El cultivo de maracuyá tiene fortalezas como su buena calidad y fácil comercialización, pero también debilidades como la falta de conocimiento sobre la cosecha, deficiencias en el transporte y falta de tecnología para la recolección. Oportunidades incluyen personas dispuestas a trabajar, apertura económica e innovación con cultivos, mientras las amenazas son la rotación de personal, cambios climáticos y falta de planeación y certificación.