El documento describe diferentes subculturas juveniles, incluyendo cholos originados en Los Ángeles en los 60s que escuchan rap y usan frases como "que transa"; fresas de los 60s en México que dicen "osea" y "que oso"; otakus fanáticos del manga japonés; skaters de los 40s que se visten como cholos; y emos que usan la música para desahogarse de situaciones difíciles.