Artículo de Imma Marín en la revista 'Tu Bebé', RBA

1. Así crece
jugando
Sin duda, divertirnos juntos es la mejor manera
CON LOS HIJOS
• Reservemos un tiempo para
jugar juntos cada día según
de estrechar lazos y crear complicidades. nuestras posibilidades. En el
L
juego ¡poco es mucho!
os padres y las madres tene- jor. Es imprescindible, pues, nuestra
mos un papel vital a la hora de actitud abierta y positiva, facilitándo- • Es una buena idea ocupar-
garantizar y favorecer el jue- les recursos, estando atentos a sus ne- nos de la salud de sus jugue-
go de los niños. Pero actua- cesidades y al desarrollo del juego, tes y ayudarles a hacer más
mos de formas distintas: hay padres sabiendo disfrutar y gozar de la situa- reales sus fantasías: comple-
que se angustian delante de los juegos ción y el momento. Esta actitud atenta tar el disfraz de hada hacien-
agresivos de sus hijos; otros tienen di- y confiada nos permitirá aceptar la ne- do una varita, construyendo
ficultades reales para tolerar el ruido cesidad del niño de jugar con nosotros un refugio para dragones…
y el desmadre que suponen algunas –o de apartarnos de su juego–, com-
actividades; otros intentan estimular partiendo sus ilusiones y fantasías. • Procuremos ampliar su reper-
desmesuradamente los llamados jue- Jugando con nosotros, el niño torio de juegos, enseñándoles
gos didácticos, convencidos de que así aprenderá a disfrutar en compañía, a aquellos con los que disfruta-
sus hijos desarrollarán mejor sus ca- dejarse guiar, a gozar de la complici- mos de niños: canciones de
pacidades intelectuales; y otros hacen dad con los seres queridos. Porque ju- suertes, juegos de falda…
de juegos y juguetes una especie de gar es también una manera de convivir
cruzada ideológica, imponiéndolos o y de reforzar los lazos familiares. El • Permitiendo que objetos
prohibiéndolos según su propio crite- desafío es crear espacios de confian- sin peligro se conviertan en
rio (muñecas para las niñas, camiones za, libertad y creatividad, estimulantes juguetes entre sus manos
para los niños...). del juego, en los que el niño pueda cre- motivamos y estimulamos su
También ocurre que, a veces, los cer y desarrollarse. imaginación.
adultos convertimos el juego en un
substitutivo de la vida real: cocinitas y
cacharritos para que el niño no nos IMMA MARÍN
moleste en la cocina, animales de pe- Especialista en juego, jugue-
luche en vez de animales de verdad, tes y educación. Preside IPA
en España (Asoc. Int. por
etc. En definitiva, sin quererlo, relega- el Derecho de los Niños a
mos el juego al puro entretenimiento, Jugar) y es asesora pedagó-
gica de la Fundación Crecer
cuanto menos ruidoso y molesto, me- Jugando. www.marinva.es
000 tu bebé