Este poema de Jorge Luis Borges describe las lecciones que se aprenden con el tiempo sobre el amor, las relaciones y la vida. Algunas de estas lecciones incluyen que el amor no significa necesariamente una relación física o compromiso, que uno debe construir su propia felicidad en el presente en lugar de esperar a otros, y que con el tiempo uno aprende a aceptar tanto las victorias como las derrotas.