La casualidad siempre nos visita: destino ineludible
1. A colación de mi texto anterior y por abrir un hueco a cierta sorna, que no desprecio – para eso ya existe el maestro D. Juan Ojeda -, y un resquicio de ironía y crítica política, ofrecerles este ejemplo de cómo la casualidad siempre nos visita en forma de destino ineludible; que esto es así lo demuestra esta foto a propósito de “lo aparente y de pose” y “lo verdadero y genuino”, ¡ vamos !, de la tierra. Juzguen ustedes mismos y saquen conclusiones de qué es qué.
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4. ¡¡¡ Fíjense, no más, que ya entonces apuntaba “maneras” para acercarse a un bastón de mando, que le presta PiPo, porque el pueblo no lo hubiese aceptado nunca!!!
5. ….y ya cumplida la ilusión, Sr. Ojeda, haga un favor a esa ciudadanía por la que tanto vociferaba: ¡¡¡MÁNDESE A MUDAR!!! ¡¡QUE A USTED NO LO ELIGIÓ EL PUEBLO, NOS LO IMPONE PiPocho!!