1) La mujer profesional debe cultivar rasgos cognitivos, actitudinales e instrumentales como la autoestima, los buenos modales, la paciencia y la tolerancia para ejercer un liderazgo efectivo.
2) Los buenos modales son importantes y deben incluir el saludo, el tono de voz y los modales al comer, expresando lo mejor de cada persona.
3) La autoestima se relaciona con las necesidades de poder y pertenencia, y se puede cultivar tratando a los demás con dignidad, delicadeza y firmeza.
5. Las tasas de participación de las mujeres en la actividad económica son bastante inferiores a las observadas en los países desarrollados , En 1998, la tasa de participación femenina en América Latina alcanza a 44.7%, en tanto que en Estados Unidos y Canadá es cercana al 60%.
6. Las tasas de desempleo de las mujeres de la región son significativamente más elevadas que las de los hombres (en 1998 las superan en casi un 50%), en especial las de aquellas provenientes de los hogares de más bajos ingresos
7. Las mujeres están sobre representadas en las ocupaciones informales , y la calidad del empleo al interior de esas ocupaciones es inferior a la de los hombres
8. * Las mujeres ganan en promedio el 64% menos de lo que ganan los hombres. * Las mujeres necesitan un nivel de escolaridad significativamente superior al de los hombres para acceder a las mismas oportunidades de empleo
9. La cobertura promedio de la protección social de las mujeres , que es un 5% menor que la de los hombres.
11. Se reduce la diferencia entre las tasas de participación de hombres y mujeres , así como entre las de las mujeres pobres. Del 44% pasa al 60%. Aumentan las oportunidades de empleo para las mujeres en comparación con los hombres y también mejoran sus posibilidades de acceso a ocupaciones formales . La tasa de ocupación femenina creció más que la masculina.
12. Se reduce moderadamente la diferencia de ingresos: 4.3 % en la década Se reduce moderadamente la brecha de protección social, especialmente en el sector informal, donde ésta era más acentuada en 1990
13. Sin embargo, las desigualdades entre hombres y mujeres siguen siendo grandes
14. La tasa de desempleo promedio de las mujeres prácticamente se duplica en los noventa, alcanzando en 1998 a 11.2% promedio y a casi 20% entre las más pobres.
15. No mejora la calidad del empleo de las mujeres en comparación con los hombres al interior del sector informal El crecimiento de los niveles de escolaridad de las mujeres no les garantiza más y mejores empleos en comparación con los hombres
16. En situación de especial desprotecci ón están las ocupadas en el servicio doméstico Los mayores aumentos de la participación femenina se produjeron en los grupos de edades de 25 a 34 años y de 35 a 44 años
17. Las mujeres que entran al mercado de trabajo en las zonas urbanas de América Latina no se retiran del mismo cuando tienen hijos y se mantienen económicamente activas durante todo el período reproductivo.
18. En Panamá hemos avanzado en cuanto a la igualdad en educación , no obstante, tenemos el reto de que este logro alcanzado se traduzca en el sector laboral en salarios y mejores condiciones de trabajos. Se debe buscar que la igualdad laboral sea extensiva a las mujeres de las zonas rurales y apartadas del país.
19. LA MUJER PROFESIONAL * Es formarse a sí misma es forjar el propio temple moral . * Como mujer debemos de exigirnos a nosotras mismas lograr ser mujeres profundamente humanas.
20. Los valores te dignifican y te humanizan, hacen de ti una mujer de carácter ya que te identificas con algo. Se hace urgente que la cultura de valores se manifieste dentro de las empresas .
21. Esto es importante por que a la hora de ser ética, entablar relaciones humanas y tomar decisiones los valores serán los parámetros que expresarán tu conducta.
22. Hoy más que nunca se necesitan mujeres valientes , comprometidas, que quieran hacer una diferencia y realicen su trabajo de forma creativa. Como mujer decidida a hacerlo estarás más consciente de tus deberes, lucharás por ser en todo momento honesta y competente
23. La mujer que trabaja tiene un gran reto: el encuentro con sus compañeros de trabajo en un ambiente que es muchas veces sumamente hostil.
24. La mujer aporta un valor único a la empresa: El valor de lo femenino. Los valores directos que portamos las mujeres al trabajar son: el valor del “genio femenino” el valor de la maternidad el valor de la generosidad el valor de la fraternidad el valor del servicio el valor de la empatía
25. Cada vez más mujeres que trabajan disfrazan su feminidad y quieren comportarse como hombres. Otras esperan triunfar en los sofisticados ambientes laborales con falda y maquillaje. Muchas otras con su título universitario bajo el brazo esperan lograr una mejor posición.
26. La mujer cuando pierde el camino de su feminidad en el ambiente laboral comienza a competir por ser la mejor empresaria, la mejor secretaria, la mejor ejecutiva, es una competencia de supervivencia y de mejora. Fácilmente se puede perder una de las grandes fortalezas y habilidades de ser mujer: el sentido de colaboración .
27. Sin sentido de colaboración no puede haber unión. Si no controlamos la competencia y por ello no estamos diciendo que es mala, puede convertirse en un arma de doble filo y debemos tener claro los siguientes aspectos:
28. 1. La mujer cuenta con un talento innato hacia la creatividad 2. La mujer trabaja con el espíritu de querer cambiar la historia de su ámbito laboral 3. La mujer bondadosa es la que desarrolla al máximo su inteligencia sin dejar de ser líder. 4. Las mujeres debemos poner en moda: “no hay que tenerles miedo”. 5. Una mujer que trabaja es eso, una mujer que se supera y que demuestra su valor profesional, intelectual y humano .