El documento presenta una colección de poemas del escritor salvadoreño Alfredo Espino titulada "Jícaras Tristes". La colección contiene varias secciones de poemas que describen paisajes rurales, costumbres y aspectos de la vida campesina en El Salvador a comienzos del siglo XX. El documento también incluye una breve biografía de Alfredo Espino, nacido en 1900 en Ahuachapán, El Salvador, y considerado el mayor poeta bucólico del país por sus poemas que retratan con senc
3. PRESENTACIÓN
ALFREDO ESPINO
[CASUCAS]
CANTEMOS LO NUESTRO
ASCENSIÓN
VIENTOS DE OTUBRE (A LA LUZ DEL FOGÓN)
ESTA ERA UN ALA
BALSA DE FLORES
UN RANCHO Y UN LUCERO
EL NIDO
LA MATARON UN DÍA
ALLÁ
LOS OJOS DE LOS BUEYES
HUERTOS NATIVOS
INVITACIÓN
LA TARDE EN EL PUEBLO
LOS OJOS DE LA CRIOLLA
AIRES POBLANOS
EL SALTO
PLOMBAGINA
LUNA EN EL RANCHO
AL ENTREABRIRSE LA FLOR DEL COYOL
EL RETORNO
ROPA BLANCA
ÁRBOL DE FUEGO
A UN VOLCÁN DE MI TIERRUCA
MADRUGADA
LA CRUZ
...Jícaras Tristes
CONTENIDO
4. ACUARELA SALVAJE
LOS POTROS
RETORNO
CAMINO DE LA QUEBRADA
MAÑANITAS EN LOS CERROS
LA CASITA BLANCA
LA ESTRELLA EN EL RÍO
CAÑAL EN FLOR
SERENATA
CHICHONTEPEC
LA CRUZ DE MAYO
LUNA EN LAS ONDAS
BAJO EL TAMARINDO
CIELO ENTRE RAMAS
UN ÁRBOL DEL CAMINO
EL RÍO
EL ÁRBOL
EL ESTERO
MUGIDO LEJANO
CON LOS CANTAROS
QUEZALTEPEC
LAMATEPEC
[DULCEDUMBRE]
LAS MANOS DE MI MADRE
EL DULCE ANHELO
CON EL ALMA DESCALZA
DESDE LEJOS
CONSUELO
NOCTURNO
PARA ENTONCES
VIAJE ROMÁNTICO
MISIVA INTIMA
...Jícaras Tristes
[AURAS DEL BOHIO]
5. [PANORAMAS Y AROMAS]
MÚSICA INDIANA
TARDECITAS
NEBLINAS
REMANSO
DESPUÉS DE LA LLUVIA
LA MAÑANITA
CUANDO PASAS
DE ENTONCES
LA TÓRTOLA
PESCADOR DE ESTRELLAS
MUSA FLUVIAL
ACUARELA
RITMOS MATUTINOS
¡CANTAN LOS GALLOS!
CANCIÓN SIN PALABRAS
VESPERAL
TARDE
[PÁJAROS DE LEYENDA]
LA CHILTOTA
LA GARZA
EL CLARINERO
LAS GARZAS DEL LLANO
DICHOSOFUI
LOS PERICOS PASAN
...Jícaras Tristes
CHECA
UN ANGELITO
INVIERNO
ACERO
ATLACATL
6. EL ALMA DEL BARRIO
SUBURBIO
LA MUCHACHITA PÁLIDA
EL PUENTE
TARDE POBLANA
LA FIESTA DEL BARRIO
ALEGRÍA DE ARRABAL
JUEVES SANTO
VIENTO EN POPA
SIEMPRE
STECHETTI EN SONETO
ALMA CÁNDIDA
IDILIO BÁRBARO
ECLÓGICAS
EN LOS REMOTOS TIEMPOS
...Jícaras Tristes
[EL ALMA DEL BARRIO]
7. Para Editorial Cinco es un gusto presentar a un destacado
representante de las letras salvadoreñas del siglo pasado.
Alfredo Espino es el más grande poeta bucólico del país. Es
originario de Ahuachapán, El Salvador. Nació el 8 de enero del año 1900 y murió en San Salvador el 24 de mayo de
1928. Su poesía retrata a El Salvador rural de esa época.
Espino le escribe con enorme sencillez y gran sensibilidad a
todas esas pequeñas cosas que rodean la vida en el campo:
los ríos, los pájaros, las tardes, los valles, los bueyes, las
humildes casas, las mariposas, los cañales en flor; y lo hace
tan descriptivo, que permite que el lector, al leer sus versos,
se transporte a la campiña salvadoreña, muy similar a la
centroamericana, y sienta el olor de la tierra, el aroma de
las flores, el sol del mediodía y el sereno de la noche.
Retrata en sus versos, también, el sufrimiento del campesino, sus fiestas, sus amores, algunos acontecimientos cotidianos como una tarde en el pueblo, en el mes de enero, los
ojos de las muchachas campesinas, el amor.
La poesía vernácula de Alfredo Espino es muy conocida en
El Salvador. Durante muchos años ha sido divulgada en
todas las escuelas del país. Todos los niños han recitado o
conocen El Nido, Ascensión, Los Ojos de los Bueyes, y al
volver a leerlas, la nostalgia y los recuerdos se apoderan del
lector.
7
...Jícaras Tristes
presentación
8. Los invitamos a saborear estos sencillos y hermosos poemas.
Editorial Cinco
8
...Jícaras Tristes
Quisimos recoger esta hermosa colección de poemas, titulada Jícaras Tristes y ponerla a disposición de los lectores en
cualquier parte del mundo, como un homenaje a este gran
poeta.
9. Nació en la ciudad de Ahuachapán el día 8 de enero de
1900. Hijo de don Alfonso Espino y Enriqueta Najarro de
Espino.
Realizó sus estudios de Primaria y Secundaria en varios
centros del país, y se inició en el cultivo de las Bellas Artes
cuando estudiaba Ciencias y Letras.
Tuvo marcada inclinación por la Música, la Poesía y la
Pintura; ya que así como le arrancaba dulces notas a su
guitarra con mucha facilidad, también pintaba un paisaje
agreste o escribía versos de encantadora sencillez. También
era aficionado a la caricatura; frente al espejo hizo una autocaricatura con gran acierto y fidelidad, revelando esto la
tendencia humorista que poseía el poeta niño.
Su poesía vernácula tiene como características inconfundibles una exquisita ternura y una delicada sencillez, Autor
de “Jícaras Tristes”, suave remanso en cuyas aguas cristalinas se reflejan toda el alma y la campiña salvadoreña.
Recibió el título de Abogado en la Universidad Nacional de
El Salvador en el año de 1927.
Murió el 24 de mayo de 1928.
9
...Jícaras Tristes
Alfredo Espino
11. ¡Que encanto el de la vida, si los natales vientos
en sus ligeras alas traen ecos perdidos
de músicas de arroyos y música de nidos,
como mansos preludios de blandos instrumentos!
¡Que encanto el de la vida, si al amor del bohío,
y entre un intenso aroma de lirios y albahacas,
miramos los corrales donde mugen las vacas
y oímos las estrofas del murmurante río...!
El terruño es la fuente de las inspiraciones:
¡A qué buscar la dicha por suelos extranjeros,
si tenemos diciembres cuajados de luceros,
si tenemos octubres preñados de ilusiones!
No del Pagano Monte la musa inspiradora
desciende a las estancias de pálidos poetas:
es nuestra musa autóctona que habita en las glorietas
de púrpura y de nácar, donde muere la aurora.
Es nuestra indiana musa que, desde su cabaña,
desciende coronada de plumas de quetzales
a inspirarnos sencillos y tiernos madrigales,
olorosos a selva y a flores de montaña.
Vamos, pues, a soñar bajo tibios aleros
de naranjos en flor... cabe los manantiales:
octubre nos regala sus rosas y vesperales;
diciembre las miríadas de todos sus luceros.
11
...Jícaras Tristes
CANTEMOS LO NUESTRO
12. ¡Dos alas!... ¡Quién tuviera dos alas para el vuelo!...
Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido.
Desde aquí veo el mar, tan azul, tan dormido,
que si no fuera un mar, bien seria otro cielo!...
Cumbres, divinas cumbres, excelsos miradores...
¡Qué pequeños los hombres! No llegan los rumores
de allá abajo, del cieno; ni el grito horripilante
con que aúlla el deseo, ni el clamor desbordante
de las malas pasiones... Lo rastrero no sube:
esta cumbre es el reino del pájaro y la nube...
Aquí he visto una cosa muy más dulce y extraña,
como es la de haber visto llorando una montaña...
el agua brota lenta, y en su remanso brilla
la luz; un ternerito viene, y luego se arrodilla
al borde del estanque, y al doblar la testuz,
por beber agua limpia, bebe agua y bebe luz...
Y luego se oye un ruido por lomas y floresta,
como si una tormenta rodara por la cuesta:
animales que vienen con una fiebre extraña
a beberse las lágrimas que llora la montaña.
Va llegando la noche. Ya no se mira el mar.
Y qué asco y qué tristeza comenzar a bajar...
(¡Quien tuviera dos alas, dos alas para un vuelo!
Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido,
con el loco deseo de haberlas extendido
sobre aquel mar dormido que parecía un cielo!)
12
...Jícaras Tristes
ASCENSIÓN
13. 13
...Jícaras Tristes
Un río entre verdores se pierde a mis espaldas,
como un hilo de plata que enhebrara esmeraldas...
14. (A LA LUZ DEL FOGÓN)
¡Quizás ya no venga! ¿No s’hia dado cuenta
de que están soplando los vientos de otubre,
y que el barrilete vuela, y ya no cubre
como antes al cerro, nube de tormenta?
Hoy s’iajusta el año y él me dijo: “Anita,
entre algunos días regreso por vos”;
pero no lo quiso quizá tata Dios.
¿Verdá, madrecita?
Cuando veyo el rancho de paja, el ranchito
q’el estaba haciendo pegado a la güerta,
y veyo tan sola y cerrada la puerta
y yeno de montes aquel caminito,
siento que me muerde, aquí dentro, un dolor,
y que l’alegría también se me ha ido,
y me siento agora, lo mesmo que un nido
que no tiene pájaros, ni tiene calor…
Naide me lo ha dicho, pero es la verdá.
En la madrugada tuve un mal agüero:
se estaba apagando, mamita, el lucero
detrás de aquel cerro que se mira allá,
y asina s’iapaga también lo que quiero…
No tengo ni ganas de mirar p’ajuera.
¿Qué l’hiace que vengan, que vengan los vientos
si a mis sufrimientos
nada güeno traen de lo que quisiera?
Ciérreme la puerta. Siento que me cubre
un frío las manos, Dios sabe qué tienen…
14
...Jícaras Tristes
VIENTOS DE OTUBRE