Este documento describe la agricultura en España, incluyendo su importancia actual, factores físicos y humanos que la condicionan, y cambios en las estructuras agrarias. La agricultura ha perdido peso económico pero sigue siendo importante. Los factores físicos como el clima y suelo limitan la agricultura. Las estructuras agrarias han cambiado con una población rural menor y envejecida, explotaciones más grandes e intensificadas, y mayor uso de tecnología. Las políticas agrarias han tratado de
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Factores y problemas de la agricultura en Castilla y León
1. CARACTERÍSTICAS Y PROBLEMAS DE LA ACTIVIDAD AGRARIA EN
ESPAÑA. LA CONFORMACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS AGRARIAS EN
CASTILLA Y LEÓN
I. IMPORTANCIA ACTUAL DE LA AGRICULTURA
La modernización de la economía española desde mediados del siglo XX ha supuesto la
progresiva pérdida de importancia de la agricultura en la economía española. En la actualidad los
datos reflejan un claro descenso de la población activa ocupada en el sector agrario (4,5% en el
2007) y una disminución de su aportación a la economía del país contribución al PIB en torno al
3%). Sin embargo, la pérdida de importancia económica de la agricultura española no supone un
declive de esta actividad. La agricultura en España se ha modernizado y ha mejorado su
productividad.
Pese a que es evidente que ha perdido peso en la economía actual, la agricultura sigue teniendo
una gran repercusión económica por diferentes motivos: porque la superficie agraria es bastante
grande y supone la conservación del paisaje rural y del medio natural; por suministrar alimentos; la
agricultura proporciona la materia prima para la industria agroalimentaria y por exportación de
productos hortofrutícolas.
La agricultura como toda actividad económica, tiene por objeto la obtención de unas rentas.
Como tales rentas se consiguen por la satisfacción de una demanda, las producciones agrarias deben
adecuarse a los comportamientos de los mercados. En consecuencia, el espacio agrario debe ajustarse
a las situaciones cambiantes de la economía y de la sociedad, es por tanto frágil.
Por otro lado, no hay que olvidar, la influencia que tienen las distintas orientaciones que
proceden de las políticas regionales, nacionales y de Política Agraria Común.
Pero la economía agraria, a su vez está regida también por otro tipo de factores como son los
ecológicos o naturales. El espacio agrario en España muestra una serie de contrastes debido a la
influencia de factores físicos o naturales que lo condicionan: clima, suelo, altitud, relieve. De ahí se
deriva la necesaria relación, entre espacio agrario y factores ecológicos, que origina una
especialización de dominios y regiones agrarias, de tal manera que en España se pueden distinguir los
siguientes dominios:
a) Dominio agrario atlántico que se extiende por el norte peninsular: coincidente con el clima
húmedo donde los usos del suelo son principalmente ganaderos.
b) Dominio mediterráneo: ocupa la mayor extensión y que se puede subdividir en dos:
- España hortofrutícola: se desarrolla sobre las llanuras litorales mediterráneas y algunos
enclaves del interior.
- La España del cereal: abarca las mesetas interiores y se dedica principalmente a la
trilogía mediterránea (trigo, vid y olivo).
II. FACTORES FÍSICOS Y ELEMENTOS HUMANOS CONDICIONANTES DEL
ESPACIO RURAL:
El espacio rural o espacio agrario es el territorio donde se desarrollan las actividades
agrícolas, ganaderas y forestales del ser humano; en la actualidad, estas actividades tradicionales se
han diversificado con la introducción de otras, como las recreativas, industriales y de servicios.
La pluralidad de los espacios rurales es el resultado de la influencia de diversos factores físicos
y elementos humanos.
II. 1 FACTORES FÍSICOS: EL MEDIO NATURAL
La actividad tradicional era muy dependiente del medio físico. En la actualidad, los progresos
técnicos permiten modificarlo para obtener un aprovechamiento más favorable. Sin embargo, los
factores físicos siguen ejerciendo su influencia, que en el caso de España no es favorable:
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2. - el relieve tiene una elevada altitud media (riesgo de heladas) y abundantes pendientes, que
facilitan la erosión y dificultan la mecanización.
- Las características climáticas de nuestro país. En el dominio de clima mediterráneo interior
predomina, la escasez y la irregularidad de las precipitaciones y las grandes amplitudes
térmicas (heladas tardías). A esto hay que añadir las lluvias torrenciales del clima
mediterráneo costero.
- los suelos son de mediocre calidad
II.2 CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA DE LAS EXPLOTACIONES AGRARIAS
La estructura agraria tradicional se caracterizaba por el empleo de una mano de obra numerosa,
que trabaja explotaciones de manera extensiva; y con escaso desarrollo tecnológico. Como
consecuencia, los rendimientos eran bajos, y la producción se destinaba al autoconsumo y a un
mercado interior protegido por barreras arancelarias de la competencia exterior.
Esta estructura experimentó importantes transformaciones a partir de la década de 1.960,
hasta llegar a la situación actual, caracterizada por una población escasa y envejecida; una tendencia al
aumento del tamaño de las explotaciones agrarias y la intensificación; y la incorporación de los
avances tecnológicos. Como resultado han aumentado los rendimientos y la producción tiende a la
especialización regional y a la venta en un mercado cada vez más globalizado y liberalizado.
a) Las población activa agraria: descenso y envejecimiento
La población rural española ha descendido de forma notables desde principios del siglo XX hasta
hoy (población activa en 2007: 4,5 %). Sin embargo existen marcadas diferencias entre comunidades
autónomas (del mínimo porcentaje en Madrid o Cataluña al máximo en Extremadura)
La causa principal de este descenso demográfico ha sido el éxodo rural motivado por la
mecanización de las tareas agrarias que ocasiona paro al necesitarse menos mano de obra, y por las
bajas rentas del campo, que llevó a buena parte de la población a los núcleos urbanos e industriales
nacionales y del extranjero, especialmente entre 1960 y 1975. Las consecuencias de este éxodo rural
han sido el despoblamiento de las zonas más atrasadas (áreas de montaña) y de muchas del interior
peninsular, así como el envejecimiento del población rural (el 40 % de la población supera los 55 años
de edad). Cada día es más habitual la agricultura a tiempo parcial, es decir, que el propietario
combina trabajo agrícolas con otras actividades productivas (sector servicios o industrial).
b) Las transformaciones en el sistema de explotación y propiedad
Una explotación agraria1 agrupa a todas las parcelas2 explotadas por un mismo productor
agrario, aunque estén físicamente separadas entre sí. En España desde mediados del siglo XX ha
disminuido el número de explotaciones (éxodo rural) y ha aumentado su tamaño medio. Pese a
qué el número de parcelas se ha reducido considerablemente gracias a la concentración parcelaria
sigue habiendo muchas explotaciones con un excesivo número de parcelas, lo que dificulta la
mecanización, reduce el espacio de cultivo por la multiplicidad de lindes y obliga a perdidas de
tiempo por el traslado de unas a otras.
La propiedad es un concepto jurídico que se refiere al dueño de la tierra. Es España, el
tamaño medio de la propiedad también ha aumentado por la disminución del número de propietarios;
pero todavía se caracteriza por el predominio de valores extremos y por la escasez de propiedades de
tamaño medio. La gran propiedad o latifundio (más de 100 hectáreas) reúne a más de 50 % de las
tierras y solo el 0,8 % de los propietarios. Predomina en Andalucía, Extremadura, Castilla la Mancha
y Salamanca, Aragón. La pequeña propiedad o minifundio (son explotaciones pequeñas de menos
de 10 ha) reúne solo el 10,5 % de la tierra y al 52 % de los propietarios. Predomina en el norte de la
península y en la Comunidad Valenciana. Impide la agricultura competitiva y modernización.
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Unidad técnico-económica de la que se obtienen los productos agrarios bajo la responsabilidad de un agricultor
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Parcela: El espacio rural se organiza en parcelas o extensiones de tierra que están bajo una sola
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3. c) Las transformaciones en las técnicas y sistemas agrarios han sido notorios desde la
década de 1.960. Incremento de los rendimientos y la productividad.
La agricultura tradicional se basaba en el policultivo, utilizaba técnicas atrasadas y sistemas
de cultivos extensivos que requerían mucha mano de obra. El resultado era un bajo rendimiento y una
producción orientada al autoconsumo o a la venta de excedentes en el mercado nacional. Desde los
años sesenta hasta la actualidad las transformaciones técnicas han supuesto han supuesto una creciente
intensificación de la producción, han permitido un aumento de los rendimientos y han conseguido la
venta de los productos agrarios en un mercado cada vez más competitivo que demanda producto de
alta calidad.
Transformaciones técnicas:
la agricultura tiende hacia la especialización en aquellos productos que se dan mejor en cada
región.
Incorpora modernas técnicas:
- la mecanización se ha incrementado (tractores, cosechadoras). En algunos casos se sitúa por
encima de las necesidades, dado el tamaño de las explotaciones, porque cada familia prefiere disponer
su propia maquinaria, y está poco extendido el cooperativismo agrario.
- El consumo de fertilizantes y pesticidas también ha crecido.
- Utiliza semillas seleccionadas y cultivos transgénicos o manipulados genéticamente para
hacerlos más resistentes a la sequía, a las heladas, o a las plagas…
- Nuevas técnicas de cultivo. Extensión de los invernaderos. Son estructuras cubiertas de
plástico, que al crear un microclima cálido y húmedo, aceleran la maduración de los productos y
permiten varias cosechas anuales.
La agricultura intensiva gana peso respecto a la agricultura extensiva gracias a la ampliación
del regadío y a la disminución del barbecho.
☼ La disminución barbecho en los secanos ha sido otra importante transformación agrícola.
Se trata de una práctica tradicional que consiste en dejar descansar la tierra un tiempo variable,
durante el cual hay que romper la costa superficial del terreno que recoja mejor el agua de lluvia y
destruir las malas hierbas, que a su vez sirven de abono al suelo.
El barbecho completo está en retroceso, entre otras causas, contribuye la utilización de
fertilizantes y la extensión del regadío. Sin embargo, esta tendencia tropieza hoy con la política
agraria comunitaria, que, para acceder a la ayudas para ciertos cultivos excedentarios, como los
herbáceos, exige deje dejar en barbecho, además de la superficie normal en cada zona, otra superficie
adicional, que remunera. Esto explica el ligero incremento del área de barbecho en los últimos años.
☼ La ampliación del regadío ha sido notable a lo largo del siglo XX. En unos casos se trata
de regadíos intensivos, al aire libre o bajo invernaderos, que permite obtener dos o tres cosechas
anuales, y se dedican a frutas y hortalizas, y, en algunos casos, a cultivos tropicales. En otros casos
son regadíos extensivos, que proporcionan una solas cosecha, del mismo tipo que la de los secanos
vecinos pero con un rendimiento mucho mayor, añadiendo cultivos industriales o forrajeros.
La distribución espacial del regadío es desigual: es escaso en el norte peninsular húmedo, y
tiene su mayor peso en el área mediterránea, de precipitaciones escasas e irregulares. Se localiza en las
orillas de los ríos, o responde a obras estatales de gran envergadura (embalses).
El litoral mediterráneo es el área más destacada para el regadío intensivo, por reunir
condiciones favorables, físicas (temperaturas suaves, protección por el relieve, suelos) y humanas
(mercado internacional con buena comunicación por carretera y ferrocarril); aunque también se
localiza a orillas de grandes ríos peninsulares, como el Ebro.
En el interior peninsular predomina el regadío extensivo, que se beneficia del agua aportada
por los grandes ríos peninsulares, de la mecanización que permiten sus cultivos, y de la creciente
demanda de cereales-pienso y de determinados productos industriales (azúcar, aceite, textiles,…).
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4. El regadío, sobre todo el intensivo, tiene numerosas ventajas económicas (incremento de las
rentas de la población y del país por el importante papel que desempaña en las exportaciones);
sociales (mejora el nivel de vida e incrementa la demanda y dotación de servicios y el bienestar
general de la población); demográficas (contribuye a fijar a la población y a romper la tendencia
emigratoria a muchas comarcas, fomentando incluso la inmigración, pues crea empleo en la
realización de determinadas labores agrícolas-siembra y recolección-, en la transformación industrial
de la producción y en los servicios destinados al mantenimiento de la regadío).
No obstante, el regadío también genera problemas, como la utilización de sistemas
inadecuados, muy consumidores de agua (riego a manta); la sobreexplotación de los recursos hídricos
superficiales y subterráneos; el conflicto de usos con la demanda urbana, industrial y turística de agua
y de suelo; y la alteración medioambiental, relacionada con el aumento del uso de fertilizantes y las
estructuras de plástico de los invernaderos, que ocasionan una modificación poco estética del paisaje.
III. LAS POLÍTICAS AGRARIAS COMO ELEMENTO DE TRANSFORMACIÓN
Soluciones y problemas del mundo rural
III. 1 La política agraria desde mediados del siglo XIX hasta la adopción de la PAC se centró
en:
- El sistema de la propiedad de la tierra trató de modificarse con la política desamortizadora del
siglo XIX (que no alteró la concentración de la propiedad en unas pocas manos) o con la reforma
agraria de la Segunda República (que fracasó por su limitado alcance).
- El inadecuado tamaño de la propiedad de la tierra se abordó con la concentración
parcelaria. Iniciada en los años 50, continúa en la actualidad. Pretende disminuir el minifundismo.
Esta política busca reducir el número de parcelas por explotación y así facilitar la mecanización y
conseguir un aprovechamiento más racional del uso de la tierra. Como consecuencia de la
concentración han surgido parcelas menos numerosas, más grandes y más regulares; ha disminuido el
número de lindes. La concentración afectó principalmente a las áreas de monocultivo de secano.
- el proteccionismo comercial suponía el establecimiento de aranceles a los productos agrarios
procedentes del exterior para evitar que hiciesen competencia a los nacionales.
III. 2 La política agraria (PAC), adoptada a partir de la entrada de España en la UE en 1986,
marca desde entonces la política agraria española. Los objetivos iniciales fueron crear una agricultura
competitiva, asegurar el abastecimiento de alimentos sanos y asequibles a la población de la UE,
proporcionar un nivel de vida justo a los agricultores (ayudas económicas a los agricultores) y
preservar el medioambiente.
Consecuencias:
- España se integró en el mercado común europeo en el cual que fijan precios máximos y
mínimos para cada uno de los productos agrarios.
- Los intercambios con la UE se liberalizaron, y España adoptó en principio de preferencia
comunitaria y la tarifa exterior común para los productos precedentes de terceros países. Como
consecuencia, España ha orientado parte de sus importaciones en beneficio de la UE. A su vez ha
accedido a un mercado de millones de personas que demanda productos de calidad.
- Para sacar provecho de esta situación, ha tenido que realizar un gran esfuerzo para
modernizarse y aumentar su productividad, la calidad y la competitividad. En esta tarea ha
contado con la aportación de fondos estructurales (FEAGA, Fondo Europeo de Orientación y
Garantía Agraria, y FEADER, Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural) para mejorar sus
infraestructuras, los equipamientos y la cualificación de los agricultores.
España se ha visto afectada por los problemas de la actividad agraria comunitaria y las medidas
adoptadas en las últimas reformas de la PAC para combatirlos. Entre estos problemas destacan:
- Los elevados precios de los productos en relación con los del mercado mundial.
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5. - La existencia de excedentes de productos agrícolas y ganaderos (cereales, vino, leche, carne de
vacuno, etc.). Este problema trata de combatirse con el establecimiento de cuotas; con la
extensificación de la producción (incentivando el barbecho y la silvicultura); y con la reorientación de
la producción hacia nuevos productos no excedentarios. Por regiones, las consecuencias de la PAC
han sido especialmente problemáticas en aquellas que cuentan con producciones excedentarias en la
Unión Europea y poco competitivas respecto a las de los otros países miembros, como la zona
cantábrica, muy dependiente de la ganadería bovina, y las zonas de cereal y viñedo del interior
peninsular.
- El deterioro del medio ambiente por la intensificación de la producción y el uso de productos
químicos (contaminación del suelo y de las aguas). Este problema intenta detenerse fomentando la
agricultura ecológica.
- El despoblamiento de las áreas rurales, sobre todo de las más desfavorecidas, con el riesgo de
la desaparición de paisajes agrarios tradicionales y el deterioro medioambiental. Trata de paliarse con
fondos para el desarrollo rural, destinados a mejorar las infraestructuras (carreteras y
equipamientos colectivos como medios sanitarios, colegios etc.), las explotaciones y a la
diversificación económica (introducción de nuevas actividades económicas).
- La Unión Europea a través de la política de desarrollo rural, aporta fondos estructurales a las
regiones más desfavorecidas. El desarrollo rural se basa en mejorar la competitividad del campo,
proteger el medio ambiente, crear infraestructuras y diversificar la economía de las zonas rurales.
- En el medio rural existe todavía una escasa diversificación económica del espacio rural, que
mantiene una excesiva dependencia de las actividades agrarias. La actividad agraria debe adaptarse a
los cambios operados en los últimos años en la demanda alimenticia y en la dieta. La dependencia del
mercado y de la industria es cada vez mayor, tanto en el abastecimiento (semillas, abonos,
insecticidas, piensos, maquinaria) como la venta de los productos a fábricas agroalimentarias. La PAC
exige una creciente modernización agraria para incrementar la competitividad y los rendimientos, a la
vez que impone restricciones a la producción y descenso de los precios.
- El desarrollo económico es el principal objetivo, pues la retención de población en el mundo
rural dependerá sobre todo de los puestos de trabajo y de la mejora de las expectativas económicas.
Con este fin se han llevado a cabo iniciativas:
·La diversificación de la actividad económica se orienta a: la transformación artesanal o
industrial de los productos en las áreas rurales (agroindustria); el turismo rural ofrece muchas
modalidades;
·la modernización y el amento de la calidad de la producción para dar respuesta a las
nuevas exigencias de la demanda se traduce en medidas para la introducción de las denominaciones de
origen y denominaciones de calidad, que establecen determinados niveles de exigencia en la
elaboración de los productos agrarios;
·la promoción de cooperativas para la compra, venta y transformación de los productos
pretende evitar una excesiva dependencia del mercado y de la industria.
No hay que olvidar que en las políticas agrarias que hemos visto también tienen otros
protagonistas, que intervienen en las mismas según sus competencias, como son: el Ministerio de
Medio Ambiente, las Comunidades Autónomas y las administraciones locales.
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