2. ¿Quién lo fundo?
Don Andrés Sánchez de Alba fue una persona muy querida
y respetada en el pueblo de Lebrija. Esta persona era muy
adinerada y parte de su dinero quiso que fuera destinado a
obras de caridad. Este fue el origen del Asilo de San
Andrés, nombrado así como agradecimiento a su
benefactor.
3. ¿Para qué se utilizó?
Se trataba de un asilo para los ancianos pobres del
pueblo, así hizo declarar en su testamento. Cuando este
fallece deja los bienes en fruto para su esposa Doña
Otilia Calderón, ya que ambos nunca tuvieron hijos.
Doña Otilia fallece en 1854, y la residencia de ancianos
es terminada en 1913.
4. ¿Qué ocurrio?
¿Qué ocurre? Bien ... se ha de pensar que si no fuese
porque otra persona ha mantenido económicamente el
asilo, este después del fallecimiento de Doña Otilia
hubiese sido cerrado. Esto no ocurre gracias a la ayuda
de Doña Manuela Murube, ella mantendrá al asilo durante
toda su vida. Es tal su interés en tener en buenas
condiciones la residencia de ancianos que llega a donar
cuadros que le regalaba su prima Doña Antonia Sánchez
de Alba, los cuales son muy valorados. Además de eso,
dicho por hermanas del asilo, llegaba a mandar a
personas a la plaza, al mercado, y otros lugares donde
obtener productos de gran calidad para los ancianos. Por
todo ello se gano el nombre de la plaza donde está
situado el asilo de San Andrés.
5. ¿Cómo empezó?
El asilo empezó con cuarenta y ocho plazas, y con esas
mismas plazas se conserva en la actualidad. Cuentan con
una biblioteca, una sala de TV, una sala de rehabilitación,
dos comedores (ya que uno está adaptado para las sillas
de ruedas), un patio exterior, una sala de psicología, y
otras salas diversas. Además de múltiple personal como
cocineros, limpiadoras, auxiliares de clínica, psicólogos,
quiroprácticos, ... y seis hermanas que están a su entera
disposición. Se ha de saber que las personas que
ostentan el asilo, la mayoría tienen más de ochenta años,
por lo que son necesarias estas ayudas.