1. Literatura
La literatura es el arte que utiliza como instrumento la palabra. Por extensión, se refiere
también al conjunto de producciones literarias de una nación, de una época o incluso de un
género (la literatura griega, la literatura del siglo XVIII, la literatura fantástica, etc.) y al
conjunto de obras que versan sobre un arte o una ciencia (literatura médica, literatura
jurídica, etc). Es estudiada por la teoría literaria.
Índice
1 La literatura
o 1.1 La literatura se define por su literalidad
o 1.2 El término literatura y sus adjetivos
o 1.3 Barthes: la literatura como práctica de escritura
2 Véase también
3 Referencias
4 Bibliografía
o 4.1 Fuentes bibliográficas de consulta
o 4.2 Fuentes bibliográficas generales
5 Enlaces externos
La literatura
En el siglo XVII, lo que hoy denominamos «literatura» se designaba como poesía o
elocuencia. Durante el Siglo de Oro español, por poesía se entendía cualquier invención
literaria, perteneciente a cualquier género y no necesariamente en verso. A comienzos del
siglo XVIII se comenzó a emplear la palabra «literatura» para referirse a un conjunto de
actividades que utilizaban la escritura como medio de expresión. A mediados de la misma
centuria Lessing, publica Briefe die neuesteLiteraturbetreffend, donde se utiliza «literatura»
para referirse a un conjunto de obras literarias. A finales del siglo XVIII, el significado del
término literatura se especializa, restringiéndose a las obras literarias de reconocida calidad
estética. Este concepto se puede encontrar en la obra de Marmontel, Eléments de littérature
(1787), y en la obra de Mme. De Staël, De la littératureconsidérédans se rapportsavec les
institutions sociales. En Inglaterra, en el siglo XVIII, la palabra «literatura» no se refería
2. solamente a los escritos de carácter creativo e imaginativo, sino que abarcaba el conjunto
de escritos producidos por las clases instruidas: cabían en ella desde la filosofía a los
ensayos, pasando por las cartas y la poesía. Se trataba de una sociedad en la que la novela
tenía mala reputación, y se cuestionaba si debía pertenecer a la literatura. Por eso Eagleton
sugiere que los criterios para definir el corpus literario en la Inglaterra del siglo XVIII eran
ideológicos, circunscritos a los valores y a los gustos de una clase instruida. No se admitían
las baladas callejeras ni los romances, ni las obras dramáticas. En las últimas décadas del
siglo XVIII apareció una nueva demarcación del discurso de la sociedad inglesa. Eagleton
nos cuenta que surge la palabra «poesía» como un producto de la creatividad humana en
oposición a la ideología utilitaria del inicio de la era industrial. Tal definición la
encontramos en la obra Defensa of poetry (1821) de Shelley. En la Inglaterra del
Romanticismo, el término «literato» era sinónimo de «visionario» o «creativo». Pero no
dejaba de tener tintes ideológicos, como en el caso de Blake y Shelley, para quienes se
transformó en ideario político, cuya misión era transformar la sociedad mediante los
valores que encarnaban en el arte. En cuanto a los escritos en prosa, no tenían la fuerza o el
arraigo de la poesía; la sociedad los consideraba como una producción vulgar carente de
inspiración.
La literatura se define por su literalidad
Don Quijote y Sancho Panza, personajes de Don Quijote de la Mancha.
En la búsqueda de la definición precisa de los conceptos «literatura» y «literario», surgió la
disciplina de la Teoría de la Literatura, que empieza por delimitar su objeto de estudio: la
literatura. A comienzos del siglo XX, el Formalismo ruso se interesa por el fenómeno
literario, e indaga sobre los rasgos que definen y caracterizan dichos textos literarios, i. e.,
sobre la literaturidad de la obra. Roman Jakobson plantea que la literatura, entendida como
mensaje literario, tiene particularidades de tal forma que la hacen diferente a otros
discursos; ese interés especial por la forma es lo que Jakobson llama Funciones del
3. lenguaje/función poética, por la que la atención del emisor recae sobre la forma del
mensaje (o, lo que es lo mismo, hay una "voluntad de estilo" por parte del escritor). En
efecto, hay determinadas producciones lingüísticas cuya función primordial es proporcionar
placer literario, un deleite de naturaleza estético, en relación con el pensamiento
aristotélico. El lenguaje combinaría redundancias y desvíos de la norma, para alejarse del
lenguaje común, causar extrañeza, renovarse, impresionar la imaginación y la memoria y
llamar la atención sobre su peculiar forma expresiva.
El lenguaje literario sería un lenguaje estilizado y con una trascendencia particular,
destinado a la perdurabilidad; muy diferente a las expresiones de la lengua de uso común;
destinada a su consumo inmediato. La literatura, por otra parte, exige por tradición un
respaldo sustentable: "El Ingenioso Caballero de la Figura Hidalga" no habría podido
escribirse si no hubieran existido antes los Libros de Caballerías.
Wolfgang Kayser, a mediados del siglo XX, planea cambiar el término «Literatura» por el
de «BellesLettres», diferenciándolas del habla y de los textos no literarios, en el sentido de
que los textos literario–poéticos son un conjunto estructurado de frases portadoras de un
conjunto estructurado de significados, donde los significados se refieren a realidades
independientes al que habla, creándose así una objetividad y unidad propia.
El término literatura y sus adjetivos
Castagnino, en su libro ¿Qué es la literatura?, indaga sobre el concepto y cómo se extiende
a realidades como la escritura, la historia, la didáctica, la oratoria y la crítica. Según
Castagnino, la palabra literatura adquiere a veces el valor de nombre colectivo cuando
denomina el conjunto de producciones de una nación, época o corriente; o bien es una
teoría o una reflexión sobre la obra literaria; o es la suma de conocimientos adquiridos
mediante el estudio de las producciones literarias. Otros conceptos, como el de Verlaine,
apuntan a la literatura como algo superfluo y acartonado, necesario para la creación estética
pura. Posteriormente, Claude Mauriac propuso el término "aliteratura" en contraposición a
«literatura» en el sentido despectivo que le daba Verlaine. Todas estas especificaciones
hacen de la literatura una propuesta que depende de la perspectiva desde la que se enfoque.
Así, Castagnino concluye que los intentos de delimitar el significado de «literatura», más
que una definición, constituyen una suma de adjetivaciones limitadoras y específicas.
Si se considera la literatura de acuerdo con su extensión y su contenido, la literatura podría
ser universal, si abarca la obra de todos los tiempos y lugares; si se limita a las obras
literarias de una nación en particular, es Literatura nacional. Las producciones,
generalmente escritas, de un autor individual, que por tener conciencia de autor, de creador
de un texto literario, suele firmar su obra, forman parte de la literatura culta, mientras que
las producciones anónimas fruto de la colectividad y de transmisión oral, en ocasiones
recogidas posteriormente por escrito, conforman el corpus de la literatura popular o
tradicional.
4. Según el objeto, la literatura será preceptiva si busca normas y principios generales;
histórico–crítica si el enfoque de su estudio es genealógico; comparada, si se atiende
simultáneamente al examen de obras de diferentes autores, épocas, temáticas o contextos
históricos, geográficos y culturales; comprometida si adopta posiciones militantes frente a
la sociedad o el estado; pura si sólo se propone como un objeto estético; ancilar, si su
finalidad no es el placer estético sino que está al servicio de intereses extraliterarios.
Según los medios expresivos y procedimientos, Castagnino propone que la literatura tiene
como formas de expresión el verso y la prosa y sus realizaciones se manifiestan en géneros
literarios, universales que se encuentran, más o menos desarrollados, en cualquier cultura;
lírico, épico y dramático. Manifestaciones Líricas son aquellas que expresan sentimientos
personales; Épicas, las que se constituyen en expresión de un sentimiento colectivo
manifestado mediante modos narrativos, y Dramáticas, las que objetivan los sentimientos y
los problemas individuales comunicándolos a través de un diálogo directo. A estos géneros
literarios clásicos habría que añadir además el género didáctico. El fenómeno literario ha
estado siempre en constante evolución y transformación, de tal modo que el criterio de
pertenencia o no de una obra a la literatura puede variar a lo largo de la historia, al variar el
concepto de “arte literario”.
Barthes: la literatura como práctica de escritura
Para Barthes la literatura no es un corpus de obras, ni tampoco una categoría intelectual,
sino una práctica de escritura. Como escritura o como texto, la literatura se encuentra fuera
del poder porque en ella se está produciendo un desplazamiento de la lengua, en la cual
surten efecto tres potencias: Mathesis, Mímesis, Semiosis.1
Como la literatura es una suma
de saberes, cada saber tiene un lugar indirecto que hace posible un diálogo con su tiempo.
Como en la ciencia, en cuyos intersticios trabaja la literatura, siempre retrasada o
adelantada con respecto a ella: “La ciencia es vasta, la vida es sutil, y para corregir esta
distancia es que nos interesa la literatura.” Por otra parte el saber que moviliza la literatura
no es completo ni final. La literatura sólo dice que sabe de algo, es la gran argamasa del
lenguaje, donde se reproduce la diversidad de sociolectos constituyendo un lenguaje límite
o grado cero, logrando de la literatura, del ejercicio de escritura, una reflexibilidad infinita,
un actuar de signos.
Véase también
La palabra literatura proviene del término latino litterae, que hace referencia a la
acumulación de saberes para escribir y leer de modo correcto. El concepto posee una
relación estrecha con el arte de la gramática, la retórica y la poética.
5. Para el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la
literatura es una actividad de raíz artística que aprovecha como vía de expresión al
lenguaje. También se utiliza el término para definir a un grupo de producciones literarias
surgidas en el seno de un mismo país, periodo de tiempo o de un mismo género (como la
literatura persa, por ejemplo) y al conjunto de materiales que giran sobre un determinado
arte o una ciencia (literatura deportiva, literatura jurídica, etc.).
Importante es subrayar que dentro de la literatura existe un concepto fundamental que sirve
para poder llevar a cabo una clasificación de las distintas obras. Nos estamos refiriendo al
término de género literario que se utiliza para describir los diversos tipos de trabajos de este
tipo que existen y que se caracterizan por aspectos semánticos, formales o fonológicos.
En concreto podemos subrayar que hay básicamente tres géneros literarios. El primero de
los citados es el que se conoce con el nombre de lírico. Bajo dicha denominación se
incluyen todas aquellas obras que se desarrollan mediante la poesía y lo que son todas las
composiciones en verso. Entre los autores más importantes del mismo se encuentran, por
ejemplo, Rafael Alberti o Federico García Lorca así como obras como el Romancero
gitano, de este último escritor.
El segundo género que se encuentra en la literatura es el épico. En él se incluyen los libros
que se sustentan en la narrativa y que nos acercan la figura de personajes reales o ficticios
que han vivido hechos legendarios. Entre estos citados trabajos se pueden incluir novelas,
cuentos o relatos, entre otros. Un ejemplo de este tipo podría ser El Quijote de Miguel de
Cervantes.
El tercer género por su parte es el que recibe el nombre de dramático, bajo cuya
denominación se hallan guardados lo que son obras teatrales que normalmente se clasifican
en dos: cómicas o trágicas. Un ejemplo de este tipo de trabajos sería La vida es sueño de
Pedro Calderón de la Barca.
Es importante destacar que el origen de la escritura no marcó el inicio de la literatura. Los
textos sumerios y algunos jeroglíficos egipcios, considerados como los escritos más
antiguos de los que se tengan registros, no pertenecen al ámbito de la literatura.
Entre los primeros textos literarios aparece el Poema de Gilgamesh, una narración de
origen sumerio que fue grabada en tablas de arcilla y cuya primera versión data del año
6. 2.000 A.C. Antes de esta época, las narraciones solían circular de generación en generación
a través del lenguaje oral.
En cuanto a la literatura en español, sus orígenes se remontan al siglo X con las Glosas
Emilianenses y al siglo siguiente con las Jarchas, un conjunto de breves composiciones
líricas de carácter amoroso.
La literatura tiene a su principal galardón en el Premio Nobel, una distinción concedida por
la Academia Sueca que se entrega cada año y cuya primera edición fue otorgada al poeta y
ensayista francés SullyPrudhomme.
Lee todo en: Definición de literatura - Qué es, Significado y
Conceptohttp://definicion.de/literatura/#ixzz2xCFY7kMG
La literatura es aquel arte en el que el instrumento utilizado son las palabras, por ende, se
trata de obras artísticas que comunican y se expresan a través de las palabras. Se le llama
literatura también al conjunto de autores y sus obras que, a través de la historia, han ido
aportando obras en las que se expresan vivencias, emociones, conocimientos, ideas, etc.
El término literatura proviene de la palabra en latín “litterae”, lo que se entiende en español
el conjunto de habilidades, saberes y la instrucción para poder escribir y leer de una manera
adecuada. Lo anterior se encuentra estrechamente ligado a la gramática, creyéndose
incluso, que el término “litterae” es la misma palabra que en griego se denomina
“grammatikee”.
Como vemos, al referirnos a la literatura, en realidad estamos hablando acerca del arte de
escribir junto a las teorías o estudios de dichas obras. Además es posible hacer usos más
específicos de la literatura, como por ejemplo, al querer referirnos a las obras que se
relacionan con un tema en particular o con un período específico de la historia.
Si bien hasta aquí se ha logrado definir lo que es la literatura, esto sólo se hace posible a
partir del sentido común, ya que los expertos en el tema, a lo largo de la historia no han
logrado con dar una respuesta consensuada acerca de lo que es realmente. Lo único que se
ha logrado con éxito es delimitar su objeto de estudio, el que está constituido por las obras
literarias.
A pesar de la dificultad de su definición, la literatura cuenta con tres elementos básicos, que
en su interrelación podemos encontrar las pistas de lo que realmente es. Se trata del objeto
literario, que es la obra, el texto o el enunciado literario. En segundo lugar, el referente que
lo define como literario y, en tercer lugar, las redes de sujetos, constituidas por quienes
7. escriben y por quienes leen. Es partir de estos elementos que se puede comprender en
términos generales de lo que trata este milenario arte.
Los mismos escritores ven al concepto de literatura como un concepto que se encuentra en
un continuo evolucionar, permitiendo que se den situaciones como el aceptar hoy como
obras literarias a escritos que antes eran absolutamente apartados, mostrando así el
constante cambio en los criterios que definen la literatura.