1. La importancia de ser tú mismo
Soledad Rico Sanin
Puedes seguir una moda, imitar la decoración de una habitación o
de tu casa y hasta comer los platillos que muchos prefieren; pero, lo que
no hay que hacer es imitar tu manera de ser, reproducir reacciones,
pensamientos y la actitud con la que enfrentas tu propia vida.
En el intento por expresar tus verdaderos sentimientos; encontraras
nuevas maneras de desafiar tus pensamientos sin temores, superando el
susto que se experimenta cuando queremos cambiar lo que nos enseñaron.
Existe una manía de ceñirnos a lo que aprendimos por miedo a no hacer
las cosas a derechas, negándonos la oportunidad de ser nosotros mismos,
aunque nos equivoquemos.
¿Puedo cambiar lo que me enseñaron mis padres?
Los padres a veces ejercen fuerte presión sobre nuestras decisiones
porque para enfrentar la vida con ejemplo o consejo; nos han mostrado un
mapa de ruta en apariencia ya probado y según su opinión, lo más
aconsejable es seguir el camino transitado por ellos, para evitar caer en
equivocaciones conocidas. Puede ser que haya situaciones que no merecen
la pena experimentarlas por nosotros mismos porque son obvias y es
mejor peregrinar por donde ellos han ido. Pero, es inevitable y necesario,
marcar nuestra propia ruta e ir esquivando y superando obstáculos.
2. Tenemos que vivir nuestras circunstancias de acuerdo a lo que tenemos y
somos. Como individuos con ideas propias, interpretaciones, y
características sicológicas ajustadas a nuestra personalidad, llegamos a la
edad adulta y por más que queramos mantener el libreto transmitido por
familia, somos un ente sicológico de pensamiento y sentimiento propio
que reacciona individualmente de forma diferente. ¡No te llenes de
complejos porque no haces lo que tus padres hicieron o te han
recomendado! Puedes y debes escoger tu propia vía siempre y cuando te
conduzca a un terreno cierto, real y positivo. Los consejos de los padres
generalmente tienen la mejor intención y forman parte de una sabiduría
atesorada de varios años y costumbres atrás. Pero, aunque quisieras no
puedes hacer de tu vida una copia de la vida de los padres, ni de tus
amigos, primos o compañeros de trabajo. No debes existir con la
impotencia o el miedo de no ser como quieres. Ser tu mismo es la clave de
tu satisfacción personal, implica descubrirse y luchar por realizar los
propósitos que nos trazamos sin tener en cuenta a los demás a no ser que
en verdad otros estén influyendo en ti de forma positiva. Cuando no se
tiene en cuenta la opinión ajena para tomar decisiones que nos atañen solo
a nosotros, hemos marcado el territorio y creamos nuestra propia
identidad. Ser auténtico implica respetar nuestros valores, costumbres,
decisiones y propósitos.
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3. 3 Hábitos para ser tú mismo:
-Revisarte: Seria bueno que periódicamente e internamente
revisaras cuáles son las motivaciones que impulsan tu comportamiento.
No esperes a que los demás marquen las pautas de tus interpretaciones y
mucho menos de tus decisiones. Que otros opinen sobre lo que haces o
dejas de hacer, no puedes evitarlo; pero que actúes o digas lo que los
demás te motivan es simplemente la prueba de que vives encarcelado y no
eres tú mismo. Revisarte es observarte y corregirte. Pon tus actos en
perspectiva y analiza lo que haces y cómo lo haces; así estás aprendiendo
a actuar libremente.
-Interpretar: Analiza si esa estimulación que te quita el sueño, es
un capricho o un propósito constructivo para tu vida. Observa e interpreta
con razones, piensa antes de actuar. Aprovecha la facultad de la razón, del
juicio mental que posees para dominar y desenredar tus pensamientos.
Utiliza el valor de tu esfuerzo para conducir tus actos y permítele a tus
sentidos que actúen en beneficio tuyo; de acuerdo a los procesos mentales
adecuados que envías.
Decidir: Si pasas del pensamiento a la acción, explora y acepta tus
decisiones porque son el producto de tu voluntad.
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