El documento discute la ecología de la lengua y cómo considera el aprendizaje y adquisición de lenguas no solo en su contexto social sino también político. Enfatiza la importancia de reconocer el contexto sociolingüístico, incorporar una comprensión intercultural, involucrar a la comunidad y concientizar sobre la responsabilidad compartida entre la escuela y la familia en la transmisión de la lengua.
1. “Ecología de la lengua considera
la lengua y la adquisición y
aprendizaje de lenguas no
solamente en su entorno
social, sino también en el
contexto político en el cual se
desenvuelve”.
2. Articula y relaciona permanentemente la enseñanza de
primera, segunda y otras lenguas. (toma en cuenta el contexto
sociolingüístico de la acción educativa).
Incorpora una comprensión intercultural de la enseñanza de
lenguas, recuperando la vieja comprensión de cultura. (no rompe con
la unidad de forma lingüística y contenido cultural).
Recurre también a los agentes educadores de las propias
comunidades y los acerca a la escuela, (enseñar no es exclusivo de los
maestros).
Concientiza a la comunidad lingüística respecto a las limitaciones de la
escuela y sobre la importancia de la transmisión intergeneracional.
(cuestiona la delegación de la tarea y responsabilidad de
mantener, cultivar y potenciar la lengua a la escuela por parte de los
padres y madres de familia).
3. La enseñanza de lengua materna no es ni debería
ser privilegio de la escuela ni mucho menos.
Las lenguas maternas son autosostenibles y una nueva
generación no espera ir a la escuela para conseguir su
lengua materna. Esta se consigue generalmente en la
casa, en la comunidad, en la vecindad entre las cosas
queridas que forman la identidad del niño.
Para infundirle a la lengua “autosostenibilidad”,
tenemos que apuntar a los espacios intrafamiliares y los
espacios intracomunitarios.