2. Cuando yo era niño, mi madre trabajaba mucho cosiendo. Yo me sentaba en el suelo, miraba y preguntaba qué es lo que estaba haciendo. Ella me contestaba que estaba bordando.
3. Todos los días yo hacía la misma pregunta y ella me contestaba lo mismo. Observaba su trabajo de una posición abajo de donde ella se encontraba sentada, y repetía: “Mamá, que es lo que estás haciendo?”
4. Le decía que, desde donde yo la miraba, lo que estaba haciendo me parecía muy extraño y confuso. Era un amontonado de nudos e hilos de diferentes colores, largos, cortos, unos gruesos y otros finos... Yo no entendía nada.
5. Ella sonreía, me miraba y de manera amable me decía: “Hijo, sal a jugar un poco, y en cuanto termine mi trabajo te llamaré y te mostrar é el bordado desde mí posición”.
6. Pero yo seguía preguntándome desde abajo donde estaba: ¿Por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y otros claros? ¿Por qué me parecían tan desordenados y enmarañados? ¿Por qué estaban tan llenos de nudos y puntos? ¿Por qué había tantos nudos e hilos enredados entre si? ¿Por qué no tenían aún una forma definida? ¿Por qué tardaba tanto para hacerlo?
7. Todos los días yo hacía la misma pregunta y ella me contestaba lo mismo. Observaba su trabajo de una posición abajo de donde ella se encontraba sentada, y repetía: “Mamá, que es lo que estás haciendo?” Un día, cuando yo estaba jugando afuera, ella me llamó: “Hij @ , ven aquí, que te mostraré mi trabajo terminado”
8. Al mostr ármelo me sorprendí…¡No lo podía creer! ¡Desde abajo parecía tan confuso! Pero ahora desde arriba, he podido ver un paisaje maravilloso.” Entonces ella me dijo:
9. “ Desde abajo mi bordado te parecía confuso y desordenado porque tu no veías que en la parte de arriba había un hermoso diseño…”
10. ...Pero, ahora, mirando el bordado desde mí posición, tu ya puedes ver qué es lo que yo he estado haciendo”.
11. Muchas veces, a lo largo de la vida, hemos mirado hacia el cielo y hemos preguntado: “Padre, ¿qué es lo que estás haciendo?” El parece responder: “Estoy bordando tú vida, hij @ ”.
12. Para luego seguir insistiéndole: “Pero si lo que veo es tan confuso, Padre, todo está desordenado, hay muchos nudos, situaciones difíciles que no terminan y cosas buenas que pasan rápido. Algunos hilos son tan oscuros... ¿Por qué no son más brillantes?”
13. El Padre parece decir: “Hij @ mío, ocúpate de tú trabajo, relájate... confía en mí. Yo haré mí trabajo. Un día, te llevaré en mis brazos, y entonces irás a ver desde mi posici ón el plan de vida que tengo reservado para ti”.
14. Muchas veces no entendemos qué está ocurriendo en nuestras vidas. Las cosas son confusas, no encajan y parece que nada nos sale bien.