2. La innovación educativa basada en las tecnologías ha estado muy ligada a la evolución de las TIC. La aparición del
ordenador personal originó lo que se llamó E.A.O. (Enseñanza Asistida por Ordenador, este mismo término se
utilizaba en Francia y de allí se tomó); la aparición del CD-ROM originó la multimedia educativa (hipermedias,
hipertextos y multimedias); la aparición de internet originó la teleformación y el e-learning y parece que ahora
estamos aplicando redes sociales, entornos personalizados, gestión de conocimiento y Web 2.0.
3. TECNOLOGÍA EDUCATIVA
Hoy se pueden considerar innovaciones las simulaciones, convertir contendios a formato de móviles, convertir
contenidos para audios en mp3; utilizar blogs y wikis, incorporar pizarras electrónicas, secondlife, etc.
Si estuviésemos en los años 70 se presentarían películas, diapositivas, acetatos de transparencias.
En los 80 asombraríamos a la audiencia con las posibilidades del power point y los multimedia.
En los 90 Internet y sus procesos característicos.
4. Las características de este tipo de innovación son:
Se suelen aplicar a los contenidos de las asignaturas. Se suele cambiar el formato incorporando elementos que hacen
más fácil y potente la transmisión de determinados conceptos.
Son innovaciones altamente transferibles pero dentro de un mismo área de conocimiento. Si la innovación afecta a
contenidos puntuales, estos contenidos se pueden utilizar en asignaturas similares (u otras que utilicen esos conceptos).
El problema es que la innovación no es transferible a cualquier asignatura.
Esfuerzo continuo. Si se quiere utilizar las ventajas de la última tecnología, tendremos que estar continuamente
cambiando y adaptando los contenidos. El principal problema es que hay formatos que ya no se usan; yo realicé un gran
esfuerzo en pasar mis asignaturas a transparencias y ahora no utilizo ninguna de ellas. Este esfuerzo continuo es
interesante, ya que cada vez que se adaptan contenidos se suelen actualizar e incorporar nuevos.
Es la innovación más habitual en la formación. Si ha ido a un congreso, navega por internet o lee alguna revista
5. Este tipo de innovación suele tener una serie de problemas:
Por lo general, la tecnología que incorporamos no fue diseñada de forma expresa para la formación; por tanto no
solemos utilizar todas sus características, no hay opinión unámime en la forma de utilizarla, e incluso se puede utilizar de
forma incorrecta de tal forma que los resultados formativos se empeoran.
Muchas veces, por eso de ser los primeros en presentar la innovación, utilizamos todo lo que mediáticamente tiene una
gran repercusión; por lo que en este tipo de experiencia hay un gran riesgo de no conseguir los resultados esperados.
La tecnología cambia muy rápidamente, tan rápidamente que a la mayoría de los profesores no nos dá tiempo para
saber manejarla; lo cual unido a la rápida evolución de las mismas, hace que algunas pasen desapercibidas.
En las primeras fases de su implantación las tecnologías son caras y no suele haber presupuesto para incorporarlas de
forma masiva en la aulas y centros de formación.
6. Barreras y oportunidades
La aplicación de nuevas tecnologías en la educación siempre se ha visto como una oportunidad, al menos en el
momento en que éstas son novedad.
La tecnología nunca ha sido la barrera, cada vez son más baratas, mas potentes, más fáciles de utilizar y están más
implantadas en todos los ámbitos de la sociedad.
7. Si esto es así, cabe plantearse la razón por la que no se han implantado estas tecnologías en las aulas.
El énfasis lo hemos realizado en la tecnología, no en la metodología. Siempre hemos vendido la aplicación de la última
tecnología; si nos centramos en una metodología concreta nos obligaría a buscar indicadores de eficacia y no de
novedad.
Hemos transmitido un mensaje de fugacidad en toda la innovación tecnológica. Si cada tres años decimos que la
tecnología anterior ya no vale y ahora tenemos que innovar en la siguiente, pocas personas querrán dedicar un gran
esfuerzo a incorporar algo que tiene una fecha de caducidad próxima.
Políticamente no se apuesta por un cambio en las metodologías. Supongo que ningún político estaría de acuerdo
conmigo en esta razón; pero la realidad es que mientras los indicadores para la promoción profesional estén en la