2. Nuestros días están marcados por la angustia y el temor de una situación económica desfavorable.
3. Como si esto no fuese suficiente, todavía vivimos angustiados debido a problemas de relacionamiento con las personas que más amamos.
4. “Yo se que moriré con esperanza” “Pero la esperanza necesita de uNfundamento...” Sartrê
5. La Esperanza necesita tener un sólido fundamento, no es una esperanza ilusoria construida sobre un cuento de hadas; Es la esperanza que esta fundamentada en Dios y revelada en la Biblia.
6. Una de las enseñanzas más fascinantes de la Biblia es la historia del Santuario. Ya hace unos 3.500 años que esto sucedió. En Éxodo 25:8, Dios dice: “Y me haránunsantuario, y yohabitaréenmedio de ellos”.
7. En el patio, había un altar donde eran ofrecidos los sacrificios de animales y una fuente con agua para que los sacerdotes pudiesen purificarse antes de entrar en el recinto sagrado para ministra delante del Señor.
8. El primer compartimiento del santuario se llamaba “Lugar Santo”. En él habían tres muebles: La mesa con los panes, el candelabro con las siete lámparas y el altar del incienso.
9. El segundo compartimiento era llamado “Lugar Santísimo”, en él Dios revelaba su presencia. Allí estaba un mueble en forma de caja, llamado “Arca de la Alianza”, dentro de ella estaban los Diez Mandamientos, sobre el arca había una tapa, llamada “Propiciatorio”, encima de la cual Dios revelaba su gloria. Arriba del propiciatorio, estaba la figura de dos ángeles mirando reverentemente el arca.
10. El santuario construido por los israelitas funcionaba como habitación de Dios. Era el palacio divino en medio del pueblo. Ese palacio, con sus muebles y ritos, ilustraba verdades importantes del plan de Dios para restaurar la felicidad de los seres humanos. Era una poderosa representación visual de la esperanza que sólo Dios puede ofrecer.
11. Localizado en el patio del santuario, donde los israelitas ofrecían los sacrificios Enseñaban la solemne lección de que el pecado causaba la muerte de un animal inocente. Con él, aprendemos que el perdón de los pecados sólo puede ser plenamente concedido cuando miramos la cruz de Cristo.
12. Cristo murió para que nuestros pecados fuesen perdonados. Por lo tanto tenemos esperanza de perdón.
13. La Fuente En la fuente con agua localizada en el patio, los sacerdotes debían purificarse para entrar en el santuario y ministrar delante de Dios. La lección fundamental que aprendemos aquí es el valor de la pureza. Aquellos que desean temer comunión con Dios deben valorizar la pureza.
14. Hoy la pureza y los valores morales más básicos son despreciados y abandonados. Hay mucha suciedad en el mundo: pornografía, prostitución, drogas, e infidelidad en las relaciones conyugales.
15. Hay un dicho popular que dice: “No es la montaña la que extingue las fuerzas, sino las piedrecitas del zapato.” Las pequeñas cosas, los hábitos equivocados y otras debilidades detienen nuestra felicidad. Pero Cristo quiere purificarnos y sólo Él puede darnos el poder para vencer los malos hábitos y los malos pensamientos.
16. La Mesa La mesa con los panes enseñaba que Dios es el proveedor de las necesidades de su pueblo. No debemos olvidarnos de que el alimento que nos sustenta y los bienes materiales que nos permiten vivir una vida digna son resultados de la providencia de Dios.
17. El Candelabro El candelabro apuntaba a Cristo, “… la luz del mundo”. Donde hay luz, no existen tinieblas. Cristo es la luz que ilumina. Su Palabra es la lámpara que nos muestra el camino.
18. El Altar del Incienso En este altar, el sacerdote ofrecía diariamente el incienso, cuyo aroma impregnaba el santuario, principalmente el Lugar Santísimo. Al quemar el incienso, el sacerdote intercedía a favor del pueblo delante de Dios.
19. “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Y si alguno peca, abogado tenemos delante del Padre, a Jesucristo el justo”. 1 Juan 2:1
20. El Arca de la Alianza En el Lugar Santísimo había una pequeña caja revestida de oro llamada “Arca de la Alianza”. Sobre el arca, había una tapa llamada “propiciatorio”. Una vez por año, el sumo sacerdote asperjaba sangre del sacrificio sobre este propiciatorio para enseñar la solemne lección de que los pecados sólo pueden ser removidos con sangre del sacrificio.
21. El Arca El Arca contenía los Diez Mandamientos de la Ley de Dios.
22. La Ley contenía la receta para la verdadera felicidad. Al darnos su Ley, Dios también nos da disposición y fuerza para obedecerla. Al reconciliarnos con Dios, somos llamados a una vida de acuerdo con su voluntad.
23. El Santuario enseña que no podemos ser suficientemente buenos por nosotros mismos para alcanzar la paz verdadera. Necesitamos de Dios y del perdón que Él ofrece mediante el sacrificio de su Hijo, Jesucristo.