2. El relativismo cultural sostiene que todas las culturas son iguales, que
valen lo mismo.
Cada sociedad, cada cultura es absoluta y no se puede comparar con
ninguna otra, porque cada una de ellas tiene sus valores propios.
3. Pero el culto a la diferencia es conservador, de derechas y fomenta la
discordia entre los pueblos. Porque aunque aparentemente coloca a
todas las culturas en el mismo plano, los valores de cada cultura
terminan siendo absolutos y sin posibilidad de ser discutidos desde la
racionalidad.
Están fuera de toda critica.
4. El relativismo cultural sería, según estos criterios, incompatible con la
existencia de Derechos Humanos universales.
Por tanto, aunque el relativismo cultural sea una manera
científicamente aceptable de referirse a las diferencias culturales, no
constituye la única actitud científicamente admisible.