1. UNIVERSIDAD NACIONAL DANIEL ALCIDES CARRION
FACULTAD:
EDUCACIÓN DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN,
COMUNICACIÓN Y DERECHO
ESCUELA:
DE FORMACIÓN PROFESIONAL A DISTANCIA
PROGRAMA DE COMPLEMENTACIÓN PEDAGÓGICA
CURSO: TIC – TAC - TEPS
Ing. CIP Andrei Roger Quispe Alderete
ALUMNO: David ANCO ALDERETE
2. EL FORO EDUCATIVO COMO ESPACIO EDUCATIVO TICS _ TACS_TEP
Hace años, cuando los avances tecnológicos auguraban cambios
profundos en el funcionamiento del mundo, a alguien le oí decir
algo así como “¡la que se nos viene encima!”. Lo decía desde la
distancia, convencido de que aquello que se profetizaba “no lo
verían sus ojos”…
Pero lo vieron, mucho antes de lo imaginado, fruto de un
proceso rápido e imparable en el que la Tecnología se ha hecho
protagonista de hasta la más simple de nuestras actividades diarias.
Esto provoca reacciones encontradas: nostalgias de tiempos pasados
en unos, emoción por lo nuevo en otros, pero querámoslo o no, para
bien o para mal, es un hecho que debemos asumir, asimilar y
comprehender en vez de enfrentarnos a él.
3. Es de suponer que la aparición de la imprenta, de la
máquina de escribir o de cualquier otra herramienta
que cambiase la forma de hacer las cosas tuvo que ser
objeto, en su momento, de conversaciones, debates y
opiniones. Es fácil imaginar que se hablaría más o
menos de ello al principio, hasta que poco a poco se
iría asumiendo como algo natural dentro del tiempo que
le toca a uno vivir. Eso, espero, terminará pasando con
las actuales novedades tecnológicas y llegará el día en
que dejaremos de hablar de ello e indicará que nos
encontramos preparados para vivir en un mundo en
continuo cambio. Será entonces cuando entendamos la
evolución tecnológica como entendemos otros
procesos evolutivos y cuando estaremos preparados
para aprovechar todo lo que ella nos ofrece.
4. La tecnología por tanto no es algo de estos tiempos sino que ha sido y
es el motor que mueve el desarrollo del conocimiento desde los orígenes
del hombre. Por eso, cuando la evolución de la Tecnología entró en un
proceso de aceleración constante, se nombró como “Nueva Tecnología” a
cada nuevo producto que aparecía. Se tomó conciencia entonces, de la
necesidad de establecer tiempos y espacios para aprender a manejar, a
integrar y a sacar partido a esas “Nuevas Tecnologías”. Sin
embargo, ocurre que hemos llegado a un punto en el que las cosas son
nuevas tan poco tiempo que ya no podemos llamarlas así… Hablamos
entonces de Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC),
Tecnologías del aprendizaje y del conocimiento (TAC), Tecnologías del
empoderamiento y la participación (TEP)…
Hemos pasado de la sociedad industrial a la sociedad del conocimiento sin
tiempo para procesarlo. Esta nueva sociedad caracterizada por el cambio,
la comunicación y la tecnología necesita personas especialmente
competentes en algunos aspectos no contemplados de forma explícita en
la definición de las ocho Competencias Básicas Curriculares. Lo importante
de la tecnología dentro del aula no es el aprendizaje de las herramientas,
lo importante es su potencial para trabajar esas y “otras competencias” que
capacitarán a nuestros alumnos para convivir en la aldea global.
5. Las TIC, las TAC ofrecen posibilidades que no podemos ignorar; no
podemos privar a nuestros educandos del conocimiento del mundo real y
el mundo real hoy es infinitamente más grande que aquel en el que
nosotros aprendimos.
Las TAC abren las puertas del aula al mundo, eliminan las barreras del
espacio y del tiempo. Los cambios no se pueden producir fuera del aula sin
que nos afecten, nuestros alumnos no pueden vivir el presente
relacionándose en redes, recibiendo información inmediata de todo lo que
les interesa, aprendiendo a manejar y disfrutar dispositivos en los que
encuentran juegos, música, vídeos… para luego retroceder al pasado cada
vez que cruzan la puerta de su clase porque no querrán entrar ni aprender
así.
No es mi intención intentar convencer a nadie de la necesidad urgente de
formación para conseguir un nivel de competencia digital que nos otorgue
seguridad y autonomía en la interacción con el mundo de hoy. No creo que
nadie lo ponga en duda. No pretendo, por tanto incidir en la necesidad de
“aprender a usar” las herramientas tecnológicas sino destacar la
importancia que tiene su uso en la dimensión social del individuo del siglo
XXI.