La reacción de Arthus ocurre cuando un antígeno proteínico se inyecta en la piel de un animal hiperinmunizado, causando inflamación localizada, hemorragia y necrosis. Histológicamente se caracteriza por infiltración de neutrófilos, edema y necrosis fibrinoide tisular. Sirve como modelo para enfermedades mediadas por complejos inmunitarios depositados en vasos sanguíneos dérmicos.