La relación y coordinación en animales y plantas permite a los seres vivos adaptarse a su entorno mediante la percepción de estímulos y la emisión de respuestas adecuadas. En los animales, los sentidos y el sistema nervioso detectan los estímulos y coordinan las respuestas, mientras que en las plantas los tropismos y nastias les permiten orientarse y moverse en respuesta a estímulos como la luz o el tacto sin poder desplazarse.