Alicia pasaba mucho tiempo en internet antes de dormir, lo que le causaba insomnio. Una noche investigó remedios naturales y encontró una medicina en una farmacia antigua. Al tomarla, se convirtió en un gato negro. Al darse cuenta que no podía usar su iPad, prometió pasar menos tiempo en internet. Despertó y decidió pasar más tiempo al aire libre.
2. Alicia nunca se acostaba antes de la una de la
mañana. Pasaba sus últimas horas del día navegando
por el misterioso mundo del ciberespacio.
Cuando apoyaba su cabeza sobre la almohada, una
lluvia de bytes pasaban por su cabeza, no dejándola
pegar un ojo en toda la noche.
Es así que tomó su I-pad y decidió «googlear» e
investigar algo más sobre el insomnio.
Luego de pasar horas y horas leyendo, dio con la tecla.
3. Descubrió una medicina natural que la haría dormir
toda la noche.
Alicia esperó hasta las primeras horas de la mañana,
le dio de comer a su gato y se fue en busca de su
medicina. Por supuesto que antes de hacer todo eso
chequeo su email, Facebook y mandó algunos tweets.
4. Cansada de recorrer, encontró el lugar en donde
vendían esa medicina. Era un extraño lugar, una
farmacia bastante antigua.
Alicia, cansada de su situación no dudo en llevarse la
medicina. «Tome dos gotitas antes de acostarse», le
dijo el anciano que atendía en la farmacia.
A la hora de la noche, tomó las dos gotitas, y esperó
los resultados.
Parecía que nada iba a pasar, Alicia seguía despierta,
cuando de repente…
5. Los ojos se le pusieron color verde, y un extraño pelo
le comenzó a crecer por todo el cuerpo.
Se sentía confundida, no sabía que pasaba. Pero algo
no andaba bien…Alicia se había convertido en un
pequeño gato negro.
Lo primero que le vino a la cabeza fue: «Esto lo tengo
que compartir en mis redes sociales, es algo
extraordinario».
De inmediato fue corriendo en busca de su I-pad.
6. Tal fue la sorpresa que se llevó al darse cuenta de que
con sus pequeñas manos no podía utilizar su preciado
dispositivo. «¡No puede ser!, ¿Qué será de mí
ahora?», se preguntaba una y otra vez Alicia.
«Prometo que voy a pasar menos horas en el
ciberespacio, lo prometo», gritaba una y otra vez.
Como por arte de magia, Alicia volvió a ser lo que era
antes, por suerte era todo un sueño.
Eso si, con un pequeño cambio.
Decidió pasar algunas horas más al aire libre,
disfrutando de una buena lectura.