Los 8 Periodos Dieteticos COMPLETO a Distribuir.pdf
Domingo resurrección etapa rieti
1. domingo de resurrección_etapa rieti 1
Testigos de la resurrección Invocación al Espíritu
Dios mío,
ilumina las tinieblas de mi corazón
y concédeme una fe que guíe,
una esperanza que me sostenga
y un amor que nada excluya.
Permíteme sentir quién eres tú, Señor,
y reconocer cómo cumplir tu mandato.
(S. Francisco de Asís)
Introducción
Cuando todo parecía perdido, acabado, sin sentido… Dios avaló, con la resurrección
de Jesús, toda su vida y su mensaje.
No es el final feliz de una historia dramática, es mucho más. Es la confirmación del
Reino de Dios anunciado y el comienzo de una situación nueva para el hombre.
No es solo la garantía moral de su doctrina, es mucho más. Es Jesús mismo el que
sigue adelante y es él mismo, vivo y resucitado, el que es anunciado y predicado.
Cada Pascua (y cada eucaristía) celebra este acontecimiento. Como toda celebración
cristiana hay en ella tres pasos que constituyen la realidad total de la Pascua de Jesús:
a. unos hechos de los que hace memoria,
b. una realidad actual que se afirma y se vive
c. y una tarea, interminable, hasta la plenitud del Reino anunciado.
Estos tres pasos, de ayer, de hoy y de mañana, forman el largo camino de la Pascua
cristiana.
AYER
a) La Pascua Judía: Es la celebración de un hecho que, por intervención de Yahvé, cambió la
historia profunda de Israel: Yahvé había “pasado” (Pascua significa “paso”) junto a las casas
de los israelitas en Egipto y los había conducido, por el paso del Mar Rojo, hacia la libertad.
“Este día será para vosotros memorable y lo celebraréis en honor de Yahvé de
generación en generación… Ese día os saqué de la esclavitud de Egipto” (Ex 12, 1-14). Desde
entonces Israel celebró la fiesta de la Pascua como memoria obligada de aquellos hechos y
como afirmación de la Alianza entre Yahvé y su pueblo.
b) La Pascua cristiana: Cuando Jesús está celebrando con sus discípulos la Pascua judía,
comienza la nueva Pascua: en Jesús, muerto y resucitado, se realiza y manifiesta el “paso”
del Señor entre los hombres de una forma nueva y definitiva.
2. domingo de resurrección_etapa rieti 2
El paso de Jesús de la muerte a la vida abre para todos los que creen el camino de
una Alianza nueva y confirma que el Reino de liberación y de vida que él inició es posible ya
para todos los que le sigan. Por eso él, Jesús, es nuestra Pascua.
HOY
Aquella historia sigue y se recrea en cada tiempo y en cada comunidad de creyentes,
de forma que la Pascua es todavía una cuestión pendiente. Y sólo es posible ser discípulo del
Resucitado si se da el paso de romper con todo aquello que esclaviza y de pasar a una
situación nueva. Así, la Pascua no lleva a la pasividad o a la resignación, sino a la conversión
personal y a la transformación del mundo.
MAÑANA
La fiesta de la Pascua es una fiesta hacia el futuro; celebra que hay futuro y que el
Reino está aquí, pero que hay que hacerlo entre todos cada día. El camino está abierto, pero
hay que dar todavía muchos pasos para recorrerlo hasta su plenitud. Y en eso estamos.
SIGNOS DE LA VIGILIA PASCUAL
a) El fuego: El fuego destruye y purifica, es capaz de arrasar todo a su paso y de transformar
todo lo que toca. Por eso acompaña a Yahvé como signo de potencia y de grandeza y con la
imagen del fuego se expresa también la fuerza de Dios que entra en el ser humano y cambia
su vida (Lc 12, 49). Es el primer paso para llegar a ser, por la Pascua y por el fuego del
Espíritu, un hombre nuevo.
b) La luz: Es capaz de romper la oscuridad y hacer fácil el camino del ser humano. El que
está ciego o a oscuras está perdido y sin salida. Sólo la luz puede salvarlo. Por eso es ya
desde el principio es símbolo de Dios que ilumina la vida del hombre. Y Jesús mismo,
recogiendo esa larga tradición, se presenta como luz del hombre (Jn 12, 36).
De hecho, el cirio pascual que abre el camino en medio de la oscuridad de la noche,
representa a Cristo resucitado, vencedor de las tinieblas de la muerte y luz que ilumina la
vida de todos.
c) La Palabra: Las lecturas de esta celebración van recordando la larga marcha del
pueblo de Dios, la larga historia de la Pascua de Dios y de los hombres desde la creación del
mundo hasta la resurrección de Jesús. La Palabra de Dios, en la Vigilia Pascual, enmarca
y orienta ese gran paso que es la Pascua de cada uno.
d) El agua: El agua, como el fuego, es un símbolo con doble significado: es capaz de destruir
y, a la vez, de hacer brotar frutos de los lugares más inhóspitos, de anegar y de dar la vida.
Por esto, a lo largo de la Biblia, el agua es símbolo de la fuerza de Dios que puede hundir o
salvar al ser humano. Fiel a este significado, Jesús se presenta como agua capaz de dar vida
(Jn 4, 14).
(Cfr www.donbosco.es/especiales/.../Sabado/Sabado)
3. domingo de resurrección_etapa rieti 3
Desde la Palabra. Leer Lc 24,13-35, el encuentro con los discípulos de Emaús.
Claves del encuentro con Jesús Resucitado:
- Desencanto. El escándalo de la cruz. Jesús no cumple nuestras expectativas.
- La escucha atenta de la Palabra. Volver a la Escritura. “Tú tienes palabras de vida eterna”.
- Acoger al peregrino, al extraño. Dejarse acompañar por Jesús. Prestarle atención.
- Partir el pan. Repetir los gestos de Jesús. Interiorizarlos.
- Volver a la comunidad. Dar testimonio de lo que hemos vivido.
Espiritualidad franciscana
Se llama Francisco. Es de Asís. Es joven. Tiene un futuro espléndido basado en el
dinero. No; no le cautiva el dinero cuando se encuentra con el Señor Resucitado. Se apasiona
por él. Sufre por él. Es incomprendido. Le marca la cruz y en ella encuentra el sentido de su
vida. Se despoja de todo. Se queda desnudo como su Señor, Jesús de Nazareth. Y es libre
como el viento. Libre como el Crucificado. Francisco abre sus brazos de par en par, como el
crucificado, y acoge una nueva familia: los Hermanos Menores. Llevarán por todo el mundo
la sangre de Cristo que crea humanidad, fraternidad. Francisco ama tanto el "Amor que no es
amado" que recibe el regalo gozoso-doloroso de llevar las llagas de su Señor en sus manos,
pies y costado. Francisco muere "de amor herido"...por la ternura que ha descubierto en su
Cristo Crucificado.
(Seducido por el Crucificado; Emilio L. Mazariegos; CVS; Salamanca 99; pp.216)
Oración
Tú que has hecho camino con nosotros
tú que te has acercado a nuestras dudas,
a nuestros temores,
a nuestros desánimos: ¡Quédate con
nosotros!
Tú que nos has abierto la Escritura
y con tu palabra y tu presencia
has hecho arder nuestro corazón:
¡Quédate con nosotros Señor!
Tú que has aceptado no abandonarnos
al declinar el día,
tú que has compartido nuestro techo
y has partido para nosotros el pan:
¡Quédate con nosotros Señor!
Tú que nos has devuelto el ánimo
y has hecho renacer en nosotros el gozo;
tú que nos envías a anunciar a los que
tienen miedo,
que nos precedes en el camino
y nos preparas una mesa: ¡Quédate con
nosotros!
Tu cuerpo es el pan que nos congrega,
tu sangre es el vino de nuestra fiesta:
al reunirnos en tu Nombre,
tu Eucaristía se convierte para nosotros
en esperanza de una vida siempre nueva.
¡Quédate con nosotros!
Compañeros en el camino; Dolores Aleixandre RSCJ; Sal terrae, Santander, 1995; pp. 214)