1. Enfermería
???
????
?????
???
????? ??????
Manual de Procedimientos de Enfermería.
Capítulo 9. Signos vitales
Temperatura
Pulso
Respiración
Presión arterial
Disponible libro a texto completo en versión pdf
El resto de las partes que integran el libro también se encuentran disponibles en dicho
formato.
En caso necesario usted puede descargar el producto de Adobe "Acrobat Reader" para
visualizar el contenido del libro en formato pdf accediendo al siguiente enlace:
Temperatura
2. Temperatura. La temperatura es el grado de calor de un cuerpo, resultante del
metabolismo celular.
Consideraciones generales. Comúnmente, la temperatura no es siempre igual en una
misma persona, en distintos momentos del día. Pueden apreciarse variaciones en forma de
curva con dos ascensos máximos entre la 1:00 y las 6:00 p.m. y dos descensos mínimos
entre las 12:00 p.m. y las 5:00 a.m.
La temperatura es variable según la edad del individuo; inmediatamente después del
nacimiento puede apreciarse un descenso considerable. Durante el crecimiento aumenta
paulatinamente hasta alcanzar su nivel máximo en la adolescencia y tiende a descender a un
nivel mínimo en la senectud avanzada.
Los ni?os poseen una capacidad menguada para regular la temperatura, lo que explica la
irregularidad y las exageradas respuestas de la misma ante las más mínimas causas; el
anciano, por el contrario, reacciona de una forma lenta y defectuosa, por lo cual una discreta
elevación de la temperatura puede ser mucho más significativa y de peor pronóstico, que
una elevación muy acentuada en el ni?o.
Se puede expresar que la temperatura varía de acuerdo con el lugar donde se mida. No hay
una temperatura determinada que pueda considerarse normal, pues las mediciones en
diversas personas han mostrado una amplitud de temperaturas normales desde
aproximadamente 36,1 oC hasta 37,2 oC.
Fundamentación científica. La temperatura corporal es uno de los signos vitales que
representa el equilibrio entre el calor producido por el metabolismo, las actividades
musculares, los alimentos y el oxígeno como fuente energética y el calor que se pierde a
través de la piel, los pulmones y las excretas corporales. Una temperatura estable fomenta el
correcto funcionamiento de las células, los tejidos y los órganos; un cambio del patrón
normal de la misma suele indicar la aparición de una enfermedad.
La regulación de la temperatura en el hombre, así como en los animales homeotermios, se
efectúa por el centro termorregulador situado en el hipotálamo. Esta termorregulación no
actúa solo como respuesta a variaciones externas, sino también como defensa a
desviaciones provocadas por el propio metabolismo.
La temperatura corporal está constantemente amenazada por múltiples factores que tienden
a desviarla, pero el organismo dispone de medios adecuados para mantenerla dentro de
límites constantes.
El mecanismo de la regulación térmica coordina diversos factores periféricos, encaminados a
mantener el balance entre la producción y la pérdida de calor en el organismo. El calor
producido por la actividad celular es distribuido a todo el organismo mediante la circulación
de la sangre; esta, al llegar a los vasos periféricos, ha perdido calor; en la circulación, de
retorno por las venas, va recuperando el calor perdido, por lo que alcanza el mayor grado del
mismo cuando circula por la vena suprahepática.
La pérdida de calor tiene lugar de manera continua, fundamentalmente a través de la piel
(80 % cuando menos), aunque también hay pérdidas menos importantes a través de la
respiración, y la excreción de orina y heces fecales.
La pérdida de calor a través de la piel se produce por cuatro mecanismos fundamentales:
1. Conducción.
2. Convección.
3. Radiación.
4. Evaporación.
Conducción. Es la transferencia de calor de un objeto de mayor calor a uno de menor calor
por contacto directo, por ejemplo, cuando una persona desnuda se sienta por primera vez en
3. una silla, se produce inmediatamente una rápida conducción del calor desde el cuerpo a la
silla, hasta casi igualar la temperatura del cuerpo.
Convección. Es la transferencia de calor por la circulación de moléculas calentadas en un
líquido o gas, por ejemplo, las corrientes de aire alrededor del cuerpo arrastran el calor que
ha sido conducido de la superficie del cuerpo al aire.
Radiación. Es la transferencia de calor desde objetos de mayor calor a los de menor calor, en
forma de ondas electromagnéticas, por ejemplo, aplicación de calor por rayos infrarrojos.
Evaporación. Cuando el agua se evapora de la superficie corporal se pierden calorías, por
ejemplo, la evaporación del sudor y la respiración insensible.
Factores que producen modificaciones normales en la variación del calor. El hígado
es un elemento corporal donde se genera la mayor parte del calor, debido a que están
ocurriendo continuamente la mayor cantidad de las reacciones metabólicas del organismo.
Entre los factores que aumentan la producción están:
- El ejercicio, pues aumenta la actividad muscular. El ejercicio excesivo puede
elevar la temperatura de 0,5 a 2 oC o más.
- La ingestión de alimentos de alto valor calórico (las proteínas y las grasas
aumentan la temperatura).
- Las emociones fuertes, como respuesta del sistema nervioso central, estimulan la
actividad glandular y ocasionan un aumento en la temperatura del cuerpo, sobre
todo en los estados de excitación o enojo.
- La actividad endocrina durante el ciclo menstrual provoca un descenso brusco de
la temperatura que asciende lentamente después de la ovulación, hasta alcanzar su
nivel máximo antes del siguiente período menstrual.
- La exposición a altas temperaturas puede elevar el calor del cuerpo mediante la
radiación, convección y conducción, por ejemplo, los trabajadores de la fundición,
torneros y otros.
- Una breve exposición al frío estimula al cuerpo para producir más calor, con el fin
de protegerlo.
- Una temperatura exterior muy alta trastorna el equilibrio de la regulación del calor
y actúa directamente sobre el hipotálamo, por lo tanto, puede ocasionar
temperaturas altas, por ejemplo, la insolación puede aumentar la temperatura
corporal desde 41,7 hasta 43 oC.
Entre los factores que pueden disminuir la producción de calor están:
- La poca actividad física, ya que esta disminuye el metabolismo celular y la
actividad muscular, al igual que ocurre durante el sue?o, cuando el cuerpo se
mantiene en reposo.
- Cuando el aire del ambiente es más caliente, los vasos sanguíneos de la piel se
dilatan, fluye más sangre a través de ellos y se pierde más calor, por lo que se
hace profusa la sudación.
- Los estados emotivos también pueden ocasionar pérdidas de la producción de
calor, como respuesta del sistema nervioso central.
- La ingestión de bebidas alcohólicas provoca vasodilatación, hecho que implica un
mayor volumen de sangre en la piel, y motiva a que se pierda calor.
4. La medición de la temperatura se realiza con termómetros clínicos, electrónico o químico de
puntos (Fig. 9.1).
Tomado de: Helen Klusek Hamilton y Minnie Bowen Rose. Procedimientos de Enfermería.
Edición Revolucionaria, 1990.
Fig. 9.1. Tipos de termómetro.
Generalmente, la temperatura bucal en el adulto fluctúa entre 36,1 y 37,5 oC. La rectal es la
más exacta, suele ser entre 0,5 a 1,0 oC más alta. En condiciones normales, la temperatura
oscila con el reposo y la actividad.
Existen termómetros clínicos para medir la temperatura bucal, rectal y superficial (axila,
flexura del codo, región poplítea, región inguinal). El termómetro clínico consta de un bulbo
de vidrio que contiene mercurio y un tubo de cristal alargado y calibrado en grados
centígrados o Fahrenheit. Dentro del tubo se mueve una columna de mercurio, que al
ascender o descender marca en la escala graduada los grados de temperatura, empezando
por el más bajo, que marca 35 oC o 95 oF, hasta el más alto que es de 43,3 oC o 110 oF.
Debido a que el calor dilata los cuerpos (principios físicos), el mercurio contenido en el bulbo
del termómetro sube a través de la columna y marca en la escala el grado de calor del
cuerpo que se está midiendo.
Un buen termómetro debe tener tres cualidades: ser sensible (el mercurio debe comenzar a
subir a medida que se ponga en contacto con el calor), exacto e inalterable (que a pesar de
elevarse la columna de mercurio, no sufra ninguna acción negativa por la influencia del vidrio
que lo encierra). Los termómetros se construyen con bulbos de diferentes tama?os y formas.
Los termómetros bucales están provistos de bulbos delgados y largos, los cuales facilitan que
se registre más rápidamente la temperatura. Los rectales tienen el bulbo más corto y grueso,
y no deben emplearse con bulbos delgados porque pueden lesionar la mucosa rectal. Los que
se utilizan para medir la temperatura superficial poseen los mismos principios de
construcción que para los bucales y rectales, excepto que el bulbo es aplanado para facilitar
el contacto con la piel.
Todos los termómetros tienen como unidad el grado dividido en décimas, entre estos
tenemos la escala Fahrenheit y centígrada, la diferencia radica en la forma de construirlos.
La escala del termómetro centígrado, basada en la división de 100 partes que media entre el
punto de congelación del agua, el cual se marca con 0 °C, y el punto de ebullición con 100
°C (llamado también escala de Celcius).
El termómetro de Fahrenheit, usado preferentemente en los países de habla inglesa y
relacionado con el centígrado, presenta el punto de ebullición a 212 ° C y el de congelación a
32 °C. Entre ambos termómetros se establece la siguiente comparación: termómetro
centígrado o Celcius, de 35° a 42°, termómetro Fahrenheit, de 95° a 108° .
Tipos de temperatura
Termia. Relativo al calor o producido por él.
Atermia. Falta de calor.
Apirexia. Falta de fiebre o intervalos sin fiebre en una enfermedad febril.
5. Febrícula. Fiebre ligera, especialmente la de larga duración y origen no bien conocido.
Hiperpirexia. Si la temperatura es elevada y no varía más de 1 oC en 24 h (por sobre 39 oC).
Hipertermia. Elevación constante de la temperatura, ligeramente por encima de lo normal.
Hipotermia. Es la disminución o descenso de la temperatura del cuerpo, por debajo de la
normalidad.
Fiebre. Es un estado anormal, que se caracteriza por el aumento de la temperatura por
encima de los valores normales, e incrementa la frecuencia cardíaca y la respiración.
También hay desgaste hístico y otros síntomas como sed, astenia, anorexia, piel seca, orina
muy coloreada, cefalea y en ocasiones vómitos. La fiebre no presenta siempre las mismas
características, pues puede manifestarse de diferentes formas: continua, remitente,
intermitente, recurrente y ondulante (Fig. 9.2).
Tomado de: Colectivo de autores. Enfermería. Tomo I. ECIMED.
Fig. 9.2. Gráfico de los distintos grupos de fiebre.
Fiebre continua. Es aquella que no varía en menos de 2 °C. El grado de fiebre continua es
casi siempre alta, por ejemplo, neumonía fibrinosa.
Fiebre remitente. Es la que no varía en más de 3 °C sin llegar a la normal. Esta se observa
en los diversos procesos infecciosos, por ejemplo, bronco-neumonía, sarampión, tifoidea, en
ciertas etapas de la gripe y otras.
Fiebre intermitente. Esta se eleva repentinamente y desciende en la misma forma hasta lo
normal o por debajo de este nivel, por ejemplo, paludismo y septicemia.
Fiebre recurrente. Se origina cuando alternan períodos de fiebre continua de varios días, con
fases apiréticas de duración parecida o mayor.
Fiebre ondulante. Es la que se caracteriza por ondas febriles, separadas por intervalos de
apirexia o febrícula, esta es típica de la brucelosis.
Medición de la temperatura corporal
Precauciones:
-No exponer al paciente a temperaturas extremas antes de medir la misma.
-Secar la región sin frotar, pues esta acción genera calor.
-Verificar que el termómetro marque menos de 36 0C.
-Situar el termómetro en la región seleccionada, de modo que el bulbo quede cubierto de
tejido corporal.
-Cuidar de no colocar el termómetro en regiones lesionadas.
6. -Al retirar el termómetro, realizar limpieza mecánica, siempre que el paciente no tenga
lesión cutánea, de lo contrario, se procederá a la desinfección química.
-Limpiar el termómetro con movimientos de rotación, desde la punta hacia la zona de
mercurio, es decir, de lo limpio a lo sucio.
Regiones para medir la temperatura corporal:
-Bucal.
-Axilar.
-Flexura del codo.
-Poplítea.
-Inguinal.
-Rectal.
Equipo:
-Bandeja o similar.
-Termómetro clínico o de mercurio, electrónico y químico de puntos.
-Torundas de algodón o sustitutos.
-Dos recipientes: uno para el desecho del material gastable y el otro para colocar el
termómetro.
-Lápiz o pluma.
-Libreta o historia clínica.
Procedimientos:
Temperatura axilar (Fig. 9.3)
Fig. 9.3. Medición de la temperatura axilar.
Invariantes funcionales generales.
Variantes funcionales:
-Coloque al paciente preferiblemente en decúbito supino o sentado, si no está
contraindicado.
-Descubra y seque la región axilar distal, pues la humedad conduce calor.
-Deseche la torunda o similar en un recipiente destinado para ello.
-Verifique la temperatura del termómetro y agítelo, si es necesario, para bajar el mercurio.
7. -Coloque el termómetro con la punta hacia la axila.
-Coloque el antebrazo sobre el tórax del paciente (favorece el contacto del termómetro con
la piel).
-Espere 5 min para retirar el termómetro.
-Retire el termómetro y límpielo con una torunda de algodón, desde la zona limpia hasta la
zona de mercurio.
-Deseche la torunda o similar en el recipiente destinado para esto.
-Lea el termómetro.
-Coloque el termómetro en el recipiente destinado al efecto.
Invariantes funcionales generales.
Temperatura en la flexura del codo. El procedimiento se realiza de la misma forma que
en la temperatura axilar, exceptuando la posición del antebrazo que debe estar flexionado
sobre el brazo.
Temperatura inguinal y poplítea. El procedimiento se realiza de la misma forma que en la
temperatura axilar, pero el paciente se colocará en decúbito lateral descansando sobre uno
de sus lados (derecho o izquierdo), con ambos brazos hacia delante, y las rodillas y caderas
flexionadas. La extremidad superior que quede hacia arriba deberá estar un poco más
doblada que la que quede hacia abajo. Verifique que el bulbo del termómetro esté cubierto
por la piel, para que reciba la temperatura corporal.
Temperatura bucal. Consiste en colocar el bulbo del termómetro por debajo de la lengua
en el lecho sublingual (cuando sea posible, se introducirá a un lado del frenillo);
permanecerá puesto de 7 a 10 min, de este modo se favorece el contacto del depósito de
mercurio con abundantes vasos sanguíneos superficiales, lo que permite obtener una
medición exacta, si se considera que las cifras normales oscilan entre 36,1 a 37,5 oC.
Precauciones específicas. El paciente no debe ingerir alimentos fríos o calientes, masticar
goma de mascar o fumar en los 15 o 20 min previos. Si es así, posponga la medición 30 min,
pues estos factores pueden alterar los resultados.
Explíquele al paciente que mantenga los labios cerrados sin oprimir los dientes. Si los
aprieta, puede romper el termómetro, herirse la boca o los labios, e ingerir partículas de
vidrio. Deje el instrumento colocado durante 8 a 10 min para registrar la temperatura de los
tejidos.
Contraindicaciones. En pacientes inconscientes, psiquiátricos, con lesiones en la boca,
desorientados, predispuestos o que presenten crisis convulsivas, lactantes, prescolares y
pacientes con trastornos bucales y nasales que respiren por la boca.
Temperatura rectal. Consiste en colocar el termómetro en la mucosa rectal. La medición
de la temperatura rectal debe ser previamente indicada por el médico. Los límites normales
de la mucosa rectal son de 37 oC a 37,5 oC.
Precauciones específicas. Lubricar el termómetro para reducir la fricción y facilitar la
introducción. Evitar el da?o de los tejidos rectales a causa del desplazamiento del
termómetro durante todo el procedimiento. Usar el termómetro individualmente. Efectuar la
medición después de la defecación habitual que realiza el paciente para asegurar la exactitud
de la temperatura, ya que mide el grado de calor de las arterias hemorroidales y no de las
heces fecales que puedan haber en el intestino (la presión de la materia fecal puede
aumentar la temperatura debido al calor que emite al descomponerse).
8. Contraindicaciones. En caso de diarreas, operaciones o lesiones recientes del recto o de la
próstata (puede lastimarse el tejido inflamado) e infarto del miocardio (la manipulación anal
puede estimular el nervio vago y ocasionar bradicardia u otros trastornos).
Equipo:
-Además del equipo general, a?adir el lubricante hidrosoluble y guantes o dediles.
Procedimientos:
Invariantes funcionales generales.
Variantes funcionales:
- Acueste al paciente en decúbito lateral (derecho o izquierdo).
- Cubra al paciente con la sábana y deje al descubierto la zona anal.
- Lubrique la punta del termómetro en una extensión de 1,5 cm para un lactante y
de 4 cm para un adulto.
- Separe los glúteos y con los dedos protegidos busque el orificio anal e introduzca
suavemente el termómetro, poniéndolo en contacto con la pared rectal en
dirección al ombligo (para evitar perforar tejido o romper el termómetro).
- Sostenga el termómetro en su sitio durante 5 min.
- Retire con cuidado el termómetro y límpielo con una torunda de algodón desde la
zona limpia hasta la zona de mercurio.
- Léalo y anote en la gráfica.