Una pequeña lesión le causará problemas muy grandes en la vida de un niño. La razón por la que son motivo de gran preocupación es porque pocas veces alguien entiende que tienen un problema cerebral y esperan que funcione al mismo nivel que sus compañeros. Aparecerán una serie de medidas “desesperadas” que no solucionan la causa. El niño debe enfrentarse a un mundo que decide que el no es “suficientemente bueno” y es clasificado con distintos rótulos: “lento”, “tonto”, “cansón”, “perezoso”, etc.