1. Comentario de texto literario
Elegía a Ramón Sijé
Miguel Hernández (Orihuela, 1910- Alicante, 1492) es un autor
incluido en la Generación del 27, aunque escribe con
posterioridad, de ahí que lo llamaran “genial epígono” . Cuando
es retenido en la cárcel, su mujer va a verlo y le comenta que
ella y su hijo solo tienen para comer pan y cebolla y el ilustre
poeta se libera de su rabia e impotencia ante esta situación
escribiéndole el poema “Nanas de la cebolla”. En 1936 publica El
Rayo que no Cesa, libro de poemas en el que se encuentra
incluido el poema que vamos a analizar, titulado “Elegía a Ramón
Sijé”.
Este poema es una elegía que posee por tema el terrible lamento
ante la muerte de Ramón Sijé, su gran amigo, que tanto lo ayudó
en su carrera profesional. En el momento de su fallecimiento, se
encontraban distanciados debido a sus diferencias ideológicas,
de ahí que los 2 últimos versos del poema sean: “tenemos que
hablar de muchas cosas, / compañero del alma, compañero“. El
poema está claramente dividido en dos partes: primero expresa
su rabia y dolor por la pérdida prematura de su amigo, y después
se imagina un hipotético regreso de este a la vida.
Nos encontramos frente a un largo poema de 16 estrofas: las 15
primeras tienen 3 versos endecasílabos y forman tercetos
encadenados, debido a que la rima consonante del 2º verso
coincide con la de los versos 1º y el 3º de la estrofa siguiente. En
cuanto al verso restante, tiene 4 versos, también endecasílabos,
que forman un serventesio.
2. Podemos observar que es un poema plagado de recursos
literarios, característica propia de la poesía del autor.
Destacaremos, en primer lugar, que el léxico cambia
sustancialmente en las dos partes del poema.
En la primera, manifiesta sentimientos de dolor y rabia y
podemos observar que el autor se expresa mediante palabras
cargadas de connotaciones negativas, aludiendo a la muerte
mediante múltiples metáforas como “un manotazo duro,
hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha
derribado“. También se puede apreciar el dolor que siente el
poeta ante la muerte de su amigo por el uso de hipérboles,
como “no hay extensión más grande que mi herida “ o “por doler
me duele hasta el aliento“ que intensifican su estado de ánimo
desesperado . Esa misma sensación de desconsuelo se manifiesta
mediante paralelismos que expresan su rabia y desconsuelo
intenso (“no perdono a la muerte enamorada, no perdono a la
vida desatenta, no perdono ni a la tierra ni a la nada“) . Miguel
Hernández expresa su rabia mediante la expresiva metáfora “en
mis manos levanto una tormenta”. Finalmente destacaremos la
aliteración del sonido “r” (“quiero apartar a tierra parte a
parte”).
En la segunda parte, el autor se consuela con la esperanza de
que en un futuro su amigo regrese y, por ello, observamos un
vocabulario bien distinto, con palabras que sugieren
connotaciones positivas, además de cambios en el tono y tiempo
de los verbos. En esta parte destacan las metáforas como
“disputando tu novia y las abejas”, ”llama a un campo de
almendras espumosas” o “a las aladas almas de las rosas del
almendro de nata requiero”, que se aluden a la naturaleza,
porque para Miguel Hernández es algo muy positivo. Finalmente
3. destacaré el vocativo intensificador de la amistad que Miguel y
Ramón tenían: “compañero del alma”.
Anabel Santana Herrera