Este documento resume la historia de un clan familiar que se dedica al fraude del "tocomocho" en España desde los años 70. La policía detuvo recientemente a 28 miembros de la familia, incluyendo a las dos matriarcas Rocío de la Rosa y Estrella Sánchez Álvarez. El clan está fuertemente vinculado a través de matrimonios entre hijos de las dos matriarcas. A pesar de décadas de estafas y arrestos, los miembros del clan continúan operando y estafando a incautos, principalmente personas de
Tocomocho 40 años viviendo del timo del tocomocho alert ahttp
1. .
DELINCUENCIA
Una estafa que no caduca
40 años viviendo del
timo del tocomocho
Rocío de la Rosa, matriarca del clan, entrando a su vivienda. JAVIER CUESTA
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2. El clan familiar de los San Segundo lleva estafando a
incautos por toda España desde los años 70. Ésta es su
historia.
ANA MARÍA ORTIZ
Madrid
ACTUALIZADO 25/01/201603:15
- ¿Rocío de la Rosa?
Al otro lado del telefonillo la septuagenaria a la que la Policía ha
detenido comomatriarca del clan del tocomocho se identifica
positivamente.
- Sí, soy soy.
- Querría hablar con usted, ¿podría salir?
- Pase.
Rocío de la Rosa activa el portero automático y permite la entrada.
Reside en uno de los bajos de un edificio de viviendas de protección
oficial de la plaza de Buenavista, en Navalcarnero (Madrid), una zona
muy visitada por la Policía. Ahí está su nombre, escrito en el buzón del
correo.
La operación se hizo pública hace 10 días, pero se desarrolló el
pasado 14 de diciembre. Los agentes del Goiz, un grupo operativo de
intervención zonal creado hace año y medio, entraron en éste y otros
17 domicilios de la familia y se llevarondetenidos a Rocío de la Rosa
y otros 23 miembros de su prole y allegadoscomo presuntos
autores de cientos de tocomochos. En rueda de prensa, la Policía los
presentó como el grupo «más activo y especializado» de los
dedicados a este tipo de estafa en España. Se les acusa de llevar 40
años engañando con maestría sin par a incautos -gente de avanzada
edad mayoritariamente- que aún pican el anzuelo de que un tonto que
porta varios cupones de la ONCE premiados les dará uno si le
ayudan a cobrar el resto y le dejan unos miles de euros o sus joyas
como fianza. Alguno de los detenidos acumulaba más de 30
arrestos previos y se han datado detenciones de miembros del clan
3. ya en 1976. Se les considera una «organización criminal» formada
por tres generaciones de abuelos, hijos y nietos. Las edades de los
detenidos están entre los 18 años del más joven a los 75 de la abuela
que abre la puerta.
Rocío de la Rosa escucha las palabras «periodista» y «tocomocho» y
deja de ser ella.
-Se han equivocado ustedes, yo no soy Rocío, no tengo nada que ver
con eso del tocomocho, quizás me hayan confundido con mi
hermana Isabel.
4. - Según nuestras informaciones, usted y cuatro de sus hijos han sido
detenidos por estafa con falsos cupones.
- No soy yo. Yo sólo tengo dos hijos, uno es camionero en Barcelona y
la otra vive en Granada. Por la memoria de mi marido muerto [se lleva
la mano al pecho y luego apunta al enorme retrato de Quico San
Segundo que preside el salón] que no somos nosotros. Si mis hijos
fueran delincuentes por qué no iba a decírselo.
-¿Me mostraría su DNI o algún documento que acredite que
efectivamente usted no es Rocío de la Rosa?
- Cómo le voy a enseñar mi DNI a usted si no la conozco de nada...
Nosotrossomos gente honrada, tapiceros de toda la vida, llevo 40
años aquí, pregunte a los vecinos.
Chalé de Móstoles donde viven Francisco J. Pérez y su esposa, Joaquina San Segundo,
ambos detenidos. JAVIER CUESTA
Efectivamente, en el barrio los San Segundo de la Rosa siempre se
han presentado como tapiceros, e incluso hay una furgoneta de su
propiedad con este membrete aparcada en una calle aledaña. Pero
5. nadie los ha visto nunca metiéndole mano a un sillón o a un tresillo.
Tiempo atrás decían que eran «mayoristas del sector textil» y salían
de viaje todas las semanas portando un maletín. Al clan del
tocomocho se le califica de «itinerante» y se le han
documentado timos en toda la geografía española.
Para entender bien la composición del clan hay que mirar su árbol
genealógico. La historia arranca con la mencionada Rocío de la Rosa,
de 75 años, y con Estrella Sánchez Álvarez, de 71 años. La primera
tiene siete hijos, cuatro de los cuales han sido detenidos aunque la
operación sigue abierta. Estrella tiene siete hijos de los que han sido
arrestados cinco. Las dos abuelas son consuegras por parte doble,
puesto que dos hijos de Rocío -Juan José y Joaquina- están casados
con dos de los vástagos de Estrella -Antonia y Francisco Javier-. El
clan está así fuertemente vinculado por estas dos ramas que
comparten, de las que han nacido nietos comunes.
A Estrella Sánchez Álvarez, la otra matriarca, igualmente detenida,
también le tocamos el timbre a las afueras de Navalcalnero. Tenía 32
años cuando su nombre apareció por primera vez en las páginas de
sucesos. «Banda de quinquis desarticulada en Madrid. Estafaron 40
millones de pesetas por el nazareno», se lee en los titulares
del Abc del 2 de noviembre de 1976. «Numerosas industrias textiles
han resultado afectadas, ya que los detenidos realizaban pedidos de
toallas, mantas, vestidos blusas, delantales, mantelerías y colchas. El
procedimiento que seguía para las estafas era el siguiente: se
personaba en la industria un vendedor ambulante: hacía varios
pedidos y pagaba puntualmente para ganarse la confianza. Después,
el mismo vendedor o parientes de éste hacían más pedidos aplazando
los pagos, pero que jamás llegaban a hacer efectivos». Quizás sea
sólo una coincidencia: una estafa al comercio textil cuando una rama
del clan decía dedicarse por entonces a la venta de este género al por
mayor.
6. Entre los 28 detenidos en aquella operación de 1976 figuraban Estrella
Sánchez Álvarez y su marido, Antonio Pérez López, actualmente
convaleciente en un hospital. Estrella abre la puerta apoyada en una
muleta y, como su consuegra, se sacude cualquier responsabilidad:
no tiene nada que ver con el tocomocho, no ha sido detenida y sus
hijos tampoco. «¿Pero no ve que soy una pobre inválida, cómo me
voy a dedicar yo a eso?», dice mostrando la muleta.
Los miembros del clan conducen vehículos de alta gama y han instalado cámaras
domóticas en sus casas. JAVIER CUESTA
Los investigadores creen que la abuela Estrella ya no hace la calle,
pero que sigue siendo colaboradora necesaria de la trama. Entre los
miembros más activos de la familia, ahora se señala a uno de los hijos
de Estrella, Francisco Javier, y a la esposa de éste, Joaquina, hija a su
vez de la matriarca Rocío de la Rosa. Forman uno de esos dos
matrimonios que unen al clan. A ellos pertenece el chalé de las
imágenes, ubicado en el municipio de Móstoles. Uno de sus hijos
reside en un chalé cercano y el resto cuenta con varias viviendas en
7. urbanizaciones como la de Calipo en Navalcarnero o en los municipios
toledanos de Torrijos e Illescas, donde también se han practicado
detenciones.
La primera vez que cogieron a Francisco Javier con las manos en la
masa también quedó recogida en prensa. Era junio de 1981, él tenía
18 años y trabajaba con un compinche en Madrid capital, en la zona
de plaza de Castilla. «Francisco Javier Pérez abordaba a la persona
escogida y, al tiempo que se hacía pasar por retrasado mental,
preguntaba por la dirección de un supuesto colegio», publicabaAbc.
Los billetes de lotería que llevaban, dijeron, eran «para empapelar la
habitación de un sobrino».
Posteriormente a esa fecha, la prensa dejó de publicar los nombres
completos de los detenidos, pero es fácil rastrear las iniciales
familiares en las noticias a lo largo de las décadas siguientes. Una de
las últimas veces que los esposaron fue enTorrelavega (Cantabria),
en septiembre pasado. En este caso, pasaron por comisaría los
benjamines del clan, David, su hermano Francisco Javier y la esposa
de éste Jaquelina Echevarría, de 27 años, quien parece haber nutrido
al clan del tocomocho de nuevas ramas ya que su madre, Conchi
Larralde, y alguno de sus tíos también figuran entre los detenidos.
Ambas, madre e hija, curiosamente son amigas de Facebook
de Eleuterio Sánchez, 'El Lute', pero preguntado éste por su relación
con ellas asegura que no las conoce y que son dos más de las
muchas solicitudes que acepta en la red social.
Sobre su modus operandi se destaca que no son violentos con las
víctimas, pero sí cuando la Policía toca sus puertas. En febrero de
2014 Jaquelina fue detenida por el tocomocho y llevada a una de las
casas de la familia en Navalcarnero para un registro. Sus allegados se
congregaron a las puertas del edificio y a la salida la liberaron y
arrebataron las pruebas a la Policía. Un agente tuvo que disparar al
8. aire, y 23 personas fueron detenidas posteriormente por los
incidentes.
Para ejecutar los timos se disfrazan con pelucas, gafas, caretas de
goma, se cambian el color del pelo... De los 150 hechos que los
agentes del Goiz les achacaban sólo se les han imputado 75 tras las
ruedas de reconocimiento porque muchas de las víctimas,
mayores, no han podido identificarlos.
La operación arrancó cuando en el Goiz detectaron un importante
número de timos del tocomocho y se pusieron a investigar
minuciosamente las denuncias para concluir que el mismo clan estaba
detrás de casi todas. Se le imputan 75 hechos en el último año sólo en
Madrid y una estafa de al menos 200.000 euros. A una sola víctima le
timaron 20.000 euros y joyas. Es imposible calcular el botín a nivel
nacional y en 40 años de actividad.
La aspiración policial es que el clan sea juzgado como «organización
criminal» pero de momento los casos se han dividido, repartidos en
los cinco juzgados de las cinco localidades donde se han producido
detenciones. Probablemente allí las causas se trocearán aún más y se
trasladarán a los juzgados de las localidades donde se cometieron los
delitos. Así ha venido sucediendo hasta ahora. Seránenjuiciados
individualmente y delito a delito, lo que reducirá las penas. A día de
hoy, todos están en libertad.
9. Material incautado al clan en Torrelavega (Cantabria).
La gente sigue picando: 350 denuncias sólo en Madrid en
2015
«El tocomocho es un timo analógico pero en la era digital seguimos
picando». Lo dice un policía municipal que ha vivido la estafa de
cerca, ya que su hijo y su suegro han caído en las redes de un clan
similar al de los Pérez San Segundo. Sólo en Madrid, el año pasado
se presentaron 350 denuncias por este tipo de estafa y hay que tener
en cuenta, advierten las fuerzas de seguridad, que muchas víctimas
no denuncian por la vergüenza de reconocer que han picado en la
trampa más antigua del mundo y que en definitiva estaban intentando
engañar a un supuesto tonto o discapacitado para hacerse con un
cupón premiado a precio de saldo. La trama, retratada en películas
como 'El Tramposo -de 1959, con Toni Leblanc- o 'La tonta del bote' -
1970, con Lina Morgan-, es muy sencilla. El llamado tonto aborda a la
víctima con cualquier excusa, como preguntar por una dirección, y una
10. vez ganada su confianza le enseña unos cupones que aún no sabe si
están premiados. Entra en escena el listo, que se ofrece para ir a un
quiosco de la ONCE y vuelve con la lista de números premiados, entre
los que evidentemente está el del tonto. Entonces el listo convence a
la víctima de que pueden sacar tajada de aquello, comprarle al tonto
por una suma menor uno de los cupones a cambio de ayudarle a
cobrar el resto. Cuando la víctima ha puesto su parte, el tonto
comienza a sentirse indispuesto y le pide al incauto que le compre un
refresco o un bocata. Para cuando éste regresa con el encargo han
desaparecido con la pasta. Mucha gente llega a denunciar diciendo:
«Me han debido echar un gas, me han atontado, porque yo no soy tan
tonto», cuenta un policía. Explican que los miembros del clan
desarticulado son maestros de la psicología y de la interpretación. En
palabras del psicólogo clínico Sergio García, la clave para entender
por qué un timo tan viejo sigue triunfando está en que la víctima se
deja llevar por su instinto primitivo y por la codicia: «Aparca el
pensamiento civilizado, no contextualiza lo que está pasando y se deja
llevar por la avaricia: 'He encontrado la oportunidad de mi vida y no la
voy a dejar escapar'».