Los agujeros negros son cuerpos celestes con un campo gravitatorio tan fuerte que ni siquiera la luz puede escapar. Se forman cuando una estrella masiva explota como supernova y su masa se comprime en un volumen muy pequeño. Existen tres tipos principales: agujeros negros primordiales, supermasivos en centros de galaxias, y de masa solar. Se detectan mediante rayos X y efectos en objetos cercanos.