1. Hegemonía y polidiscursividad de la TV José Luis Sánchez Noriega “Historia, tecnología y sistema de la televisión” (Resumen)
2. Hegemonía y polidiscursividad (1) Para José Luis Sánchez Noriega (2006) se entiende como sistema mediático aquel integrado por: la televisión, la prensa escrita y las emisoras de radio; la publicidad, el cine, las industrias musical, editorial y videográfica, los medios basados en conexión vía web (entre los cuales cabe integrar las crecientes variantes de telefonía móvil).
3. Hegemonía y polidiscursividad (2) Sánchez Noriega (2006) destaca como funciones de los medios, entre otras: difundir informaciones que satisfacen la curiosidad y permiten a los ciudadanos una percepción del mundo; contribuir a una cohesión social basada en el consenso establecido por la información que difunden y las interpretaciones básicas de la misma; proporcionar compañía, entretenimiento y diversión; satisfacer demandas culturales y de conocimiento inactual;
4. Hegemonía y polidiscursividad (3) Sánchez Noriega (2006) destaca como funciones de los medios, entre otras: legitimar los subsistemas económico, político y cultural con la difusión de normas, valores, opiniones y actitudes sociales; fomentar el consumo y actuar como factores de desarrollo económico; simbolizar, con su presencia continua, la permanencia tranquilizadora del mundo cotidiano y, así, contribuir al refuerzo de la identidad social.
5. Hegemonía y polidiscursividad (4) En el marco de tal sistema mediático —dice Sánchez Noriega (2006): «la televisión ostenta una evidente hegemonía por la audiencia masiva, por el tiempo dedicado a su consumo y, sobre todo, por las funciones que ejerce, mucho más variadas que el resto de los medios (…) «también detenta un liderazgo en el uso del tiempo libre, dado el masivo equipamiento de los hogares y la centralidad adquirida en los hábitos domésticos».
6. Hegemonía y polidiscursividad (5) Sánchez Noriega (2006) caracteriza el tipo de comunicación que ejerce la televisión como una polidiscursividad que implica: Cotidianización del espectáculo. La realidad queda transformada en un gran espectáculo destinado a seducir a la audiencia Fragmentación. Para fidelizar a la audiencia se hace de toda programación un discurso fragmentario de permanente promesa(…), con lo cual se promueve la atención hipnótica del espectador fiel.
7. Hegemonía y polidiscursividad (6) Otros rasgos de la polidiscursividad que Sánchez Noriega (2006) le atribuye a la televisión son: Heterogeneidad y eclecticismo. La TV procura ser variada, para ello canibaliza cualquier tradición (…) No obstante, con la continua repetición, su heterogeneidad se hace rutinariamente homogénea. Autorreferencia e intertextualidad. La TV fabrica un espacio autónomo de realidad virtual donde se instalan temas, historias y personajes que adquieren notable independencia de lo real, transitando de un formato a otro o entre programas.
8. Hegemonía y polidiscursividad (7) Una última propiedad de la polidiscursividad que Sánchez Noriega (2006) le atribuye a la televisión es: Incorporación del receptor. En la propia estrategia discursiva de la TV, aparece la incorporación del público en el mensaje —como testigo, concursante, destinatario de la publicidad, etcétera—. A través de esta estrategia, también se procura la fidelización de la audiencia.
9. Sánchez Noriega, J. L. (2006) Historia del cine – Teoría y géneros cinematográficos, fotografía y televisión. Madrid: Alianza. pp. 641-646