1. ¿Que son los xenobióticos?
Originalmente se denominaba compuestos xenobióticos (“xeno” extraño, “bio”
vida), a los compuestos sintetizados en los laboratorios y que no se encontraban
en la naturaleza. Estos compuestos en general muy estables y apolares, tienden a
acumularse en los tejidos de los seres vivos. Tardan largo tiempo en degradarse
en los sistemas naturales y pueden actuar como contaminantes.
Actualmente se designa xenobióticos a los compuestos tanto los naturales como
los sintéticos, a los que estamos expuestos y que nuestro organismo metaboliza y
acumula, pudiendo ser sus efectos muy peligrosos para la salud. Los xenobióticos
son utilizados en química orgánica, generalmente en la industria, en plásticos,
pinturas, alimentos, medicamentos, combustibles, cosméticos, cigarrillos, envases,
etc. Es decir, estamos constantemente expuestos a ellos.
Generalmente son compuestos apolares por lo tanto lipofílicos, así atraviesan las
membranas biológicas con facilidad. De esta forma son difícilmente excretables ya
que tienden a acumularse en las grasas. En cambio los compuestos polares,
pueden ser filtrados por los riñones y excretados mucho más rápidamente.
Estos compuestos xenobióticos, no pueden ser excretados en su forma apolar, por
lo tanto para su eliminación se requiere una transformación previa en metabolitos
mas hidrosolubles (biotransformación o metabolización). Estas reacciones de
“detoxificación” ocurren principalmente en el REL, peroxisomas y mitocondrias. En
general las reacciones de detoxificación ocurren en dos etapas:
1- Oxidaciones, reducciones e hidrólisis que convierten al xenobiótico en un
metabolito más polar.
2- Conjugación (unión covalente), del xenobiótico o su metabolito con una
molécula endógena polar, para facilitar su eliminación del cuerpo.
El bisfenol A (BPA, por su sigla en inglés) es un componente que podemos
encontrar en todos los plásticos. Sintetizado inicialmente en 1891, se ha vuelo un
componente clave en la síntesis de plásticos, desde el policarbonato al poliéster.
Solo en Estados Unidos de America (USA) se producen más de un millón de
toneladas al año de este compuesto.
2. Desde 1936 se sabe que el BPA mimetiza a los estrógenos uniéndose a los
mismos receptores que la hormona esteroidea femenina. Los experimentos han
demostrado que este compuesto puede promover el crecimiento de las células
tumorales del cáncer de mama y disminuir la cantidad de espermatozoides.
Estos hallazgos han hecho que muchos investigadores se preguntaran por los
riesgos que entrañan para la salud la utilización masiva de estos plásticos que
liberan BPA, especialmente cuando son utilizados a altas temperaturas
(microondas, lavados con agua caliente), o sometidos a un uso muy intenso.
El Centro de Control de Enfermedades (CDC) de USA encontró muestras de BPA
en prácticamente todas las muestras de orina recolectadas en el año 2004, en un
esfuerzo por medir la prevalencía (cantidad de individuos en un grupo o población
que presentan una característica o evento determinado) de varios compuestos
químicos en el cuerpo humano.
Los estudios sugieren que el BPA no permanece en el cuerpo más que unos
pocos días ya que es detoxificado como un glucurónido (el BPA es asociado al
ácido glucurónico, un derivado ácido de la glucosa), un producto soluble y
fácilmente excretado. A pesar de esto la CDC ha encontrado BPA-glucurónidos en
la mayoría de las muestras de orina, lo que sugiere una exposición constante al
BPA.
3. El BPA es utilizado en las latas de conservas como revestimiento, para prevenir la
corrosión y la contaminación de la comida. También es utilizado en frascos
plásticos y biberones, de esta forma el policarbono es transparente e irrompible.
Cuando a estos frascos y biberones se les agrega agua caliente y luego se les
permite enfriarse la tasa de liberación de BPA de estos envases aumenta 55
veces.
Estudios recientes en la revista Reproductive Toxicology, sugieren que los seres
humanos pueden haber estado expuestos a diez veces los niveles de BPA,
considerados seguros por las agencias de seguridad ambiental. Si es cierto que
los seres humanos metabolizan el BPA a mayor velocidad que los roedores, como
sugieren recientes estudios, entonces el nivel de exposición diaria debe ser mayor
para alcanzar los niveles detectados en las muestras de suero humano.
Los datos de la CDC han demostrado que el 93% de 2,157 personas de entre seis
hasta ochenta y cinco años, muestran productos metabólicos detectables de BPA
en la orina. Los niveles son más altos en los niños que en los adolescentes y en
los adolescentes más altos que en los adultos. Se ha demostrado también que el
BPA disminuye la fertilidad en ratones hembra, siendo los efectos del BPA
permanentes, aún luego de pequeños períodos de exposición. Además no
necesita permanecer en el cuerpo para tener efecto.
Los niños y los bebés los más expuestos al BPA
Es con los bebes en gestación y los recién nacidos, donde los investigadores se
muestran más preocupados, ya que el BPA ha sido relacionado con cáncer de
mamas y de próstata, así como con diabetes y ciclos menstruales alterados en
ratones de laboratorio que aun estaban en desarrollo.
Los niños están expuestos a niveles de BPA diez veces mayores a los necesarios
para producir trastornos en los animales. Sobre todo porque los biberones de
policarbonato y las latas de leche infantil liberan BPA.
La FDA en los USA aprobó por primera vez el BPA en 1963, ya que no se
demostraron efectos peligrosos para la salud. Cuando el Congreso de USA aprobó
una nueva ley en 1976 – El Acta de Control de Substancias Tóxicas- mandando
4. que la EPA, realizara o verificara estudios de seguridad sobre cada nuevo
compuesto químico antes de aprobarlos para su uso, substancias como el BPA ya
estaban en el mercado. A pesar de esto, si surgieran nuevos indicios sobre la
peligrosidad del BPA u otros químicos, podrán realizarse nuevas pruebas. El
problema es que la FDA sostiene que el BPA es seguro. No solo eso, para la
industria química, el BPA no solo es seguro, sino también muy difícil de
reemplazar por todas sus propiedades: ligero, irrompible, barato, así como otras
características difíciles de igualar.
Para complicar más aún el tema, el BPA no es el único compuesto químico que
mimetiza la acción de los estrógenos. Por ejemplo ciertos compuestos presentes
en los jabones antibacteriales, también interfieren con la señalización hormonal.
La forma en que podrían interactuar el BPA y el resto de los químicos
estrogenomiméticos no es conocida.
Japón y Canadá toman medidas contra la utilización del BPA
La preocupación por el BPA es mundial y algunos países han tomado medidas
hace ya tiempo. En Japón la industria comenzó a utilizar resinas naturales en
reemplazo del BPA, sobre todo desde que en 1997 científicos japoneses
demostraron que el BPA era liberado de los biberones de policarbonato. Un
estudio subsecuente en 1999 demostró que los niveles de BPA en orina habían
disminuido notablemente.
Canadá ha tomado la medida de retirar del mercado los biberones de
policarbonato, como podemos leer en este artículo del diario La Nación:
Mientras tanto en nuestro país, al igual que en USA es probable que pase algún
tiempo antes que estas medidas preventivas sean adoptadas.
¿Que medidas de seguridad podemos tomar para proteger a nuestra familia?
No utilizar frascos o envases realizados en policarbonato, generalmente son
transparentes o coloreados y están marcados con el número 7, en la base.
También limitar o suprimir los alimentos enlatados: conservas, alimentos, sopas y
formulas infantiles. Pueden ser reemplazados por productos similares en otro tipo
de envases.
5. Si no pueden ser reemplazados, nunca deben utilizarse en el microondas, ni
almacenar líquidos o comidas calientes, ni lavados con agua caliente a mano ni en
lavavajillas. Ustedes eligen si usar biberones de policarbonato, o las viejas
mamaderas de vidrio. Pero recuerden que el Bisfenol A esta presente en esos
biberones de plástico, y que es un compuesto potencialmente muy peligroso para
la salud y el desarrollo de los bebés.