Antes, Río Grande era un pequeño pueblo ubicado cerca de un frigorífico donde se encontraban las ovejas. Las casas no tenían servicios básicos como agua, luz o gas y estaban hechas de madera con techos en forma de pirámide para protegerse del viento. Con el tiempo, la ciudad creció y surgieron nuevos barrios para satisfacer la demanda de viviendas, al mismo tiempo que se desarrollaron la ganadería, la pesca deportiva y la industria petrolera.