El Papa Benedicto XVI reflexiona sobre la oración de Jesús en la Última Cena. Jesús anticipa su muerte y resurrección al instituir la Eucaristía, donde se da a sí mismo en el pan y el vino. Su oración de acción de gracias se eleva a Dios y desciende como bendición sobre los dones y los discípulos. Jesús celebra su Pascua anticipando su cruz a través del memorial eucarístico, la cumbre de su oración de entrega.
1. BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL Sala Pablo VI
Miércoles 11 de enero de 2012
Oración de Jesús en la última Cena
El color amarillo en letras o de fondo indica texto de la
Cesárea catequesis.
de Filipo: http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/audiences/2
Dibujo y 011/index_sp.htm
estado Presentación diseñada por Emilio Perucha Herranz , 8 de
actual junio 2012.
2. Queridos hermanos y hermanas:
En nuestro camino de reflexión sobre la oración de Jesús, que nos presentan los Evangelios, quiero
meditar hoy sobre el momento, especialmente solemne, de su oración en la última Cena.
El trasfondo temporal y emocional del convite en el que Jesús se despide de sus amigos es la
inminencia de su muerte, que él siente ya cercana. Jesús había comenzado a hablar de su Pasión ya
desde hacía tiempo, tratando incluso de implicar cada vez más a sus discípulos en esta perspectiva.
El Evangelio según san Marcos relata que desde el comienzo del viaje hacia Jerusalén, en los
poblados de la lejana Cesarea de Filipo, Jesús había comenzado «a instruirlos: “el Hijo del hombre
tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser
ejecutado y resucitar a los tres días”» (Mc 8, 31).
3. Además, precisamente en los días en que se preparaba para despedirse de sus discípulos, la vida del
pueblo estaba marcada por la cercanía de la Pascua, o sea, del memorial de la liberación de Israel de
Egipto.
Esta liberación, experimentada en el pasado y esperada de nuevo en el presente y para el futuro, se
revivía en las celebraciones familiares de la Pascua.
La última Cena se inserta en este contexto, pero con una novedad de fondo.
Jesús mira a su pasión, muerte y resurrección, siendo plenamente consciente de ello.
Él quiere vivir esta Cena con sus discípulos con un carácter totalmente especial y distinto de los
demás convites; es su Cena, en la que dona Algo totalmente nuevo: se dona a sí mismo.
De este modo, Jesús celebra su Pascua, anticipa su cruz y su resurrección.
4. Esta novedad la pone de relieve la cronología de la última Cena en el Evangelio de san Juan, el cual no
la describe como la cena pascual, precisamente porque Jesús quiere inaugurar algo nuevo, celebrar su
Pascua, vinculada ciertamente a los acontecimientos del Éxodo.
Para san Juan, Jesús murió en la cruz
precisamente en el momento en que, en el
templo de Jerusalén, se inmolaban los corderos
pascuales.
¿Cuál es entonces el núcleo de esta Cena?
Son los gestos de partir el pan, de distribuirlo a
los suyos y de compartir el cáliz del vino con las
palabras que los acompañan y en el contexto de
oración en el que se colocan:
es la institución de la Eucaristía,
es la gran oración de Jesús y de la Iglesia.
Pero miremos un poco más de cerca este
momento.
5. Ante todo, las tradiciones neotestamentarias de la institución de la Eucaristía (cf. 1 Co 11, 23-25; Lc
22, 14-20; Mc 14, 22-25; Mt 26, 26-29), al indicar la oración que introduce los gestos y las palabras de
Jesús sobre el pan y sobre el vino, usan dos verbos paralelos y complementarios.
San Pablo y san Lucas hablan de eucaristía/acción de gracias: «tomando pan, después de pronunciar la
acción de gracias, lo partió y se lo dio» (Lc 22, 19).
San Marcos y san Mateo, en cambio, ponen de relieve el aspecto de eulogia/bendición: «tomó pan
y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio» (Mc 14, 22).
Ambos términos griegos eucaristeín y eulogeín remiten a la berakha judía, es decir, a la gran oración de
acción de gracias y de bendición de la tradición de Israel con la que comenzaban los grandes convites.
El Milagro Eucarístico de
Augsburg, conocido por sus
habitantes como el
“Wunderbarlichen Gutes” o
“Bien Milagroso”,
Augsburg, 1194
Nota: Me parece oportuno insertar
imágenes de milagros eucarísticos.
Para ampliar la reseña que haga de
la imagen se puede contactar con
la página donde las he obtenido es,
la Iglesia Vaticano Fotográfico
Exhibición Internacional de Los
Milagros Eucarísticos del Mundo
(se traduce a varios idiomas),
cuya dirección es: http://www.therealpresence.org/
A partir diapositiva 7 sigo orden alfabético de país y ciudad, para evitar
preferencias.
6. Las dos palabras griegas indican las dos direcciones intrínsecas y complementarias de esta oración.
La berakha, en efecto, es ante todo acción de gracias y alabanza que sube a Dios por el don recibido:
en la última Cena de Jesús, se trata del pan —elaborado con el trigo que Dios hace germinar y crecer
de la tierra— y del vino, elaborado con el fruto madurado en los viñedos.
Esta oración de alabanza y de acción de
gracias, que se eleva hacia Dios, vuelve como
bendición, que baja desde Dios sobre el don y lo
enriquece.
Al dar gracias, la alabanza a Dios se convierte en
bendición, y el don ofrecido a Dios vuelve al
hombre bendecido por el Todopoderoso.
Las palabras de la institución de la Eucaristía se
sitúan en este contexto de oración;
en ellas la alabanza y la bendición de la berakha
se transforman en bendición y conversión del pan
y del vino en el Cuerpo y en la Sangre de Jesús.
Guadalupe, 1420
7. En San Georgenberg-Fiecht, ubicado en el valle
del Inn, hubo un Milagro Eucarístico en 1310.
Durante una Misa, el sacerdote fue asaltado por
dudas acerca de la presencia real de Jesús en
las especies consagradas.
Inmediatamente después de la consagración, el
vino apareció visiblemente convertido en
Sangre, que parecía hervir hasta derramarse del
cáliz.
En 1480, luego de 170 años, la Santa Sangre se
encontraba “fresca como si hubiese brotado hoy
de una herida”, escribía un cronista de la época.
Custodia del 1719
hecha en plata y oro Actualmente la Reliquia sigue siendo custodiada
para custodiar la en el Monasterio de San Georgberg.
preciosa Sangre del Austria Fiecht, 1310
Milagro
Antes de las palabras de la institución se realizan los gestos: el de partir el pan y el de ofrecer el vino.
Quien parte el pan y pasa el cáliz es ante todo el jefe de familia, que acoge en su mesa a los familiares;
pero estos gestos son también gestos de hospitalidad, de acogida del extranjero, que no forma parte de
la casa, en la comunión convival.
En la cena con la que Jesús se despide de los suyos, estos mismos gestos adquieren una profundidad
totalmente nueva: él da un signo visible de acogida en la mesa en la que Dios se dona.
Jesús se ofrece y se comunica él mismo en el pan y en el vino.
8. El Milagro Eucarístico de Bois-Seigneur-
Isaac se manifestó cuando la Hostia
consagrada sangró, tiñendo
un Corporal.
El 3 de mayo de 1413, el Obispo de
Cambrai, Pierre d’Ailly, autorizó el culto
a la Sagrada Reliquia.
El 3 de enero de 1424, el Papa Martín V
aprobó la construcción del Monasterio
de Bois-Seigneur-Isaac, que hasta hoy
en día sigue siendo meta de
peregrinajes.
Bélgica Bois-Seigneur-Isaac, 1405
¿Pero cómo puede realizarse todo esto? ¿Cómo puede Jesús darse, en ese momento, él mismo? Jesús
sabe que están por quitarle la vida a través del suplicio de la cruz, la pena capital de los hombres no
libres, la que Cicerón definía la mors turpissima crucis.
Con el don del pan y del vino que ofrece en la última Cena Jesús anticipa su muerte y su resurrección
realizando lo que había dicho en el discurso del Buen Pastor: «Yo entrego mi vida para poder
recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo
poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre» (Jn 10, 17-18).
Él, por lo tanto, ofrece por anticipado la vida que se le quitará, y, de este modo, transforma su muerte
violenta en un acto libre de donación de sí mismo por los demás y a los demás.
La violencia sufrida se transforma en un sacrificio activo, libre y redentor.
9. En la oración, iniciada según las formas rituales de la
tradición bíblica, Jesús muestra una vez más su
identidad y la decisión de cumplir hasta el fondo su
misión de amor total, de entrega en obediencia a la
voluntad del Padre.
La profunda originalidad de la donación de sí a los
suyos, a través del memorial eucarístico, es la
cumbre de la oración que caracteriza la cena de
despedida con los suyos.
Contemplando los gestos y las palabras de Jesús de
aquella noche, vemos claramente que la relación
íntima y constante con el Padre es el ámbito donde él
realiza el gesto de dejar a los suyos, y a cada uno de
nosotros, el Sacramento del amor, el «Sacramentum
caritatis».
Por dos veces en el cenáculo resuenan las palabras:
«Haced esto en memoria mía» (1 Co 11, 24.25).
Él celebra su Pascua con la donación de
sí, convirtiéndose en el verdadero Cordero que lleva
a cumplimiento todo el culto antiguo.
Por ello, san Pablo, hablando a los cristianos de
Corinto, afirma:
«Cristo, nuestra Pascua [nuestro Cordero
pascual], ha sido inmolado. Así pues, celebremos...
La isla de Tumaco, milagrosamente sobrevivió de la
catástrofe gracias a la bendición que impartió el
con los panes ácimos de la sinceridad y la verdad» (1
padre Gerardo Larrondo con el Santísimo Co 5, 7-8).
Sacramento Colombia Tumaco, 1906
10. Anexo:Terremotos de mayor magnitud De Wikipedia, la enciclopedia libre
(Redirigido desde Anexo:Grandes terremotos del mundo)
La siguiente tabla presenta los terremotos de mayor magnitud sucedidos desde el 1813 a. C. (el primer terremoto
registrado) hasta la actualidad.
Terremotos más fuertes por magnitud
En esta tabla se resumen los sismos más grandes del mundo de los cuales se tiene noticia. Acerca de la
información de esta tabla:
Nº Fecha y Magnitud Nombre País Lugar y Muertes
hora coordenadas
10 31 enero 2006 8,8Mw Terremoto Ecuador y Ecuador y Frente a las costas 1.500
15,36 Colombia 2006 Colombia de Esmeraldas
1°0′N 81°30′O
Tsunami
En Tumaco, Colombia las olas del Tsunami alcanzaron una altura de 5 metros. Fueron las olas que alcanzaron mayor
altura registrada del tsunami. En Hilo, Hawaii las olas alcanzaron una altura de 1,8 metros de altura. Ademas el
Tsunami también alcanzo las costas de Costa Rica, México, California y Japón.
Daños
La mayoria de los daños se produjeron por culpa del Tsunami en los pueblos de Rio Verde en Ecuador y Micay
[relativamente cercano a Tumaco] en Colombia. Se estima que el numero de muertes es entre 500 y 1500.
11. En Ludbreg (Croacia), en al año 1411, un
sacerdote dudó durante la Misa de la
presencia real del Cuerpo
y la Sangre de Cristo en las especies
eucarísticas consagradas.
Inmediatamente después de la consagración
del vino, se tranformó en Sangre.
Hasta nuestros días, la preciosa Reliquia de la
Sangre del Milagro atrae cada año a miles de
fieles.
La Reliquia de la Preciosísima Sangre se
conserva perfectamente intacta, desde el año
1721 en la custodia de esta imagen.
El evangelista san Lucas ha conservado otro elemento valioso de los acontecimientos de la última
Cena, que nos permite ver la profundidad conmovedora de la oración de Jesús por los suyos en aquella
noche: la atención por cada uno.
Partiendo de la oración de acción de gracias y de bendición, Jesús llega al don eucarístico, al don de sí
mismo, y, mientras dona la realidad sacramental decisiva, se dirige a Pedro.
Ya para terminar la cena, le dice: «Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para cribaros
como trigo. Pero yo he pedido por ti, para que tu fe no se apague. Y tú, cuando te hayas
convertido, confirma a tus hermanos» (Lc 22, 31-32).
La oración de Jesús, cuando se acerca la prueba también para sus discípulos, sostiene su debilidad, su
dificultad para comprender que el camino de Dios pasa a través del Misterio pascual de muerte y
resurrección, anticipado en el ofrecimiento del pan y del vino.
12. La narración de este Milagro Eucarístico se remonta a los
primeros siglos del cristianismo y forma parte de la
colección de apotegmas
de los Padres del desierto.
Estos monjes vivían en Egipto como eremitas para seguir el
ejemplo de San Antonio Abad.
Un monje fue asaltado por ciertas dudas acerca de la
presencia real de Jesús en el pan y el vino consagrados.
Durante la Misa, luego de la consagración, en vez del
pan, apareció el Niño Jesús.
En esa misma Misa estuvieron presentes otros tres monjes
que tuvieron la misma visión
La Eucaristía es alimento de los peregrinos que se convierte en fuerza incluso para quien está
cansado, extenuado y desorientado.
Y la oración es especialmente por Pedro, para que, una vez convertido, confirme a sus hermanos en la
fe.
El evangelista san Lucas recuerda que fue precisamente la mirada de Jesús la que buscó el rostro de
Pedro en el momento en que acababa de realizar su triple negación, para darle la fuerza de retomar el
camino detrás de él:
«Y enseguida, estando todavía él hablando, cantó un gallo. El Señor, volviéndose, le echó una mirada a
Pedro, y Pedro se acordó de la palabra que el Señor le había dicho» (Lc 22, 60-61).
13. ALBORAYA-ALMÁCERA ESPAÑA, 1348 Milagro Eucarístico
En el año 1348 sucedió que un sacerdote quiso visitar a algunos enfermos para distribuirles la Comunión.
En el camino, mientras intentaba atravesar un río, resbaló en el agua y la píside que contenía las Hostias escapó de sus
manos.
El sacerdote no tuvo otro remedio que renunciar a la búsqueda de las Hostias dispersas en la corriente. De pronto, algunos
pescadores lo condujeron a la orilla porque habían visto que algunos peces tenían en la boca como unos discos blancos que
parecían Hostias.
Las Partículas pudieron ser recuperadas y luego llevadas en solemne procesión, en compañía de todo el pueblo, hacia la
iglesia.
Queridos hermanos y hermanas, participando en la Eucaristía, vivimos de modo extraordinario la
oración que Jesús hizo y hace continuamente por cada uno a fin de que el mal, que todos encontramos
en la vida, no llegue a vencer, y obre en nosotros la fuerza transformadora de la muerte y resurrección
de Cristo.
En la Eucaristía la Iglesia responde al mandamiento de Jesús: «Haced esto en memoria mía» (Lc
22, 19; cf. 1 Co 11, 24-26); repite la oración de acción de gracias y de bendición y, con ella, las palabras
de la transustanciación del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor.
En nuestras Eucaristías somos atraídos a aquel momento de oración, nos unimos siempre de nuevo a la
oración de Jesús.
14. Vitral del interior de la iglesia con la
Altar donde ocurrió el Prodigio representación del Milagro
AVIGNONE FRANCIA, El 30 de noviembre de 1433 fue expuesto el Santísimo Sacramento para la adoración pública en la pequeña capilla de la
Confraternidad llamada “de los Penitentes grises”.
Sucedió que ese mismo día la ciudad de Aviñón sufrió una inundación a causa del desborde del río que la atraviesa, el Ródano.
Dos miembros de la confraternidad lograron llegar con una barca a la capilla donde el Santísimo Sacramento estaba expuesto. Cuando entraron
al interior de la capilla vieron que las aguas se habían separado a izquierda y derecha, de modo que el altar y la Custodia estaban totalmente
secos.
Desde el principio, la Iglesia comprendió las palabras de la consagración:
como parte de la oración rezada junto con Jesús;
como parte central de la alabanza impregnada de gratitud, a través de la cual Dios nos dona
nuevamente el fruto de la tierra y del trabajo del hombre como cuerpo y sangre de Jesús,
como auto-donación de Dios mismo en el amor del Hijo que nos acoge (cf. Jesús de Nazaret, II, p. 154).
Participando en la Eucaristía, nutriéndonos de la carne y de la Sangre del Hijo de Dios, unimos nuestra
oración a la del Cordero pascual en su noche suprema, para que nuestra vida no se pierda, no obstante
nuestra debilidad y nuestras infidelidades, sino que sea transformada.
15. ALKMAAR HOLANDA,
En 1429, en la Catedral de San Lorenzo
de la ciudad de Alkmaar, un sacerdote
llamado Folkert estaba celebrando su
primera Misa.
Luego de la consagración, el sacerdote
derramó accidentalmente el vino
consagrado sobre el altar y la casulla.
Milagrosamente, este mismo vino se
transformó en Sangre.
Todo esfuerzo fue inútil por remover las
huella de Sangre de la casulla
La preciada Reliquia de la casulla bañada de Sangre se conserva hasta
hoy en la Catedral de San Lorenzo, en Alkmaar.
Queridos amigos, pidamos al Señor que nuestra
participación en su Eucaristía, indispensable para la vida
cristiana, después de prepararnos debidamente, también
con el sacramento de la Penitencia, sea siempre el punto
más alto de toda nuestra oración.
Pidamos que, unidos profundamente en su mismo ofrecimiento al Padre, también nosotros
transformemos nuestras cruces en sacrificio, libre y responsable, de amor a Dios y a los hermanos.
Gracias.
16. CHIRATTAKONAM “[…]
ARQUIDIÓCESIS DE TRIVANDRUM, Para nosotros creyentes, aquello que
INDIA. hemos visto es algo que siempre
Este Milagro Eucarístico se ha hemos creído
verificado recientemente, el 5 de […].
mayo de 2001 en Trivandrum. Si nuestro Señor está
En la Hostia apareció el rostro de un hablándonos a través de este
hombre que asemeja a Cristo, signo, ciertamente reclama una
coronado de espinas. respuesta de parte nuestra”.
Su Beatitud Cyril Mar Baselice,
Arzobispo de la diócesis de La Custodia que conserva la
Trivandrum, ha escrito refiriéndose al Hostia milagrosa se conserva
Prodigio: hasta hoy en la iglesia.
Saludos
(En francés)
Siguiendo a Jesús, transformad vuestras cruces personales en sacrificio de amor a Dios y a los
demás, y por el sacramento de la Penitencia, preparaos dignamente a participar en la
Eucaristía, culmen de la oración cristiana.
(En español)
Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México
y otros países latinoamericanos. Invito a todos a participar con fe y devoción en la Eucaristía, a unirse
más profundamente a la ofrenda de alabanza y bendición de Jesús al Padre, y así poder trasformar
vuestra cruz en sacrificio libre y responsable, en amor a Dios y a los hermanos. Muchas gracias.
17. En cambio, ese mismo día, el pueblo
MORNE-ROUGE de Morne-Rouge se salvó
ISLA MARTINICA. milagrosamente aún cuando estaba a
En la mañana del 8 de mayo de las faldas del volcán.
1902, el volcán de la montaña Pelée El hecho prodigioso fue acompañado
erupcionó. con la aparición de Jesús y de
La lava llegó inmediatamente a la su Sagrado Corazón en el
ciudad de Saint-Pierre, estruyéndola Santísimo Sacramento expuesto para
completamente. la adoración pública.
Fueron muchos los
testigos que pudieron asistir
(A los peregrinos polacos)
Cuando con Jesús entramos en el Cenáculo y, debidamente preparados, nos acercamos a la mesa del
Señor, nos damos cuenta de que la participación en la Eucaristía, indispensable para la vida
cristiana, es al mismo tiempo la escuela y el culmen de nuestra oración. Unidos a Cristo, por él, con él y
en él, en la unidad del Espíritu Santo, damos gloria al Padre.
(A los jóvenes, los enfermos y los recién casados)
La fiesta del Bautismo del Señor, que celebramos el domingo pasado, nos ofrece la oportunidad de
recordar nuestro Bautismo. Queridos jóvenes, vivid con alegría vuestra pertenencia a la Iglesia, que es
la familia de Jesús. Queridos enfermos, la gracia del Bautismo alivie vuestros sufrimientos y os impulse
a ofrecérselos a Cristo por la salvación de la humanidad. Y vosotros, queridos recién casados, que
comenzáis vuestro camino conyugal, fundad vuestro matrimonio en la fe, recibida en regalo el día de
vuestro Bautismo».
18. ANEXO http://es.wikipedia.org/wiki/Monte_Pel%C3%A9e
Saldo final
El saldo aproximado de la explosión fue el siguiente:
La destrucción total de St. Pierre, entonces capital y centro
económico de la isla (8 de mayo);
Destrucción parcial de Morne Rouge y otros asentamientos
en las laderas sur y este (30 de mayo);
Grandes daños en las ciudades de Prêcheur, Grand-
Rivière, Basse-Pointe y Ajoupa-Bouillon.
La pérdida de más de 29.000 vidas humanas (28.000 el 8 de
mayo y unas 1.000 el 30)[4] .
Estadísticas y comparaciones
El fenómeno de 1902 detenta algunos luctuosos registros
estadísticos:
Fue el peor desastre volcánico del mundo en el siglo XX en
cuanto a pérdidas humanas.[17]
A este respecto, esta erupción fue la tercera asesina más
grande de todos los tiempos, después de las erupciones del
Tambora de 1815 (92.000 muertos) y del Krakatoa de 1883
(36.000 muertos), ambas en Indonesia.
La única catástrofe de su tipo de todos los tiempos ocurrida
en territorio francés.
Resultó ser la tercera erupción más potente del siglo XX, solo
superada por las colosales explosiones de los montes
Pinatubo (Filipinas, 1991) y Santa Helena (Estados
Unidos, 1980).[18]
Su furia destructiva fue comparable a la del volcán
Vesubio, que destruyó Pompeya en 79 tanto en daños
materiales como en número de víctimas fatales.
Wikimedia Commons File:1902-pelee-map.jpg