La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la economía mundial y en los mercados financieros. Muchos países han impuesto confinamientos y cierres de negocios no esenciales, lo que ha reducido la producción económica. Los inversores están muy preocupados por las perspectivas económicas a corto plazo y los mercados bursátiles han experimentado una alta volatilidad.