La comunicación científica se está beneficiando de nuevas formas de almacenar, publicar y difundir resultados utilizando herramientas en internet que permiten una mayor visibilidad. La Web 2.0 facilita aplicaciones enfocadas al usuario final para difundir y compartir información científica a través de blogs, microblogging y redes sociales, lo que permite a los científicos convertirse de receptores a creadores y difusores de conocimiento.