El documento discute tres conclusiones sobre el éxito. Primero, que concentrarse solo en un área de la vida puede conducir al descontrol. Segundo, que el éxito significa cosas diferentes para diferentes personas dependiendo de sus talentos y gustos únicos. Tercero, que ser exitoso implica dedicarse a las cosas que nos hacen felices.
5. Esta conclusión explica porque
algunas personas que se concentran
en lograr el “éxito” en una sola área
de su vida, terminan viviendo en un completo
descontrol, nada envidiable. Hay tantos ejemplos
lamentables: genios de la música que perdieron
su vida al sucumbir a las drogas; millonarios
casados y divorciados más veces de las que se
pueden contar con los dedos de una mano;
empresarios que terminaron sus días en la cárcel
y tantos más.
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7. La diversidad entre las personas en tan
increíblemente amplia, que ni siquiera podemos
encontrar a dos personas con las mismas huellas
digitales. Cada uno de nosotros es una combinación
fascinante de talentos, gustos, actitudes, virtudes y
defectos. Es por esto que no podríamos pretender
que aquello que se considera éxito para unos, sea
éxito para otros. Así, para algunos el éxito es
desarrollarse en el campo de la música,
mientras que para otro es ser un
excelente piloto o empresario y porqué
no, actor de cine; Bien lo señala aquel
dicho:
“Se tu mismo, todos los demás ya están ocupados”.
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9. Se puede afirmar que está última
conclusión es de sentido común: si
dedicamos nuestra vida a hacer las
cosas que nos hacen sentirnos felices,
pues seremos
exitosos. Bueno, la realidad es un poco más
compleja. Lamentablemente, en el camino de la
vida algunos perdemos de vista aquello que nos
hace ser realmente felices y, al confundirnos,
terminamos haciendo cosas que
están completamente alejadas de
aquello que nos apasiona, nos da
felicidad y nos trae éxito.
10. Estas tres conclusiones nos servirán de
base para encontrar una definición de éxito
que sea tan general que se aplique a todos,
pero tan particular que sea especial para
cada uno.