las manos) o de compresión con dos dedos y con la otra mano se sostiene la espalda. Debido a que la técnica de los 2 pulgares puede generar un mayor pico sistólico y mayor presión de perfusión coronaria que la técnica de 2 dedos76–80, se recomienda la técnica de 2 pulgares para la realización de las compresiones torácicas en los recién nacidos (Clase IIb, NDE C ). La técnica de 2 dedos puede ser preferible cuando se requiere el acceso al ombligo durante la inserción de un catéter umbilical, aunque es posible cateterizar el ombligo en los recién nacidos intubados mientras las persona que realice
  • 11. Página 11 de 22 el masaje con la técnica de los 2 pulgares se encuentre a la cabecera del bebé. (Clase IIb, NDE C). Las compresiones y ventilaciones deben ser coordinadas para evitar la entrega simultánea81. El tórax se debe permitir que re expanda plenamente, pero los pulgares del socorrista no se deben despegar del tórax (Clase IIb, NDE C). Debe haber una relación 3:1 de compresiones/ventilaciones con 90 compresiones y 30 respiraciones para alcanzar aproximadamente 120 eventos por minuto para maximizar la ventilación a un ritmo alcanzable. Así, cada caso será asignado aproximadamente 1 / 2 de lo normal. La primera de las 3 compresiones debe ocurrir siempre durante la exhalación (Clase IIb, NDE C ). Existen evidencias en animales y estudios no neonatales que las compresiones sostenidas o una relación de compresión ventilación de 15:2 o incluso 30:2, puede ser más eficaz cuando el paro es de etiología primariamente cardiaca. Un estudio en niños sugiere que la RCP con VPP es preferible a las compresiones torácicas solas cuando el paro es de etiología no cardiaca. 82 Se recomienda una relación compresión ventilación de 3:1 para la reanimación neonatal donde el compromiso de la ventilación es casi siempre la causa principal, pero los reanimadores deben considerar el uso de cocientes más altos (por ejemplo, 15:2) si el paro se cree que es de origen cardíaco (Clase IIb, NDE C). Periódicamente se debe revaluar la presencia de respiraciones espontaneas, la frecuencia cardíaca y la oxigenación, las compresiones torácicas y la ventilación deben continuar hasta que la frecuencia cardíaca espontánea sea ≥60 por minuto (Clase IIb, NDE C). Se deben evitar las interrupciones frecuentes de las compresiones, ya que pondría en peligro el mantenimiento artificial de la perfusión sistémica y el mantenimiento del flujo sanguíneo coronario (Clase IIb, NDE C). Medicamentos Raramente está indicado el uso de medicamentos en la reanimación del recién nacido. La bradicardia en el recién nacido es generalmente el resultado de la inadecuada expansión pulmonar o hipoxemia profunda, el establecimiento de una ventilación adecuada es el paso más importante hacia la corrección de la misma. Sin embargo, si la frecuencia cardíaca sigue siendo < de 60 por minuto a pesar de las compresiones torácicas y de una ventilación adecuada (por lo general con intubación endotraqueal) con O2 al 100%, puede estar indicada la administración de adrenalina o la expansión de volumen o ambos. En raras ocasiones, pueden ser útiles después de la reanimación el bicarbonato, un antagonista de los narcóticos(naloxona), o vasopresores, pero no se recomiendan en la sala de partos. Frecuencia y dosis de epinefrina La epinefrina se recomienda administrar por vía intravenosa (Clase IIb, NDE C). Directrices anteriores recomiendan que las dosis iniciales de epinefrina se administren a través del tubo endotraqueal, ya que estas se puede administrar más rápidamente
  • 12. Página 12 de 22 mientras se establece un acceso venoso. Sin embargo, estudios en animales mostraron un efecto positivo de la adrenalina endotraqueal utilizado dosis mucho más altas que las actualmente recomendadas 83,84, otro estudio en animales utilizó dosis actualmente recomendadas a través del tubo endotraqueal y no mostraron ningún efecto terapéutico 85. Dada la falta de datos de apoyo para la adrenalina endotraqueal, la vía IV se debe utilizar tan pronto como el acceso venoso se establece (Clase IIb, NDE C). La dosis recomendada IV es de 0,01 a 0,03 mg / kg por dosis. Las dosis más altas IV no se recomiendan porque los estudios en niños 88,89 y en animales 86,87 muestran aumento exagerado en la presión arterial, disminución de la función miocárdica, y deterioro neurológico después de la administración de dosis IV de 0,1 mg / kg. Si se utiliza la ruta endotraqueal, las dosis de 0,01 ó 0,03 mg / kg, probablemente no sean eficaces. Por lo tanto, la administración intravenosa de 0,01 a 0,03 mg / kg por dosis es la ruta preferida. Mientras se dispone de un acceso venoso, se puede considerar la administración de una dosis más alta (0,05 a 0,1 mg / kg) a través del tubo endotraqueal, pero la seguridad y eficacia de esta práctica no han sido evaluadas (Clase IIb, NDE C). La concentración de adrenalina, por cualquier ruta debe ser 1:10.000 (0,1 mg / ml). Expansión de volumen Se debe considerar la expansión de volumen cuando se conozca o se sospeche la pérdida de sangre (palidez, mala perfusión, pulso débil) y la frecuencia cardiaca del bebé no responda adecuadamente a las otras medidas de resucitación (Clase IIb, NDE C) .90. Se recomienda una solución isotónica de cristaloides o sangre para la expansión de volumen en la sala de partos (Clase IIb, NDE C). La dosis recomendada es de 10 ml / kg, que puede ser necesario repetir. Al resucitar a los bebés prematuros, se debe tener cuidado en no dar expansores de volumen con rapidez, porque infusiones rápidas de grandes volúmenes se han asociado con hemorragia intraventricular (Clase IIb, NDE C). Cuidados post-resucitación Los bebés que requieren reanimación están en riesgo de deterioro después de que sus signos vitales se han normalizado. Una vez se han establecido una adecuada ventilación y circulación, el niño debe mantenerse o trasladarse para monitoreo estrecho y manejo adecuado Naloxona La administración de naloxona no se recomienda en la reanimación inicial de recién nacidos con depresión respiratoria en sala de partos. La frecuencia cardíaca y la oxigenación deben ser restauradas mediante el apoyo a la ventilación. La glucosa Los recién nacidos con hipoglicemia están en mayor riesgo de lesión cerebral y resultados adversos después de una agresión hipóxico isquémica, aunque no se ha determinado que cifras de hipoglicemia se asocian a peor pronóstico 91,92. La
  • 13. Página 13 de 22 hiperglicemia después de la hipoxia o la isquemia no se asoció con efectos adversos en un reciente estudio pediátrico 93 o en estudios con animales, 94 y puede ser protectora 95Sin embargo, no hay estudios controlados aleatorios que evalúen este hecho. Debido a la escasez de datos, actualmente no se ha identificado un rango de concentración específica de glucosa para los pacientes. Se debe considerar tan pronto como sea posible la infusión de glucosa por vía intravenosa después de la reanimación, con el objetivo de evitar la hipoglucemia (Clase IIb, NDE C). Hipotermia terapéutica inducida Varios estudios aleatorios controlados multicéntricos de hipotermia inducida (33,5 ° C a 34.5 ° C) de los recién nacidos ≥36 semanas de edad gestacional, con moderada a severa encefalopatía hipóxico-isquémica según la definición de criterios estrictos, mostraron que los bebés que se enfriaron tuvieron una mortalidad significativamente menor y menos discapacidad del desarrollo neurológico a los 18 meses de seguimiento que los bebés que no se enfriaron 96–98. Los ensayos aleatorios produjeron resultados similares utilizando diferentes métodos de enfriamiento (selectivo de la cabeza vs sistémica) 96–100. Se recomienda que los bebés nacidos a ≥ 36 semanas de gestación con compromiso moderado a severo de encefalopatía hipóxico-isquémica se les debe ofrecer la hipotermia terapéutica. El tratamiento debe ser aplicado de acuerdo a los protocolos de estudio, dentro de las 6 horas siguientes al nacimiento, durante 72 horas, y el lento recalentamiento durante al menos 4 horas. La hipotermia terapéutica debe ser administrada bajo protocolos claramente definidos similares a los utilizados en los ensayos clínicos publicados y con las capacidades para la atención multidisciplinaria y seguimiento longitudinal (Clase IIa, Nivel de evidencia A). Los estudios sugieren que puede haber algunos efectos adversos asociados, como la trombocitopenia y la mayor necesidad de soporte inotrópico. Directrices para no hacer o Interrumpir la Reanimación Para los recién nacidos en los márgenes de viabilidad o aquellos en condiciones que predicen un alto riesgo de mortalidad o de morbilidad, las posiciones y prácticas varían según la región y la disponibilidad de recursos. Los estudios indican que los padres desean un papel más importante en las decisiones de iniciar la reanimación y seguir apoyando la vida de los recién nacidos gravemente comprometida. Las opiniones entre los centros de atención neonatal varían ampliamente con respecto a las ventajas y desventajas de las terapias agresivas en estos recién nacidos. Detención de la Reanimación Es posible identificar condiciones asociadas con alta mortalidad y mal pronóstico en el que los esfuerzos de detener la reanimación puede considerarse razonable, sobre todo cuando ha habido la posibilidad de acuerdo entre los padres (Clase IIb, NDEE) 101,102. Un enfoque coherente y coordinado de los casos individuales por los equipos obstétrico, neonatal y los padres es un objetivo importante. El no inicio de la reanimación y la interrupción del soporte vital durante o después de la reanimación son éticamente equivalentes, y los médicos no deben dudar en retirar el apoyo cuando la supervivencia funcional es altamente improbable 103. Las siguientes pautas deben ser interpretadas de acuerdo a los actuales resultados regionales: ● No está indicada la reanimación cuando la edad gestacional, peso al nacer o
  • 14. Página 14 de 22 anomalías congénitas se asocian con la muerte temprana casi segura y cuando la alta morbilidad es probable entre los escasos supervivientes, Los ejemplos incluyen la prematuridad extrema (edad gestacional < de la Semana 23 o el peso al nacer < 400 g), la anencefalia, y algunas anormalidades cromosómicas importantes, como la trisomía 13 (Clase IIb, NDE C). ● La reanimación está casi siempre indicada en condiciones asociadas a una alta tasa de supervivencia y morbilidad aceptable. Esto por lo general incluye a los bebés con edad gestacional ≥ 25 semanas y los que tienen la mayoría de las malformaciones congénitas (Clase IIb, NDE C). ● En condiciones asociadas con un pronóstico incierto en el que el bebé está al borde de la supervivencia (borderline), la tasa de morbilidad es relativamente alta, y la carga prevista para el niño es alta, se debe apoyar el deseo de los padres sobre el inicio de la reanimación (Clase IIb, NDE C). La evaluación de riesgos de morbilidad y mortalidad debe tener en cuenta los datos disponibles, y esa base de datos puede ser enriquecida con el uso de métodos de publicaciones en poblaciones específicas. Las decisiones también deben tener en cuenta los cambios en la práctica médica que pueden ocurrir con el tiempo. Los datos de morbimortalidad por edad gestacional compilado a partir de datos recogidos por los centros perinatales en los EE.UU. y otros países se pueden encontrar en el Programa de Reanimación Neonatal (NRP) sitio web (www.aap.org / NRP). Donde se puede encontrar un enlace a una herramienta informática para estimar la morbimortalidad de una población de bebés de muy bajo peso al nacer nacidos en una red de centros regionales perinatal. Sin embargo, a menos que la concepción se haya producido a través de la fertilización in vitro, las técnicas utilizadas en obstetricia para cálculo de gestación tienen una precisión de sólo 3 a 4 días de diferencia si se aplica en el primer trimestre y de 1 a 2 semanas después del primer trimestre. Las estimaciones del peso fetal tienen una precisión del 15% al 20%. Incluso pequeñas discrepancias de 1 o 2 semanas entre la edad gestacional estimada y real o de 100 a 200 grs. de diferencia en el peso al nacer pueden tener implicaciones para la supervivencia y morbilidad a largo plazo. Además, el peso fetal puede ser engañoso si se ha producido la restricción del crecimiento intrauterino, y los resultados pueden ser menos predecibles. Estas incertidumbres destacan la importancia de no hacer compromisos firmes sobre hacer o no hacer la reanimación hasta que tenga la oportunidad de examinar al bebé después del nacimiento. Interrupción de los esfuerzos de reanimación En un bebé que nace sin frecuencia cardíaca detectable, es conveniente considerar suspender la reanimación si esta permanece indetectable por más de 10 minutos (Clase IIb, NDEC104 –106).. La decisión de continuar con los esfuerzos de reanimación más allá de los 10 minutos sin que la frecuencia cardíaca se detecte debe ser apoyada en factores tales como la supuesta etiología del paro, la edad gestacional del bebé, la presencia o no de complicaciones, el papel potencial de la hipotermia terapéutica, y el consentimiento de los padres como se mencionó anteriormente sobre el riesgo de morbilidad aceptable. Estructura de los Programas de Educación para la Enseñanza Resucitación Neonatal Los estudios han demostrado que el uso de metodologías de aprendizaje basadas en
  • 15. Página 15 de 22 simulaciones mejora el rendimiento en reanimación, tanto en situaciones clínicas reales como simuladas s,107– 110 , aunque algunos estudios no han encontrado diferencias en comparación con el estándar o entrenamientos no simulados .111,112. Existen estudios que han mostrado que las sesiones ó reuniones informativas o académicas mejoran en el rendimiento en cuanto a conocimientos o habilidades en los grupos de reanimación 113–118. La interpretación de los datos se complica dado que los estudios son limitados, heterogéneos y con escasos datos de pronóstico clínico. Basado en la evidencia disponible, se recomienda que la AAP / AHA Programa de Resucitación Neonatal adopten el diseño de técnicas de simulación e información en el diseño de un programa de educación para la adquisición y el mantenimiento de las habilidades necesarias para la reanimación neonatal efectiva (Clase IIb, NDE C). Bibliografía: 1. 2010 International Consensus on Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care Science with Treatment Recommendations. Circulation. In Press. 2. Perlman JM, Risser R. Cardiopulmonary resuscitation in the delivery room: associated clinical events. Arch Pediatr Adolesc Med. 1995;149:20–25. 3. Barber CA, Wyckoff MH. Use and efficacy of endotracheal versus intravenous epinephrine during neonatal cardiopulmonary resuscitation in the delivery room. Pediatrics. 2006;118:1028 –1034. 4. Owen CJ, Wyllie JP. Determination of heart rate in the baby at birth. Resuscitation. 2004;60:213–217. 5. Kamlin CO, Dawson JA, O’Donnell CP, Morley CJ, Donath SM, Sekhon J, Davis PG. Accuracy of pulse oximetry measurement of heart rate of newborn infants in the delivery room. J Pediatr. 2008;152:756–760. 6. Am Academy of Pediatrics, Am College of Obstetricians and Gynecologists. In: Lockwood C, Lemons J, eds. Guidelines for Perinatal Care. 6th ed. Elk Grove Village, IL: Am Academy of Pediatrics;2007:205. 7. Annibale DJ, Hulsey TC, Wagner CL, Southgate WM. Comparative neonatal morbidity of abdominal and vaginal deliveries after uncomplicated pregnancies. Arch Pediatr Adolesc Med. 1995;149:862– 867. 8. Atherton N, Parsons SJ, Mansfield P. Attendance of paediatricians at elective Caesarean sections performed under regional anaesthesia: is it warranted? J Paediatr Child Health. 2006;42:332–336. 9. Gordon A, McKechnie EJ, Jeffery H. Pediatric presence at cesarean section: justified or not? Am J Obstet Gynecol. 2005;193(3 Pt 1):599–605. 10. Parsons SJ, Sonneveld S, Nolan T. Is a paediatrician needed at all Caesarean sections? J Paediatr Child Health. 1998;34:241–244. 11. Kattwinkel J, ed. Textbook of Neonatal Resuscitation. 6th ed. Elk Grove Village: Am Academy of Pediatrics; In Press. 12. Cramer K, Wiebe N, Hartling L, Crumley E, Vohra S. Heat loss prevention: a systematic review of occlusive skin wrap for premature neonates. J Perinatol. 2005;25:763–769. 13. Kent AL, Williams J. Increasing ambient operating theatre temperature and wrapping in polyethylene improves admission temperature in premature infants. J Paediatr Child Health. 2008;44:325–331. 14. Vohra S, Frent G, Campbell V, Abbott M, Whyte R. Effect of polyethylene occlusive skin wrapping on heat loss in very low birth weight infants at delivery: a randomized trial. J Pediatr. 1999;134:547–551. 15. Vohra S, Roberts RS, Zhang B, Janes M, Schmidt B. Heat Loss Prevention
  • 16. Página 16 de 22 (HeLP) in the delivery room: A randomized controlled trial of polyethylene occlusive skin wrapping in very preterm infants. J Pediatr. 2004;145:750 –753. 16. Singh A, Duckett J, Newton T, Watkinson M. Improving neonatal unit admission temperatures in preterm babies: exothermic mattresses, polythene bags or a traditional approach? J Perinatol. 2010;30:45– 49. 17. Meyer MP, Bold GT. Admission temperatures following radiant warmer or incubator transport for preterm infants _28 weeks: a randomised study. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed. 2007;92:F295–F297. 18. Petrova A, Demissie K, Rhoads GG, Smulian JC, Marcella S, Ananth CV. Association of maternal fever during labor with neonatal and infant morbidity and mortality. Obstet Gynecol. 2001;98:20 –27. 19. Lieberman E, Lang J, Richardson DK, Frigoletto FD, Heffner LJ, Cohen A. Intrapartum maternal fever and neonatal outcome. Pediatrics. 2000;105(1 Pt 1):8 –13. 20. Coimbra C, Boris-Moller F, Drake M, Wieloch T. Diminished neuronal damage in the rat brain by late treatment with the antipyretic drug dipyrone or cooling following cerebral ischemia. Acta Neuropathol. 1996;92:447– 453. 21. Gungor S, Kurt E, Teksoz E, Goktolga U, Ceyhan T, Baser I. Oronasopharyngeal suction versus no suction in normal and term infants delivered by elective cesarean section: a prospective randomized controlled trial. Gynecol Obstet Invest. 2006;61:9 –14. 22. Waltman PA, Brewer JM, Rogers BP, May WL. Building evidence for practice: a pilot study of newborn bulb suctioning at birth. J Midwifery Womens Health. 2004;49:32–38. 23. Perlman JM, Volpe JJ. Suctioning in the preterm infant: effects on cerebral blood flow velocity, intracranial pressure, and arterial blood pressure. Pediatrics. 1983;72:329 –334. 24. Simbruner G, Coradello H, Fodor M, Havelec L, Lubec G, Pollak A. Effect of tracheal suction on oxygenation, circulation, and lung mechanics in newborn infants. Arch Dis Child. 1981;56:326 –330. 25. Prendiville A, Thomson A, Silverman M. Effect of tracheobronchial suction on respiratory resistance in intubated preterm babies. Arch Dis Child. 1986;61:1178 –1183. 26. Vain NE, Szyld EG, Prudent LM, Wiswell TE, Aguilar AM, Vivas NI. Oropharyngeal and nasopharyngeal suctioning of meconium-stained neonates before delivery of their shoulders: multicentre, randomised controlled trial. Lancet. 2004;364:597– 602. 27. Wiswell TE, Gannon CM, Jacob J, Goldsmith L, Szyld E, Weiss K, Schutzman D, Cleary GM, Filipov P, Kurlat I, Caballero CL, Abassi S, Sprague D, Oltorf C, Padula M. Delivery room management of the apparently vigorous meconium-stained neonate: results of the multicenter, international collaborative trial. Pediatrics. 2000;105(1 Pt 1):1–7. 28. Rossi EM, Philipson EH, Williams TG, Kalhan SC. Meconium aspiration syndrome: intrapartum and neonatal attributes. Am J Obstet Gynecol. 1989;161:1106 –1110. 29. Usta IM, Mercer BM, Sibai BM. Risk factors for meconium aspiration syndrome. Obstet Gynecol. 1995;86:230 –234. 30. Gupta V, Bhatia BD, Mishra OP. Meconium stained amniotic fluid: antenatal, intrapartum and neonatal attributes. Indian Pediatr. 1996;33: 293–297. 31. Al Takroni AM, Parvathi CK, Mendis KB, Hassan S, Reddy I, Kudair
  • 17. Página 17 de 22 HA. Selective tracheal suctioning to prevent meconium aspiration syndrome. Int J Gynaecol Obstet. 1998;63:259 –263. 32. Carson BS, Losey RW, Bowes WA, Jr, Simmons MA. Combined obstetric and pediatric approach to prevent meconium aspiration syndrome. Am J Obstet Gynecol. 1976;126:712–715. 33. Ting P, Brady JP. Tracheal suction in meconium aspiration. Am J Obstet Gynecol. 1975;122:767–771. 34. Gregory GA, Gooding CA, Phibbs RH, Tooley WH. Meconium aspiration in infants–a prospective study. J Pediatr. 1974;85:848–852. 35. Toth B, Becker A, Seelbach-Gobel B. Oxygen saturation in healthy newborn infants immediately after birth measured by pulse oximetry. Arch Gynecol Obstet. 2002;266:105–107. 36. Gonzales GF, Salirrosas A. Arterial oxygen saturation in healthy newborns delivered at term in Cerro de Pasco (4340 m) and Lima (150 m). Reprod Biol Endocrinol. 2005;3:46. 37. Altuncu E, Ozek E, Bilgen H, Topuzoglu A, Kavuncuoglu S. Percentiles of oxygen saturations in healthy term newborns in the first minutes of life. Eur J Pediatr. 2008;167:687– 688. 38. Kamlin CO, O’Donnell CP, Davis PG, Morley CJ. Oxygen saturation in healthy infants immediately after birth. J Pediatr. 2006;148:585–589. 39. Mariani G, Dik PB, Ezquer A, Aguirre A, Esteban ML, Perez C, Fernandez Jonusas S, Fustinana C. Pre-ductal and post-ductal O2 saturation in healthy term neonates after birth. J Pediatr. 2007;150:418–421. 40. Rabi Y, Yee W, Chen SY, Singhal N. Oxygen saturation trends immediately after birth. J Pediatr. 2006;148:590 –594. 41. Hay WW, Jr, Rodden DJ, Collins SM, Melara DL, Hale KA, Fashaw LM. Reliability of conventional and new pulse oximetry in neonatal patients. J Perinatol. 2002;22:360 –366. 42. O’Donnell CP, Kamlin CO, Davis PG, Morley CJ. Feasibility of and delay in obtaining pulse oximetry during neonatal resuscitation. J Pediatr. 2005;147:698–699. 43. Dawson JA, Kamlin CO, Wong C, te Pas AB, O’Donnell CP, Donath SM, Davis PG, Morley CJ. Oxygen saturation and heart rate during delivery room resuscitation of infants _30 weeks’ gestation with air or 100% oxygen. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed. 2009;94:F87–F91. 44. Davis PG, Tan A, O’Donnell CP, Schulze A. Resuscitation of newborn infants with 100% oxygen or air: a systematic review and meta-analysis. Lancet. 2004;364:1329 –1333. 45. Rabi Y, Rabi D, Yee W. Room air resuscitation of the depressed newborn: a systematic review and meta-analysis. Resuscitation. 2007; 72:353–363. 46. Escrig R, Arruza L, Izquierdo I, Villar G, Saenz P, Gimeno A, Moro M, Vento M. Achievement of targeted saturation values in extremely low gestational age neonates resuscitated with low or high oxygen concentrations: a prospective, randomized trial. Pediatrics. 2008;121:875– 881. 47. Karlberg P, Koch G. Respiratory studies in newborn infants. III. Development of mechanics of breathing during the first week of life. A longitudinal study. Acta Paediatr. 1962;(Suppl 135):121–129. 48. Vyas H, Milner AD, Hopkin IE, Boon AW. Physiologic responses to prolonged and slow-rise inflation in the resuscitation of the asphyxiated newborn infant. J Pediatr. 1981;99:635– 639. 49. Vyas H, Field D, Milner AD, Hopkin IE. Determinants of the first inspiratory volume and functional residual capacity at birth. Pediatr
  • 18. Página 18 de 22 Pulmonol. 1986;2:189 –193. 50. Boon AW, Milner AD, Hopkin IE. Lung expansion, tidal exchange, and formation of the functional residual capacity during resuscitation of asphyxiated neonates. J Pediatr. 1979;95:1031–1036. 51. Hillman NH, Moss TJ, Kallapur SG, Bachurski C, Pillow JJ, Polglase GR, Nitsos I, Kramer BW, Jobe AH. Brief, large tidal volume ventilation initiates lung injury and a systemic response in fetal sheep. Am J Respir Crit Care Med. 2007;176:575–581. 52. Polglase GR, Hooper SB, Gill AW, Allison BJ, McLean CJ, Nitsos I, Pillow JJ, Kluckow M. Cardiovascular and pulmonary consequences of airway recruitment in preterm lambs. J Appl Physiol. 2009;106:1347–1355. 53. Dawes GS. Foetal and Neonatal Physiology. A Comparative Study of the Changes at Birth. Chicago: Year Book Medical Publishers, Inc; 1968. 54. Lindner W, Vossbeck S, Hummler H, Pohlandt F. Delivery room management of extremely low birth weight infants: spontaneous breathing or intubation? Pediatrics. 1999;103(5 Pt 1):961–967. 55. Leone TA, Lange A, Rich W, Finer NN. Disposable colorimetric carbon dioxide detector use as an indicator of a patent airway during noninvasive mask ventilation. Pediatrics. 2006;118:e202–204. 56. Finer NN, Rich W, Wang C, Leone T. Airway obstruction during mask ventilation of very low birth weight infants during neonatal resuscitation. Pediatrics. 2009;123:865– 869. 57. Morley CJ, Davis PG, Doyle LW, Brion LP, Hascoet JM, Carlin JB. Nasal CPAP or intubation at birth for very preterm infants. N Engl J Med. 2008;358:700 –708. 58. Kelm M, Proquitte H, Schmalisch G, Roehr CC. Reliability of two common PEEP-generating devices used in neonatal resuscitation. Klin Padiatr. 2009;221:415– 418. 59. Morley CJ, Dawson JA, Stewart MJ, Hussain F, Davis PG. The effect of a PEEP valve on a Laerdal neonatal self-inflating resuscitation bag. J Paediatr Child Health. 46(1–2):51–56, 2010. 60. Oddie S, Wyllie J, Scally A. Use of self-inflating bags for neonatal resuscitation. Resuscitation. 2005;67:109 –112. 61. Hussey SG, Ryan CA, Murphy BP. Comparison of three manual ventilation devices using an intubated mannequin. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed. 2004;89:F490–493. 62. Finer NN, Rich W, Craft A, Henderson C. Comparison of methods of bag and mask ventilation for neonatal resuscitation. Resuscitation. 2001; 49:299 –305. 63. Bennett S, Finer NN, Rich W, Vaucher Y. A comparison of three neonatal resuscitation devices. Resuscitation. 2005;67:113–118. 64. Kattwinkel J, Stewart C, Walsh B, Gurka M, Paget-Brown A. Responding to compliance changes in a lung model during manual ventilation: perhaps volume, rather than pressure, should be displayed. Pediatrics. 2009;123:e465– 470. 65. Trevisanuto D, Micaglio M, Pitton M, Magarotto M, Piva D, Zanardo V. Laryngeal mask airway: is the management of neonates requiring positive pressure ventilation at birth changing? Resuscitation. 2004;62:151–157. 66. Gandini D, Brimacombe JR. Neonatal resuscitation with the laryngeal mask airway in normal and low birth weight infants. Anesth Analg. 1999;89:642– 643. 67. Esmail N, Saleh M, et al. Laryngeal mask airway versus endotracheal intubation for Apgar score improvement in neonatal resuscitation.
  • 19. Página 19 de 22 Egyptian Journal of Anesthesiology. 2002;18:115–121. 68. Hosono S, Inami I, Fujita H, Minato M, Takahashi S, Mugishima H. A role of end-tidal CO monitoring for assessment of tracheal intubations in very low birth weight infants during neonatal resuscitation at birth. J Perinat Med. 2009;37:79–84. 69. Repetto JE, Donohue P-CP, Baker SF, Kelly L, Nogee LM. Use of capnography in the delivery room for assessment of endotracheal tube placement. J Perinatol. 2001;21:284 –287. 70. Roberts WA, Maniscalco WM, Cohen AR, Litman RS, Chhibber A. The use of capnography for recognition of esophageal intubation in the neonatal intensive care unit. Pediatr Pulmonol. 1995;19:262–268. 71. Aziz HF, Martin JB, Moore JJ. The pediatric disposable end-tidal carbon dioxide detector role in endotracheal intubation in newborns. J Perinatol. 1999;19:110 –113. 72. Garey DM, Ward R, Rich W, Heldt G, Leone T, Finer NN. Tidal volume threshold for colorimetric carbon dioxide detectors available for use in neonates. Pediatrics. 2008;121:e1524 –1527. 73. Orlowski JP. Optimum position for external cardiac compression in infants and young children. Ann Emerg Med. 1986;15:667– 673. 74. Phillips GW, Zideman DA. Relation of infant heart to sternum: its significance in cardiopulmonary resuscitation. Lancet. 1986;1:1024–1025. 75. Braga MS, Dominguez TE, Pollock AN, Niles D, Meyer A, Myklebust H, Nysaether J, Nadkarni V. Estimation of optimal CPR chest compression depth in children by using computer tomography. Pediatrics. 2009;124:e69–e74. 76. Menegazzi JJ, Auble TE, Nicklas KA, Hosack GM, Rack L, Goode JS. Two-thumb versus two-finger chest compression during CRP in a swine infant model of cardiac arrest. Ann Emerg Med. 1993;22:240 –243. 77. Houri PK, Frank LR, Menegazzi JJ, Taylor R. A randomized, controlled trial of two-thumb vs two-finger chest compression in a swine infant model of cardiac arrest. Prehosp Emerg Care. 1997;1:65– 67. 78. Udassi JP, Udassi S, Theriaque DW, Shuster JJ, Zaritsky AL, Haque IU. Effect of alternative chest compression techniques in infant and child on rescuer performance. Pediatr Crit Care Med. 2009;10:328 –333. 79. David R. Closed chest cardiac massage in the newborn infant. Pediatrics. 1988;81:552–554. 80. Thaler MM, Stobie GH. An improved technique of external caridac compression in infants and young children. N Engl J Med. 1963;269: 606–610. 81. Berkowitz ID, Chantarojanasiri T, Koehler RC, Schleien CL, Dean JM, Michael JR, Rogers MC, Traystman RJ. Blood flow during cardiopulmonary resuscitation with simultaneous compression and ventilation in infant pigs. Pediatr Res. 1989;26:558 –564. 82. Kitamura T, Iwami T, Kawamura T, Nagao K, Tanaka H, Nadkarni VM, Berg RA, Hiraide A. Conventional and chest-compression-only cardiopulmonary resuscitation by bystanders for children who have out-of- S918 Circulation November 2, 2010 Downloaded from circ.ahajournals.org by on June 2, 2011 hospital cardiac arrests: a prospective, nationwide, population-based cohort study. Lancet. 2010;375:1347–1354. 83. Mielke LL, Frank C, Lanzinger MJ, Wilhelm MG, Entholzner EK, Hargasser SR, Hipp RF. Plasma catecholamine levels following tracheal and intravenous epinephrine administration in swine. Resuscitation.
  • 20. Página 20 de 22 1998;36:187–192. 84. Roberts JR, Greenberg MI, Knaub MA, Kendrick ZV, Baskin SI. Blood levels following intravenous and endotracheal epinephrine administration. JACEP. 1979;8:53–56. 85. Hornchen U, Schuttler J, Stoeckel H, Eichelkraut W, Hahn N. Endobronchial instillation of epinephrine during cardiopulmonary resuscitation. Crit Care Med. 1987;15:1037–1039. 86. Berg RA, Otto CW, Kern KB, Hilwig RW, Sanders AB, Henry CP, Ewy GA. A randomized, blinded trial of high-dose epinephrine versus standard-dose epinephrine in a swine model of pediatric asphyxial cardiac arrest. Crit Care Med. 1996;24:1695–1700. 87. Burchfield DJ, Preziosi MP, Lucas VW, Fan J. Effects of graded doses of epinephrine during asphxia-induced bradycardia in newborn lambs. Resuscitation. 1993;25:235–244. 88. Perondi MB, Reis AG, Paiva EF, Nadkarni VM, Berg RA. A comparison of high-dose and standard-dose epinephrine in children with cardiac arrest. N Engl J Med. 2004;350:1722–1730. 89. Patterson MD, Boenning DA, Klein BL, Fuchs S, Smith KM, Hegenbarth MA, Carlson DW, Krug SE, Harris EM. The use of high-dose epinephrine for patients with out-of-hospital cardiopulmonary arrest refractory to prehospital interventions. Pediatr Emerg Care. 2005;21:227–237. 90. Wyckoff MH, Perlman JM, Laptook AR. Use of volume expansion during delivery room resuscitation in near-term and term infants. Pediatrics. 2005;115:950 –955. 91. Salhab WA, Wyckoff MH, Laptook AR, Perlman JM. Initial hypoglycemia and neonatal brain injury in term infants with severe fetal acidemia. Pediatrics. 2004;114:361–366. 92. Ondoa-Onama C, Tumwine JK. Immediate outcome of babies with low Apgar score in Mulago Hospital, Uganda. East Afr Med J. 2003;80:22–29. 93. Klein GW, Hojsak JM, Schmeidler J, Rapaport R. Hyperglycemia and outcome in the pediatric intensive care unit. J Pediatr. 2008;153: 379–384. 94. LeBlanc MH, Huang M, Patel D, Smith EE, Devidas M. Glucose given after hypoxic ischemia does not affect brain injury in piglets. Stroke. 25:1443–1447, 1994; discussion 1448. 95. Hattori H, Wasterlain CG. Posthypoxic glucose supplement reduces hypoxic-ischemic brain damage in the neonatal rat. Ann Neurol. 1990; 28:122–128. 96. Gluckman PD, Wyatt JS, Azzopardi D, Ballard R, Edwards AD, Ferriero DM, Polin RA, Robertson CM, Thoresen M, Whitelaw A, Gunn AJ. Selective head cooling with mild systemic hypothermia after neonatal encephalopathy: multicentre randomised trial. Lancet. 2005;365:663–670. 97. Shankaran S, Laptook AR, Ehrenkranz RA, Tyson JE, McDonald SA, Donovan EF, Fanaroff AA, Poole WK, Wright LL, Higgins RD, Finer NN, Carlo WA, Duara S, Oh W, Cotten CM, Stevenson DK, Stoll BJ, Lemons JA, Guillet R, Jobe AH. Whole-body hypothermia for neonates with hypoxic-ischemic encephalopathy. N Engl J Med. 2005;353:1574–1584. 98. Azzopardi DV, Strohm B, Edwards AD, Dyet L, Halliday HL, Juszczak E, Kapellou O, Levene M, Marlow N, Porter E, Thoresen M, Whitelaw A, Brocklehurst P. Moderate hypothermia to treat perinatal asphyxial encephalopathy. N Engl J Med. 2009;361:1349 –1358. 99. Eicher DJ, Wagner CL, Katikaneni LP, Hulsey TC, Bass WT, Kaufman DA, Horgan MJ, Languani S, Bhatia JJ, Givelichian LM, Sankaran K,
  • 21. Página 21 de 22 Yager JY. Moderate hypothermia in neonatal encephalopathy: safety outcomes. Pediatr Neurol. 2005;32:18 –24. 100. Lin ZL, Yu HM, Lin J, Chen SQ, Liang ZQ, Zhang ZY. Mild hypothermia via selective head cooling as neuroprotective therapy in term neonates with perinatal asphyxia: an experience from a single neonatal intensive care unit. J Perinatol. 2006;26:180–184. 101. Field DJ, Dorling JS, Manktelow BN, Draper ES. Survival of extremely premature babies in a geographically defined population: prospective cohort study of 1994 –9 compared with 2000 –5. BMJ. 2008;336: 1221–1223. 102. Tyson JE, Parikh NA, Langer J, Green C, Higgins RD. Intensive care for extreme prematurity–moving beyond gestational age. N Engl J Med. 2008;358:1672–1681. 103. Paris JJ. What standards apply to resuscitation at the borderline of gestational age? J Perinatol. 2005;25:683– 684. 104. Jain L, Ferre C, Vidyasagar D, Nath S, Sheftel D. Cardiopulmonary resuscitation of apparently stillborn infants: survival and long-term outcome. J Pediatr. 1991;118:778 –782. 105. Casalaz DM, Marlow N, Speidel BD. Outcome of resuscitation following unexpected apparent stillbirth. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed. 1998;78:F112–F115. 106. Laptook AR, Shankaran S, Ambalavanan N, Carlo WA, McDonald SA, Higgins RD, Das A. Outcome of term infants using apgar scores at 10 minutes following hypoxic-ischemic encephalopathy. Pediatrics. 2009; 124:1619 –1626. 107. Knudson MM, Khaw L, Bullard MK, Dicker R, Cohen MJ, Staudenmayer K, Sadjadi J, Howard S, Gaba D, Krummel T. Trauma training in simulation: translating skills from SIM time to real time. J Trauma. 64:255–263, 2008; discussion 263–254. 108. Wayne DB, Didwania A, Feinglass J, Fudala MJ, Barsuk JH, McGaghie WC. Simulation-based education improves quality of care during cardiac arrest team responses at an academic teaching hospital: a casecontrol study. Chest. 2008;133:56–61. 109. Kory PD, Eisen LA, Adachi M, Ribaudo VA, Rosenthal ME, Mayo PH. Initial airway management skills of senior residents: simulation training compared with traditional training. Chest. 2007;132:1927–1931. 110. Schwid HA, Rooke GA, Michalowski P, Ross BK. Screen-based anesthesia simulation with debriefing improves performance in a mannequin-based anesthesia simulator. Teach Learn Med. 2001;13:92–96. 111. Shapiro MJ, Morey JC, Small SD, Langford V, Kaylor CJ, Jagminas L, Suner S, Salisbury ML, Simon R, Jay GD. Simulation based teamwork training for emergency department staff: does it improve clinical team performance when added to an existing didactic teamwork curriculum? Qual Saf Health Care. 2004;13:417– 421. 112. Cherry RA, Williams J, George J, Ali J. The effectiveness of a human patient simulator in the ATLS shock skills station. J Surg Res. 2007; 139:229 –235. 113. Savoldelli GL, Naik VN, Park J, Joo HS, Chow R, Hamstra SJ. Value of debriefing during simulated crisis management: oral versus videoassisted oral feedback. Anesthesiology. 2006;105:279 –285. 114. Edelson DP, Litzinger B, Arora V, Walsh D, Kim S, Lauderdale DS, Vanden Hoek TL, Becker LB, Abella BS. Improving in-hospital cardiac arrest process and outcomes with performance debriefing. Arch Intern
  • 22. Página 22 de 22 Med. 2008;168:1063–1069. 115. DeVita MA, Schaefer J, Lutz J, Wang H, Dongilli T. Improving medical emergency team (MET) performance using a novel curriculum and a computerized human patient simulator. Qual Saf Health Care. 2005;14: 326–331. 116. Wayne DB, Butter J, Siddall VJ, Fudala MJ, Linquist LA, Feinglass J, Wade LD, McGaghie WC. Simulation-based training of internal medicine residents in advanced cardiac life support protocols: a randomized trial. Teach Learn Med. 2005;17:210 –216. 117. Clay AS, Que L, Petrusa ER, Sebastian M, Govert J. Debriefing in the intensive care unit: a feedback tool to facilitate bedside teaching. Crit Care Med. 2007;35:738 –754. 118. Blum RH, Raemer DB, Carroll JS, Dufresne RL, Cooper JB. A method for measuring the effectiveness of simulation-based team training for improving communication skills. Anesth Analg. 2005;100:1375–1380,. KEY WORDS: cardiopulmonary resuscitation Kattwinkel et al Part 15: Neonatal Resuscitation S919 Downloaded from circ.ahajournals.org by on June 2, 2011 .