2. Les quitaré el corazón de piedra,
y les pondré
un corazón
carne
de
3. Si compartes tu pan con el hambriento, los pobres sin
techo entran a tu casa, vistes al desnudo y no vuelves
la espalda a tu hermano...
entonces tu luz surgirá como la aurora y tus
heridas sanarán rápidamente. Entonces, si llamas
a Dios, él te dirá: “Acá estoy.” Is 58,7-8
4. Si en tu casa no hay más gente explotada,
si apartas el gesto amenazante y las palabras
perversas; si das al hambriento lo que deseas para ti y
sacias al hombre oprimido...
brillará tu luz en las tinieblas, y tu obscuridad se
volverá como la claridad del mediodía
5. Yo te elegí
y no te rechazaré.
No temas,
pues yo estoy contigo.
No mires con desconfianza,
pues yo soy tu Dios.
Yo te doy fuerzas,
y con mi diestra victoriosa
te sostendré.
Is 41,9-10
6. Si atraviesas un río, yo estaré contigo
y no te arrastrará la corriente.
P
ues yo soy tu Dios, tu
Salvador.
T vales mucho a mis ojos.
ú
Yo te aprecio y te amo
7. Escúchenme, ustedes
a quienes he llevado en mis
brazos desde
su nacimiento
y de quienes me
he preocupado
desde el seno materno.
Hasta su vejez, yo seré el mismo,
y los apoyaré hasta que
sus cabellos se pongan blancos.
Is 46,3-4