PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
Cafe literario
1. Café literario
Cuando el alumno tiene dificultades para leer o ha crecido en un ambiente de
baja alfabetización, es común que diga que leer le aburre. En todas las fases
de un programa de lectura resulta muy positivo fomentar la idea de que los
libros pueden ser apasionantes si uno sabe acercarse a ellos.
Se recomienda recurrir a uno de los factores más importantes que han
impulsado la evolución del lenguaje (sea hablado, leído o escrito), es decir, la
necesidad gregaria del ser humano. El sentido de comunidad es un motor del
aprendizaje y de fomento a la lectura en el adolescente. Precisamente el Café
Literario intenta rescatar el sentido de colaboración y comunicación tomando
como punto de partida uno o varios textos.
Otra ventaja de implementar un Café Literario es crear una ambiente basado
en la cultura del libro, algo que en nuestro país no se ha generalizado como
debiera. Cuando se entra al Café Literario, inmediatamente se refuerzan
implícitamente una serie de mensajes: “leer es una actividad positiva”, “la
lectura desarrolla nuestro potencial”, “el leer amplía nuestros horizontes”.
Parafraseando a la teoría de sistemas, todo lo que ocurre en el ambiente
determina nuestra conducta; si el ambiente es de cultura, nuestro
comportamiento necesariamente se orienta hacia ella. El problema es que en
nuestra realidad cotidiana son escasos los ambientes de promoción a la
cultura.
Para implementar la actividad, se selecciona el o los libros que se trabajarán.
En primer lugar, se motivará con diferentes estrategias a la lectura del libro,
entre ellas, puede utilizarse las siguientes:
• Dramatización con equipo de sonido
• Lectura con fondo musical
• Lectura en equipo
• Contextualización de la obra
2. Una vez que los alumnos se involucran con la lectura, se elegirá la estrategia o
estrategias que promuevan habilidades de lectura, como las siguientes:
• Lectura con una guía visual
• Disminución del hábito de subvocalización
• Elaboración de fichas de personajes
• Anticipación del relato
• Escribe tu propio final
• Entrevistando a los personajes (elaboración en una ficha de una
entrevista con los personajes principales en los que se reflejen sus
características físicas y psicológicas principales)
• Sociograma literario (diagramación de los personajes y representación
con líneas de la relación que guardan entre sí)
Se dará un plazo para leer el libro o libros elegidos, y al término de éste se
formarán equipos que deseen participar en el Café Literario. Se hará una
selección de aquellos hasta completar 40 alumnos aproximadamente.
Entonces, se les informará de la fecha del evento y las actividades que se
desarrollarán durante el mismo. Asimismo, se les invitará a los equipos a
preparar los materiales y actividades a su cargo, y si es necesario, volver a
analizar el texto.
Los aspectos que se deben cuidar muy bien para que la actividad tenga éxito
son los siguientes:
1) Ambientación
Se comisionará a varios alumnos para que recreen el ambiente de una Peña
Literaria o Café Literario: equipo de sonido, luces suaves y de colores, sillas,
escenario, objetos para decoración como velas, flores, etc., carteles elaborados
por ellos mismos y que reflejen los temas o textos que se abordarán. Es
importante que al final el salón decorado tenga una apariencia diferente a la
3. que tiene cotidianamente, a fin de que se pueda vivir una atmósfera distinta y
se propicie un cambio conductual, en este caso, que se involucren los alumnos
con las actividades que se realizarán.
El manejo de la luz con celofán o reflectores de colores cambia la atmósfera del
salón. Como sugerencia, los maestros pueden apoyarse en alumnos que
tengan equipo de luces y sonido.
2) Creatividad
Se dará la consigna a todos los equipos de que sean muy creativos y que
propongan ideas para presentar y discutir los textos. Se invitará a que utilicen
música viva, música grabada, efectos sonoros, dibujos, colage de imágenes,
dramatizaciones, etc. Deberán tomarse en cuenta todas aquellas ideas que
propicien la discusión del texto, intercambio de experiencias, interpretación de
lo leído, reforzamiento de pasajes literarios con otros medios de expresión. Es
importante dar la idea de que leer no es aburrido y que, a partir de una lectura,
se pueden movilizar muchas ideas, sentimientos y conductas.
3) Participación
Una característica del Café Literario es que los participantes en el escenario
establecen una fuerte comunicación con los espectadores, y éstos últimos se
convierten en determinado momento, en protagonistas. En pocas palabras,
todos participan activamente.
No es difícil encontrar que, dentro de una escuela, hay uno o varios maestros
que son buenos para declamar, o que varios alumnos saben tocar guitarra, o
tienen gusto por la representación dramática. Todos estas habilidades se
capitalizan a favor de hacer una sesión amena, llena de cultura y, sobre todo,
que permiten resignificar los textos leídos y encontrarles múltiples significados
al compartirlos.
4. Los maestros, con base en las sugerencias y conocimiento de sus alumnos,
deberán asignar con anticipación las modalidades en que participarán sus
alumnos: lectura en voz alta, poesía, opinión, debate, música, dramatización,
redacción, etc.
Dentro del programa de participación puede incluirse al final la “Peña Abierta”,
en donde los maestros y alumnos presentan espontáneamente en el escenario
sus productos literarios como poesías, canciones, declamaciones,
representaciones, etc., que aunque no giren en torno a la lectura propuesta,
contribuyen a desarrollar las competencias lingüísticas.
4) Productos y evidencias
Es fácil, al término de una motivante sesión de Café Literario, realizar un mural
efímero o un periódico mural de opinión y reseña del evento. Así, al día
siguiente, los demás alumnos verán los resultados del la actividad y se
motivarán para participar en una actividad similar. También es conveniente
recopilar como evidencia los textos redactados por los jóvenes, que a su vez
pueden servir como insumos para otras actividades relacionadas con el
desarrollo habilidades del lenguaje (redacción, ortografía, análisis, corrección
de estilo, etc.). Por supuesto que también pueden emplearse medios
electrónicos de registro, como grabaciones de audio o video.